Juan Francisco Azcárate y Lezama (Una América Diferente)

Juan Francisco Azcárate y Lezama
Historia Alternativa: Una América Diferente
Canciller de la Confederación Mexicana
13 de agosto de 1811 - por definir, aprox 1821
Monarca	Fernando VII
Predecesor	Cargo creado, el mismo como Secretario del Virreinato
Sucesor	Ignacio López Rayón
Senador de la Confederación por Provincia de México
13 de agosto de 1811 - 31 de enero de 1831
Secretario del Virreinato de la Nueva España
12 de diciembre de 1808 - 13 de agosto de 1811
Monarca	Fernando VII (de iure)
Sucesor	Cargo disuelto, el mismo como Canciller de México
Regidor de la Ciudad de México
1803 - 1808
Información personal
Nacimiento	11 de junio de 1767 Ciudad de México, Nueva España
Fallecimiento	31 de enero de 1831 Ciudad de México, Confederación Mexicana
Religión	Católica
Familia
Educación
Información profesional
Partido	Unionistas

Juan Francisco Azcárate y Lezama (Ciudad de México, 11 de junio de 1767-ídem, 31 de enero de 1831) fue abogado, político, diplomático, estadista e ideólogo que se desempeñó como el último secretario del Virreinato de la Nueva España entre 1808 y 1811 y primer Canciller de la Confederación Mexicana entre 1811 y 1821.

La política interior de Azcárate se apoyó en la construcción de instituciones tras la reforma del antiguo sistema político virreinal, lo que le permitió establecer las bases de lo que sería el estado mexicano, así como las tradiciones y costumbres de gobierno del mismo.

En tanto, la política exterior de Azcárate permitió establecer primigeniamente lo que sería el boom del comercio internacional, con los reinos hispanos como puentes entre Asia y Europa, dando lugar a una nuevas corrientes políticas y económicas a lo largo del planeta, que llevaron a su vez la rápida expansión de los ideales del liberalismo, principalmente económico.

En México se le considera uno de los Padres de la Patria junto con Francisco Primo de Verdad, Melchor Talamantes, José María Morelos, Miguel Ramos Arizpe, Ignacio López Rayón y Lucas Alamán.

Biografía

Inicios

Juan Francisco Azcárate y Lezama nació en la ciudad de México en 1767 e hizo sus primeros estudios en el colegio de San Ildefonso, matriculándose el 4 de octubre de 1790 en el colegio de abogados, erigido en México por Real Cédula de 21 de julio de 1760.

Habiendo hecho una buena carrera literaria y sustituido en la cátedra de Vísperas de Cánones, fue nombrado consiliario de la Universidad Pontificia. Dedicado al ejercicio de la abogacía, Azcárate se distinguió por su laboriosidad, siendo más adelante nombrado fiscal y luego vicepresidente de la Academia de Jurisprudencia teórico-práctica.

Antiguo Colegio de San Ildefonso, institución donde Azcárate realizó sus estudios superiores.

Fue nombrado por primera vez regidor del ayuntamiento de la Ciudad de México para el bienio 1803-1804. Durante ese período y bajo su dirección se iniciaron las obras del acueducto México-Cuajimalpa. En diciembre de 1803 participó en la inauguración del monumento ecuestre dedicado a Carlos IV conocido como El Caballito. El evento lo coordinó José Mariano Beristáin de Souza. Escribió para el Diario de México, donde conoció al oidor dominicano Jacobo de Villaurrutia y al fraile peruano Melchor de Talamantes.

El buen concepto que se tenía de su capacidad intelectual y la influencia del virrey José de Iturrigaray hicieron que en el año 1808 fuera nombrado regidor honorario del Excelentísimo Ayuntamiento de México. En este puesto le sorprendieron los graves acontecimientos acaecidos en España, con la invasión napoleónica y la subsiguiente abdicación del rey Carlos IV, ascensión al trono de su hijo Fernando VII y las renuncias de Bayona.

