La República Argentina, conocida simplemente como Argentina, es un país soberano de América del Sur, ubicado en el extremo sur y sudeste de dicho subcontinente y organizado de modo republicano, representativo y federal.
Situación económica-social[]

Económicamente, la Argentina tras la Primera Guerra Mundial, no se vio muy beneficiada, se redujeron las exportaciones, y disminución de las importaciones, eso generó desempleo vinculados con el sector exportador. Pero en 1918, una creciente demanda de los productos de exportación argentinos, rápidamente se generalizó la inflación, que benefició a los terratenientes exportadores por el mayor precio que recibían por sus productos y perjudicó a los trabajadores asalariados.
A pesar de sus medidas de tono social, como la obligatoriedad del descanso dominical, el gobierno del radical Hipólito Yrigoyen reprimió o permitió a sectores del ejército y grupos paramilitares reprimir con grandes matanzas varias movilizaciones de obreros. En particular, la Semana Trágica en Buenos Aires y los fusilamientos de la Patagonia.
Liga Patriótica[]
El 16 de enero de 1919 se creó en Buenos Aires un grupo paramilitar de extrema derecha autonombrado Liga Patriótica Argentina y el contraalmirante Manuel Domecq García fue elegido como presidente provisional, cargo que ocupó hasta abril del mismo año. Las reuniones de este grupo se realizaban en los salones del Círculo Militar, donde Domecq García, junto con el contraalmirante Eduardo O'Connor repartían las armas que la liga usaba para sus incursiones. En 1922 el presidente Marcelo Torcuato de Alvear lo designó Ministro de Marina...
La Liga Incluía tanto organizaciones paramilitares, como círculos sociales formales; actuando como grupos de choque, hostigando mediante el "matonaje" y acciones criminales, a residentes extranjeros, luchadores populares, organizaciones sindicales y grupos de trabajadores en huelga.
Semana Trágica[]
Se conoce como la Semana Trágica a una serie de disturbios que sucedieron en Buenos Aires en enero de 1919 reprimidos por grupos paramilitares que dejaron un saldo de 700 muertos y 4.000 heridos, 70 de los cuales pertenecían a la comunidad judía local. Por ello también se la conoce como "el primer pogrom en América Latina".
Para esa época estaba viva entre los obreros la llama de la revolución social; corrientes de pensamiento revolucionario socialista y anarquista habían llegado a las costas del Río de la Plata de la mano de la abundante inmigración europea. Las recientes experiencias de la Revolución mexicana y la Revolución Rusa eran además vistas como un estímulo por los obreros y como una amenaza por las clases dominantes. Simultáneamente, se daba en Buenos Aires un incipiente proceso de industrialización en forma paralela al modelo agroexportador imperante, lo que permitió la formación de un proletariado urbano.
Los sucesos comenzaron el 7 de enero con una huelga en los Talleres Metalúrgicos Vasena en la Ciudad de Buenos Aires, que se encontraban donde hoy se encuentra la Plaza Martín Fierro. Los huelguistas reclamaban la reducción de la jornada laboral de 11 a 8 h, mejores condiciones de salubridad, la vigencia del descanso dominical, el aumento de salarios y la reposición de los delegados despedidos. n disturbio entre los obreros en huelga terminó con la intervención de la policía, que disparó con armas largas contra la multitud. Los disturbios no tardaron en extenderse a las zonas cercanas, con rotura de vidrios y levantamiento de adoquines de las calles. El saldo fue de cuatro obreros muertos y más de treinta heridos, algunos de los cuales fallecieron después.
Huelga general que se dio a partir del día 9 de ese mes. Desde las 15:00, numerosos obreros se convocaron para asistir al entierro de los asesinados el día 7. A las 17:00, llegaron al Cementerio de la Chacarita de la Ciudad de Buenos Aires. Allí, mientras se oía el discurso de uno de los delegados, un grupo de policías y bomberos armados abrió fuego sobre la concurrencia. El diario La Prensa contabilizó 8 muertos, el diario socialista La Vanguardia elevó la suma a más de cincuenta. Este incidente marcó el inicio de una lucha desordenada y caótica contra la policía.
En el Centro Naval, el 10 de enero, los por entonces contraalmirantes Manuel Domecq García y Eduardo O'Connor repartieron armas automáticas a un grupo de jóvenes.
De entre las clases altas surgieron grupos paramilitares, como la llamada Liga Patriótica Argentina, creados para defender los valores conservadores, la tradición y fundamentalmente la propiedad. Estos grupos no dudaron en perseguir y matar a dirigentes obreros, anarquistas, pero también arremetieron contra todo aquel que pareciera extranjero. Así, apalearon y detuvieron a judíos (en lo que fue el primer pogrom que se produjo en Latinoamérica), rusos, polacos y alemanes, entre otros. El caso de los judíos fue notorio por el alto grado de antisemitismo de estos grupos. Según fuentes obreras (el periódico ‘La Vanguardia’ del 14 de enero), el saldo de la Semana Trágica fue de 700 muertos y 4.000 heridos. De la pequeña comunidad judía hubo 1 muerto y 71 heridos.
