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La Batalla de Yungay, fue una batalla efectuada en el marco de la Guerra entre la Confederación Perú-Boliviana, y el Ejército Unido Restaurador, y se desarrolló en Yungay en territorio del Estado Nor-Peruano, a partir de las nueve de la mañana, el 23 de diciembre de 1837.
El accionar del General en jefe Manuel Bulnes, y del General Ramón Castilla, decidió la batalla en favor de los restauradores, quienes desalojaron el cerro Pan de Azúcar y cruzaron la quebrada del río Ancash para derrotar al Ejército Confederado. Santa Cruz indica que la deserción del coronel Guilarte influyó en el resultado.
Contexto[]
La expedición restauradora, enviada a combatir a Santa Cruz y su gobierno en la Confederación Perú-Boliviana, desde Lima marcharon hacia Huaraz, San Miguel y luego a Yungay. Al mando de las tropas restauradoras, se encontraban el General en Jefe del Ejército Restaurador, Manuel Bulnes y el Presidente del Perú Agustín Gamarra. En esos momentos la Armada de Chile de la expedición restauradora dominaba los mares.
Andrés de Santa Cruz, quien al mando del Ejército Confederado, intentaba dar caza a los restauradores, y tras un indeciso combate en Buin en Noviembre de 1837, intentaba terminar pronto con las tropas del Ejército Restaurador, para así estabilizar la situación interna de la confederación, y evitar nuevos alzamientos en su contra.
Santa Cruz avanzó sobre sus enemigos y ocupó Yungay, con la intención de cortar la línea de abastecimiento de la Expedición Restauradora. Santa Cruz buscaba forzar la paz tomando en cuenta su situación ventajosa. Por otra parte, Bulnes sabía que el regreso a Chile con "sólo con la paz", era inaceptable, las ordenes del Gobierno Chileno eran claras (en especial del Ministro Portales).
El estado mayor del Ejército Restaurador en deciden buscar una posición más adecuada y presentar batalla.
Orden de Batalla[]
Ejército Confederado Perú-Boliviano | Ejército Unido Restaurador |
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División Boliviana (General Ramón Herrera)
Batallón 1º de Bolivia (Coronel Fructuoso Peña) Batallón 2º de Bolivia (Coronel Mariano Sierra) Batallón 3º de Bolivia (General Pedro Bermúdez) Batallón 4º de Bolivia (Coronel Feliciano Deheza) |
I División (General Juan Crisóstomo Torrico)
Batallón Santiago (Coronel Sessé) Batallón Aconcagua (Coronel Silva) Batallón Valdivia (Coronel Gómez) |
División Sud-Peruana y Nor-Peruana (General José Trinidad Morán)
Batallón Ayacucho (Coronel Agustín Morales) Batallón Pichincha (Coronel Carrasco) Batallón Arequipa (Coronel Gil Espino) Batallón Cazadores del Centro (Coronel José Gabriel Téllez) |
II División (General Juan Bautista Eléspuru)
Batallón Carampangue (Coronel Valenzuela) Batallón Portales (Teniente Coronel García) Batallón Cazadores del Perú (Coronel Deustua) |
Guarnición en el Pan de Azúcar (General Anselmo Quiroz)
Batallón Cazadores de Bolivia (General Anselmo Quiroz) |
III División (General Juan Francisco de Vidal)
Batallón Valparaíso (Coronel Vidaurre-Leal) Batallón Colchagua (Coronel Urriola) Batallón Huaylas (Coronel Vivero) |
División de Caballería (General José María Pérez de Urdininea)
Regimiento Escolta Regimiento Lanceros de Bolivia |
IV División de Caballería (General Ramón Castilla)
Regimientos Granaderos a Caballo (Coronel Manuel Jarpa) Regimiento Cazadores a Caballo (Coronel Fernando Baquedano) Escuadrón de Lanceros (Coronel Frisancho) Escuadrón de Carabineros (Comandante José Ignacio García) |
Desarrollo[]
Los confederados se detiene en Carhuaz, al igual que los restauradores en jornadas en que "se dormía, y se comía mal, y se caminaba siempre en medio de la lluvia".
Los restauradores se establecen cerca de Tarar, y el 16 de diciembre Santa Cruz ocupa el pueblo de Yungay. A todo esto, los víveres comienzan a escasear en las tropas restauradoras, y no habiendo donde obtenerlos, se requiere elegir entre continuar con la retirada o atacar a los confederados, en el sitio que ha elegido y que fortifica apresuradamente.
