La Crisis del Lejano Oriente, llamada Revolución Asiática en su día, fue el conflicto de ideologías que surgió con la creación de la Unión Soviética en 1922, que trajo consigo una reforma económica, social y política, vista como revolución por los rusos y como crisis por los capitalistas.
Con la constante presión ejercida por Japón, la India y Turquía, muchos países, entre ellos China y el Imperio Ruso estallaron en revoluciones que terminaron en la creación de regímenes comunistas.
La crisis como tal terminó en 1925 con la aceptación del nuevo régimen por las potencias extranjeras.
Esto devendría en la creación de otros Estados comunistas como Colombia o la República Popular China.