De todos modos, los obreros superaban a los policías y los grupos paramilitares; el diario La Prensa mencionaba la amenaza de "guerra revolucionaria". Ante esta situación el presidente Hipólito Yrigoyen puso la ciudad bajo las órdenes militares del coronel Luis Dellepiane, quien movilizó tropas por toda la ciudad, dando lugar a semanas de enfrentamientos en las calles que dejaron un saldo cercano a los 1.000 muertos. Posteriormente la situación fue medianamente controlada y el Ministerio del Interior ofició de interlocutor con los obreros, quienes consiguieron aumentos que iban en el rango del 20 al 40%, además de la liberación de los dirigentes de la Federación Obrera Regional Argentina (FORA).

Patagonia Trágica[]
Al año siguiente de la masacre de la Semana Trágica, en octubre de 1920, la policía de Santa Cruz detiene a los sindicalistas a cargo de la Sociedad Obrera, la mayoría de ellos inmigrantes, y pretende expulsarlos del país, aplicando la Ley de Residencia. La Sociedad Obrera declara entonces la huelga en toda la provincia por la libertad de los dirigentes sindicales. Obtenida la libertad el conflicto continúa por mejoras salariales y de condiciones de trabajo para los peones de campo. Se inicia una larga negociación con los terratenientes que termina fracasando por graves desavenencias entre anarquistas, sindicalistas, socialistas y comunistas. El gobierno de Hipólito Irigoyen envía el ejército, al mando del teniente coronel Héctor Benigno Varela (2 de enero de 1921) quien descabeza la huelga. El conflicto tiene un principio de solución a través de un laudo del gobernador Yza, que es aceptado por las partes y homologado por el Departamento de Trabajo de la Nación (22 de febrero de 1921).
La tragedia se desata cuando los terratenientes deciden desconocer el laudo argumentando la baja del precio de la lana (julio de 1922). Actúa la parapolicial Liga Patriótica. El 24 de octubre se allanan y clausuran los locales de la Federación Obrera de Río Gallegos, Puerto Deseado, San Julián, Puerto Santa Cruz y se detienen a los dirigentes obreros. Se declara la huelga general en Santa Cruz.
10 de noviembre. Vuelve Varela a Río Gallegos imponiendo "la pena de fusilamiento" contra los peones y obreros en huelga. El gobierno trasandino colabora con las fuerzas argentinas. El ejército perseguirá a los huelguistas, los irá atrapando y fusilando sumariamente. Total, unos 1500 obreros y líderes sindicales fusilados.
El 27 de enero de 1923, el anarquista alemán Kurt Gustav Wilckens, mata a Varela en el barrio de Palermo de la ciudad de Buenos Aires.
Elecciones 1922[]
A indicación de Hipólito Yrigoyen, el candidato radical para las elecciones de 1922 fue Marcelo Torcuato de Alvear. Éste resultó electo, y pronto se puso al frente de la facción antipersonalista de su partido, es decir, la opuesta a Yrigoyen (giro a la derecha).
Segundo gobierno radical[]
En 1923 se aprobó la ley n.º 11289, que fue un avance hacia la jubilación universal y obligatoria, pero más tarde en 1925, la Unión Industrial consiguió anularla, argumentando que sería muy costoso.
En julio de 1923, la Liga Patriótica patrocinó, en el teatro Coliseo de la ciudad de Buenos Aires, junto al Círculo Tradición Argentina, las cuatro conferencias donde Leopoldo Lugones expuso las nueve bases: "Italia acaba de enseñarnos, bajo la heroica reacción fascista encabezada por el admirable Mussolini, cuál debe ser el camino a seguir..."
En 1924 hubo grandes huelgas y protestas obreras por el veto de la ley que extendía la jubilación a amplios sectores de trabajadores. En abril de ese año la Unión Sindical Argentina (USA) organiza una gran huelga general, pero como no había sido apoyada por los anarquistas ni por los socialistas, la huelga se convirtió en un fracaso.
Entre 1922 y 1927 hubo una cierta bonanza económica en el país, que se comenzó a revertir a partir de 1928. Menos exportaciones, más gastos del Estado, menor tasa de interés, mayor salida de capitales ocasionaron un deterioro del valor de la moneda nacional que obligó a Yrigoyen a interrumpir en 1929 la convertibilidad del peso argentino.
Vea También[]
|