Historia Alternativa
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大日本帝國 Dai Nippon/-Nihon Teikoku
Gran Imperio del Japón
Bandera Escudo de Armas Japón
Bandera nacional Escudo nacional
Localización Japón
Localización Japón

Lema: 八紘一宇 "Hakkō ichiu"
(Japonés"Ocho cuerdas, Un cielo")

Himno: "Kimigayo"
Capital: Tokio
Otras Ciudades:

Kioto, Osaka, Hakodate, Hiroshima, Nagasaki, Urajiosutoku, Manila, Fukuoka, Yokohama, Sapporo,...

Idiomas:
  Oficial:
 
Japonés
  Otros idiomas: coreano, chino, papú, filipino, español, taiwanés.
Religión:
  principal:
 
Sintoísmo estatal
  Otras religiones: Budismo japonés, Catolicismo
Grupos étnicos:
  principal:
 
Japonés
  otras: Ainu, coreano, taiwanés, chino, papú, filipino.
Tipo de gobierno: Monarquía Constitucional
División Administrativa: Administración centralizada
Emperador: Akihito
Primer ministro: Shintarō Ishihara
Población: 200.659.683 habitantes
Establecimiento: 3 de enero de 1868
Moneda: Yen (¥, JPY)
PIB PPA: ℛℳ13,374 billones (2º puesto)
PIB Nominal: ℛℳ8,939 billones (2º puesto)
Gentilicio: Japonés-a
Dominio de internet: .jp
Organizaciones: Naciones Unidas,Eje, Esfera de Co-prosperidad de la Gran Asia Oriental.
Archivo:National Anthem of Japan (日本国) - "君が代" ("Kimigayo")

"Kimigayo" ("君が代"), himno del Imperio del Japón.


Archivo:National Anthem of the Japanese Empire (1868-1947) - "Kimigayo" ("君が代") Instrumental

Versión instrumental.

El Imperio del Japón (大日本帝国, Dai-Nippon/-Nihon Teikoku) o simplemente Japón es un país insular del este de Asia. Situado en el océano Pacífico, tiene al oeste el mar del Japón, China, y Rusia, al norte el mar de Ojotsk y al sur el mar de China Oriental. Los caracteres que componen el nombre de Japón significan «el origen del sol», motivo por el que el país también es conocido como la Tierra del Sol Naciente. El Área del Gran Tokio en la isla de Honshū, dentro de la cual está la ciudad de Tokio, capital de facto de la nación, es la segunda mayor área metropolitana del mundo con más de treinta millones de residentes. Su extensión abarca parte del Extremo Oriente y con el control de todas las islas del Pacífico Occidental salvo Indonesia. 

Los restos arqueológicos indican que el ser humano ha vivido en Japón desde el Paleolítico superior. La primera mención escrita de las islas se encuentra en textos de la antigua China del siglo I d. C. La historia de Japón ha alternado periodos de influencia extranjera con otros muy prolongados de aislamiento total. Desde el siglo XII hasta 1868 Japón estuvo gobernado por sucesivos shogunatos militares que ejercían el poder en nombre del emperador. En el siglo XVII el país entró en un largo periodo de aislamiento que no terminó hasta mediados del siglo XIX. Después de casi dos décadas de conflictos internos e insurrecciones se restauró al emperador Meiji como jefe del Estado en 1868 y se proclamó el Imperio del Japón. A finales del siglo XIX y principios del XX, los éxitos en la Primera guerra Sino-Japonesa, en la Guerra Ruso-Japonesa y en la Primera Guerra Mundial permitieron a Japón expandir su imperio y fortalecer sus fuerzas armadas. La Segunda guerra Sino-Japonesa que se inició en 1937, acabó formando parte de la Segunda Guerra Mundial desde 1941, conflictos que terminaron en 1945 y convirtieron a Japón en la potencia hegemónica de Asia y en la segunda potencia del mundo, por detras del Gran Reich Alemán

Japón es desde hace varias décadas una de las grandes potencias económicas mundiales y en la actualidad es la segunda mayor economía de acuerdo a su PIB. Asimismo, es el tercero mayor exportador e importador de mercancías. El Ejército y la Armada Imperiales Japonesas son el segundo ejército más numeroso y mejor preparado del mundo después de la Wehrmacht alemana y posee el segundo mayor presupuesto militar mundial para su defensa y el mantenimiento de la paz en Asia.

