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En el marco de la Segunda Guerra Mundial, Adolf Hitler ofreció la paz a Winston Churchill para asegurar su invasión a Rusia y no tener inconvenientes en ella.
La propuesta de Alemania al Imperio británico contenía varios términos, Hitler proponía que a cambio de que se le devolvieran las colonias alemanas arrebatadas en la Primera Guerra Mundial, estaría dispuesto a dejar intacta toda la influencia y posesiones británicas en el mundo, liberar gran parte de la Europa occidental (entre ellos: Bélgica, Países Bajos, Dinamarca y Noruega), y servir como mediadores para resolver los conflictos con Italia en la situación del mediterráneo.
En caso de que Winston Churchill aceptara el tratado, Hitler tendría oportunidad de invadir a la Unión Soviética y anexar el anhelado espacio vital sin el temor de una intervención británica por el occidente. Por otra parte, el Reino Unido evitaría enfrentamientos directos y un mortífero bombardeo hacia su capital, Londres.
Introducción[]
En la guerra[]
Winston Churchill, un hombre desconfiado y muy inteligente, estuvo a punto de declinar la oferta, sin embargo, solicitó una semana para responder oficialmente a la propuesta de Hitler. Churchill se reunió con los altos mandos militares y analizaron minuciosamente las posibles consecuencias tanto de declinar, como aceptar la oferta de paz.
Finalmente se llegó a la conclusión de que se aceptaría la propuesta, pues la retirada de las tropas alemanas de Europa occidental y su intención de invadir Rusia, imposibilitarían que después tomaran acciones en contra de Gran Bretaña. En julio de 1940 ambos bandos dieron declararon alto al fuego, un mes después, las tropas alemanas llevarían a cabo su retirada. La prensa internacional tomó esto como una «rendición disfrazada» aunque con buenos términos (secretos) entre ambas potencias.
A pesar de que Churchill había confiado que ni Alemania ni sus aliados podrían atacar al Reino Unido luego de su invasión a la URSS, el primer ministro inició el plan para rearmar a la isla y sus posesiones en ultramar en caso de suceder lo peor. Intensificó el programa nuclear iniciado poco antes y toda esta información se clasificó para evitar represalias alemanas.
Hitler inició la invasión de Rusia a inicios de 1941 bajo los planes de la Operación Barbarroja y aunque la Wehrmacht sufrió severas bajas, avanzó con una serie de victorias frente al Ejército Rojo hasta quedar a las puertas de Moscú, donde todavía quedaban resistencias. Stalin se vio obligado a desplegar al ejército para contener a los alemanes, sin embargo, los rojos fueron diezmados por los ya conocidos y efectivos panzers, que lograron tomar el control de numerosos pozos petroleros a lo largo del territorio soviético. La guerra se mantuvo hasta agosto de 1941, cuando el ejército alemán entro en Moscú. Stalin, junto con sus hombres de confianza, fueron ejecutados en octubre de ese mismo año.
Mientras tanto, Japón se encontraba luchando contra los nacionalistas y comunistas chinos quienes se habían aliado, había invadido las colonias europeas y estaban dispuestos a atacar a los Estados Unidos en caso de que no se les quitara el embargo comercial, en contraste, anuló sus intentos de invasión hacia territorios británicos. En diciembre de 1941, la fuerza aérea japonesa atacó sorpresivamente a la base naval americana en Hawái (Pearl Harbor) y consecuente los Estados Unidos ingresaron a la guerra. Alemania por su parte también le declaró la guerra a Estados Unidos cuatro días después del incidente.
En esta nueva guerra, Estados Unidos abrió dos frentes, donde era más probable un ataque japonés. Las flotas y fuerza aérea estadounidenses fueron desplegadas por todo el Pacífico, Roosevelt estaba dispuesto a mantener una posición defensiva al menos hasta que tuvieran la oportunidad de contraatacar, a su vez, intentó persuadir al gobierno británico para su reingreso a la guerra aunque nunca recibió respuesta.
Las batallas iniciaron en el Pacífico con victorias japonesas, pero eventualmente Estados Unidos mostró su superioridad naval, es así como conjuntamente las armadas germano-japonesas comienzan a planear ataques a territorio estadounidense antes de que la situación se tornase irreversible. Aunque Alemania perdería muchos barcos en esta incursión, el objetivo era dividir a las fuerzas americanas para que se desplegaran en dos y defendieran ambas costas, reduciendo su capacidad.
Estados como California y Oregon fueron bombardeados por fuerzas japonesas, mientras que los recién construidos portaaviones alemanes llegaban a la costa Este, específicamente en Nueva York y Washington D. C., para desplegar aviones y bombardear estas ciudades. Sin embargo, Roosevelt no se rendiría ante tal situación.