Convocatoria de las Cortes del Anáhuac

Cuando en el verano de 1808 comenzaron a llegar al virreinato de Nueva España las noticias de la invasión francesa a España y de las abdicaciones de Bayona, el estado de vacatio regis fue motivo de inquietud en la comunidad novohispana. Un grupo de criollos, entre los que destacaron el síndico Francisco Primo de Verdad y Ramos, el fraile Melchor de Talamantes, el licenciado Antonio de Cristo y el propio Francisco Azcárate, tomaron la iniciativa para promover la creación de una Junta de Gobierno.

Gracias a la amistad de Azcárate con el virrey José de Iturrigaray, el 19 de julio de 1808 los criollos fueron recibidos en el palacio virreinal. Sus primeras propuestas consistían en respetar los derechos de la Casa de Borbón, pero debido a la ausencia de monarca, nombrar al virrey como gobernador y capitán general de la colonia con el fin de defender la integridad del territorio ante una posible invasión, debéndiose convocar a los representantes civiles, militares y eclesiásticos a una consulta para respaldar y jurar esta decisión.

Sesión de las Cortes del Anáhuac.

Durante los siguientes días, llegaron noticias de juntas provinciales formadas en Sevilla y Oviedo, las cuales pedían la obediencia de las colonias americanas. Los integrantes de la Real Audiencia de Nueva España, en su mayoría españoles peninsulares, acogieron esta idea. Pero los criollos, liderados por Azcárate y Primo de Verdad, promovieron la creación de una Junta de Gobierno local e independiente a las Juntas de España, bajo el enunciado de que ante la ausencia del rey, la soberanía debería recaer en el pueblo.

El virrey decidió crear la Junta de Gobierno el día 5 de agosto y citó reunión para el 9 de agosto. Tras acalorados debates, ambas facciones coincidieron en respetar como soberano a Fernando VII. Al respecto de obedecer a las juntas de España o regirse por una Junta local y autónoma, el virrey optó por proclamar la segunda opción. Las reuniones continuaron y los criollos propusieron, como segunda etapa, establecer un Congreso formado por diversos representantes del pueblo. Los españoles peninsulares se opusieron a esta idea y temieron que el virrey pretendiese proclamarse rey de la colonia. Un grupo de hacendados autonombrados Patriotas de Fernando VII se organizaron para deponer al virrey. Fueron dirigidos por Gabriel de Yermo para tomar por sorpresa el palacio virreinal la noche del 15 de septiembre de 1808, sin embargo, fueron descubiertos y arrestados, lo que propició los eventos, debiendo el virrey Iturrigaray jurar frente a la junta no usurpar los derechos del monarca y convocar las Cortes Generales de los reinos y provincias del Anáhuac.

Secretario del Virreinato

Tras la inauguración de las Cortes, el 22 de noviembre de 1808, Azcárate fue nombrado procurador de las mismas, y debido a su cercanía con el virrey Iturrigaray, este le nombró como nuevo secretario de cámara del virreinato, cargo caracterizado por ser el brazo derecho del virrey en el la administración el Virreinato, en él recaía directamente la responsabilidad de la organización administrativa.

En su paso por la secretaria de cámara, Azcárate instituyó diversas e importantes reformas, con el objetivo de lograr una mejor administración del estado virreinal, estableciendo las bases de lo que más tarde sería la Cancillería y sus respectivos Despachos. Azcárate durante el inicio de las acciones de su encargo, fue visualizado por muchos y por si mismo como el Floridablanca mexicano, o como el sucesor del reformismo del segundo conde de Revillagigedo.

Deuda y Gran Banco de la Nueva España

Para principios de 1808, el endeudamiento del gobierno virreinal había llegado a 27 087 650 de pesos y había comenzado a pesar fuertemente sobre la tesorería virreinal. Debe enfatizarse que estas deudas no fueron contratadas para pagar gastos locales, sino más bien para cubrir los déficit y gastos financieros de España. El dinero recaudado por medio de prestamos y donativos en México entre 1790 y 1808 fue embarcado a Europa, y sirvió para pagar una variedad de obligaciones internacionales: gastos navales y militares en la propia España, y el servicio sobre deudas internas que incluía los llamados vales reales.

