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Guerra de Supremacía | |||||
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Tropas alemanas desfilando por París tras la caída de la ciudad (1940) | |||||
Fecha | 31 de agosto de 1939 - 5 de mayo de 1941 | ||||
Lugar | Europa y el Norte de África | ||||
Causas |
- Cuestionamiento del "orden de Versalles" - Temor franco-británico a un resurgir alemán. - Rechazo de Polonia a las propuestas de paz de Alemania. - Ataque polaco a Alemania. | ||||
Resultado | Victoria del Eje | ||||
Consecuencias |
- Fin del "orden de Versalles" - Hegemonía alemana sobre Europa continental. - Hegemonía italiana en el Mediterráneo. - Debilitamiento del orden colonial franco-británico. - Aislacionismo estadounidense respecto de Europa. | ||||
Beligerantes | |||||
Comandantes | |||||
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Unidades militares | |||||
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Cronología | |||||
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La Guerra de Supremacía (Krieg der Vorherrschaft en alemán), también conocida como Guerra Germano-Aliada (Deutsch-alliierter Krieg) o Gran Guerra Europea (Großer Europäischer Krieg), fue un conflicto bélico que tuvo lugar en Europa, el Atlántico, el Mediterráneo, África del Norte y Oriente Próximo entre 1939 y 1941 que involucró a las grandes potencias del continente y sus aliados agrupados entorno a dos grandes alianzas: los "Aliados" por un lado y las "potencias del Eje" por otro.
El comienzo del conflicto se suele situar en el 31 de agosto de 1939, con el ataque polaco a Alemania en Gleiwitz, cuando Polonia rechazó las peticiones alemanes de una carretera extraterritorial en el Corredor Polaco y la reincorporación de Danzig al Reich, lo que llevó al contrataaque alemán el 1 de septiembre, ocupando en pocas semanas la mitad occidental de Polonia; la mitad oriental, junto con Estonia, Letonia y Lituania fue ocupada por la Unión Soviética, mientras que Finlandia logró mantener su independencia de los soviéticos (guerra de Invierno). El Reino Unido y Francia le declararon la guerra a Alemania, que esperaban como una repetición de la guerra de trincheras de la Gran Guerra para la que habían tomado toda clase de precauciones (línea Maginot) que demostraron ser del todo inútiles. Las maniobras espectaculares de la Blitzkrieg ("guerra relámpago") proporcionaron en pocos meses a Alemania el control de Noruega, Dinamarca, Países Bajos, Bélgica y la propia Francia, que fue la primera gran potencia aliada en capitular. La mayor parte del continente europeo quedó ocupado por el ejército alemán o por sus aliados, entre los que destacaba Italia.
En julio de 1940, tras el ataque británico a su flota en Mazalquivir (Mers el-Kebir), la Francia de Vichy, que tras la capitulación permaneció neutral, se unió a la guerra en favor de Alemania, y en noviembre del mismo año, ante las amenazas británicas, se le uniría España, que conquistaría el Peñón de Gibraltar a la vez que cerraría el Mediterráneo occidental a la Royal Navy. Ante esta situación, los británicos intentaron desestabilizar al Eje mediante la organización de un golpe de Estado en Yugoslavia lo que, sumado a la entrada en la guerra de Grecia de parte de los aliados (tras la fracasada invasión italiana), llevó a la extensión de la guerra a los Balcanes con la ocupación de ambos países por las fuerzas del Eje. La situación para Reino Unido empeoró cuando Turquía, que llevaba manteniendo conversaciones amistosas con Alemania y temerosa de una posible agresión británica (dado que en abril de 1941 las fuerzas británicas atacaron y ocuparon la neutral Irak ante la supuesta amenaza de un golpe de Estado pro-alemán), entró en la guerra del lado del Eje y conquistó Chipre.
Esta situación, unido a los reveses que sufrían los británicos en la campaña del Norte de África (a donde Alemania había enviado el Afrika Korps a las órdenes de Erwin Rommel para apoyar a sus aliados italianos), que amenazaban con la pérdida del Canal de Suez, llevó finalmente a Gran Bretaña y sus aliados a la mesa de negociaciones con las potencias del Eje, firmándose el Tratado de Lisboa el 5 de mayo de 1941, poniendo fin a la guerra.