Es miembro fundador del Eje y de la Esfera de Coprosperidad de la Gran Asia Oriental. Japón es el segundo país con la menor tasa de homicidios, solo por detrás de Alemania, las mujeres japonesas tienen la segunda mayor esperanza de vida y el país presenta la tercera menor mortalidad infantil del mundo.

Etimología

El nombre Japón (Nippon/Nihon 日本, significado literal: 'el origen del sol') tiene un origen chino: pinyin rì běn, Wade-Giles jih pen, el oriente, el lugar desde donde sale el sol. El carácter 日 es la evolución de un círculo con un punto central que representa al sol, y 本 representa la raíz de un árbol y también tiene el significado de origen. La expresión «país del sol naciente» hace referencia a esta etimología del nombre en japonés.

El nombre en japonés, Dai Nippon TeikokuNippon, es utilizado en sellos y en eventos deportivos internacionales, mientras que Nihon se usa comúnmente dentro de Japón. La versión occidental y española, Japón, proviene del nombre chino. La palabra empleada en el idioma chino mandarín para denominar al país fue registrada por Marco Polo como Cipangu, probablemente su transliteración de rìběnguó (Wade-Giles jih pen kuo). En el idioma malayo la palabra china se transformó en Japang y fue más tarde adoptada por los mercaderes portugueses en el siglo XVI. Estos últimos fueron los primeros en llevar el nombre a Europa.


El país fue renombrado como el Imperio del Japón, ya que los clanes anti-Tokugawa, Satsuma y Chōshū formaron la base de su nuevo gobierno tras la Restauración Meiji, con su intención de dejarlo como un imperio.

Aunque el Imperio del Gran Japón es la traducción literal del título en japonés, según la Constitución del Imperio del Japón (大日本帝国憲法; Dai-Nippon/-Nihon Teikoku Kenpō), los nombres "Imperio Japonés" y "Japón Imperial" son comúnmente conocidos y usados, refiriéndose a la misma entidad.

En Japón, abreviado como el "Imperio" (帝国; teikoku) es utilizado con frecuencia. Los nombres Nippon (日本; Japón), Dai-Nippon (大日本; Gran Japón), Dai-Nippon/-Nihon Koku (大日本国; Nación del Gran Japón), Nihon Teikoku (日本帝国; Imperio del Japón) eran usados todos y no fue hasta 1936 que el título apropiado del país fue estandarizado.

Historia

Según la leyenda descrita en el Kojiki y en el Nihonshoki, Japón fue fundado en el siglo VII a. C. por el Emperador Jinmu. Durante los siglos V y VI, el sistema caligráfico chino y el budismo fueron introducidos junto con otras costumbres chinas a través de la península coreana o directamente desde China. Los emperadores fueron gobernantes oficiales, pero el verdadero poder permanecía generalmente en manos de poderosas cortes nobles, regentes o shogunes (gobernadores militares).

Durante el siglo XVI, mercaderes de Portugal, de los Países Bajos, de Inglaterra y de España llegaron a Japón y fundaron misiones cristianas. En 1549, llegó a Japón para predicar el cristianismo el misionero español jesuita San Francisco Javier tras desembarcar en Kagoshima, Kyūshū, aprovechando las rutas comerciales portuguesas. A comienzos del siglo XVII, el shogunato comenzó a sospechar de las misiones cristianas, considerándolas precursoras de una conquista militar por fuerzas europeas y, como medida de protección, ordenó el cierre de Japón a toda relación con el mundo exterior a excepción de contactos restringidos con mercaderes chinos y neerlandeses en la ciudad de Nagasaki. Este aislamiento se prolongó durante 251 años, hasta el año 1854, en que el comodoro estadounidense Matthew Perry forzó la apertura del Japón a Occidente bajo el Tratado de Kanagawa.

