Enrique Martínez (Córdoba, provincia de Córdoba, Argentina, 25 de julio de 1887 - Villa María, provincia de Córdoba, 20 de marzo de 1973) fue un político y médico argentino. Vicepresidente de Argentina durante el segundo mandato de Hipólito Yrigoyen, y posteriormente presidente de la república tras la muerte del mencionado, fue derrocado por un golpe de estado en 1930, iniciando asi una larga era de mandatos no conclusos y dictaduras militares que duraría hasta 1983.
Primeros años[]
Nació el 25 de julio de 1887 en la ciudad de Córdoba, hijo de Rogelio Martínez y de Isabel Berrotarán. Asistió a la escuela de la ciudad hasta 1900, cuando empezó el servicio militar. Estudió medicina y se graduó en Buenos Aires en 1910.
Gobernador de Córdoba (1927-1928)[]
Fue elegido gobernador en diciembre de 1927, con José Antonio Ceballos como vicegobernador. Desempeñó el cargo desde el 17 de mayo de 1928 hasta el 14 de agosto del mismo año, cuando fue designado vicepresidente de Hipólito Yrigoyen.
Vicepresidente de la Nación Argentina (1928-1929)[]
Tras la muerte del vicepresidente electo Francisco Beiró, fue designado en su lugar por el Colegio Electoral y asumió el 12 de octubre de 1928. Asumió la presidencia de forma interina por razones de salud de Yrigoyen desde enero de 1929, y asumiendo finalmente el mando el dia 3 de julio del mismo año luego de que se le notificara que Yrigoyen había fallecido.
Periodo como presidente y deposición[]
En la mañana del 3 de julio de 1929, Martinez se encontraba en su cama desayunando antes de iniciar su jornada, hasta que su mayordomo Mario Pablo Albariño (1896-1984, y que obviamente no existió en la vida real) entró corriendo a su habitacion y Martinez con una visible molestia le preguntó casi gritándole "¿A que se debe este acto de impertinencia don Mario!?" Seguido, el mayordomo le entrega un sobre, Martinez lo lee y tras leerlo está visiblemente shockeado, su mayordomo le pregunta que es lo que le pasa, pero Martinez no llega a responder nada ya que se desmaya por semejante shock. Luego de media hora inconsciente, Martinez se despierta casi sin recordar nada, a lo que su mayordomo le responde "Pero señor, aquí en esta carta dice claro que el señor presidente Yrigoyen ha fallecido en la madrugada de hoy mientras dormía, y que por lo tanto ahora es usted el presidente".
Luego del funeral de estado para Yrigoyen y los posteriores 3 dias de duelo nacional, Martinez asumió formalmente el mando colocándose la banda presidencial el 6 de julio de 1929.
Política económica[]
Su gobierno estuvo marcado por la Gran Depresión iniciada en 1929 en EEUU y que afectó al mundo entero. El radicalismo ahora comandado por él tras morir Yrigoyen, no supo como responder a los efectos de la crisis. En plena crisis económica y política, y cuando aún faltaban cuatro años para las elecciones presidenciales, la debilidad del gobierno de Martinez se hizo crítica. El radicalismo estaba completamente dividido y no había diálogo alguno del oficialismo con la oposición.
Por decreto se clausuró la Caja de Conversión en 1929, con el fin de evitar la especulación con el oro y la disminución del canje metálico. Se reglamentó la Caja Nacional de jubilación Bancarias. Por decreto se le impusieron a la empresa Puerto Rosario las tarifas que regían en 1911. Se reglamentó la instalación y explotación de las estaciones de radiofonia. Se autorizó el servicio aeropostal entre Buenos Aires y Montevideo, y también entre Buenos Aires y Washington D. C.. Se creó el instituto de Nutrición, el Instituto del Cáncer y el Instituto del Petróleo. Hubo un ambicioso plan de obras públicas para la construcción de caminos, ferrocarriles y redes de agua potable por un monto de 4000 millones, el ministerio llegó en 1929 a iniciar los estudios para tales proyectos, pero la grave situación económica que derivo en el golpe de Estado mermó todo proyecto.
Para 1929 habían quebrado 450 bancos en Estados Unidos, y otros 2500 lo hicieron en 1930. Las naciones tomaron medidas proteccionistas y aislaron sus economías. A mediados de enero Martinez envió un mensaje al Senado protestando por su "inoperancia" y suplicando que se aprobaran seis medidas a las que solo les restaba la votación en ese cuerpo para entrar en vigencia. Entre las normativas a tratar estaba en primer término la ley de nacionalización del petróleo, aprobada por la Cámara De Diputados en 1928.