Moneda de 8 reales de plata con el rostro de Fernando VII, acuñada en 1809.

Azcárate, al inició de su encargo como Secretario de Cámara del Virreinato, encontró este problema, por lo que, en una de sus intervenciones en las Cortes del Anáhuac, el 6 de enero de 1790, solicitó el pago total de todas las deudas del gobierno como base para establecer el crédito del gobierno bajo el argumentó de que era necesario para crear un clima favorable para la inversión en valores gubernamentales y para transformar la deuda pública en una fuente de capital. Su modelo era el sistema financiero británico, cuya condición sine qua non era la fidelidad a los acreedores.

Para poder administrar la deuda y recaudar nuevos fondos para la contienda y proyectos nacionales, Azcárate propuso ante las Cortes del Anáhuac la creación de un Banco, el financiamiento inicial seria mediante la venta de $10 millones en acciones de las cuales el gobierno compraría los primeros $2 millones en acciones. Al no tener el gobierno dinero para esto, propuso que el gobierno comprara las acciones utilizando el dinero prestado por el banco; el préstamo se devolverá en diez cuotas anuales iguales. Los $8 millones restantes en acciones estarían disponibles al público. El requisito principal de estas compras no gubernamentales era que una cuarta parte del precio de compra debía pagarse en oro o plata; el saldo restante podría pagarse en bonos y vales reales.

El banco fue creado por Real Decreto de las Cortes del Anáhuac bajo el nombre de Gran Banco de la Nueva España, y se estableció que la Casa de Moneda estaría bajo su dirección, permitiendosele la impresión de papel-moneda. El establecimiento del banco permitió que los vales reales volvieran a apreciarse, recuperando la confianza de los prestamistas, y adquieriendo ahora las Cortes del Anáhuac el respaldo de los consulados de comerciantes de México, Guadalajara y Veracruz.

Formación de la Real Armada

Dibujo de un navío clase San Ildefonso, los cuales fueron la base para la construcción de los navíos de línea mexicanos.

Debido al control francés de la península ibérica, la mayor parte de la Armada española se encontraba inutilizada encallada en los distintos puertos que en antaño eran sus sitios de mantenimiento, ante esto, y al miedo de que hubiese alguna invasión extranjera a la Nueva España, las Cortes del Anáhuac le encomendaron a Azcárate la compra o construcción de una armada, así como la formación de los miembros de la misma.

Ante lo anterior, y debido a falta de los astilleros de la metropolí, el gobierno decidió hacer encargos al Astillero de La Habana y revivir el proyecto de astillero en Tlacotalpan, en la intendencia de Veracruz. El decreto de las cortes permitió costear 4 navíos de línea y 15 fragatas con un presupuesto de 5 millones de pesos, terminando costando 5 326 605‬ pesos al final de su construcción, además de la construcción de 50 embarcaciones tipo cuter para el combate del contrabando en las costas virreinales, con un costo de 95 mil pesos.

La armada, al finalizar, estuvo compuesta por 6731 marinos, 1273 infantes de marina y se le agregaron a este ramo las milicias costeras existentes, que sirvieron como fuerzas de reserva para la Armada y destinadas directamente a la defensa de las costas, la mayor parte de los individuos reclutados fueron miembros de las milicias alrededor del virreinato, así como indios y negros.

Fundación del Partido Unionista

La escarapela juntista fue recuperada por Azcárate para representar la Unión de la nación mexicana.

En las Cortes del Anáhuac , el sector dominante fue la juntista, y esta a su vez se dividió en diferentes facciones, entre las cuales destacó la moderada, que definió la redacción del Acta Constitutiva de la Confederación Mexicana. La facción moderada se encontraba liderada por la camarilla de Azcárate, y después de la promulgación del Acta, y la erección de la Confederación Mexicana, estos, reunidos en Tacubaya decidieron hacer declaratoria publica de ideales e intereses, llamándose así mismos el Partido de la Unión, refiriéndose a la unidad demográfica, territorial y política de la nación, tanto internamente como a la Corona y el resto de reinos Hispanos.

