Historia Alternativa
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Combatientes

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Comandantes

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Fuerzas

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La Guerra de Esmalcalda fue un conflicto desarrollado en Alemania que enfrentó al ejército de Carlos V, comandado por Fernando Álvarez de Toledo, Duque de Alba, contra el ejército de la Liga de Esmalcalda, formada por la mayor parte de los Estados luteranos del Sacro Imperio Romano Germánico y dirigida por Juan Federico I de Sajonia y Felipe I de Hesse. Sin olvidar el importante apoyo escandinavo a la causa protestante.

Aunque el enfrentamiento fue una guerra de religión, lo cierto es que hubo destacados protestantes en el bando imperial; mientras que el reino católico de Francia terminó interviniendo decisivamente en apoyo de los príncipes luteranos. Los aspectos políticos, económicos y sociales estuvieron muy presentes en la explicación de los sucesivos alineamientos.

Antecedentes[]

Numerosos Estados imperiales habían adoptado el luteranismo, lo que proporcionaba a sus príncipes un decisivo poder contra el predominio, más teórico que real, del emperador, que apoyaba el catolicismo desde sus bases en los Estados de los Habsburgo.

En la Dieta de Worms Carlos V había proscrito a Lutero y prohibido la difusión de sus escritos, lo que suscitó la Protesta de Espira de los príncipes luteranos. La tensión estalló en conflicto abierto con la Confesión de Augsburgo, sobre la que Melanchton realizó su Apología, rechazada por el emperador. Varios príncipes luteranos, liderados por el elector Federico III de Sajonia y el landgrave Felipe I de Hesse, se reunieron en la ciudad de Esmalcalda, donde formaron la Liga de Esmalcalda.

En los años siguientes, el emperador continuó sus esfuerzos por conseguir una solución de compromiso en materia religiosa, pero se ausentó de Alemania, empeñado en las guerras de Italia contra Francia y el Imperio turco. Aprovechando la situación, los protestantes expulsaron de Brunswick-Luneburgo al duque católico Enrique el Joven.

En 1544 Carlos V volvió a Alemania tras firmar el Tratado de Crépy, lo que cerraba uno de los frentes que hasta entonces había mantenido abierto. Simultáneamente, había iniciado el Concilio de Trento impulsado por el Papa y el Emperador, pero que los príncipes protestantes no aceptaban.

Campañas de la Guerra[]

Campaña del Danubio[]

Las hostilidades se iniciaron en Suabia, cuando los ejércitos de varias ciudades imperiales libres luteranas ocuparon la ciudad católica de Füssen, posesión de los príncipes-obispos de Augsburgo, y el paso de Ehrenberg. Los ejércitos imperiales se vieron forzados a retirarse a la fortaleza de Ingolstadt, en el ducado de Baviera, donde pudieron resistir.

Los planes luteranos de invadir el condado de Tirol, lo que hubiera impedido la llegada de refuerzos católicos desde Italia, no recibieron la aprobación de la Liga. La presencia de príncipes católicos y pro-imperiales en los dos grandes territorios meridionales permitió a Carlos reunir sin obstáculos un ejército suficiente para contrarrestar la situación, que incluía tropas pontificias al mando de Octavio Farnesio.

Al inicio de la guerra, los efectivos de la Liga de Esmalcalda se han estimado en 50 000 soldados y 110 piezas de artillería, frente a unos efectivos imperiales menores en cantidad pero de mayor efectividad, unos 20 000 soldados, la mayor parte (8000) mercenarios alemanes y el resto españoles, italianos y de otros lugares, además de 32 piezas de artillería.

Intervención dano-francesa[]

Los líderes de la Liga, indecisos con la idea de entrar en batalla recibieron una emisiva del rey Cristóbal II, quien aseguraba las llegadas danesas a Sajonia para Octubre de 1546. Rápidamente, el elector Juan Federico I reconquistó la Sajonia ernestina y posteriormente, invadió la Sajonia albertina, obligando al duque Mauricio de Sajonia a retirarse a Austria junto con Fernando I, hermano del Emperador Carlos V.

