El genocidio tamil fue un evento histórico ocurrido a finales del siglo V d. C. que supuso la muerte de un número indefinido de habitantes dravídicos en la isla de Lanka y los archipiélagos de las Mahiladvipikas y Lakshadweep. Fue llegado a cabo por el rey Moggallana de Anuradhapura entre los años 490 y 495, deteniéndose cuando la dinastía Kalabhra lanzó la segunda invasión al reino cingalés por petición de los sectores budistas anuradhapuritas.
Dravídicos en Anuradhapura[]
Aislamiento legal[]
Genocidio tamil[]
Invasión Kalabhra[]
Segunda Invasión Kalabhra | ||||
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Fecha | 495 - 497 | |||
Lugar | Isla de Lanka | |||
Causas | Genocidio de los tamiles de Anuradhapura. | |||
Resultado |
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Consecuencias | Ocupación de Anuradhapura e instauración de un Estado teocrático budista. | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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La segunda invasión Kalabhra se dio cuando en el año 495 el emperador Tevveengya, por petición del sacerdote mayor del Maha Vihara, declara oficialmente la guerra a la monarquía Moriya.
Los motivos públicos fueron la defensa del pueblo dravídico y del patrimonio budista, pero tras estas razones de peso estaba la búsqueda de prestigio que el emperador seguía desde la restauración de su dinastía; su predecesor, Aagavaramba (≈420-≈450), ya había llevado a cabo una ocupación de Anuradhapura que fue efectiva durante 22 años y reportó amplios beneficios económicos a los Pandya.
En cuanto la noticia de la declaración del conflicto llegó al pueblo anuradhapurita, los tamiles que todavía sobrevivían se levantaron en armas y abrieron sus casas a los invasores, mientras que los cingaleses aunaron fuerzas contra los dravídicos del Indostán. Las colonias del reino insular cayeron al comienzo de la guerra por la ausencia de una guarnición militar en ellas, además de que la mayoría de la población nativa de allí era culturalmente favorable a los nuevos ocupantes.
En el mismo año que se produjo la declaración de guerra, el emperador Tevveengya cruzó el puente de Rama acompañado por unos 20 000 soldados preparados desde hacía años para este conflicto, haciendo que la invasión inicial fuese un éxito total y absoluto. Los problemas llegaron cuando las tropas imperiales comenzaron a salir de su zona de confort (norte y este de Lanka) y tuvieron que avanzar hacia el centro y sur de la isla, donde la resistencia cingalesa se volvió un auténtico infierno y más aún tras las rotundas victorias del rey Moggallana en el 496.
Fueron estos triunfos los que causaron el debacle de la dinastía Moriya, ya que el monarca se confió hasta el punto de lanzarse con no más de 500 hombres a recapturar el Sigiriya, siendo que esta fortaleza estaba defendida por casi la totalidad de tropas tamiles del emperador. En el asalto fue capturado por el Emperador el rey de Anuradhapura y su heredero, Kumara Dhatusena.
Tras este evento y con el país en la ruina, la resistencia cingalesa se rindió y la isla fue ocupada en su totalidad por la dinastía Kalabhra.