Ambos ejércitos, deciden dirimir una situación que se prolonga demasiado, y en la madrugada del 23 de diciembre, el ejército restaurador pone en marcha desde San Miguel hacia Yungay, las cuatro divisiones que incluyen infantería, caballería y artillería.
Santa Cruz, la noche del 22 de diciembre envía al coronel Manuel Rodríguez Magariños para observar las acciones de los restauradores. Pero Magariños además mantiene una conversación con Gamarra.
El Protector envía al general Quiroz con 600 soldados a las cumbres del cerro Pan de Azúcar, desde donde puede dominar todo el terreno. A lado de la quebrada del río Ancash se encontraba por la derecha la división de Herrera y por la izquierda la división de Morán. Al medio la artillería y detrás de ellos la caballería al mando del general Pérez de Urdidinea.
Separan a los dos ejércitos, un llano poco largo, encerrado entre el río Santa, y la Cordillera, y en cuyo fondo se destacan, como en avanzada los cerros empinados de Ancash, Punyan y Pan de Azúcar, detrás de cuales, se esconde la barranca profunda del río Ancash. Sigue después una plazoleta de 350 metros de ancho, por 600 de largo, y a continuación las trincheras confederadas. El caserío de Yungay cierra el cuadro. Enfrentamiento en los cerros Punyán y Pan de Azúcar
Bulnes comienza su ataque por el cerro Punyán. El batallón Aconcagua, al mando de Pedro Silva escala el cerro Punyán que es de fácil acceso. Acompaña al batallón el coronel Juan Antonio Ugarteche como guía. El Aconcagua baja el cerro Punyán y espera entre los cerros Punyán y Pan de Azúcar reunirse con el resto del ejército restaurador.
Santa Cruz envía al batallón Ayacucho el cual sube el cerro Punyán. Para sostener las posiciones confederadas en el cerro Punyán. El protector envía luego tres compañías más a órdenes del coronel Guilarte. Así Santa Cruz tendría el control de las alturas del Pan de Azúcar y del Punyán.
Bulnes dispone a los batallones Portales, Valdivia y Huaylas ocupar el cerro Punyán y enfrentarse a las tropas confederadas que se encuentran allí. Las compañías confederadas del coronel Guilarte abandonan la batalla por la derecha retrocediendo sin dar un disparo. El batallón Ayacucho también es obligado a retroceder por los compañías restauradoras que toman el Punyán como por el batallón Aconcagua que se encontraba en la base del cerro.
A las 9 de la mañana, Bulnes envía una columna de 400 hombres al mando de Jerónimo Valenzuela de las compañías Carampangue, Santiago, Valaparaíso y sexta de los Cazadores del Perú, a ocupar el cerro Pan de Azúcar. Con ellos se encuentra el coronel Juan Antonio Ugarteche. Las tropas confederadas de Quiroz hacen fuego nutrido y ruedan peñascos cuesta a bajo. En las tropas restauradoras caen sucesivamente muertos el comandante Valenzuela, y el Mayor Andrés Olivares, quien le sucede en el mando. Las compañías siguen la ascensión, liderados por sus capitanes.
Para sostener a las tropas confederadas en el cerro Pan de Azúcar, Santa Cruz envía al batallón Nº4 de Bolivia divida en dos compañías, una al mando del coronel Feliciano Deheza y otra del coronel Manuel Isidoro Belzu. El batallón Nº4 atraviesa el barranco del río Ancash y allí se enfrenta a otras tropas restauradoras enviadas por Bulnes.
Para las 10 de la mañana, la compañía del batallón Carampangue ya no tiene más jefe que una sargento segundo, llamada Candelaria Pérez. Otras compañías están reducidas a la mitad, y finalmente logran llegar a la cumbre tras un duelo a la bayoneta, donde mueren 500 confederados incluyendo su jefe, el general Quiroz.
Inicia el enfrentamiento en la quebrada del río Ancash[]
Bulnes para contar con una mejor visión del campo de batalla, se acerca a la hacienda Punyán, la cual ocupa sin resistencia. Desde allí observa los sucesos de la batalla.
Santa Cruz envía el 4º Regimiento a apoyar a la guarnición de Quiroz en el cerro Pan de Azúcar. El 4º Regimiento cruza la quebrada del río Ancash por un camino pegado a su lado derecho en las faldas del cerro Ancash. Bulnes envía contra el 4º Regimiento al batallón Colchagua de Urriola, quienes ocultados bajo alta vegetación los dejan acercarse hasta dispararle una descarga, lo que tiende un tercio del regimiento boliviano. El 4º Regimiento carga a la bayoneta sobre el Colchagua, haciéndolo retroceder. Bulnes envía al batallón Portales apoyar al Colchagua el general Juan Bautista Eléspuru conduce personalmente a este cuerpo cayendo mortalmente herido durante el enfrentamiento que hace retroceder al 4º Regimiento por el mismo camino de la quebrada del río Ancash. Los soldados del Portales persiguen a los confederados pasanda la quebrada y llegando hasta sus defensas, pero tienen que retroceder por la superioridad numérica en las defensas confederadas de Herrera, por lo cual retornan atrás de la quebrada.