En Otoño, el frente se empezó a detener, y en invierno, estaba totalmente estancado. Durante ese tiempo, la Liga de Esmalcalda junto con Cristóbal II y Jørgen Kock (rey de Dinamarca y alcalde de Malmö respectivamente) aprovecharon para debatir la estrategia con la que derrotar al emperador Carlos. Durante el invierno de 1546, los príncipes protestantes llamaron a Francia en busca de su apoyo, y ésta, viendo las amplias posibilidades de victoria sobre el Imperio Español, decidió entrar de manera activa en la guerra, mandando un contingente de 30.000 franceses a Sajonia, y otro de 50.000 hacia la frontera con los Pirineos.

Batalla de Mühlberg[]

Las tropas de los Habsburgo estaban compuestas por  por 8.000 veteranos de los tercios españoles: el Tercio de Hungría, con 2.800 infantes a las órdenes del maestro de campo Álvaro de Sande; el Tercio de Lombardía, con 3.000 hombres al mando de Rodrigo de Arce, y el Tercio de Nápoles, con poco más de dos mil soldados, dirigido por Alonso Vivas a las órdenes del duque de Alba, Fernando Álvarez de Toledo, 16.000 lansquenetes alemanes, 10.000 italianos comandados por Octavio Farnesio y otros 5.000 belgas y flamencos capitaneados por el conde de Buren, Maximiliano de Egmont. En total, 44.000 soldados de infantería a los que hay que añadir otros 7.000 de caballería y 12 piezas de artillería.

François de Bonne

François de Bonne, duque de Lesdiguières.

Por el lado de la liga, se encontraban unas fuerzas semejantes a las imperiales, formadas por unos 35.000 lansquenetes alemanes y 6.000 caballeros comandados por Juan Federico I de Sajonia y Felipe I de Hesse; poco más de 6.000 daneses al mando de Cristóbal II y 8.000 suecos liderados por Jørgen Kock, sin olvidar la importante participación de 18.000 soldados franceses comandados por el mariscal general de los campos y ejércitos del rey François de Bonne, duque de Lesdiguières. Formando una abrumadora fuerza de 64.000 soldados de infantería, 9.000 caballeros y 31 piezas de artillería.

El desarrollo de la batalla se dió así. Las tropas de la Liga estaban acampadas a orillas del río Elba, en las proximidades de la actual localidad de Mühlberg an der Elbe. Habían destruido los puentes que comunicaban con la otra orilla y se consideraban protegidas por el caudaloso río, cuya barrera les parecía infranqueable. Mas no era así; el ejército imperial averiguó el emplazamiento del enemigo y antes de la madrugada del 24 de abril de 1547, aprovechando la nocturnidad, se abalanzaron por sorpresa sobre el desprevenido ejército protestante que en duda entre retirarse y combatir. A pesar de que los príncipes alemanes comenzaron retirándose, los franceses y escandinavos tomaron la otra decisión, sufriendo cuantiosas bajas en el contacto inicial entre imperiales y protestantes. Al principio, la batalla se declinaba del lado alemán, aunque la línea de los defensores resistía, esta situación no duraría por mucho tiempo, de no ser porque Juan Federico, sintiéndose humillado por su retirada, decidió retomar la batalla junto al landgrave Felipe I de Hesse.

Este retorno pilló por sorpresa al ejército imperial, que, bajo de moral y aplastado en números decidió retirarse hacia el condado de Tirol. La guerra determina el resultado de la guerra, aun así los católicos no se rinden.

Sitio de Linz y Batalla de Lodi[]

El ejército germano-danés, tras la victoria en Mühlberg sigue avanzando hacia el territorio austriaco con el objetivo de presionar al Emperador Carlos, mientras que los franceses persiguen a las fuerzas imperiales en retirada hacia los Alpes. Los planes salen según lo previsto y la retirada de los soldados de Carlos continúa hacia el Ducado de Milán, controlado por el príncipe de España Felipe desde 1540.

Allí, el ejército francés planta cara a los españoles en la batalla de Lodi, durante ésta, los franceses a pesar de su desventaja numérica luchan con fiereza hasta el punto de que los soldados imperiales, desmoralizados y cansados por la ardua huída desde Suiza se retiraron, incluso los milaneses que participaron en favor del enemigo francés decidieron abandonar la batalla y replegarse a la capital del ducado (los españoles por su parte huyeron a Nápoles y los Austriacos hacia Estiria).