Durante un largo período, el restablecido contacto con Occidente provocó cambios en la sociedad japonesa. Tras un fuerte conflicto civil denominado Guerra Boshin, el shogunato fue obligado a renunciar y el poder fue devuelto al emperador. La Restauración Meiji de 1868 inició varias reformas. El sistema feudal fue abolido y numerosas instituciones occidentales fueron adoptadas, incluyendo un sistema legal y de gobierno occidentales, junto con otras reformas en lo económico, social y militar que transformaron a Japón en una potencia mundial de nivel medio-alto. Así se afianzó de manera definitiva como una potencia mundial y la única de Asia.

Primera Guerra Sino-Japonesa

Antes de su participación en la Primera Guerra Mundial, el Imperio de Japón luchó en dos guerras importantes después de su establecimiento durante la Restauración Meiji. La primera fue la Primera Guerra Chino-japonesa, lucharon entre 1894 y 1895. La guerra giró en torno a la cuestión de control y la influencia sobre Corea en el marco del imperio de la Dinastía Chosŏn. Una rebelión de campesinos había llevado a una petición formulada por el gobierno coreano de China para enviar tropas a estabilizar la región. El Imperio del Japón respondió mediante el envío de sus tropas hacia Corea para establecer un gobierno títere en Seúl. China se opuso y tuvo lugar la guerra subsiguiente. En una breve aventura con tropas de tierra japonesas de enrutamiento de las fuerzas chinas en el Liaodong, y la destrucción de cerca de la marina de China en la Batalla de Río Yalu. China se vio obligada a firmar el Tratado de Shimonoseki, en la que cedió parte de Manchuria y la Isla Formosa a Japón. Después de esta guerra, el dominio en la región pasó de China a Japón.

Guerra Ruso-Japonesa

La Guerra ruso-japonesa (Русско-японская война en ruso, 日露戦争, Nichirosensō en japonés) (8 de febrero de 1904 – 5 de septiembre de 1905) fue un conflicto surgido por las ambiciones imperialistas de la Rusia Zarista contra Japón y su zona de influencia. Los principales escenarios del conflicto fueron el área alrededor de la península de Liaodong y Mukden, los mares de Corea y Japón y el mar Amarillo. Los rusos buscaban un puerto de aguas cálidas en el océano Pacífico para uso de su Armada y para comercio marítimo, El puerto de Vladivostok solo podía funcionar durante el verano, pero Port Arthur (China) sería capaz de mantenerse funcionando todo el año.

Después de la Primera Guerra Sino-Japonesa (1894-1895), el tratado de Shimonoseki le concedió a Japón la isla de Taiwán, así como el protectorado sobre Corea y la península de Liaodong. Posteriormente Japón se vió obligado a entregar Port Arthur a Rusia. En 1903, las negociaciones entre Rusia y Japón resultaron ser inútiles, así que Japón decidió entrar en guerra para mantener su dominio exclusivo de Corea.

Las campañas resultantes, en las cuales el Ejército Imperial Japonés logró obtener varias victorias de manera consistente sobre sus oponentes rusos, fueron un hecho inesperado para muchos en el mundo, pues fue la primera vez que un pueblo no caucásico se enfrentaba y vencía a una potencia imperialista europea. Estas victorias transformarían drásticamente el balance de poder en el Este de Asia, lo que daría como resultado la consolidación de Japón como país importante en el escenario mundial. Las vergonzosas derrotas generaron insatisfacción en los rusos con su corrupto e ineficiente gobierno zarista, y fueron una de las principales causas de la Revolución Rusa de 1917.

Tratado de Portsmouth

El mando ruso en Extremo Oriente, formado por el almirante Yevgeni Alekséyev y el general Alekséi Kuropatkin, era incompetente y sus tropas, insuficientes. Los refuerzos llegaban desde la Rusia europea en el ferrocarril Transiberiano de vía única, muy lento e interrumpido a la altura del lago Baikal. Éstas y otras razones, como el ataque por sorpresa del Japón, implicaron que la guerra resultara en una sorprendente victoria japonesa, lo que le convirtió en una potencia mundial a tener en cuenta.