El Partido Unionista apoyó la visión de Azcárate de un gobierno centralizado fuerte y estuvo de acuerdo con sus propuestas de un banco nacional y fuertes subsidios gubernamentales. Esta facción permitió a Azcárate tener los apoyos necesarios para culminar la reforma del antiguo estado virreinal y permitir la consolidación de la Confederación Mexicana. La mayoría de los Padres de la Patria fueron originalmente unionistas, sin embargo, dentro del mismo partido surgieron las posturas liberales y conservadoras, que más adelante, culminaron en la disolución del partido tras la salida de Azcárate del poder.

Canciller de la Confederación Mexicana

Tras la promulgación y jura del Acta Constitutiva de la Confederación Mexicana en 1811, el virrey Francisco Javier Venegas y Saavedra nombró a Azcárate Canciller de la Confederación, un cargo que representaba una evolución de la antigua secretaría de cámara del virreinato, y que tenía el encargo de dirigir la administración de la Confederación nominalmente bajo la tutela virreinal y en nombre del Rey.

Gabinete y despachos

Gabinete de Azcárate
Despacho	Nombre	Periodo
Canciller	Francisco Azcárate	1811-1820
Gobernación	Ignacio López Rayón	1811-1820
Estado	Melchor de Talamantes	1811-1820
Procurador Fiscal	Jacobo de Villaurrutia	1811-1820
Real Hacienda	Rafael Pérez Maldonado	1811-1820
Guerra y Colonias	Pedro de Garibay	1811-1815
	Joaquín de Arredondo	1815-1820
Marina	Antonio de Medina	1811-1820
Comercio	Mariano de Sardaneta	1811-1820
Real Patronato	José Mariano Beristáin	1811-1815

Las entonces Cortes del Anáhuac organizaron la cancillería en Despachos, una repetición de la secretaría del virreinato para un área específica, siendo estos: Gobernación, Estado, Real Hacienda, Guerra, Marina, Comercio y del Real Patronato, además, para el encargo del Procurador Fiscal, se creo el Despacho de Gracia y Justicia, cada despacho necesitaba la designación por parte del virrey de un secretario encargado.

Azcárate entonces recomendó a personas de su camarilla, Talamantes como encargado del Despacho de Estado, Villaurrutia como Procurador Fiscal y por tanto, encargado del Despacho de Justicia y Gracia, López Rayón quedó como encargado de la Gobernación del país, así como José Mariano Beristáin y Souza de la administración de la Iglesia del país, así como algunos otros.

Política interior

Soldados del Ejército Guadalupano de Liberación, los primeros 3 años de cancillería estuvieron enfocados en su financiamiento.

Durante sus 3 primeros años, todos los esfuerzos gubernamentales estuvieron enfocados a paliar las dificultades económicas y administrativas que conllevaba la Guerra Peninsular y el subsecuente financiamiento de la Regencia de España e Indias, las Cortes de Cádiz y el Ejército Guadalupano de Liberación, parte de la Expedición Libertadora del Rey, siendo el principal problema económico las finanzas de la nación. El interés sobre la deuda nacional, enormemente hinchado por el enorme gasto de los últimos años de guerra, junto con las pensiones de guerra, absorbieron la mayor parte de los ingresos normales del gobierno. En 1812 tras la conformación de las primeras Cortes Generales de la Confederación Mexicana, la iniciativa de Miguel Hidalgo del partido liberal de aplicar un impuesto sobre la renta, irónicamente sirvió como una herramienta para el gobierno unionista de Azcárate, permitiendo abandonar el ruinoso sistema de préstamos para cubrir los gastos anuales necesarios, sin embargo, la negatividad a pagar impuestos por algunos sectores de la población, llevo a Azcárate a la reforma del Real Cuerpo de Carabineros, al cual se le adhirió el Servicio de Guardacostas compuesto por 50 cuters, desde esa momento, los Carabineros tienen como principal misión el combate de los crímenes fiscales y han estado bajo la dependencia del Despacho de Real Hacienda.

