Bandera Gotiana.
La Confederación de los Paises Gotios (Confederació dels Països Gotians en lengua gotiana) o Confederación Gotia, más conocida de forma abreviada como Gotia, es un Estado soberano, miembro de la Asamblea de Naciones. Limita al norte con Guiana, al noreste con Burgoña, al sur con el mar Mediterraneo y al oeste con los Paises Españoles y con Urgell. Su lengua es conocida como Gotio o Gotián, una lengua derivada del grupo galoromance meridional u occitano. Su capital es Arbona, la antigua Narbona.
Etimología[]
El nombre deriva del poblamiento del lugar por pueblos godos en el final del Imperio Romano. Este nombre se impuso sobre la denominación de Septimania durante la dominación musulmana, durante la cual fue conocido como Al-Qutiya, más adelante cuando los normandos de Aquitania conquistaron el territorio conservaron el nombre latinizado como Gotia.
Historia[]
Al-Qutiya: La dominación musulmana[]
Conquista aquitano-normanda y fundación del Principado de Gotia[]
La reconquista del territorio se inicia y se consolida en un plazo bastante breve durante el reinado de Roberto II (1083-1109): en 1090 cae Arbona (Narbona), Montpelier en 1091 y Perpignan en 1102. En vez de anexar a Guiana las recientes conquistas obtiene del Papa la investidura como Principe de Gotia. A su muerte divide sus dominios cediendo Guiana a su hijo mayor Guillermo y Gotia a su hijo menor Ricardo el Prudente.
Ésta división será transitoria, ya que en 1117 Ricardo sucede en Guiana a Guillermo, con la unificación reemprende la lucha contra los musulmanes internandose al sur de los Pirineos y ocupando Gerona en 1121, la muerte de Ricardo detiene la expansión al ser sucedido por el debil Roberto III y a la muerte de éste último se vuelven a escindir Guiana y Gotia sucediendole en la primera su primogénito Guillermo VI en la segunda Roberto. Esta nueva división durará hasta 1195 en que se reunifican los dos países.
Al igual que en 1117, en 1195 la muerte del rey Enrique hace recaer los derechos en el principe de Gotia, aunque en ésta ocasión estos derechos son disputados por otra rama famliar y la guerra civil que ésto ocasiona se arrastra durante todo el reinado de Raimundo I (1195-1223), su sucesor Guillermo VII el Fraticida decide acabar expeditivamente con la guerra sucesoria atrayendo a sus rivales a unas falsas reuniones de paz donde los manda asesinar ("Agapes de sangre"), el escandalo ocasiona la excomunión de Guillermo, pero este se reconcilia con la Iglesia emprendiendo la cruzada contra Barcelona, que es conquistada en 1233, sin embargo la expansión en tierras sudpirenaicas tropieza con la oposición del monarca de Navarra-Gascuña que busca expansionarse en ese territorio y con el que llega al Pacto de Barbastro en 1239, por el cual se acuerda la colonización conjunta del territorio de las taifas de Lérida y Tortosa. Lerida es organizado como un principado independiente al frente del cual se situa a un noble gascón, Tortosa se adjudica a Navarra y Tarragona es organizada como un nuevo marquesado vinculado al de Barcelona.
La frontera así acordada permanecerá con escasos cambios hasta el final de la Edad Media.
El Principado en los siglos medievales[]
Si bien formado como un Estado separado de Guiana y asignado en sendas ocasiones a vastagos de la familia real guianesa, los periodos de independencia del Principado no son muy duraderos y a lo largo del periodo medieval Guiana y Gotia permanecen unidas.
Al final de la Edad Media el poder en el territorio se encontraba muy fraccionado en manos de poderes locales y si al final del periodo la Corona incrementa su presencia en el area ello es debido fundamentalmente a una exitosa política matrimonial que le permite al rey adquirir el patrimonio del conde de Carcasona, así como a la extinción de algunos linajes.
Destacaban en el conjunto los dominios patrimoniales del marqués de Barcelona (y otros condados y territorios), los del citado conde de Carcasona y Gerona, y los del conde del Rosellón, junto a estos dominios se situaban otros que se vinculaban a prominentes familias guianesas como las casas de los Condes de Fois (que hacia la época se hacen con los dominios de la Casa de Urgell) o los condes de Albi y Rodes, pero estos acostumbran a ser absentistas, residiendo en la lejana Corte o en sus territorios guianeses y no intervienen en la política local por lo que el poder queda delegado en la nobleza menor que integra los Consejos de gobierno locales y provinciales.
