Historia Alternativa
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El azogue o mercurio era monopolio de la Corona y era abastecido mayoritariamente desde la Península, esto provocaba a veces carencias y dificultades debido principalmente a las guerras y complicaciones en el transporte marítimo. A fines del siglo XVIII, la Corona realizó un gran esfuerzo y organizó una expedición para buscar este recurso en la Nueva España con ayuda de expertos provenientes de las minas de Almadén en la Península.

La expedición para buscar el azogue en Nueva España se aprobó en 1777 con la llegada de José de Gálvez al gobierno de las Indias. Este personaje era un gran conocedor de los problemas económicos en los territorios americanos y de la importancia de la minería para las arcas reales, y se preocupó por fomentar la producción de metales preciosos. Decidió reunir un número de expertos en azogue provenientes de las minas de Almadén para ser enviados al virreinato de Nueva España donde tenían la misión de buscar y explotar minas de azogue, a la vez que formar a los mineros americanos.

Era una realidad la existencia de azogue en Nueva España, pero había que procurar encontrar las minas que fueran rentables para explotar y no caer en los fracasos de años anteriores. Gálvez comunicó su proyecto de la expedición al superintendente de Almadén Gaspar Soler, el cual debía encontrar las personas adecuadas. Soler consultó con el director de Almadén Enrique Cristobal Störn, mineralogista germano que se hizo cargo de la Real Academia de minas de Almadén, el cual estimó como persona ideal para dirigir la expedición a Rafael Helling, también alemán. Helling llegó a España a trabajar en las minas de Almadén en 1754, aunque decía tener experiencia en el oficio desde 1730, a los dos años de su arribo ya fue nombrado primer maestro.

Los comisionados llegaron a México el 20 de julio de 1778 e inmediatamente pasaron a ver al virrey, el cual les comunicó las grandes expectativas levantadas por las muestras de azogue de la mina de Tlalchiapa en la jurisdicción del partido de Cuzamala (Tetela del Río), que ya había revisado José Antonio Alzate y Ramírez.

La comisión partió en su primera salida el día 25 de agosto de 1778, y regresó a México el día 8 de enero de 1779. En esta ocasión la compusieron los siguientes comisionados: Juan Antonio de Posadas, como contador, Rafael Andrés Helling, como director, José Antonio de Alzate, "como acompañado", José de Corpa, como primer maestro o también denominado capataz, José Masón, como segundo y los jóvenes Pérez y Talaverano. El resto se quedó en México.

En 1785 sin haberse conseguido los objetivos esperados terminaba la expedición. Helling y el resto de la comisión recibieron órdenes de volver a la Península a ocupar sus antiguos puestos en Almadén. En el caso de Helling volvía a su cargo de primer gran maestro en la mina de Almadenejos (Almadén).

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