La modernización de las principales vías de transporte mexicanas llevó a un aumento del comercio y migración a los centros urbanos.

Acabada la Guerra, y con la hacienda liberada, Azcárate concentró los gastos gubernamentales en el desarrollo y restauración de la infraestructura del país que hacia la década final del siglo XVIII, el mal estado de los caminos y carreteras del país se acentuó tanto que se constituyeron en serio obstáculo del buen desenvolvimiento de las actividades económicas, considerándose en 1814 que era una situación parecía ya insostenible y existía general acuerdo acerca de la necesidad perentoria de ponerle remedio. Era inaplazable reconstruir o construir de nuevo caminos por los que circulaban las corrientes mayoritarias del tráfico.

Mapa de los principales caminos de México en 1821. (provisional)

El gobierno de Azcárate comenzó entonces una gran inversión en infraestructura no antes vista en México, promoviendo la modernización de segmentos de los caminos Reales de México-Veracruz, México-Guadalajara, así como del Camino Real Tierra Adentro, del cual se modernizó el ramal Lagos-Guadalajara con participación del consulado de comerciantes de dicha ciudad, de igual manera, se promovió la reconstrucción completa del Camino Real de Asia que comunicaba la Ciudad de México con el puerto de Acapulco y que era parte integral del comercio interoceánico, en este camino se construyo el llamado Puente de las Cortes sobre el río Papagayo, el más grande de México hasta ese momento con más de 320 m de longitud, una obra arquitectónica inicialmente dirigida por Manuel Tolsá hasta su muerte en 1816, cuando fue sustituido por el arquitecto José Gutiérrez López. Además, se comenzó la reconstrucción del Camino Real de Guatemala, siendo terminado hasta 1822, con una inversión de más de 30 millones de pesos en el transcurso de 7 años, permitiendo en muchos de estos tramos el uso de carretas en vez de mulas de carga, abaratando los costes de transporte y aumentando la actividad comercial en las regiones favorecidas por la construcción de estas obras.

Azcárate creo además el Real Cuerpo de Gendarmería con el objetivo de llevar la ley a las zonas rurales del país, para una mayor conservación del orden público, la protección de las personas sus propiedades, sin embargo, en sus primeros años estuvo relacionada con la vigilancia de los Caminos Reales como un medio de control del bandolerismo.

Panfleto repartido haciendo promoción al Banco de Avío.

La desgracia económica surgida en España como resultado de la guerra llevo a la falta de producción de medios textiles y con ello un aumento de los precios de los mismos en México, por lo que, en el país comenzaron a aparecer las primeras fabricas textiles financiadas por mercaderes o mineros, lo cual fue alentado por el gobierno con una serie de medidas entre las que se contemplaban recompensas o subsidios a la industria, y la imposición de aranceles para favorecer la creación de fabricas dentro del país, esto llevo al surgimiento de distintos bancos, como el Banco de Avío de la familia Alaman que otorgaba préstamos a empresarios privados interesados en adquirir maquinaria para la industria manufacturera, el cual fue apoyado desde el gobierno de Azcárate.

Wilhelm von Humboldt, hermano de Alexander Humboldt y reformador del modelo educativo.

Ante un discurso del diputado del partido liberal por Toluca en la Asamblea Nacional José María Luis Mora, en el que expreso lo siguiente "El mayor bien político se da cuando un pueblo educado y un gobierno sabio reconocen las necesidades de desarrollo de su sociedad y las ponen en marcha conjuntamente, armoniosamente", dicho pronunciamiento fue aplaudido por parte de los unionistas y puso a Azcárate ante una nueva problemática, la reforma de la educación en el país, principalmente de las Universidades existentes, que se hacían sentir ya anticuadas para la época y desactualizadas para sus homologas europeas y americanas. Por ello, se realizó la Ley General de Instrucción Pública, con la cual, la educación pasaría a ser rectorada por el estado, y el modelo humboldtiano de educación superior, sería adoptado paulatinamente, con la diferencia de la instrucción de disciplina a los bachilleres, seminaristas y universitarios, siendo el Real Seminario de Minería puesto como eje para la educación de mayores técnicos en el país y base para la expansión de este modelo educativo. A pesar de lo anterior, hubo ciertas resistencias, principalmente dentro de la Pontificia Universidad de México, su rector intentó cerrarla en forma de protesta, y grupos del propio partido unionista se manifestaron a favor del cese del proceso de reforma, esto llevó al virrey Apodaca, de ideas más tradicionalistas a mediar en la disputa, llegando a la adopción del modelo humboldtiano con la confluencia del antiguo modelo virreinal en dicha universidad.