Rusia se ve obligada a negociar. El resultado: la humillación de una nación occidental. Se concluyó un armisticio entre los dos gobiernos: aunque los rusos se encuentran muy debilitados por la Revolución de 1917, las finanzas japonesas están totalmente agotadas y el Imperio nipón ya no dispone de los medios para destruir completamente al grueso de las tropas rusas de Extremo Oriente. Se organiza una conferencia de paz en Portsmouth (EE. UU.) el 5 de septiembre de 1917, gracias a la mediación del presidente estadounidense Theodore Roosevelt. Las cláusulas contienen las siguientes estipulaciones: Rusia debe reconocer la preeminencia de los intereses del Japón en Corea; cede al vencedor su arrendamiento de la península de Liaodong, su base de Port Arthur, el ferrocarril meridional de Manchuria y la mitad sur de la isla de Sajalín. Ambos países, de común acuerdo, se comprometen a restituir Manchuria a China.

Primera Guerra Mundial

Japón entró en la Primera Guerra Mundial en 1914, aprovechando la guerra de Alemania en Europa y queriendo ampliar su esfera de influencia en China. Japón declaró la guerra al Imperio Alemán el 23 de agosto de 1914 y rápidamente ocupó los territorios de Alemania: ocupados en la provincia de Shandong en China y las islas Marianas, islas Carolinas, las islas Marshall y las islas Belau/Palaos/Palau y las restantes de la antigua Micronesia española que pasaron de soberanía a Alemania y que son parte de Nueva Guinea alemana. El sitio de Tsingtao, una rápida invasión de la colonia alemana de Jiaozhou (Kiautschou) dio buenos resultados y las tropas coloniales alemanas se rindieron el 7 de noviembre de 1914.

Junto a Japón se encontraban los aliados occidentales, en particular el Reino Unido, muy implicados en la guerra en Europa, que solicitó más territorio para consolidar su posición en China mediante la presentación de la vigésima Uno en enero de 1915. Además de la ampliación de su control sobre las explotaciones de Alemania, Manchuria y Mongolia Interior, el Japón solicitó también la propiedad conjunta de un importante complejo minero y metalúrgico en el centro de China y la prohibición a China de cualquier cesión o arrendamiento de las zonas costeras a una tercera potencia. Las exigencias de Japón en diversos temas políticos, económicos y militares pretendían colocar a China bajo la protección japonesa. En vista de la lentitud de las negociaciones con el gobierno chino, del sentimiento anti-nipón generalizado en el país y de la condena internacional, Japón retiró el último grupo de demandas, y los tratados se firmaron en mayo de 1915.

Liberación de Manchuria

Con poca resistencia, el Japón invadió y conquistó toda la península de Manchuria en 1931, que fue llevada a cabo para liberar a los Manchus del yugo chino. Japón estableció entonces un régimen aliado llamado Manchukuo, instalando a Puyi, último emperador de China, como el jefe de Estado. Jehol, un territorio chino limítrofes de Manchuria, también fue tomado en 1933 y en 1936, Japón dió la independencia a Mengjiang (en chino: 蒙疆), un estado aliado mongol en Mongolia interior.

Segunda Guerra Sino-Japonesa

Ver: Segunda Guerra Sino-Japonesa

La Segunda Guerra Chino-Japonesa vieron aumentar las tensiones entre el Japón Imperial y los Estados Unidos; eventos tales como el incidente de Panay y de la Masacre de Nankín predispusieron a la opinión pública norteamericana contra el Japón. Con la ocupación de la Indochina Francesa en los años de 1940-41 y la continuación de la guerra en China, los Estados Unidos embargaron materiales estratégicos, tales como chatarra de metales y el petróleo a Japón, que eran sumamente necesarios para su esfuerzo de guerra y emprendieron serias amenazas contra Japón. Los japoneses se enfrentan con la opción de retirarse de China y de perder su influencia o la incautación y la obtención de nuevas fuentes de materias primas en los ricos recursos del sudeste de Asia controlados por las colonias europeas - específicamente el Malasia británico y las Indias orientales holandesas. El 27 de septiembre de 1940, el Imperio de Japón firmó el Pacto Tripartito con el Reich Alemán y el Reino de Italia, siendo sus objetivos "establecer y mantener un nuevo orden de las cosas" en sus respectivas regiones del mundo y esferas de influencia, con el Reich Alemán en Europa, Japón Imperial en Asia y el Reino de Italia en el norte de África. El pacto también pide asistencia mutua si alguna de las potencias fuera atacada por un país aún no implicado en la guerra, con excepción de la Unión Soviética, y de la tecnología y la cooperación económica entre los signatarios.