La Guerra de Supremacía alteró las relaciones políticas y la estructura social de Europa y el mundo. Alemania puso fin definitivo al llamado "orden de Versalles", el orden geopolítico que impusieron en Europa los vencedores de la Gran Guerra desde 1918 y estableció el llamado "Nuevo Orden Europeo", convirtiéndose en la potencia hegemónica de Europa. Al mismo tiempo, la influencia francobritánica entró en decadencia, materializada en el inicio de protestas y levantamientos anticoloniales en sus respectivos imperios en Asia y África. La Guerra de Supremacía considera una de las Tres Grandes Guerras, término utilizado por los historiadores para describir las tres guerras libradas en la década de 1940 que dieron forma al mundo tal como es ahora, siendo las otras dos la Guerra Germano-Soviética y la Guerra del Pacífico.
Antecedentes[]
El final de la Gran Guerra y el Tratado de Versalles[]
Las causas bélicas del estallido de la Guerra de Supremacía hay que retrotraerlas al fin de la Gran Guerra (1914-1918) y los consecuentes tratados de paz llevados a cabo por las naciones de la Entente contra las Potencias Centrales, destacando el Tratado de Versalles de 1919 contra Alemania, que establecía la compensación que esta debía pagar a los vencedores. El Tratado de Versalles tenía como objetivo desmantelar completamente el Ejército Alemán, convertir a un Estado industrial como era Alemania en uno agrario y reducir la población total de 65 millones a 45 millones, para lo cual se procedería a matar de hambre al pueblo alemán. En este tratado, Alemania fue forzada a retirarse de todos los territorios que sus ejércitos habían conquistado, mientras que los vencedores ocuparían toda la orilla occidental del Rin. También se obligó a Alemania a entregar a la Entente todas sus piezas de artillería, aviones, toda su flota de preguerra, 5.000 locomotoras, 150.000 vagones de ferrocarril, 584.000 máquinas agrícolas, etc. Pero incluso estas asombrosas demandas no fueron suficientes: el llamado Plan Dawes, que pretendía someter al pueblo alemán por hambre, se llevó a cabo sacando del país un total de 197.000 vacas, 265.000 ovejas, 275.000 gallinas y 39.000 colmenas. A esto además ha de sumarse las pérdidas territoriales: el Reino Unido obtuvo la mayor parte de las colonias alemanas en África y Oceanía (aunque algunas fueron a parar a manos de Japón y Australia). Francia, en cuyo suelo se libraron la mayor parte de los combates del frente occidental, recibió como pago una gran indemnización económica y la recuperación de Alsacia y Lorena, que habían sido anexionadas a Alemania por Otto von Bismarck tras la Guerra Franco-prusiana en 1870.
A diferencia de lo que esperaba el presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson, las negociaciones se convirtieron en una paz draconiana forzada por los vencedores. A pesar del Programa de 14 puntos del presidente estadounidense que clamaba por una paz justa sin ganancias ni pérdidas territoriales, sin reparaciones abusivas y sin alianzas hostiles a otras naciones, David Lloyd George de Reino Unido y Clemenceau de Francia tenían otros planes. Cuando se publicó el Tratado de Versalles, el resultado era algo totalmente diferente a lo que se había prometido a los vencidos de antemano. Alemania fue despojada del 12% de su suelo, que eran el hogar del 10% de la población total del país, y también se encontraban entre las mejores áreas agrícolas llenas de recursos naturales de importancia crítica. También se tomó el 90% de su flota comercial, una cuarta parte de sus barcos de pesca, todos los cables de ultramar y todo lo que alguna vez había sido propiedad alemana en el extranjero, tanto privada como estatal. Y como ya se mencionó, Alemania se vio obligada a ceder todo su equipo militar. El reclutamiento general tuvo que ser abolido. La misma producción de armas y equipo militar estaba prohibida. Y finalmente, Alemania fue cargada con la llamada "suma de reparaciones de guerra" (con un valor abierto) para finalmente desangrar a la nación alemana en caso de que pudiera recuperarse de todos los demás golpes decisivos. Un ejemplo de lo que representó el Tratado de Versalles para Alemania fue el artículo 231, en el cual se obligaba a Alemania a ser considerada como la única culpable de causar la guerra. De esta forma, las Potencias de la Entente pretendían presentarse como víctimas de la agresión, a pesar de que su política militarista y revanchista (especialmente en el caso de Francia) fue una de las principales razones del estallido de la Gran Guerra.
Austria, que también experimentó su propia agonía con el Tratado de Saint-Germain-en-Laye (que desmembró el Imperio Austrohúngaro) y siendo una nación de habla alemana con una población que expresó su deseo de unirse a Alemania, fue apartada de sus compatriotas alemanes como un Estado artificial, mientras que un gran número de polacos, húngaros, croatas y eslovacos también quedaron varados en los lados equivocados de las nuevas fronteras.
