Historia Alternativa
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Empire napoléonien de la Révolution française
Imperio Revolucionario Francés Napoleónico
Bandera de Francia
Gobierno Monarquía constitucional
Francia (RRP)
Capital : París
Mayor ciudad Orleáns
Población 143.689.148 habitantes
Extensión 1.368.361 kilometros cuadrados
Lengua(s) Oficial(es) Francés, Español, Portugués, Árabe y Romanche
Gentilicio Francés
Emperador de los Franceses: Napoleón VIII Juan-Cristóbal
Gran Cónsul: Pedro Passos Coelho
Legislatura Estados Generales (Cámara Grande)
Economía Capitalismo
Moneda

Napoleón

Índice de Desarrollo Alto
Derechos Humanos Nivel alto
Religión
  • 65 % Catolicismo
  • 20 % Islam
  • 10 % Protestantismo
  • 5 % Otras

El Imperio Revolucionario Francés Napoleónico o Imperio de los Franceses, llamado por algunos Francia, es un Estado soberano de Europa, el más poderoso y que rivaliza con el Río de la Plata por ser la superpotencia mundial.

Limita al noreste con Holanda, al este con el Imperio Germánico e Italia y al sur con los Estados Unidos de África y el Sahara Occidental. Su actual monarca es Napoleón VII, mientras que su Gran Cónsul es Pedro Passos Coelho.

Historia[]

El Imperio Francés se consolidó con la firma del Tratado de las Árdenas, el cual le atribuía los territorios de los reinos de Francia, España y Portugal y las islas de Cerdeña y Córcega. Además le fue cedido el territorio de Bruselas por Holanda.

Como su última acción militar en vida, Napoleón I ocupó Suiza al amparo de los aliados de la Confederación del Rin y Westfalia.

Durante esta época, e incluso durante la decadencia de la monarquía, hubo estados que se mantuvieron como protectorados o satélites del Imperio.

El gobierno de Napoleón II fue pacífico y no-intervencionista. El progreso tecnológico, económico, filosófico y diplomático del imperio se vio opacado por un decaimiento del poder militar y la influencia sobre otros países. La Confederación del Rin se disolvió y nació el Imperio Germánico. La Mancomunidad de Naciones surgió amenazando con retomar el control de la economía mundial. Holanda sin embargo permaneció fiel a su alianza con el Imperio.

Holanda mantuvo el control militar con sus múltiples campañas contra Prusia y Hanóver, sirigidas por Carlos Luis Napoleón de Bonaparte-Beahuarnais, ex-príncipe holandés y primo del Emperador Napoleón II y sobrino de el Rey de Holanda, Luciano Bonaparte.

En 1837 Carlos Luis abandonó la corte holandesa y regreso a París, donde estudió, para asistir a Napoleón II. Este lo hizo titular de sus secretarías de Estado. En 1842 Carlos Luis se convirtió en Napoleón III, por elección de los Estados Generales.

Napoleón III remilitarizó al Imperio mientras encomendó el desarrollo tecnológico a sus grupos allegados. Rápidamente ganó la amistad de los liberales y catolicistas del país. No obstante su gobierno estuvo mucho tiempo bajo los progresistas y los conservadores. El único independiente durante su reinado fue el Gran Cónsul Adolphe Thiers.

Napoleón III se alió con Thiers en la caza de los grupos opositores, dentro de los límites de la democracia pluripartidista y representativa. Equilibró esto permitiendo por primera vez el sufragio femenino (aunque este fuera únicamente para las elecciones del distrito, y no las cónsulares ni parlamentarias).

Adolphe sin embargo era un aliado del pretendiente al trono, Luis Felipe III de Orleáns. A pocas semanas de finalizar su mandato, Thiers tomó el Palacio de las Tullerías y encerró en él a Napoleón III, declarando el Reino Revolucionario Francés.

Finalmente fue reducido por Montauban, quien liberó al Emperador y obligó a Thiers y a sus seguidores a exiliarse en Orleáns. Allí se agruparon sus ejércitos, junto con los de la Alianza Real (rebeldes de la provincia de España que habían dado problemas al gobierno francés desde hace una década).