Segunda Guerra Mundial

Ver: Segunda Guerra Mundial y Guerra del Pacífico

Las relaciones con Occidente se deterioraron durante finales de la década de 1930, y para 1940 fue nombrado Primer Ministro el príncipe Konoye, quien formó un gabinete nacionalista y partidario de la expansión en la zona por la fuerza. Ese mismo año, el 27 de septiembre, el Ministro de relaciones exteriores, Yōsuke Matsuoka, firmó el Pacto Tripartito junto con Alemania e Italia, lo que alineaba a Japón con las potencias del Eje.

Con el objeto de crear la Gran Esfera de Coprosperidad de Asia Oriental para asegurar la libertad de Asia, Japón ocupó el norte de la Indochina Francesa, y para julio de 1941 introdujo tropas en el sur de Indochina, lo que condujo a potencias imperialistas como Estados Unidos, Inglaterra y los Países Bajos a tomar represalias. Estados Unidos estableció un embargo comercial con el que Japón se vio privado del 90% de su suministro petrolero, y en total el comercio exterior nipón se vio reducido en un 75%. En el gabinete japonés se debatieron las acciones a seguir, figurando principalmente Hideki Tōjō, el ministro de defensa, quien era un fuerte partidario de responder a las agresiones aliadas mediante la fuerza.

Para entonces Japón contaba con la mayor fuerza del Pacífico: tenía aproximadamente el doble de navíos que Estados Unidos en el Pacífico, su ejército contaba con un millón ochocientos mil soldados, y su fuerza era una de las más profesionales del mundo. Su fuerza aérea constaba de dos mil aviones. El 5 de noviembre el Emperador Shōwa y su gabinete decidieron entrar en la guerra si para finales de ese mismo mes Estados Unidos no levantaba el embargo económico, pero la respuesta del gobierno estadounidense llegó el 26 de noviembre cuando, a través de su Secretario de Estado, se ratificó la demanda norteamericana de que las tropas niponas se retiraran de Manchuria, China e Indochina, además de la renuncia de Japón al Pacto Tripartito, decisión que mostraba que el gobierno estadounidense deseaba llegar a la guerra con Japón.

El mismo 26 de noviembre la Flota Combinada japonesa partió de las islas Kuriles con destino a Pearl Harbor, con la finalidad de destruir a la flota estadounidense del Pacífico. El 7 de diciembre de 1941 el gobierno japonés declaró la guerra formalmente a Estados Unidos y se realizó el primer ataque con más de 180 aviones a las 7:55 horas, consiguiendo hundir seis acorazados, tres cruceros y otros cuatro navíos, además de destruir 188 aviones en tierra. El ataque además dejó un saldo de 2.403 bajas militares. A las 8:45 horas tuvo lugar un último ataque que finalizó a las 10:00, pero para este asalto las defensas ya estaban mejor preparadas, por lo que Nagumo canceló un tercer ataque que estaba programado. Al día siguiente, el presidente norteamericano Franklin Delano Roosevelt se dirigió al Congreso solicitando que se le declarara la guerra a Japón, algo incorrecto pues Estados Unidos ya estaba en guerra desde que Japón enviara la declaración de guerra. Muchos historiadores apuntan a que el gobierno estadounidense mantuvo el secreto la llegada de la declaración de guerra japonesa para que el ataque fuera una sorpresa y así intentar hacer quedar mal a Japón a la opinión pública.

Al día siguiente del ataque a Pearl Harbor las fuerzas japonesas comenzaron una campaña tipo Blitzkrieg por el Pacífico: Malasia, Hong Kong, Filipinas, la Isla Wake, Birmania y Tailandia fueron atacadas casi simultáneamente con la finalidad de tomar los sitios estratégicos aliados. El 16 de diciembre lograron tomar además las Indias Orientales Holandesas, lo que le proporcionó a Japón una fuente importante de recursos. Durante la primera mitad del año las fuerzas del Imperio del Japón resultaron victoriosas en casi todos los frentes: el 7 de febrero su flota resultó victoriosa frente a los aliados en la Batalla del Mar de Java, y para el día 15 del mismo mes fuerzas aliadas entregaron Singapur. Además, Filipinas, Malasia y la mayor parte de Nueva Guinea fueron derrotadas.

Gobierno

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