Historia Alternativa
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La Huelga de Trabajadores de 1974 fue parte de una serie de movilizaciones sociales y obreras que se desarrollaron en Chile durante los primeros meses de ese año, producto de los severos efectos de la reciente crisis internacional del petróleo que alcanzaron al país, esto sumado a un debilitamiento progresivo que comenzó a sufrir el modelo keynesiano imperante en la economía nacional hasta ese entonces.

Antecedentes[]

La crisis del petróleo se inició el 23 de agosto de 1973, cuando la Organización de Países Árabes Exportadores de Petróleo (parte de la OPEP) acordó utilizar el petróleo como moneda de cambio en caso de un posible conflicto militar en Medio Oriente. El 6 de octubre se inició la Guerra del Yom Kippur, en la que Estados Unidos y sus aliados apoyaron a Israel. Esto provocó que los países árabes decidieran realizar un embargo al crudo exportado a dichos países, junto con el alza de precios.

A fines de octubre de 1973 comenzaron a sentirse en Chile los efectos del embargo petrolero. El precio de la gasolina se incrementó un 21% en sólo un mes, generando especulación y a la vez racionamiento de este suministro en varias provincias del país con tal de garantizar la existencia de reservas.

Desarrollo[]

Protesta alzas 31 enero 1974

Afiche llamando a protesta el 31 de enero de 1974.

La huelga se inició oficialmente el 29 de enero de 1974. El llamado fue hecho por la Central Única de Trabajadores, a la que se sumaron diversos movimientos sindicales.

Una de las primeras empresas en sumarse al llamado a huelga fue la Empresa de Ferrocarriles del Estado, que iba a sufrir una serie de recortes de personal y financiamiento producto de la reducción de algunos servicios debido al encarecimiento del combustible necesario para hacer funcionar la mayoría de los trenes. La Línea Aérea Nacional (LAN) redujo al mínimo sus servicios, realizando sólo un vuelo diario a cada capital provincial y a sus principales destinos en el extranjero. Correos de Chile suspendió el servicio de reparto de correspondencia a domicilio y limitó sus servicios de entrega interurbana.

La Industria Azucarera Nacional (IANSA) y la Compañía Refinera de Azúcar de Viña del Mar (CRAV) también paralizaron sus acciones debido al alto costo de mantención de su maquinaria. Sin embargo, la Empresa Nacional del Petróleo no se adhirió propiamente tal a la huelga dado que, mediante votación mayoritaria de sus trabajadores, el sindicato determinó que el mantener la producción del poco combustible sería vital para mantener al país en marcha, aunque fuese con servicios mínimos, y así evitar un caos mayor que desestabilizara por completo a la sociedad. Sin embargo, de todas formas adhirieron a las movilizaciones y enviaron contingentes a las marchas para solicitar que se respetasen los sueldos y condiciones laborales ya existentes.

El 30 de enero se sumó a la huelga la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones, la cual en particular exigía un aumento de sueldos y la libertad de sindicalización de sus trabajadores. La empresa, en la que la familia Alessandri poseía un gran número de acciones, era vital para suministrar de papel a los periódicos, por lo que, para garantizar la circulación de éstos, y a la vez la pluralidad y diversidad de la información, se logró llegar a un acuerdo el 6 de febrero, con lo que la CMPC retomó sus funciones y los diarios no vieron amenazada su producción.

El 31 de enero se realizó una masiva protesta en la Plaza Bulnes, convocada por la Unidad Popular y a la que asistieron principalmente mujeres, con tal de hacer un llamado al gobierno para controlar las sucesivas alzas en los precios de productos básicos. Si bien la marcha se desarrolló en normalidad, al final de ésta ocurrieron incidentes que fueron controlados por Carabineros y dejaron un saldo de 50 manifestantes detenidos.

El 3 de febrero el Servicio Nacional de Obras Sanitarias (SENDOS) se sumó a la huelga, reduciendo las horas de funcionamiento del servicio de agua potable en numerosas localidades del país.

Racionamiento 1974

Racionamiento de combustibles.

Luego que la ENAP acordara sumarse a las movilizaciones, sin alcanzar totalmente la huelga, el 4 de febrero el Gobierno acordó un plan de contingencia ante la posible escasez de combustibles, determinando el racionamiento de éste en las estaciones de servicio, todo ello con vigilancia permanente del Ejército para evitar desórdenes.

Las protestas continuaron durante la semana, organizadas principalmente por los sindicatos de trabajadores y con apoyo de la mayoría de la Unidad Popular, los cuales a su vez usaban sus medios de comunicación para dar amplia cabida a las peticiones y los llamados a movilizaciones.

Empresas y sindicatos que se sumaron a la huelga[]

  • 29 de enero: Central Única de Trabajadores (CUT), Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE), Línea Aérea Nacional (LAN), Industria Azucarera Nacional (IANSA), Compañía Refinera de Azúcar de Viña del Mar (CRAV), CODELCO, Correos y Telégrafos de Chile.
  • 30 de enero: Empresa Nacional del Petróleo (ENAP, sólo adhirió a movilizaciones), Compañía de Aceros del Pacífico (CAP), CHILECTRA, Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones (CMPC, depuso su huelga el 6 de febrero).
  • 31 de enero: Empresa de Transportes Colectivos del Estado (ETC), Empresa de Comercio Agrícola (ECA).
  • 1 de febrero: GASCO, Andes Mar Bus, General-INSA (Industria Nacional de Neumáticos),
  • 2 de febrero: Banco del Estado de Chile.
  • 3 de febrero: Servicio Nacional de Obras Sanitarias (SENDOS).
  • 4 de febrero: ENDESA.

Consecuencias[]

Notas[]

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