Organización eclesiástica mexicana en 1820.

Otro punto que trato el gobierno de Azcárate fue el religioso, en el cual, continuo la política regalista que se había llevado por años por parte de los Reyes. Mediante el Despacho del Real Patronato que se creo en su Cancillería, Azcárate concentro la mayor parte de las decisiones y reformas de la administración de la Iglesia en la Confederación, poniendo a la cabeza de esto al destacado teólogo José Mariano Beristáin. La base para reafirmar el control por parte de la Corona de la Iglesia local fue la apropiación por parte de Real Hacienda de las finanzas eclesiásticas en tiempos de guerra, a cambio de que el estado se hiciera cargo del financiamiento de la misma. Azcárate uso esto a su favor para reorganizar territorialmente los obispados, logrando la autorización papal para la creación de los Obispados de Santa Fe y las Californias, y concentrando los esfuerzos hacía la promoción del clero secular en el centro del país y el regular en el norte, como una medida para acercar a la población a la fe y convertir a los indios del desierto.

Barcos cercanos a Puerto Gálvez, la Real Armada de la Confederación fue eje fundamental de la política colonial mexicana.

Cuestiones coloniales como California y Texas fueron promovidos directamente desde los despachos de Marina y Guerra y Colonias, los cuales se pusieron al frente del esfuerzo gubernamental por afianzar el control mexicano sobre el norte del país, hechos como la creación de Bases Navales en La Paz y San Francisco en las Californias y la creación del Puerto Gálvez en Texas, fueron los ejes rectores para realizar dichos objetivos. De igual manera, se fomento la migración china y filipina, así como la nacional de familias pobres a las Californias, dotándolas de tierras y ayudándolas en sus gastos de transporte, mientras que en Texas se fomento también la de convictos y migrantes católicos, principalmente españoles que huían de la devastación con la que culminó la península tras años de guerra.

Política exterior

El Congreso de Viena definió gran parte de la política europea durante los próximos 40 años.

Mediante su secretario de Estado, el gobierno de Azcárate fue participe en el Congreso de Viena, en el cual se tuvieron grandes logros como las compensaciones económicas y militares a España, la reposición y obtención de algunos territorios a España, pues los intereses del gobierno de Azcárate estaban en que España tuviera la mayor cantidad de herramientas posibles para su reconstrucción y que de esta manera la Monarquía no se debilitara.

Los comanches fueron famosos por su equitación y asalto a propiedades y ciudadanos mexicanos.

En territorios más cercanos a México, las relaciones con las llamadas por Azcárate como Naciones de Indios Bárbaros fueron otro de los entes de su política exterior, al ser vitales para facilitar la colonización y control mexicano de los territorios del norte. Es por ello que se entablaron relaciones de comercio y amistad con algunos pueblos apaches y comanches, sin embargo, a la par de las mismas, aumentó considerablemente la presencia militar y el financiamiento a los presidios en Texas y Nuevo México, con el objetivo de disminuir la cantidad de ataques a los mexicanos residentes en la región, e incluso, intentó en varias ocasiones integrar a estos indios como nuevas Repúblicas de Indios.

La partición de Florida.

