Historia Alternativa
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José Manuel de Moraleda y Montero (Pasajes San Pedro, Guipúzcoa, 1750 - Callao,​ Virreinato del Perú, 1810) fue un navegante y cartógrafo español, que destacó en el estudio de los canales del Sur de Chile durante las últimas décadas del siglo XVIII.

José de Moraleda

Biografía[]

Nació en 1750 en la localidad de Pasajes San Pedro en Guipúzcoa, hijo del piloto Manuel de Moraleda, y por tanto en el seno de una familia relacionada con las actividades marítimas.​ A temprana edad se traslada a cursar estudios de pilotaje en la Real Escuela de Navegación de Cádiz.

América[]

Posteriormente inicia sus funciones como piloto naval en las costas americanas.

En cumplimiento de la real orden de 25 de diciembre de 1790, el virrey de Perú, ordenó en agosto de 1792, al alférez de fragata y primer piloto José de Moraleda que se dirigiera a Chiloé desde donde procedería a reconocer los canales y archipiélagos del sur de esta isla.

Las instrucciones recibidas por Moraleda incluían el reconocimiento del archipiélago de Chonos. Para ello, preparó dos balandras que ya habían sido empleadas por la expedición anterior de Nicolás Lobato: la Carmen y la Nuestra Señora del Rosario, las aprovisionó y dotó de 16 hombres a cada una. Una de ellas, la pilotaba el propio Moraleda y la otra, José de Torres.

Zarparon del puerto de San Carlos de Ancud el 21 de enero de 1793, regresando al mismo puerto el 2 de mayo después de explorar el archipiélago hasta la altura Aysén.

Continuó su misión al año siguiente, desde el 11 de febrero de 1794 al 18 de mayo. Por entonces se había vuelto a recordar el mito de la posible existencia de la famosa y fabulosa Ciudad de los Césares, rica ciudad donde habitarían náufragos españoles. El gobernador de la isla encargó a Moraleda buscar tal ciudad y ponerse en comunicación con ella, para lo cual le entrego un pliego escrito para que lo entregara a sus habitantes.

Un viaje Moraleda

En este viaje Moraleda estudió las costas hasta la latitud 44º S, centrándose especialmente en el reconocimiento del rio Palena. A su regreso, además de terminar con un mito que duraba dos siglos al determinar que no existía la Ciudad de los Césares, afirmó, y notificó al virrey, que las condiciones de los archipiélagos al sur de Chiloé, aparte de unas cuantas islas, no eran aptos para ningún tipo de cultivos ni producirían ninguno de los artículos más necesarios para la vida. Consideró a Chiloé como la frontera más valiosa de España en el Pacífico sur y llave en la defensa de las costas americanas de este océano.

El 13 de febrero de 1795 Moraleda volvió a viajar, en esta ocasión al estero y golfo de Reloncavi en el archipiélago de las Chiloé, remontando las costas continentales hasta el lago de Todos los Santos y estudiando las costas que rodean a la isla de Chiloé por el norte y el este. Consiguió determinar la ubicación exacta de la laguna de Nahuel Huapi, hazaña no conseguida por nadie anteriormente, aunque le costó la perdida accidental de la visión de un ojo.

Diarios[]

Como navegante, Moraleda dejó una serie de diarios de navegación, donde junto a derroteros y mapas, también se realizan comentarios de índole etnográfico sobre las poblaciones y fortificaciones que visitaba. Estos diarios son:

  • Viage al puerto del Callao o de Lima, en la urca afragatada del Rey, del porte de 40 cañones, nombrada Nuestra Señora de Monserrat., año de 1772
  • Viage de reconocimiento de las Yslas de Chiloé. Que relata sus comisiones en el archipiélago entre 1786 y 1790.
  • Diario de la navegación desde el puerto de Callao de Lima al de San Carlos de Chiloé y de este al reconocimiento del Archipiélago de los Chonos y costa occidental patagónica comprendida entre los 41 y 46 grados de latitud meridional. Entre los años 1792 y 1796.
  • Diarios de los viages desde el puerto del Callao a los de Guayaquil y Panamá, y de estos al reconocimiento y demarcación de las costas de Veragua, Rica, Nicaragua y Guatemala, entre 1803 y 1804 en la costa de América Central.

En 1804 fue nombrado teniente de navío, el mayor grado de su carrera.

Falleció en 1810 en Callao, por entonces parte del Virreinato del Perú, a la edad de 60 años.

Vea también[]

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