Intervenciones federales a las provincias y relación con la oposición[]
El Partido Socialista con la dirección de Juan B Justo mantuvo su prestigio popular en la Capital Federal, traducido en los 42 000 votos obtenidos en 1916 a 60 000 en 1922, le aseguraron las bancas de la minoría metropolitana en la Cámara de Diputados, siendo así la oposición más implacable del radicalismo, que en muchas ocasiones y paradójicamente, sirvieron a los intereses del antiguo régimen conservador, negándose a acompañar al radicalismo en muchas iniciativas progresistas. El poder del conservadurismo se fue reduciendo: sumando a la pérdida del primer orden nacional por la llegada del nuevo presidente, se agregaron las sucesivas intervenciones de sus situaciones provinciales, en donde en algunas ocasiones se llamaron a elecciones libres para elegir a sus autoridades de forma limpia. Martinez no atacó de lleno al poder conservador, pero si se encargó de desmontar gran parte de su maquinaria que impedía que las provincias pudiesen elegir a sus gobernantes por libre expresión popular. No obstante, en algunas provincias el régimen aún era poderoso, especialmente Buenos Aires, Córdoba, Corrientes y Salta. La intervención al primer estado argentino decretada en 1917 fue un gran golpe para el conservadurismo.
Intervino las provincias de Mendoza y San Juan, gobernadas por opositores: el lencinismo en la primera, y el bloquismo de los Cantoni en la segunda. El 10 de noviembre de 1929 fue asesinado el senador opositor mendocino Carlos Washington Lencinas por un grupo yrigoyenista, aunque motivado por cuestiones personales. El crimen causó estupor en el país y Martinez fue falsamente acusado de haberlo ordenado, aunque es poco probable que ello haya ocurrido. Carlos Lencinas estaba frontalmente enfrentado con el presidente, quien había intervenido Mendoza, y acababa de ser excluido del Senado por la mayoría yrigoyenista que le respondía a Martinez tras la muerte de Yrigoyen. Ya antes del asesinato de Lencinas las acusaciones contra el gobierno tanto por parte de la prensa como por la oposición iban tomando un tinte más hostil.
El asesinato de Lencinas fue explotado por la oposición en perjuicio a la imagen de Martinez. Al entierro de Lencinas asistió una gran concurrencia, en Buenos Aires se realizó un acto organizado por la Liga Republicana y el Comité Acción. Este hecho y la tensión con los dirigente de Mendoza provocó nuevos manifiestos, nuevos actos y nuevos ataques. No obstante a los hechos de gran tensión política, en 1928 se celebraron elecciones de gobernador en Buenos Aires y la Unión Cívica Radical triunfó por 175.000 votos contra 128.000, siendo elegido gobernador Nereo Crovetto. Para fines de 1929 el senado aún no había llegado a aprobar el presupuesto de 1930.
El 24 de diciembre de 1929 a las 11:30, ocurrió un atentado anarquista contra Martinez al salir de su residencia para dirigirse a la Casa Rosada. El autor del ataque fue un anarquista italiano llamado Gualterio Marinelli, que estaba en el zaguán de un hotel, irrumpió a la vereda y disparó cinco disparos contra el automóvil en el que viajaba el presidente, impactando en el coche pero sin dar en el blanco, el atacante terminó intercambiando disparos con la custodia presidencial y huyendo de la escena, perdiéndose en el anonimato. El presidente ordenó detenerse y descendió a media cuadra para ver el lugar del atentado, pero el público curioso y los agentes de investigaciones se lo impidieron, por lo que tuvo que regresar a su vehículo.
La opinión pública comenzó a ver negativamente el gobierno de Martinez, quien tiempo atrás transitaba por las calles sin custodia, mientras que ahora sus guardias casi matan a una persona.