Mantuvo siempre una postura cuatelosa frente a los Estados Unidos, de los cuales desconfiaba, principalmente por el interés de su gobierno en los territorios del norte, por lo que, al plantearse la cuestión sobre la soberanía de Texas por la compra de la Luisina, Azcárate puso en la mesa un tratado multilateral con España para fijar las fronteras con los Estados Unidos. Al final, en 1819, se realizaron diversos tratados que fueron negociados en la ciudad de La Habana por Melchor de Talamantes (México), Luis de Onis (España) y John Quincy Adams (Estados Unidos), en los cuales se acordaron los límites entre México y los Estados Unidos, la compra de la Florida Occidental a España por estos últimos a un precio de 8 millones de dolares y el compromiso mexicano de defender la Florida oriental, de igual manera, se dialogo por parte de México una posible compra de la Florida oriental en un futuro.

Azcárate concentro gran parte de su política comercial en fomentar el comercio existente entre los Reinos americanos, promoviendo el Galeón de Manila, así como la ruta San Blas-Guayaquil-Callao-Valparaiso, enviando ministros plenipotenciarios a Chile, Nueva Granada y Perú, con los que se mantuvieron buenas relaciones comerciales. Además, se estableció una misión diplomática en las islas Háwai gracias a la intermediación de Francisco de Paula Marín Grassi, un español cercano a los soberanos de dichas islas.

Retirada de la vida política y muerte

Azcárate decidió retirarse en junio de 1823 en vísperas de su cumpleaños número 56, tras casi 15 años de estar al frente del gobierno mexicano, comunicó su decisión primero a su partido en una reunión en Tacubaya, y posteriormente al virrey José Ruiz de Apodaca, al cual le pidió que eligiera a su sucesor. Tras la asunción de su secretario de Gobernación, Ignacio López Rayón, Azcárate se aparto del liderazgo y decisiones de su partido, sin embargo, fue consultado recurrentemente tanto por los miembros como por el propio López Rayón y el virrey.

Mantuvo su cargo como Senador por la provincia de México, sin embargo, al volver a ser propuesto por la Asamblea provincial en 1824, rechazó el encargo, y dedico el resto de su vida a administrar su patrimonio y dar clases en la Academia de Jurisprudencia teórico-práctica. Murió el 31 de enero de 1831 en su domicilio, siendo acompañado por sus hijos Miguel María y Juliana. Las Cortes Generales ordenaron pagar un funeral digno de su persona, su cuerpo fue velado en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México y su cuerpo fue enterrado en el Panteón de San Fernando.

Legado

Retrato de Azcárate.

El legado de Azcárate perdura como uno de los más influyentes en la historia de México, ya que fue uno de los principales fomentadores de la soberanía nacional y la posterior elaboración del Acta Constitutiva de la Confederación Mexicana que estableció las bases del México moderno. Fue nombrado Padre de la Patria tras su muerte en 1831. Él, además estableció muchos precedentes para el gobierno nacional, y la cancillería en particular.

Azcárate se convirtió además en un símbolo de la democracia y el cómo, con el uso de la razón se pueden lograr objetivos sin la necesidad de derramar sangre alguna, desde el triunfo soberanista con el establecimiento de las Cortes del Anáhuac, hasta sus políticas exteriores astutas, cautelosas y pragmáticas que permitieron a México llegar pacíficamente una poderosa posición en el continente y en el mundo, mientras mantenía una diplomacia amable con todas las naciones europeas.

Durante la mayor parte de su mandato de casi quince años, Azcárate mantuvo un control indiscutible sobre las políticas del gobierno. Su política económica cimentó lo que sería más tarde una de las principales economías mercantiles del planeta. Sus movimientos diplomáticos se basaron en demostrar la fortaleza económica que le permitió financiar una empresa militar a gran escala, que llevó a que sus propios compatriotas volcaran su mirada al mundo, alejándose del aislacionismo que tanto caracterizaba a su país.

Memoria

Inmediatamente después de que dejó el cargo, los ciudadanos comenzaron a alabarlo y establecieron fondos para construir monumentos como el Monumento a Azcárate. En todo México, los elogios fueron interminables, varios edificios fueron nombrados en su honor, y los libros sobre él se convirtieron en best-sellers. El primer monumento construido en su honor fue el que se erigió en la Alameda de Ciudad de México en 1829.