Alemania, oficialmente llamado Imperio Alemán (Deutsches Kaiserreich, en alemán; German Empire, en inglés, y Empir Allemand, en francés), también llamado Gran Imperio Alemán, simplemente Alemania o a veces llamado también "Segundo Reich" (recordando al Sacro Imperio Romano Germánico),
Toponimia
Alemán
En castellano, portugués y francés, el gentilicio de Alemania (alemán, allemao, allemand), se deriva del nombre del pueblo germánico de los alamanes, cuya etimología puede relacionarse con all (todo) y mann (hombre).
Tudesco (deutsch)
En lengua alemana, el gentilicio de Alemania es deutsch («alemán»), una palabra derivada de una raíz genérica del germánico antiguo: *þiuda-, que significa «pueblo». La misma raíz aparece en muchos nombres de persona como Thiud-reks, y también en el etnónimo de los suecos de un cognado del inglés antiguo Sweo-ðēod y nórdico antiguo: Suiþióð. Además þiuda- aparece los términos Angel-ðēod («pueblo anglosajón») y Gut-þiuda («pueblo gótico»). El adjetivo derivado de este sustantivo, *þiudiskaz («popular»), fue utilizado posteriormente (el primer uso registrado es del año 786) para referirse a la theodisca lingua, «lengua del pueblo» (lengua vulgar), por oposición a la lengua latina.
Muchos idiomas modernos utilizan palabras derivadas de este origen para el gentilicio de Alemania: la sueca/danesa/noruega tysk, las neerlandesas duits y diets (esta última se refiere al nombre histórico para el holandés medio o neerlandés, el antiguo significado en alemán), la italiana tedesco y la española «tudesco» (que se ha restringido en la práctica a su uso como arcaísmo). En cambio, en inglés, dutch se aplica al gentilicio de Holanda (o, por extensión, al de los Países Bajos), usándose german para el gentilicio de Alemania.
Historia
1815-1866
Tras abdicar el último monarca del Sacro Imperio Romano Germánico, se inició, en los antiguos Estados que lo componían, una dispar búsqueda por crear un Estado nacional alemán unificado. La cuestión territorial se debatía entre la creación de una «gran Alemania», que incluyese los territorios germanófonos austriacos o una «pequeña Alemania», formada exclusivamente por otros Estados. A esta disyuntiva se sumaba la cuestión institucional sobre el reparto de poder entre el pueblo y la corona.
La cuestión se planteó de manera concreta tras la caída del Primer Imperio francés. Napoleón, el emperador de los franceses, fue derrotado, pero el hecho de terminar con la dominación extranjera no les reportó a los alemanes una Alemania unida dentro de la Confederación Germánica, implantada en 1815.
En marzo de 1848, la revolución estalló en Alemania. Convertir a Alemania en un Estado nacional e institucional suponía tener que definir qué pertenecía a Alemania. El primer Parlamento libremente elegido en Fráncfort del Meno descubrió que no era posible forzar el establecimiento de un Estado nacional pangermánico, con inclusión de Austria. Este hecho planteó la solución de la «pequeña Alemania», en la forma de un imperio bajo la hegemonía del Reino de Prusia.
El parlamento exigió que, como emperador alemán, el rey de Prusia tendría que renunciar a su carácter divino y concebirse a sí mismo como ejecutor de la voluntad del pueblo, exigencia ésta que el monarca rechazó en 1849, impidiendo de esta forma que se realizara la unificación alemana.
En la década de 1860, el Canciller Otto von Bismarck favoreció en Prusia al ejecutivo contra el Parlamento. La cuestión del poder político externo se resolvió con la Guerra de las Siete Semanas en 1866, en el sentido de la «pequeña Alemania».
1866-1914
Unificación Alemana
La historia de Alemania como país se inicia en 1871 al instaurarse el Imperio alemán. Con anterioridad, lo que conocemos como Alemania fue una agrupación de Estados en el marco del Sacro Imperio Romano Germánico, formado a partir de la división en 843 del Imperio carolingio, fundado en el año 800 por Carlomagno. Este Imperio existió en diversas formas hasta ser disuelto en 1806 como consecuencia de las guerras Napoleónicas.
Durante el siglo XVIII se inicia la transformación de Prusia en una potencia europea. El largo reinado de Federico II el Grande da un gran impulso a la consolidación de este reino, que se ve envuelto en las guerras de Sucesión Austriaca y de los Siete Años. A partir de entonces Prusia disputaría a la Casa de Austria la hegemonía de Alemania.
Tras la Revolución francesa, los diferentes Estados monárquicos de Europa crean alianzas para enfrentar la amenaza que Francia representa para la estabilidad de sus propios regímenes.
Los Estados alemanes participan activamente contra los ejércitos de Napoleón I, quien tras acumular importantes victorias instaura la Confederación del Rin en 1806. Poco después el emperador del Sacro Imperio abdica y disuelve así efectivamente el imperio.
En el Congreso de Viena, tras la derrota definitiva del ejército francés, se disuelve la Confederación del Rin y se crea la Confederación Germánica. El 1 de enero de 1834 entra en vigor la asociación de aduanas, mediante la cual se abolen los aranceles entre algunos miembros del norte de la confederación, bajo hegemonía prusiana, la llamada Zollverein.
La Revolución de 1848 conduce a la creación del primer Parlamento alemán en Fráncfort del Meno, que elabora una primera constitución pero fracasa con la unificación nacional, porque los monarcas recuperan el control.
Una reforma de la constitución danesa y la disputa por Schleswig-Holstein causa la guerra conocida como de los ducados (1864), y después la de las siete semanas (1866), por las cuales Prusia se asegura la hegemonía germánica.
1914-1950
Gobierno y política
Nombre |
Inicio | Termino | Imagen |
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Guillermo I | 1871 | 1888 | |
Federico III | 1888 | 1888 | |
Guillermo II | 1888 | 1941 | |
Guillermo III | 1941 | 1951 | |
Guillermo IV | 1951 | 1986 | |
Felicita I | 1986 | 2009 | |
Federica I | 2009 | - |
Organización Territorial
Artículo principal: División Administrativa de Alemania
Vease también: Evolución Territorial de Alemania
Geografía
Economia
Fuerzas Armadas
Demografía
Idioma
Religión
Véase también
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