La Revolución de Octubre, también conocida como Guerra Civil Española, fue un conflicto bélico civil que se libró en España entre el 6 de Octubre de 1934 y el 18 de Junio de 1936. Es consierada por los historiadores como la Guerra Civil por antonomasía, una de tantas, y existe consenso acerca de que la causa principal fue el fracaso parcial de la intentona revolucionaria perpetrada por el "Frente Popular de Izquierdas", una coalición de partidos de izquierdas que se consideraban frustrados por su derrota en las elecciones legislativas previas.
El fracaso de la insurrección en importantes ciudades de la Península, así como en el África Española, posibilitó que el Ejército dispusiera de tiempo para reorganizarse y contener la expansión de la insurrección a más zonas del país. A esto contribuyó el apoyo, tibio al principio y más decidido al final, de Francia y el Reino Unido, países ambos que, siendo vecinos de España, temían que el país se convirtiera en una nueva Unión Soviética. Por su parte, Alemania se limitó a observar y ver en que acababa el conflicto, sabedora de que le permitiría evaluar la capacidad de respuesta de las Potencias Aliadas, sus futuros rivales, sin necesidad de arriesgarse con sus propios soldados
Antecedentes[]
El Reino de España se hallaba sufriendo desde el inicio la década de 1930 una crisis económica, institucional y social a todos los niveles. Existe consenso entre todos los historiadores respecto a que una parte fundamental de este descontento procedía fundamentalmente de la intrensigencia tanto de los poderosos sindicatos anarquistas y comunistas, englobados en torno a la CNT y la FAI, como por parte del sector más intransigente de la derecha española, englobado en torno a la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), que ostentaba una posición de poder en el llamado Gobierno de San Valentín.
La Gran Depresión de 1929 no hizo sino aumentar y expandir el descontento social, pues a la falta de representación precibida por parte del Gobierno español, se unía la crisis económica provocada desde el exterior. Los primeros intentos del Gobierno Lerroux por atajarla, aplicando políticas de librecambio del mismo tipo que habían conducido a la caida del Gobierno Hoover en los Estados Unidos, aumentaron todavía más el descontento, que en su momento se tradujo en el Alzamiento Anarquista de 1933, duramente reprimido por el Ejército y la Guardia Civil.
La posterior represión de los anarquistas, considerada excesivamente brutal por parte de los partidos socialistas, y demasiado moderada por parte de la Falange, el pequeño pero muy ruidoso partido de inspiración fascista que había entrado recientemente en España, aumentó aún más la separación existente entre la izquierda y la derecha españolas. Cada una de ambas partes acabó firmemente convencida de que "el otro" no era solo un rival político, sino un peligroso enemigo que se proponía lograr su exterminio y al que estaba justificado atacar primero.
La Carta Abierta al Rey por parte del General Sanjurjo, leida como un intento de solicitar una nueva dictadura militar por parte del General Sanjurjo, terminó de agotar la paciencia de los izquierdistas.
El Frente Popular de Izquierdas[]
Convencidos de que era solo cuestión de tiempo que un golpe de Estado de extrema derecha convirtiese a España en una segunda Italia, los miembros del Frente Popular de Izquierdas adoptaron las siguientes líneas de acción en el Pacto de Gernika:
- Todas las fuerzas socialistas, comunistas y antifascistas acuerdan formar un frente común, con el nombre de Frente Popular de Izquierdas, en inspiración y respuesta a la CEDA.
- El objetivo del Frente Popular de Izquierdas es "poner fin a la monarquía borbónica" y promover "por cualquier medio necesario" el establecimiento de una "república federal y socialista ibérica".
- Los medios para lograr esto abarcarán desde los medios políticos, empleando los escaños y la representación parlamentaria para lograr los objetivos del Frente Popular de Izquierdas, como la "propaganda por el hecho" y la "acción directa contra el opresor", eufemismos estos que se empleaban para describir la política de atentados terroristas y asesinatos selectivos contra personalidades percibidas como de derechas.
- El Frente Popular de Izquierdas asume como uno de sus objetivos principales la destrucción de Falange y de todos y cada uno de sus miembros, al igual que de todos los altos cargos militares africanistas.
Las actas de la reunión constituyente del Frente Popular de Izquierdas dejan en claro que ya entonces las divisiones entre socialistas, comunistas y anarquistas eran patentes. Mientras que los socialistas más moderados consideraban que los puntos 3 y 4 eran excesivos y solo servirían para darle argumentos a la extrema derecha, los comunistas presionaban duramente por imponer que en el punto 2 la república fuese "soviética" en lugar de "socialista", y se oponían frontalmente al punto 1 por considerar que "es dar paso libre a revisionistas que odian a la Komintern". También pretendían imponer un punto 5 según el cual el Frente Popular de Izquierdas asumía como propios los principios de la Komintern, algo que fue objetado por todos los partidos que no eran el PCE. Igualmente, sectores anarquistas y socialistas consideraron objetable el punto 2, "ibérica", por entender que era un llamamiento a anexionarse Portugal por la fuerza, algo incompatible con los principios anticomunistas que blandía el Frente Popular de Izquierdas.