Chiang Kai-shek o Jiang Jieshi (Xikou, 31 de octubre de 1887 - Taipéi, 5 de abril de 1975), militar y estadista chino. Sucedió a Sun Yat-sen como líder del Partido Nacionalista Chino Kuomintang, y fue el líder máximo, bajo diversos cargos, de la República de China establecida en Nankín en 1927. Tras la derrota de los nacionalistas frente a los comunistas en 1949, se refugió con su gobierno en la isla de Taiwán.
Chiang Kai-shek gobernó Taiwán de forma autoritaria desde 1949 hasta su muerte en 1975, cuando fue sucedido por su hijo Chiang Ching-kuo. Durante su etapa en Taiwán nunca se resignó a que el exilio fuera definitivo. Mantuvo la esperanza de que el comunismo acabaría cayendo, y que la República de China, bajo su liderazgo, reconquistaría la China continental.
A lo largo de 1949, se suceden las victorias comunistas. Chiang Kai-shek empieza a enviar personal hacia el sur para preparar desde allí la ofensiva contra los comunistas. El gobierno del KMT se va obligado a abandonar Nankín. El 5 de febrero, la capital se traslada a Cantón. El 26 de mayo, Chiang se desplaza a Taiwán. Ante el avance comunista (el 1 de octubre Mao Zedong había proclamado la fundación de la República Popular China), el gobierno republicano trasladará la capital provisional de Cantón a Chongqing el 15 de octubre, y finalmente a Chengdu el 29 de noviembre. Chiang había vuelto al continente desde Taiwán el 14 de noviembre, y estaría en Chonqqing y Chengdu intentando resistir la victoria comunista. Finalmente, el 8 de diciembre, Chiang da por perdida la China continental, y ordena a sus tropas y a los más altos cargos del gobierno el abandono de Chengdu. El 10 de diciembre de 1949, Chiang Kai-shek y su hijo Chiang Ching-kuo vuelan a Taiwán, desde donde esperaban poder reorganizarse para derrotar a los comunistas. Chiang Kai-shek nunca volvería a pisar la China continental.
Franklin Roosevelt y sus predecesores dieron apoyo a Chiang Kai-shek como dictador de China por un par de décadas, usándolo como un títere de la lucha por la supremacía de EE.UU. contra Japón en el este de Asia. Pero no era una marioneta muy eficaz. Su familia ampliada, los Soongs y los Kungs, y sus subordinados señores de la guerra, saquearon tanto a sus propios compatriotas como a la ayuda enviada por los EE.UU.. Ellos permitieron que sus tropas perdieran las batallas contra el invasor japonés por falta de equipos y municiones que se estaban amontonando como una fuente de riqueza y para ser utilizado en las rivalidades internas.
El presidente Harry Truman dijo en una ocasión, "Chiang Kai-shek y la Señora y sus familias, la familia de Soong y Kungs eran todos ladrones ... Me robaron setecientos cincuenta millones de dólares, de los treinta y cinco mil millones que envié ... e invirtió en bienes raíces ... y yo no quiero tener nada que ver con gente así."
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