Ante todo esto, el Tratado de Versalles tuvo amplio rechazo popular en Alemania: Bajo su cobertura legal se había desmembrado el país, la economía alemana se veía sometida a pagos y servidumbres a los Aliados considerados abusivos, y el Estado carecía de fuerzas de defensa frente a amenazas externas, sobre todo por parte de la URSS, que ya se había mostrado dispuesta a expandir su ideario político por la fuerza. Esta situación percibida de indefensión y represalias abusivas, combinada con el hecho de que nunca se llegó a combatir en territorio alemán, hizo surgir la teoría de la Dolchstoßlegende (puñalada por la espalda), la idea de que en realidad la guerra se podía haber ganado si grupos extranjeros no hubieran conspirado contra el país, lo que hacía aún más injusto el ser tratados como perdedores. Surgió así un gran rencor a nivel social contra los Aliados, sus tratados, y cualquier idea que pudiera surgir de ellos.
Inestabilidad interna social, económica y política en Alemania[]
Tras la fallida Revolución de Noviembre y el armisticio, se produce la abdicación del Kaiser Guillermo II y, por lo tanto, el Imperio Alemán fue abolido y en su lugar se estableció la llamada República de Weimar, dado que fue en dicha ciudad donde se reunió la Asamblea Nacional constituyente y se proclamó la nueva constitución, que fue aprobada el 31 de julio y entró en vigor el 11 de agosto de 1919 y dado que Alemania, a pesar de la abdicación imperial, siguió conservando su nombre de Deutsches Reich («Imperio Alemán»). Este periodo, que fue catalogado por los defensores de la misma como "la primera democracia alemana", se caracterizó por la gran inestabilidad política y social, en el que se produjeron intentos revolucionarios por parte de las izquierdas (como la Revuelta de la Liga Espartaquista, que llegó a proclamar una "República Soviética" en Baviera), alzamientos militares y derechistas (como el Kapp-Putsch de 1920, que fue de los primeros intentos de oponerse al Tratado de Versalles) y fuertes crisis económicas.
La desmovilización forzosa del Ejército Imperial Alemán hasta la fuerza máxima de 100.000 hombres permitida por el tratado (un tamaño casi testimonial respecto al anterior) dejó en la calle a una cantidad enorme de militares de carrera que se vieron obligados a encontrar un nuevo medio de subsistencia en un país vencido, con una economía en pleno declive, y tensión social. Todo eso favoreció la creación y organización de los Freikorps, así como otros grupos paramilitares. La lucha de los Freikorps y sus aliados contra los movimientos revolucionarios y comunistas alemanes, como la Liga Espartaquista, hizo que tanto ellos como los segmentos de población que les apoyaban se fueran inclinando cada vez más hacia un ideario autoritario y revanchista.
Ascenso del nacionalsocialismo y cuestionamiento del Orden de Versalles[]
Transcurso de la guerra[]
Inicio de la guerra (agosto de 1939-mayo de 1940)[]
El 31 de agosto de 1939, Polonia inició la guerra (sin previa declaración) con un ataque de sus fuerzas militares en la localidad de Gleiwitz (Alta Silesia), que fue respondido por el contraataque alemán el 1 de septiembre siguiendo el llamado "Caso Blanco" (Fall Weiss, el plan estratégico diseñado por el OKW en caso de guerra con Polonia). La llanura polaca ofrecía una ventaja para el desplazamiento de los blindados alemanes, aunque los bosques y las carreteras mal construidas eran problemas que hacían más arduo el avance. Alemania avanzó usando la blitzkrieg ("guerra relámpago"). El Reino Unido y Francia, que no reconocieron el previo ataque polaco, le dieron dos días a Alemania para retirarse de Polonia. Una vez que pasó la fecha límite, el 3 de septiembre, el Reino Unido, Australia, y Nueva Zelanda le declararon la guerra a Alemania, seguidos rápidamente por Francia, Sudáfrica y Canadá.
Los franceses se movilizaron lentamente y después solo hicieron una ofensiva de «demostración» en el Sarre, que pronto abandonaron, mientras que los británicos no pudieron hacer ninguna acción directa en apoyo de los polacos en el tiempo disponible (véase Traición occidental). Mientras, el 8 de septiembre, los alemanes alcanzaban Varsovia, tras haber penetrado a través de las defensas polacas, y comenzaron el asedio de Varsovia (8-28 septiembre). Durante este tiempo (9-22 de septiembre), hubo un contraataque polaco y la mayor batalla de la campaña conocido como batalla de Bzura.
