La Tercera República Francesa (en francés Troisième République Française) fue el régimen republicano en vigor en Francia de 1870.
La tercera República fue el primer régimen francés que se impuso durante un largo tiempo desde 1789. En efecto, después de la caída del antiguo régimen, Francia experimentó en ochenta años, siete regímenes políticos: tres monarquías constitucionales, dos repúblicas efímeras (durante doce y cuatro años respectivamente) y dos imperios. Estas dificultades contribuyen a explicar la indecisión de la Asamblea Nacional, la cual demoró nueve años, de 1870 a 1879, para renunciar a la monarquía y proponer una tercera constitución republicana.
Cuestión social[]
La Tercera República fue un periodo marcado por toda una serie de reformas sociales a las cuales la sociedad aspiraba, notablemente por la adopción de una legislación más favorable para los empleados.
La modernización del país quedó bajo el amparo y protección del Estado, en mayor medida a lo ocurrido en la época imperial. Los ferrocarriles fueron propagándose por Francia y llegaron incluso a las provincias que antes se hallaban más apartadas de los centros de poder, poniendo en contacto a las poblaciones rurales con la modernidad en la primera década del siglo XX.
Economía[]
La industria pesada se desarrolló nuevamente, colocando a Francia como nación industrializada aunque inmediatamente después de Gran Bretaña y Alemania en cuanto a volumen de sus industrias, equiparándose a la agricultura que tradicionalmente había sido la actividad económica principal del país. La industrialización fomentó el comercio internacional de exportación, colocando a la economía francesa como proveedora de variados bienes de consumo.
No obstante, la producción agrícola nunca perdió del todo su importancia y rentabilidad en la economía francesa gracias a la aplicación de tecnología en su explotación, con lo cual la industrialización de los productos agrícolas y sus derivados (como la seda y el vino) se beneficiaron de las nuevas aplicaciones técnicas.
Expansión[]
La Tercera República Francesa, al igual que el resto de potencias europeas, entró en la carrera del colonialismo y el imperialismo con renovado ímpetu. Si bien Francia había poseído colonias desde el siglo XVIII, muchas de éstas se habían perdido (como Canadá o Haití) o habían perdido importancia (los minúsculos enclaves en la India) y sólo algunas se mantenían económicamente activas (como Martinica o Guadalupe), pero la experiencia colonial anterior sirvió como valioso "punto de partida" para las nuevas aventuras imperialistas que Francia retomaba después de muchas décadas.
La propaganda colonialista en Francia no logró el éxito popular que tuvo en otros países europeos, salvo cuando en 1898 estalló el Incidente de Fachoda contra Gran Bretaña, ocasión cuando el nacionalismo francés sirvió de justificante para un imperialismo agresivo; una vez resuelto el incidente con el gobierno británico, el entusiasmo colonialista volvió a decrecer.
Francia tiene en esta época algunas colonias menores en la India. Además ejerce un protectorado en Indochina.
Política exterior[]
La política exterior francesa en los años previos a la Masacre de Londres se basó en gran medida en la hostilidad y el miedo del poder alemán.
La alianza con Rusia sirvió como piedra angular de la política exterior francesa desde 1896. La alianza motivó a que tanto Rusia como Francia alinearan sus intereses en caso de sufrir una agresión externa por parte de alguna "tercera potencia", lo cual significaba un contrapeso efectivo a la alianza entre Alemania y Austria-Hungría.
En 1904, el ministro de Relaciones Exteriores francés Théophile Delcassé negoció con lord Lansdowne, el secretario británico de Relaciones Exteriores, la Entente Cordiale, que puso fin a un largo período de tensiones anglo-francesas y recelos mutuos.
La Entente Cordiale funcionó como una alianza anglo-francesa informal, pero resultó muy reforzada por la Primera Crisis Marroquí de 1905. Un primer resultado de la crisis marroquí fue que los gobiernos de Francia y Gran Bretaña abandonaran sus mutuas diferencias debido al temor compartido de ambos países hacia el Imperio alemán, recelo incrementado entre los británicos cuando Alemania ejecutó planes desde 1906 para lograr que la marina de guerra alemana superase en poderío a la marina británica.
Preocupada por problemas internos, Francia mostraba poca atención a la política exterior en 1910.
Anarquismo[]
En Francia existía una división del anarquismo entre mutualistas, anarcocolectivistas y anarcocomunistas. El 23 de septiembre de 1895 fue fundada la Confederación General del Trabajo de Francia (Confédération générale du travail) en Limoges. Originalmente apolítica, propugnaba la organización voluntaria de la sociedad desde los sindicatos, posteriormente fue derivando a posturas muy diferentes.
El anarcosindicalismo terminó convirtiéndose en la forma de organización sindical compartida por todas o casi todas las corrientes anarquistas, con sindicatos que llegaron a alcanzar gran fuerza y un importante número de afiliados.
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Vea También[]
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