El conflicto contra Estados Unidos se intensificó, miles de personas murieron y el Eje estaba destinando todos sus recursos en este enfrentamiento, muchos estadounidenses migraron hacia América Latina al perder muchas propiedades a causa de la guerra, si bien las fuerzas del Eje estaban presionando a los Estados Unidos, las fuerzas armadas de este país impedían una invasión terrestre.
En el atlántico norte, fueron detectados muchos barcos comerciales británicos saliendo de Canadá, no obstante, Alemania no realizó ninguna acción respecto a ello, pues quería evitar a toda costa un nuevo conflicto con el Reino Unido y más aún por la guerra que sostenía contra los Estados Unidos.
La guerra interminable parecía seguir su curso cuando en la mañana del 4 de enero de 1944 una inmensa flota de la Royal Air Force, con aviones enormes, cruzó los cielos de Berlín, dejando caer una bomba de gran tamaño nunca antes vista, la cual al tocar el suelo de esa ciudad, pulverizó gran parte de ella. La bomba cobró miles de vidas, entre ellas, la del Führer Adolf Hitler y el alto mando alemán. Con este golpe, Alemania quedaría imposibilitada para seguir con la guerra y diversas revoluciones surgirían sobre toda la Europa conquistada.
Aunque Alemania había salido de la guerra de una manera muy violenta, Japón continuaría luchando en su propio frente, incluso, muchos japoneses consideraron que nunca había existido una alianza como tal con la Alemania nazi. El error del imperio japonés recayó en negar una armisticio y seguir en conflicto con Estados Unidos, pues ocasionó que ahora todos los aliados alrededor del mundo centraran sus esfuerzos contra los japoneses.
Pasó un mes desde la detonación de la bomba atómica y Japón había perdido varios navíos de guerra, muchos de los ciudadanos de aquél país ya entraron en crisis creyendo que una bomba como la de Alemania podría ser detonada en Japón en caso de que el emperador no decidiese terminar con el conflicto, pero para sorpresa de los aliados, las fuerzas niponas dieron un alto al fuego antes de que los estadounidense y británicos hicieran un gran desembarco en la isla. Este alto al fuego sería motivo para firmar un tratado de paz, donde claramente Japón no saldría tan beneficiado.
Posguerra[]
La Europa de la posguerra estuvo envuelta de guerras y revoluciones en Polonia, Rusia, Francia y Alemania, el Reino Unido se impuso como la potencia vencedora y en un discurso dado por Winston Curchill en 1945, se popularizó la frase «En la guerra todo lo vale».
Ese año se realizó la Conferencia de Londres, donde se elegiría el destino de las potencias del Eje; Estados Unidos y Reino Unido acordaron que nunca se utilizarían de nuevo las armas atómicas en suelo alemán, sin embargo, confiscarían todo el material bélico nazi, donde algunos de estos se integrarían a las fuerzas armadas aliadas. Alemania y Japón tuvieron que pagar los costes de la guerra, al ser considerados como los causantes del conflicto. Los generales nazis restantes fueron condenados por crímenes de guerra y se establecieron los límites políticos en Europa y Asia.
Se inició también el Plan Restoration, donde Reino Unido y Estados Unidos ayudarían a la reconstrucción de los países afectados por la guerra y las revoluciones surgidas luego de la derrota de Alemania, reconstruir aquellas zonas destruidas por la guerra, eliminar barreras al comercio, modernizar la industria europea y hacer próspero de nuevo al continente. Se fundaron las Naciones Unidas con sede en Londres donde el Reino Unido, los Estados Unidos y China serían miembros del Consejo de Seguridad.
Eventos[]
Artículo principal: Línea de tiempo
- Segunda Guerra Mundial (1939-1945): Fue un conflicto militar de escala mundial, en él se vieron implicadas las mayores potencias de la época agrupadas en dos bandos: Los Aliados y las Potencias del Eje. El conflicto finalizó con una victoria total del Reino Unido y sus aliados frente a la Alemania nazi, la Italia fascista y el Imperio del Japón.
- Primavera Europea (1944-1947): Tras la detonación de la bomba atómica en Berlín, varios movimientos revolucionarios surgieron en las zonas ocupadas por las fuerzas del Eje sobre toda Europa, muchas de ellas fueron apoyadas por los Aliados, sin embargo, otras de tendencia izquierdista fueron suprimidas por los británicos y los estadounidenses.
- Segunda Paz Armada (1945/1948-actualidad): Enfrentamiento socio-político «pacífico» en el que el Reino Unido y los Estados Unidos dominan la vida geopolítica. Desde el mundo de la posguerra ambos países han competido por demostrar su poderío económico, político, tecnológico y militar.
Naciones[]
Artículo principal: Países