El 17 de septiembre, la Unión Soviética, aprovechando la situación y ante la gran presencia de ucranianos y bielorrusos en la parte oriental de Polonia, invadió el país desde el este, convirtiendo las defensas polacas en un caos mediante la apertura de un segundo frente. La defensa polaca no aguantaría la lucha en dos frentes a la vez. Un día más tarde, tanto el presidente polaco como el comandante en jefe huyeron a Rumanía. El 1 de octubre, después de un mes de asedio de Varsovia, las fuerzas alemanas entraron en la ciudad. Las últimas unidades polacas se rindieron el 6 de octubre. Polonia, sin embargo, no se rindió oficialmente a los alemanes hasta 1941, con el Tratado de Lisboa. Algunas tropas polacas se fueron a países vecinos y continuaron luchando con los aliados hasta 1941.
Tras la conquista de Polonia, Alemania se tomó una pausa para reagruparse durante el invierno de 1939-1940, mientras británicos y franceses se mantenían a la defensiva. Los periodistas llamaron a este período la Sitzkrieg («guerra sentada») o Drôle de guerre («guerra de broma»), debido a que casi no existieron combates. Durante este período, se produce en paralelo la llamada Guerra de Invierno, cuando la Unión Soviética atacó Finlandia el 30 de noviembre. A pesar de superar a las tropas finesas en número de 4 a 1, el Ejército Rojo encontró que su ataque se volvía muy difícil, lo cual resultó muy embarazoso y la fuerte defensa finlandesa evitó una invasión completa. Finalmente, los soviéticos acabaron por imponerse y el tratado de paz vio cómo Finlandia cedía áreas estratégicamente importantes en la frontera cerca de Leningrado, así como en la Carelia.
Para contrarrestar la amenaza de una inminente invasión Aliada de Noruega (y desde allí amenazar a Suecia para que dejase de comerciar con los alemanes), Alemania ocupó Dinamarca y Noruega el 9 de abril de 1940, en la Operación Weserübung. Tropas del Reino Unido, cuya propia invasión estaba preparada, desembarcaron en el norte de Noruega. A últimos de junio, los Aliados habían sido derrotados y se retiraban, Alemania controlaba la mayor parte de Noruega, y las Fuerzas Armadas de Noruega se habían rendido, mientras que la Familia real noruega escapaba a Londres.
Frente occidental (mayo-septiembre de 1940)[]
Los alemanes acabaron la «guerra de broma» el 10 de mayo de 1940, cuando invadieron Luxemburgo, Bélgica, los Países Bajos y Francia. Los Países Bajos fueron arrollados rápidamente y la ciudad neerlandesa de Róterdam fue destruida en un bombardeo aéreo. La Fuerza Expedicionaria Británica (BEF) y el Ejército Francés, avanzaron hacia el norte de Bélgica y planeaban hacer una guerra móvil en el norte, mientras mantenían un frente continuo y estático a lo largo de la línea Maginot más al sur. Los planes Aliados fueron desbaratados inmediatamente por el más clásico e importante ejemplo en la historia de la Blitzkrieg.
En la primera fase de la invasión, Fall Gelb, el Panzergruppe von Kleist de la Wehrmacht, se precipitó a través de las Ardenas, una región con espesos bosques que los Aliados habían pensado que sería impenetrable para un ejército mecanizado moderno. Los alemanes rompieron la línea francesa en Sedán, sostenida por reservistas más que por tropas de primera línea, para luego girar hacia el oeste a través del norte de Francia hacia el Canal de la Mancha, dividiendo en dos a los Aliados. La BEF y las fuerzas Francesas, rodeadas en el norte, finalmente fueron derrotadas por las fuerzas alemanas, eliminando o capturando a un total de 338.000 hombres entre británicos, franceses y belgas, siendo una de las victorias más decisivas de Alemania, dado que influría en el ánimo de franceses e ingleses de continuar con la guerra.
El 10 de junio, Italia se unió a la guerra, atacando a Francia por el sur. Las fuerzas alemanas continuaron entonces la conquista de Francia con el llamado "Plan Rojo" o Fall Rot. Francia firmó un armisticio con Alemania el 22 de junio de 1940, que condujo a la ocupación directa alemana de París y de dos tercios de Francia, y al establecimiento de un nuevo gobierno francés con sede en la ciudad de Vichy., por lo que se pasó a ser conocida como la Francia de Vichy.