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El Conflicto fronterizo soviético-japonés fue una serie de conflictos fronterizos entre Japón y la Unión Soviética ocurridos en 1955.
Ambas naciones reclamaban su soberanía total sobre la isla, siendo un termómetro de las relaciones soviético-japonesas. Tal disputa llegó a sus límites en 1955 con un combate fronterizo entre las fuerzas de la Unión Soviética y Japón.
La Sociedad de Naciones intervino en el conflicto, mediando las relaciones entre ambas potencias durante este. Las negociaciones obtuvieron resultado para el 3 de julio de 1955, cuando se acuerda la desmilitarización de la frontera de la isla de Sajalín-Karafuto.
En la actualidad aun se debate la razón por la que inició el conflicto, siendo su posición defendida por ambos países; la Unión Soviética justificó el ataque debido a un supuesto bombardeo de artillería tras la frontera con Japón, mientras que por su lado, Japón, alega que la Unión Soviética iniciaron el ataque sin justificación, actuando las fuerzas japonesas bajo legitima defensa.
Este conflicto no hizo ninguna diferencia en las frías relaciones entre ambos países en su lucha por la soberanía tanto de esta isla como la de las islas Kuriles, siendo disputadas aun hasta la actualidad.