La capitalidad política del principado se situa desde el principio en Arbona donde usualmente se reune el Parlament.
La revuelta Gotiana y el establecimiento de la Lliga[]
Durante los reinados de Sebastian II (1550-1559) y Luis VIII (1559-1572) y muy especialmente bajo las dos regencias de la reina Blanca se difunde el protestantismo y más especialmente la doctrina de Calvino, el conflicto estalla con el intento de reacción católica bajo Sebastian III (1572-1587) quien trata de buscar alianzas concertando el matrimonio de su hija Margarita con un miembro de la familia real burgoñona pero a su muerte el Parlamento dominado por los protestantes fuerza la elección real de Carlos de Habsburgo, nieto de Sebastián I por via materna frente a la reina Margarita apoyada por Castilla.
Carlos VI de Habsburgo (1588-1612) llega al trono en medio de una guerra civil abierta entre católicos y protestantes, Gotia queda enteramente en manos de los partidarios de Margarita, cuando ésta muere en 1594 sin herederos la mayor parte de los condados del principado rehusan la obediencia a Carlos y nombran protector o advocatus al más importante de los cabecillas de la revuelta, el marqués de Barcelona, nace así en 1595 la Confederación Gotiana.
Gracias al apoyo de Burgoña y sobre todo de Castilla los sublevados consiguen resistir los intentos de Carlos VI y luego de Enrique V de reconquistar el Principado, el conflicto se arrastra largos años salpicado por periodos de tregua y se confunde en su fase final con los acontecimientos más generales de la Guerra de los Cuarenta. Finalmente en Trento el rey de Guiana se ve obligado a firmar la paz reconociendo la independencia de la Confederación.
Gobierno y política[]
La estructura política del Estado Gotio se basa en la superposición de sucesivas leyes fundamentales y enmiendas que en conjunto forman la llamada Constitución gotiana. Esta constitución establece una serie de instituciones paralelas que gobiernan el Estado de forma solidaria, lo que se considera un sistema polisinodial en el que no existe un ejecutivo unificado sino una serie de consejos ministeriales específicos (Estado, Defensa, Justicia, Hacienda etc..). El cabeza del estado - que como curiosidad recibe el nombre de Avocat General (Abogado General) y no las denominaciones usuales de Presidente o Director usuales en las jefaturas de las repúblicas - no desempeña más que una función formal y representativa.
El ejecutivo lo forman diversos consejos entre ellos el más importante el Conselh de la Generalitat, presidido por el Conselhièr President.
El legislativo lo forma el Parlament. Este se divide en dos Cámaras la Cambra de Diputats de representación nacional y la Cambra dels Estats de representación territorial.
El judicial por su parte esta presidido por el Grand Justiciar, elegido entre los miembros de la Cort, o Tribunal Supremo, y un número equivalente de electores elegidos por el Parlamento.
Organización territorial[]
Gotia es una Confederación que une en la actualidad a 18 Cantones o comtats, entre los cuales los once que se rebelaron contra el monarca calvinista de Guiana. Estos son: Capcir, Conflent, Rasés, Mende, Carcasona, Beziers, Lodeve, Vallespir, Ausona (u Osona) Y Gerona, entre otros.
Demografía[]
Lengua[]
La lengua propia del territorio es el Gotiano, también conocido cómo Goto o Lengua Got. Se trata de una lengua de la familia occitano romance, la cual tiene dos grandes dialectos; el dialecto hispánico o catalán que contiene influencias árabes y al norte del Rosellón el dialecto galo o septimano, el cual es un tanto más arcaico y ha mantenido formas más puramente latinas.
Ambos dialectos comparten una inteligibilidad casi total, así como con el resto de lenguas occitano romances: Urgelino (en Urgell y Paises ibéricos), Gascón, Guaianes, Lemosín y Auverñés (en Guiana), Provenzal y Delfines (en Borgoña) y Mallorquín (Paises Ibéricos).