En Linz, se realizó un asedio que duró un total de 166 días (desde el 13 de Mayo hasta el 26 de Octubre de 1547), durante el mismo no tuvieron percances mayores, sólo algún que otro grupo de soldados mercenarios venidos de algunos países alemanes todavía católicos a favor del Emperador, aún así, nada preocupante.

Batalla de Kapfenberg[]

El último conflicto de importancia de la guerra que se dió el 4 de Marzo de 1548. Tras la derrota de Carlos V en Milán, se retiró hacia Graz, en el Ducado de Estiria y allí recompuso las tropas imperiales mientras observaba como Linz y Milán caían bajo el poder del bando rival. Sin poder unir a los ejércitos de España y Austria, sólo le quedaba esperar a poder resistir en las fortalezas austriacas y defender su territorio, cosa que no ocurrió cuando Jørgen Kock y Cristóbal II descubrieron al ejército de Austria de camino a Viena, y aprovecharon para tenderles una emboscada en Kapfenberg, atacando los electores protestantes alemanes desde el norte y los sueco-daneses por el sur, haciendo una pinza que fue suficiente para vencer al enemigo a pesar de su superioridad numérica. En la batalla, el Emperador Carlos V fue capturado como rehén y se le obligó a rendirse en la Capitulación de Linz.

Campaña de Iberia[]

Planteamiento Inicial[]

Campaña de Iberia - Planteamiento

Planteamiento inicial del movimiento francés (en azul) sobre la Península Ibérica. Los objetivos de ataque por parte de Francia eran Cataluña y Navarra. Los españoles (en rojo) defendieron la zona pirenaica por el centro, en Aragón, esperando el principal movimiento francés allí. A pesar de esto, plantan cara a los franceses en Cataluña y en Euskal Herria.

Primera Fase[]

Campaña de Iberia - Fase 1

El movimiento francés da resultado y los españoles se retiran a varios kilómetros de Barcelona para hacer frente a los franceses. Incluso los franceses, aprovechando el avance en la zona deciden moverse hacia Tarragona con un contingente considerable. En el País Vasco, los franceses logran vencer a las tropas españolas, pero las que se situaban en los pirineos aragoneses dan la vuelta para avanzar por el flanco aliado. Mientras tanto, se dan pequeños enfrentamientos al oeste del frente vasco.

Segunda Fase[]

Campaña de Iberia - Fase 2

En cataluña el frente se estabiliza, y algunos nacionalistas de la región se muestran favorables a los franceses, aunque tras la Capitulación de Linz y la retirada de tropas francesas del territorio, el nacionalismo catalán pierde fuerza. Al contrario, en Euskadi los franceses se ven obligados a retroceder tras el enfrentamiento a dos frentes con los españoles, aún así, las bajas del bando enemigo son cuantiosas y su moral baja tras conocer las derrotas de su rey emperador en Alemania.

Fin de la Campaña de Iberia[]

Campaña de Iberia - Fase 3

Tras la captura del Emperador Carlos V durante la Batalla de Kapfenberg, los españoles detienen cualquier orden de ataque y los franceses paran su avance tras ocupar parte de Navarra y casi todos los territorios catalanes.

Capitulación de Linz[]

Tras haber sido capturado por las fuerzas de Esmalcalda en Kapfenberg, los príncipes alemanes, favorables a la reforma protestante negociaron con el Emperador Carlos V en la ciudad de Linz (donde estaba preso) para buscar la paz a la guerra. Dedicaron todo el mes de Abril al diálogo, hasta que se redactó una serie de compromisos que ambos bandos debían de firmar:

  • El Emperador reconocería la fe del Protestantismo Luterano y otorgaría libertad a los pueblos alemanes para escoger qué camino de fe seguir.
  • La Sajonia Albertina y la Ernestina se unirían bajo el gobierno de Juan Federico I de Sajonia.
  • El Landgraviato de Hesse obtiene Ziegenhain.
  • La Unión de Kalmar se anexa el ducado de Schleswig-Holstein y Dithmarschen.
  • Felipe, heredero del Rey de España Carlos I abandonará el milanesado en favor del rey Enrique II de Francia.

Las condiciones fueron aceptadas tanto por el bando de Esmalcalda como por el Imperial, y el 1 de Mayo se firmó definitivamente.