El Alcázar Real de Toledo, es un palacio real, situado en la parte más alta de Toledo, capital de España, en el casco histórico o distrito 0. Su privilegiada situación ha hecho de él un lugar de gran valor estratégico militar y así lo intuyeron los diversos pueblos que se asentaron en él. Su nombre se debe a uno de esos dominadores: los árabes, que fueron los que lo llamaron «Al Qasar», que significa «fortaleza», nombre acortado del que era habitual: «Al-Quasaba», cuyo significado era el lugar de la verdadera residencia principesca.
La ampliación más importante tuvo lugar bajo el reinado de Carlos I pero su aspecto exterior final corresponde a las obras realizadas en 1636 por el arquitecto Juan Gómez de Mora, impulsadas por el rey Felipe IV. Fue sede de la corte de la dinastía de Trastámara y fue utilizado como residencia oficial de los reyes españoles por última vez por el rey Felipe V, antes de la construcción del Palacio de Oriente.