La IFLGBT (acrónimo del inglés International Feminist Lesbianist Gay Bisexualist Transexualist o Internacional Feminista, Lesbianista, Gay, Bisexual y Transexual) es una asociación internacional y grupo de protesta radical, de alcance global, radicada fundamentalmente en las redes sociales.
Bandera arcoíris de Gilbert Baker en 1970
Para identificarse entre ellos emplean la llamada "bandera arcoíris", diseñada por el norteamericano Gilbert Baker en 1970, si bien la enseña oficial del grupo y la que emplean en sus paginas web y documentos oficiales es una variante de este modelo.
Se describen a si mismos como una "organización no gubernamental sin ánimo de lucro", cuyos objetivos declaran ser "la promoción de la ideología de género, la visibilidad de los colectivos FLGBT, la defensa de los derechos del Colectivo FLGBT, la feminización de la política" y la "lucha sin cuartel" contra el "Hetero-Patriarcado Machista y Opresor", según ellos directamente responsable de toda clase de males.
Modo de actuar[]
La principal y mas visible estrategia de los miembros de IFLGBT es organizar manifestaciones en las capitales de los países donde consideran que los intereses de sus defendidos se ven amenazados.
Con frecuencia, sus manifestaciones terminan con los activistas siendo detenidos por la policía, por lo que una parte importante de su presupuesto es destinada a sufragar los gastos en bufetes de abogados.
El presupuesto de la IFLGBT ha sido estimado en aproximadamente 600 millones de euros anuales, procedentes principalmente de micro-donaciones de los millones de partidarios de la causa, si bien una parte creciente procede de los negocios derivados de la llamada "Industria del Euro Rosa"
Reacciones a diversos eventos[]
La IFLGBT ha mostrado su oposición al Cristianismo, al Islam y al Judaismo, en cualquiera de sus formas, por considerar que no son religiones, sino instrumentos empleados por el Hetero-Patriarcado para sojuzgar a la Humanidad.
Críticas[]
Este grupo de protesta ha sido duramente criticado por los grandes organismos internacionales como la Unión Euroasiática y la Comunidad del Pacífico, así como por diversos Gobiernos, que lo perciben como una amenaza para la estabilidad y la paz en sus países y un instrumento de presión empleado por Estados Unidos para desestabilizar sus naciones.