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La Batalla de Ámsterdam se libró el 12 de abril de 1528, cuando las fuerzas de Leoben von Luxembourg regresaban de su campaña en Italia.
Antecedentes[]
Como ya se mencionó, Leoben, Gran Duque de Luxemburgo, fue enviado a Iberia para combatir a los mallorquinos, y luego paso varios años en Italia deteniendo el avance de los mallorquinos y los napolitanos.
Leoben era un líder militar y había sido nombrado Gran Duque, no solo gracias a sus logros en la Segunda Guerra Italiana, si no también porque se necesitaba un líder militar que combatiera los alzamientos liderados por Leopoldo de Holstein, que al igual que Leoben era protestante, pero mientras Leoben lo escondía e intentaba llegar al poder en Alemania, Leopoldo encabezó una rebelión contra el gobierno de Carlos V.
Finalmente Leoben regresó para encontrar a su país totalmente bajo el control de Leopoldo y su gente.
Luego de pasar por Aquisgrán, los hombres de Leoben pusieron rumbo a Holanda para defender la ciudad de Ámsterdam, amenazada por las fuerzas leopoldinas.
Desarrollo de la batalla[]
Las tropas de Leoben, llamados el Ejército de Luxemburgo, llegaron a Ámsterdam por la mañana del 11 de abril, y se asentaron en la ciudad. La idea era montar ahí el centro de operaciones de una campaña para reconquistar Batavia.
A la mañana del día siguiente un ejército dirigido por Leopoldo el Belga, especializado en ataques rápidos y a distancia, cercó la ciudad encerrando en ella a los luxemburgueses. Con los rebeldes marchaban mil quinientos franceses enviados por Francisco I para apoyar la causa de Leopoldo.
En un principio los luxemburgueses, contando principalmente con caballería e infantería pesada, no tenían posibilidades contra los belgas.
A la tarde de ese día, llegaron al campo de batalla los refuerzos que Leoben había solicitado en Aquisgrán. En su mayoría lanceros, los alemanes despedazaron rápidamente a los rebeldes, que huían en desbandada ante el feroz avance.
Leoben dirigió a sus caballeros en la carga final contra el grueso del ejército de Leopoldo.
La batalla, aunque corta, fue muy importante.
Persiguiendo a los belgas los alemanes llegaron a Assen, donde se libraría otra batalla, que desembocaría en la Guerra de independencia Belga.