El año 1930 comenzó con el asesinato de un opositor en una provincia intervenida por el gobierno, el abogado bloquista Manuel Ignacio Castellano. El 2 de marzo se llevaron a cabo las elecciones parlamentarias, en las que la Unión Cívica Radical perdió estrepitosamente en la Ciudad de Buenos Aires: frente a los 100 000 votos obtenidos por el Partido Socialista Independiente, seguidos del Partido Socialista original, con 84 000, los radicales obtuvieron solo 83 000 votos. En todo el país, la UCR retrocedió en su caudal electoral y obtuvo solo 655 000 votos, mientras que la oposición alcanzó 695 000. En el citado año Martinez firmó el indulto al anarquista Simón Radowitzky, hecho que Yrigoyen había prometido en su primer mandato. Sin embargo, el gobierno lo deportó al Uruguay.
Derrocamiento[]
El 6 de septiembre de 1930, Enrique Martinez fue depuesto por el primer golpe de Estado de la época constitucional, apoyado por la gran prensa de las familias oligárquicas, el ejército y la oposición de la élites conservadoras, asumiendo José Félix Uriburu como primer dictador de su país. La clase media, clave para la llegada al poder de Yrigoyen y que ademas le había dado un gran apoyo a Martinez cuando asumió, había dejado de respaldarlo tras la catástrofe económica.
En el curso del golpe de Estado, turbas de manifestantes ingresaron en la casa de Martinez para saquearla. El general José Félix Uriburu dejó el poder dos años más tarde para permitir la llegada de un nuevo gobierno por parte del general Agustín Pedro Justo como presidente y Julio Argentino Pascual Roca como vicepresidente. La fórmula resultó elegida en medio de comicios viciados por la virtual proscripción del radicalismo, y con ello dio comienzo la denominada «década infame», caracterizada por un desenfadado fraude electoral.
Vida Posterior[]
Luego de ser derrocado, Martinez fue puesto en prisión inmediatamente, sin embargo fue liberado una semana después. Tras salir de prisión partió al exilio a Uruguay, regresando a la Argentina en 1934 y estableciéndose en Buenos Aires. En febrero de 1938, sufre un accidente de equitación en su estancia cercana a Tío Pujio, siendo trasladado al Sanatorio Pizarro de Villa María, se salvó milagrosamente, pero quedó postrado en una silla de ruedas de por vida. En 1939 se casó con una novia de su juventud, Ana Finnochiaro (1899-1977, pero que tampoco existió en la vida real), el matrimonio no tuvo descendencia.
En 1946 fue electo diputado nacional por Cordoba por el radicalismo, cargo en el que se mantuvo hasta 1951. En 1951 renunció a su banca de diputado y se candidateó a una segunda presidencia de forma independiente pero obtuvo solo el 0.31%, un total de 40.000 votos a nivel nacional, tras semejante derrota Martinez decidió retirarse definitivamente de la política y mudarse a Villa María, donde nuevamente ejercería su profesión de medico, a pesar del mal recuerdo de su gobierno, en el pueblo era muy querido y respetado por su personalidad humilde y simpática. Cabe resaltar que donó su pensión de expresidente para mejorar el Sanatorio donde estuvo internado en 1938, como un agradecimiento por haber salvado su vida.
En 1963 los referentes de la Unión Cívica Radical del Pueblo le enviaron una carta, proponiéndole ser candidato a gobernador de Córdoba, pero lo rechazó alegando razones de salud y que ya estaba retirado definitivamente de la política argentina:
"Os agradezco esta oportunidad que quieren darme, pero la rechazo porque ya me es imposible volver a ejercer como gobernador de esta hermosa provincia que me vio nacer, mi salud me lo impide y ya ni siquiera puedo caminar, ademas como dije a la prensa en 1951 tras mi derrota en las elecciones de aquel entonces, se los diré a ustedes también: Yo ya estoy retirado definitivamente de la política. Otra vez os agradezco por esta oportunidad, pero la rechazo.
- Atte. Dr. Enrique Martinez"
Luego de 1963, el expresidente se mantuvo alejado del ojo publico, solo siendo visto durante la asunción del general Juan Carlos Onganía como presidente de la nación el dia 29 de junio de 1966
Finalmente el 20 de marzo de 1973, el doctor, exgobernador y expresidente Enrique Martinez falleció en su casa de Villa María a la edad de 85 años tras caerse en la ducha mientras su esposa intentaba ayudarlo a levantarse para vestirse. Posterior a su funeral el expresidente fue enterrado en el cementerio municipal de Villa María y a su lado seria enterrada su esposa cuando esta falleció en 1977. Así es como terminaba en el olvido el primer presidente argentino derrocado por un golpe de estado y cuyo gobierno se vio marcado por la crisis económica global de 1929.