Crónica de mis vivencias y de la historia de Japón y Asia. Escrito por Dionisio de Braganza, 1º duque de las Islas Azores, embajador en Japón y Gobernador General de las Islas del Océano Atlántico.
Descripción de Japón[]
De sus tierras[]
Japón es una gran isla localizada más allá del Océano Atlántico que desemboca en el Estrecho de Gibraltar. Está dividida en la gran isa principal, tres islas de tamaño similar y varias islas menores en las cercanías del dominio real. Dentro del Japón, donde nace el Sol, se extiende un gran mar interior.
El Reino del Japón está conformado por montañas donde se erigen ciudades y castillos, y donde maniobran los ejércitos de los reyes de la isla. En las costas se encuentran los puertos, y por ellas penetran ríos rápidos y salvajes hacia las llanuras irregulares y excazas de los pies de las montañas, donde se siembre y se practica la ganadería. El clima es frío y lluvioso, y siempre se puede contar con la cercanía del mar.
Aquí hay jade y porcelana, y arroz y opio, y seda y papiros, y todo tipo de tinturas y pólvora.
De su gente[]
Los súbditos del Rey de Japón son de piel cetrina y ojos entrecerrados. Visten finas ropas y maquillaje, y se preocupan mucho de su bienestar espiritual y su honor.
Hablan una lengua compleja, y escriben en extraños caractéres. Son artesanos de todo aquello que llega a sus tierras, o que se encuentra en ellas, y son guerreros y navegantes natos.
Su religión adora a los espíritus de la naturaleza, y su máxima cabecera es el Tenno (una especie de Papa), descendiente de sus dioses. El Tenno desciende de una sola dinastía, tiene muchas concubinas y el título se hereda de padre a hijo. La ley no permite el cambio de la dinastía, que es la Casa de Jinmu (tal es el nombre del primer Tenno).
El Tenno da legitimidad al Rey (Seii Taishōgun), que gobierna según la jerarquía feudal, en que él nombra a los gobernadores de las provincias, de entre los duques (daimyō) que lideran las Casas Nobles o Clanes con sus respectivos vasallos. También los ejércitos de los duques son dirigidos por los caballeros (samurai).
De mi viaje a Japón[]
La primera vez que los japoneses invadieron Europa fue en febrero del año 1492 de Nuestro Señor. El rey de Japón, Yoshitane, de la Casa de Ashikaga, habría conquistado las Islas Azores de no ser por la intervención de mi padre Jaime, 3º duque de Braganza.
El rey Juan II, de la Casa de Avis, nos envió a pelear contra los japoneses en Azores hacia a abril de ese año. Zarpamos desde Setúbal y llegamos a sangre y fuego, matando a todos aquellos que se opusieron a nosotros.
Capturamos, tras unos meses, a un espía. No reveló que el rey Yoshitane había escapado a Japón a suprimir una rebelión de su canciller (kanrei). Entonces mi padre me envióa Japón para aliarme con el canciller y vencer al invasor en su propio hogar.
Y así llegue a Kioto, capital del Reino de Japón. Allí fui recibido por el Tenno, Tsuchimikado II, y por el rey que había usurpado el trono de Yoshitane, Yoshizumi. Así me enteré de la verdadera naturaleza del conflicto.
El primogénito del rey Yoshinori, sexto rey de la Casa de Ashikaga, era Masamoto, quien tubo por hijo a Yoshizumi. Pero el rey después de Yoshinori fue Yoshikatsu, y después de él su otro hermano, Yoshimasa, y luego de éste su hijo, Yoshihisa. Pero al morir Yoshihisa, el trono debía ser heredado por Yoshizumi, cuyo padre ocupada un puesto más alto en la sucesión, pero fue traicionado por el vil Yoshitane, hijo de Yoshimi, siendo éste un hermano de Masamoto. Yoshitane, debido a su mayoría de edad, ocupó el trono, lo usurpó.
Fue restaurado a éste por el noble Masamoto, de la Casa de Hosokawa, quien fue regente y canciller, y aplastaba por entonces la rebelión del feudo de Yamashiro.
Yoshitane fue vencido y se exilio con Shō Shin, rey de Ryūkyū, tributario de Hongzhi, emperador de China. Con apoyo de Manuel I, rey en Portugal, logramos someter las islas a la ocupación japonesa., obligando a Yoshitane al exilio en China.