Bulnes envía a atacar la derecha nuevamente al batallón Colchagua apoyado del batallón Valdivia siguiendo un camino a lado del cerro Ancash y por el centro envía al batallón Portales, Cazadores del Perú y la mitad del batallón Huaylas . El puente sobre el río Ancash se encontraba destruido, por lo que estos batallones tienes que bajar la quebrada del Ancash para cruzar el río y enfrentarse a las confederados. Luego envía a atacar la izquierda a las compañías Carampangue, Santiago y la otra mitad del Huaylas, quienes también tienen que bajar la quebrada para cruzar el río.
Los confederados se mantienen tras las trincheras de piedra y barro, colocados en la derecha se encuentra las divisiones de Herrera con los batallones de Peña, Sierra y Bermúdez y las divisiones Trinidad Moran en la izquierda con los batallones Pichincha, Arequipa y Cazadores del Centro. Detrás se encontraba la caballería confederada y las compañías Lanceros y Escolta del Protector Santa Cruz.
La batalla se hace general, los restauradores a campo abierto, y los confederados tras sus trincheras. Detrás del río Ancash se encontraba la artillería del coronel Matucana del ejército restaurador. La artillería confederada se atacaba desde el medio de su línea al mando del coronel Pareja.
A las 14:30, el general Pedro Bermúdez envía al 3º Regimiento a saltar sus trincheras, y cargar a la bayoneta, sobre el batallón Portales, que comienza a batirse en retirada, quebrantando a toda la línea restauradora con su ejemplo, recibiendo además la carga de los confederados desde las trincheras.
Dando por segura la derrota de los restauradores, la caballería del general Pérez de Urdininea, parte a cortar a los batallones en retirada, y la infantería confederada deja sus parapetos para atacarlos en campo abierto.
La acción de Bulnes frente a la carga de Santa Cruz[]
Ante la carga de Santa Cruz y la retirada de los restauradores, Bulnes toma el mando del batallón Valparaíso, cruzando la quebrada del río Ancash, para apoyar al Portales. De igual manera cruzan el la barranca de Ancash el Santiago y la mitad del Huaylas para apoyar la retirada del Carampangue. La acción de Bulnes permite organizarse al Portales y el Carampangue y volver a la batalla. Algunos batallones confederados que habían dejado sus trincheras regresan a sus defensas.
La caballería restauradora también cruza el Ancash que apenas organizada al otro lado al mando de Fernando Baquedano se enfrenta a la caballería confederada de Pérez de Urdininea.
El coronel Fernando Baquedano también se lanza a la carga. Se enfrentan cerca a las líneas de la infantería confederada contra los Lanceros de Bolivia y la escolta de Santa Cruz. Los confederados envían al coronel García Pizarro con los escuadrones Coraceros y Carabineros de la Frontera que, hacen retroceder a Baquedano después de ser herido. Baquedano con una nueva carga con la cincos escuadrones de caballería, hace retirar a los confederados agrupándose con su infantería. En una tercera carga en masa de la caballería restauradora, quiebra la línea de defensa de Santa Cruz.
Finaliza el enfrentamiento[]
Así confederados y restauradores nuevamente se enfrentan entre la quebrada del río Ancash y los parapetos defendidos por las tropas del Protector.
En sus trincheras, los confederados intentan resistir en ellas, pero son dispersados a la bayoneta, en una carga final. Allí quedan de los bolivianos, 2 generales y 1.400 hombres muertos: 3 generales, 9 coroneles, 155 oficiales, y 1.600 soldados prisioneros, 7 banderas, toda su artillería, 2.500 fusiles, todo el material de su ejército, y hasta la correspondencia privada de Santa Cruz.
El Diario Militar del coronel Antonio Plascencia describe que a una legua de Yungay a Mancosh, se encontraron 277 confederados muertos por la espalda lanceados por la caballería restauradora.
Bulnes cuenta 1.300 muertos, en el mismo campo de batalla, el presidente del Perú Agustín Gamarra confiere a Manuel Bulnes el título de Gran Mariscal de Ancash y a José María de la Cruz el grado de General de División del Perú.