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En la guerra mexicano-estadounidense que se produjo entre 1846 y 1848, tras las tensiones producidas por la anexión de la República de Texas por parte de los Estados Unidos, este último anexó los territorios mexicanos correspondientes a los actuales, en su totalidad o partes, de California, Nevada, Nuevo México, Arizona, Utah, Colorado y Wyoming. Ahora las pretensiones estadounidenses se exceden a estos territorios, dando inicio a la Conquista Americana. Al término de la guerra, asesores del presidente James K. Polk le sugirieron que escuchara la propuesta del senador por Texas, Samuel Houston, quien proponía que los Estados Unidos anexaran hasta el doble de lo reclamado, que se limitaba a Nuevo México, Alta California y Texas, y reclamar más territorios mexicanos: Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Durango, así como partes de Sinaloa y Zacatecas, cerca del paralelo 35 norte.
Polk envía a México a Nicholas Trist para negociar el tratado y las cesiones. La negociación se llevó a cabo en la basílica de Guadalupe, en Hidalgo. Los mexicanos se niegan a la propuesta, pero finalmente, sin tener otra opción, ya que hasta Ciudad de México se encontraba ocupada por fuerzas estadounidenses, firman el documento, y Trist lo lleva a Washington D.C. El presidente Polk lo remite al Congreso, el cual finalmente aprueba el tratado en manos del Senado, 31-29.
Luego de la guerra civil y la compra de Alaska a los rusos, los Estados Unidos adquieren las islas Galápagos, tras comprarselas a Ecuador, consolidando la influencia estadounidense en el Pacífico sudamericano.
El expansionismo americano no termina ahí, tras el éxito de la cesión mexicana, y en 1898, al término de la guerra hispano-estadounidense, Cuba declara su independencia, en un gobierno liderado por estadounidenses y liberales cubanos. La joven república aspira a ser anexada por los Estados Unidos, acción que se cumple en 1900. Cuba permanece como un territorio organizado incorporado, y en 1902, es admitido como Estado de la Unión.
Acotaciones[]
- La población de 700 000 mexicanos en los territorios anexados (sin contar Alta California y Nuevo México), pronto es superada por la población anglosajona, gracias a la conquista del Oeste. Los mexicanos son generalmente asimilados con la cultura norteamericana. La influencia cultural mexicana seguiría siendo amplia, y el español sería hablado por un gran número de personas, dependiendo del Estado en cuestión.
- Durante la guerra civil, los Estados Confederados terminarían por buscar la anexión de los territorios anteriormente mencionados, por su potencial para ser entidades esclavistas, en contradicción de la oposición generada en el Congreso a la incorporación de esos territorios.
- Cuba aún conservaría gran parte de su herencia hispana y latina tradicional, aunque la influencia estadounidense sería muy fuerte, y en general, habría un ambiente cultural muy variado en el Estado de Cuba.
- Debido a que en los Estados Unidos en la primera mitad del siglo XX la influencia hispana dentro de su territorio ya era muy grande, para el Congreso no fue un problema aprobar la estatidad a Puerto Rico en 1955.