El Reino de Dinamarca es un Estado soberano de Europa que ocupa las penínsulas de Escandinavia y Jutlandia, y las islas de Islandia y Groenlandia.
Historia[]
Terminadas las Guerras Napoleónicas, y habiéndose fijado las nuevas fronteras, el reino de Noruega, en unión personal con Dinamarca, exigió su independencia.
El parlamento noruego eligió como rey a Carlos XIII de Suecia. Se inicio una guerra por la posesión de Noruega entre daneses y suecos.
En 1818 el rey Carlos XIII murió y el nuevo rey elegido fue Cristián Federico, primo de Federico VI de Dinamarca.
Luego de algunas tensiones entre los parlamentos separatistas de Noruega y Dinamarca, se restauró la unión personal con propósitos defensivos, ya que el nuevo rey, Carlos XIV Juan de Suecia, había iniciado la reconquista de los territorios nor-escandinavos.
En 1825 el príncipe Cristián Federico de Noruega invadió Suecia desde el sur, y mantuvo un sitio sobre Gotemburgo.
En 1826, el rey Federico solicitó el apoyo del Imperio Francés y la Confederación del Rin. Napoleón I lo negó y cerró las fronteras. Temiendo que Francia use el cierre de fronteras como excusa para iniciar una nueva guerra contra los Estados que apoyaran a Dinamarca, el Reino Unido también se negó.
En 1830 el rey Jorge IV del Reino Unido falleció, lo mismo Napoleón de los Franceses al año siguiente.
Aunque los nuevos monarcas (Guillermo IV y Napoleón II respectivamente) levantaron el bloqueo, se negaron a apoyar a los daneses.
Con la muerte de Napoleón se disolvió la Confederación del Rin y surgió el Imperio Germánico (encabezado por Austria) y varios reinos independientes como Prusia. Aunque Prusia intentó un acercamiento al rey Federico, cedió ante la presión del vecino Hanóver, aliado del Reino Unido.
Carlos XIV retomó Gotemburgo y el príncipe Cristián se aisló en el interior de Noruega, separada de Dinamarca por territorio conquistado por los suecos.
Finalmente, y valiéndose de sus habilidades diplomáticas y las de su Primer Ministro Johan Ludvig Holstein-Ledreborg, Federico VI consiguió apoyo en el lejano Imperio Ruso.
A principios de 1838, Nicolás II de Rusia entró en Haparanda y asedió Estocolmo. A mediados de ese año el parlamento sueco presentó su rendición y aceptó formar parte del Reino de Dinamarca como provincia autónoma.
El siguiente año Federico VI murió y su primo Cristián Federico de Noruega se convirtió en Cristián VIII.
Aún con persistente oposición del Rey Carlos XIV, operando desde América, el reino prosperó y se democratizó. Los parlamentos se fusionaron en uno, con sede en Copenhague, y se creo una sola oficina para el Primer Ministro.
Bajo el reinado de Cristián IX, el país entró en guerra con el Imperio Germánico por el control del Ducado de Schleswig y el Ducado de Holstein. A este suceso se lo llamó la Guerra de los Ducados.
Durante todo su reinado Cristián IX se mantuvo hostil a Prusia y traficó armas con Hanóver durante la Guerra de las Siete Semanas y con Francia durante la Guerra Franco-Prusiana.