La Guerra de Sucesión Irlandesa, a veces referida como las guerras de sucesión o Guerras de Sangre, fueron una serie de conflictos por el trono irlandés que envolvieron a su vez a los príncipes de Irlanda, más que nada de Ulster, a los duques de Antrim y a las coronas de Inglaterra, Escocia y Gales.
Dos Ó Néill y un Ard Rí[]
Se llama así (Dos O'Neill y un Alto Rey) al primer período, que abarca desde 1559 (la muerte de Conn Bacach O'Neill) hasta 1593 (cuando Turlough Luineach abdicó en favor de Aodh Mór).
La disputa inició como una riña sucesoria entre Maitias Ó Néill, hijo mayor aunque ilegítimo de Conn Bacach, y su hermano menor legítimo, que la mayoría de los principes apoyaban como heredero electo del trono: Seán Donnghaileach Ó Néill, quien prevaleció.
Turlough Luineach, que apoyaba a Seán, dio caza a Maitias y a su hijo Brian, llevando a ambos a la muerte (respectivamente en 1561 y 1562). Su familia vivió en el exilio desde entonces en Londres, donde se educó a su líder: Aodh Mór.
Sólo Inglaterra apoyó a la rama de Maitias, y muy débilmente, mientras que Escocia y los cuatro principados de Irlanda apoyaron a Seán. Colonos escoto-irlandeses de Antrim, guiados por el clan MacDonnell, poseedor a la vez de islas en Escocia y tierras en Ulster, ganaron puestos en la nobleza de ambos países apoyándolos.
Rebelión de Calvagh[]
No por tener a los O'Neill de Dungannon del otro lado del mar irlandés el reino estaba seguro. La presión de una ley sucesoria frágil y la dependencia de Escocia, la constante amenaza inglesa y el aumento de poder de los colonos escotos en Ulster provocó la "rebelión" de Calvagh O'Donnell, príncipe de dicha provincia, quien solicitó el cese del ascenso de los MacDonnell al poder y una mayor autonomía del reino con respecto de Escocia. Calvagh había destronado a su padre, justamente con apoyo de mercenarios escoceses y de su hermano Sir Hugh. María I de Escocia y Sorley Boy MacDonnell, duque de Antrim, acordaron en que debían destronar a Calvagh para preservar su hegemonía en el territorio. Ofreciendo el trono del principado a Hugh y tachando a Calvagh de rebelde y pro-Maitias ante el Rey, se consiguió derrotarlo en Donegal.
Hegemonía de Essex[]
Sabiendo que su dominio peligraría en Irlanda mientras Turlough Luineach siguiera siendo el heredero electo de Seán, los escoceses buscaron otros príncipes que les fueran favorables, llegando a considerar a Sir Hugh o incluso a los propios miembros del Clan MacDonnell para ocupar el trono.
Turlough representaba un peligro no solo por ser un fuerte nacionalsita católico gaélico, sino además por su posición de preferencia por Inglaterra (en sus palabras, Londres es a las Islas Británicas lo que Roma a Europa).
Consiguió el apoyo de la corona inglesa y de los príncipes para presionar al rey Seán. Finalmente el Ard Rí declaró la guerra a Escocia y disminuyó el poder de los MacDonnell y sus clanes aliados. Isabel I de Inglaterra envió a Walter Devereux, I Earl de Essex y a Morys Wynn, príncipe de Aberffraw para combatir al lado de su nuevo aliado gaélico. La victoria aliada se consiguió en los sitios de Lisburn y Belfast.
Para 1574, Turlough era Alto Rey, teniendo como vasallos a todos los príncipes y obispos de la isla, incluyendo a los escotos en el norte. Inglaterra controlaba Escocia con amenazas y espías. El Earl de Essex fue gobernador de la isla por muchos años.
Fin de la alianza Anglo-gaélica[]
Pese a ser fiel a su aliada londinense, Turlough permitió gran independencia a sus nobles fieles, a sus campesinos y a sus obispos católicos. Buscó alianzas en la Europa católica (religión que el profesaba, y no permitía que ninguna otra se tolerara en la isla), con Francia y España, y con los Estados Pontificios, Venecia y el Sacro Imperio Romano. Acaparó el comercio asiático y buscó un trato pacífico con Escocia.
Los ingleses supusieron caótica la conducta del monarca, y enviaron a Essex a acosarlo y a cobrarle altos impuestos (pese a la oposición de Wynn, cuya familia era una antigua aliada de los O'Neill). Y nuevamente MacDonnell, escoceses e irlandeses se aliaron contra Inglaterra. El estatu quo se mantuvo y las rebeliones incitadas por el monarca continuaban acosando a ambos países, enriqueciendo a la corte de Dublín.
Finalmente Turlough abdicó y le entregó el trono a Aodh, hermano de Brian. Hugo I de Irlanda, Hugo el Grande, traería muchos problemas en adelante a la corona inglesa.
Invasión inglesa[]
Aodh se alió con Aodh Rua II Ó Domhnaill, hijo de Sir Hugh, príncipe de Ulster, conde de Donegal y Earl de Tyrconnell. Con ayuda de el Rojo y de los demás príncipes irlandeses, e inclusive apoyo español, avasalló a Randal MacDonnell, Earl de Antrim, luego tomó juramento de Gerald FitzGerald, Donogh O'Brien y Domhnall Ó Madadhan.
Hizo frente a Niall Garve O'Donnell, derrotándole en 1601en la Batalla de Desmond. En 1602 venció a Charles Blount, VIII barón de Mountjoy en Kinsale y a Robert Devereux, II Earl de Essex al año siguiente en Armagh. Isabel I firmó la paz, y al poco tiempo murió.
La guerra sucesoria sin embargo continuaba. Las dinastías de los principados estaban asentadas, siendo Rory O'Donnell y Donald O'Madadhan sus principales consjeros, y Randal MacDonnell su principal diplomático. Anrái MacSeán Ó Néill, hijo de Seán O'Neill reclamaba el trono para sí. Consiguió apoderarse de él luego de la muerte de Hugo el Grande, gobernando desde 1616 hasta 1622. Entonces dividió su trono entre Seán, hijo de Hugo el Grande, y su propio hijo Phelim Ó Néill de Kinard.