Louis-Eugéne Cavaignac fue nombrado Gran Cónsul sufecto luego de una elección de emergencia de los EEGG. Desde entonces el trato entre Napoleón III y la oposición fue mejor, aunque esta perdieron popularidad y no volvería a ocupar el Consulado Superior en muchos años.

Napoleón III venció a la Revolución de Orleáns y obligó a Luis Felipe a exiliarse en Brasil, mientras que Thiers fue juzgado y ejecutado por alta traición.

En 1870 el canciller prusiano Otto von Bismarck, con el apoyo del Imperio Germánico, declaró la guerra contra Francia-Holanda. Tras un año de sangrientas batallas, Napoleón III se impuso y sitió Berlín y Fráncfort del Meno. Con Austria retirando su apoyo al Imperio, Hanóver siendo tomado por sorpresa y Nassau atacandolos por la espalda, los germano-prusianos se rindieron. En la Paz de Altenburg el derecho a ser káiser del imperio pasó de los reyes de Prusia a los reyes de Westfalia.

En 1873 dos años después de la guerra, Napoleón IV Bonaparte se convirtió en Emperador. Durante sus primeros años, el Imperio fue próspero, pero no tardó en entrar en decadencia.

La Guerra de Sucesión Holandesa en 1876 le hizo perder el control de sus dos últimos vasallos: Holanda y Varsovia. Italia pronto absorvería aprte de su territorio al sureste.

La Guerra de las Coronas hizo tambalear la propia existencia del Imperio, y éste hubiera dejado de existir de no ser por el enfrentamiento interno entre Brasil, el Río de la Plata y los liberales y progresistas en España.

Finalmente Napoleón IV regresó de España en el año 1887, con una economía arruinada y un pueblo que moría de hambre. En Andorra, Ginebra, Berna, Bruselas y las recientemente retomadas Madrid y Lisboa (pese a que estaban controladas por fieles a la corona francesa) comenzaron rebeliones, seguidas de nuevas protestas y una nueva revuelta en Orleáns.

Finalmente los parisinos se levantaron en julio. Entraron al palacio dirigidos por Louis Jules Trochu y Ernest Courtot de Cissey; el primero demócrata y el segundo conservador. Aprisionaron al Emperador y le retuvieron en el Palacio de Justicia Imperial (hoy llamado Palacio del Emperador Eugenio), edificado sobre las ruinas de la antigua Bastilla.

Mientras Cissey aplastaba los movimientos rebeldes en Orleáns y en Suiza, Trochu lidiaba con los generales en España que no permanecían fieles al nuevo gobierno. Sin embargo, un conflicto entre Leopoldo O'Donnell y el rey Carlos III del Río de la Plata desorganizó la ofensiva platense. Mientras los brasileños fallaron en su intento de infiltrarse en Orleáns, retirándose de Oporto a fines de año. La guerra terminó y los revolucionarios regresaron a París.

Con Napoleón IV prisionero, Trochu y Cissey fueron Grandes Cónsules Sufectos, y líderes del poder ejecutivo imperial. Si ofrecían el trono a un miembro de las casas de Borbón o de Orleáns, le abrirían la puerta a sus aliados americanos reiniciando la guerra de las Coronas; pero no podían permitir que continuara el gobierno de Eugenio.

Finalmente decidieron enviar al emperador a Londres, donde moriría ese año. Victor Bonaparte, un príncipe de Westfalia, se convirtió entonces en el emperador Napoleón V. Convocó a nuevas elecciones, y, para satisfacción de los agitados nacionalismos ibéricos, fue elegido el español liberal Manuel Ruiz Zorrilla.

El control del Imperio Germánico se perdería en 1890, por una revolución iniciada por Guillermo II de Prusia.

División territorial[]

Provincia Capital
Francia Orleáns
España Madrid
Portugal Lisboa
Bélgica Bruselas
Córcega Ajaccio
Cerdeña Cagliari
Suiza Berna
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