Dirección Nacional de Inteligencia (Chile No Socialista)

Dirección Nacional de Inteligencia
	Historia Alternativa: Chile No Socialista
	; Logo de la D.N.I.;
Información general
Sigla	DNI
Ámbito	República de Chile
Jurisdicción	Todo el territorio nacional
Sede	Santiago de Chile
Organización
Dirección	Ver abajo
Entidad superior	Ministerio del Interior
Empleados	500
Historia
Fundación	24 de mayo de 1975
Disolución	11 de octubre de 2004
Sucesión
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La Dirección Nacional de Inteligencia, más conocida por su acrónimo DNI, fue un servicio de inteligencia civil chileno creado en 1975 durante el segundo gobierno de Jorge Alessandri. Tuvo un importante rol durante la revolución de 1977 y en los años ochenta para localizar y detener a grupos terroristas de extrema-izquierda. Fue reemplazada en octubre de 2004 por la Agencia Nacional de Inteligencia.

Historia

Antecedentes

La historia de los servicios de inteligencia en Chile se remonta al siglo XIX, cuando se estableció un Servicio Secreto Militar con funciones de operaciones especiales. Su rol fue especialmente destacado durante la Guerra del Pacífico, participando en misiones de infiltración y sabotaje. Esta etapa fue inmortalizada en la popular novela Adiós al Séptimo de Línea, de Jorge Inostroza Cuevas.

Durante el siglo XX, la profesionalización de estos servicios se consolidó con la reorganización prusiana del Ejército, que dio origen a la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE). En paralelo, la Armada y la Fuerza Aérea desarrollaron sus propios organismos: la Inteligencia Naval y el Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea (SIFA), respectivamente.

Creación y consolidación (1974–1982)

La Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) fue oficialmente creada en mayo de 1975, durante el segundo gobierno de Jorge Alessandri Rodríguez, como respuesta institucional a la escalada de violencia política de principios de los años 70, especialmente tras el atentado al general René Schneider y el aumento de la actividad subversiva por parte de grupos armados como el MIR.

La iniciativa fue impulsada tras informes que alertaban sobre el financiamiento y entrenamiento exterior de organizaciones extremistas, y fue acelerada por las huelgas de 1974 y el recrudecimiento de los enfrentamientos entre grupos armados de izquierda y derecha. El presidente encargó su diseño a los ministerios del Interior y Defensa, junto con los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas. El primer director de la DNI fue el exministro de Defensa Hernán Cubillos.

Desde sus orígenes, la DNI integró personal civil y militar, con una fuerte impronta castrense. Su misión fue coordinar el sistema de inteligencia nacional y prestar colaboración con los servicios ya existentes de las Fuerzas Armadas, especialmente el DINE, en la detección, seguimiento y desarticulación de amenazas a la seguridad nacional.

Durante esta etapa, la DNI fue fundamental para evitar el éxito de la intentona revolucionaria de 1977, jugando un papel central en desarticular redes clandestinas mediante operaciones de infiltración y contrainteligencia.

Etapa de expansión y confrontación (1982–1990)

Durante los años 80, el auge del Frente Revolucionario Manuel Rodríguez (FRMR) provocó una intensificación de las actividades de la DNI, que adquirió mayores atribuciones operativas y recursos financieros. Si bien el organismo evitó los niveles represivos de las dictaduras sudamericanas contemporáneas, ciertas operaciones encubiertas y su fuerte vinculación con el aparato militar generaron preocupación en sectores de la oposición democrática y de derechos humanos.

En este período se registraron las primeras denuncias sobre seguimientos a políticos opositores, aunque el carácter secreto de sus operaciones impidió una fiscalización efectiva.

Modernización parcial y críticas (1990–2001)

Con el retorno a gobiernos civiles, la DNI inició un proceso parcial de profesionalización, especialmente durante los gobiernos de Patricio Aylwin y Arturo Alessandri Besa. Se incorporó más personal civil y se promovió mayor coordinación interministerial, aunque la estructura seguía siendo opaca y dependiente del Ministerio del Interior.

El punto de inflexión llegó en 1999 con el llamado Escándalo de las Escuchas, en el que se reveló que la DNI había interceptado ilegalmente las comunicaciones de varios parlamentarios oficialistas (UDI y PN), sin orden judicial, como parte de una supuesta “vigilancia preventiva”. Las grabaciones obtenidas fueron utilizadas en informes políticos enviados al Ejecutivo, provocando la renuncia de su director y una crisis política dentro de la coalición de gobierno (ADENA).

El escándalo, sumado a otros episodios de controversia, como el atentado explosivo en el Metro de Santiago en 2001, empujó al gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle a iniciar una reforma del sistema de inteligencia. La implementación de la Reforma Procesal Penal también fue un factor determinante.

Reestructuración y reemplazo por la ANI (2001–2004)

Directores

Nombre	Periodo	Notas
Hernán Cubillos Sallato	1975 - 1980	Ex-Ministro de Defensa (1970-1974)
Raúl Troncoso Castillo	1980 - 1982	Ex ministro secretario general de gobierno
Vicente Huerta Celis	1982 - 1988	Ex general de Carabineros
Ronald Mc-Intyre Mendoza	1988 - 1994	Ex vicealmirante
Jorge Ballerino Sandford	1994 - 1999	Ex general del Ejercito
	1999 - 2004