Historia Alternativa
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Virreinato de la Nueva España
Junta Provisional Gubernativa de la América Mexicana

Desaparecido
(Estado ligado al Imperio Español)

Flag of Cross of Burgundy

1808-1811

Bandera de México (UAD)

Bandera Escudo
Bandera Escudo
Lema nacional: Fernandus Septimus Mexicanum Rex
Himno nacional: Marcha Real
Capital Ciudad de México
Religión Católica Romana
Gobierno Monarquía Parlamentaria
Rey
 • 1808-1810 Fernando VII
(de iure)
Virrey
 • 1808-1810 José Iturrigaray
 • 1810-1811 Francisco Xavier Venegas
Historia
 • Veredicto de Iturrigaray 25 de agosto de 1808
 • Establecimiento de la junta 9 de septiembre  de 1808
 • Conformación de las Cortes del Anáhuac 22 de noviembre  de 1808
 • Proclamación de la Confederación Mexicana 13 de agosto de 1811
Moneda Real Español

La Junta de México, oficialmente llamada Junta Provisional Gubernativa de la América Mexicana fue un órgano formado en septiembre de 1808 que acumuló el poder ejecutivo del Virreinato de la Nueva España durante la ocupación napoleónica de España. Esta estaba conformada por el virrey de la Nueva España y miembros delegados y establecidos por las posteriores Cortes del Anáhuac. La Junta pasaría en 1810 a formar la Confederación Mexicana.

Historia[]

Antecedentes[]

Acometida fiscal de 1804[]

En 1804 para obtener recursos Carlos IV decidió apelar a préstamos forzosos que ocasionaron mucho descontento tanto en súbditos peninsulares como americanos. En Nueva España, la iglesia tenía muchas riquezas y por ello llegó la orden de que esta consolidara los vales reales, que eran una medida para los novohispanos causada por las graves crisis financieras que sufría España. Era un método por el cual el gobierno obtenía dinero a través de sus súbditos y que, al decretarse la consolidación de éstos, produjeron una gran crisis en el virreinato que llevó a la bancarrota a muchos habitantes.

La bancarrota del imperio[]

En 1804 Napoleón fue coronado emperador de Francia por lo que ahora tenía mucho más poder. Sin embargo España quería mantenerse neutral y no aliarse ni con el Imperio Británico ni con el Imperio de Napoleón, que estaban en guerra. Para no tener problemas con ninguno de los dos Imperios, España se vio obligada a hacer fuertes pagos secretos de sus ganancias del comercio con América a ambos Imperios sin que estos supieran que estaba ayudando a los dos. Esto causó que la monarquía española quebrara y se endeudara. Para empeorar las cosas, Carlos IV y el ministro Manuel Godoy, apoyaron la guerra contra el Reino Unido y resultó una estrepitosa derrota marítima y una crisis por haberse aliado con la Francia Napoleónica y como consecuencia: la ruina económica del reino, en especial de la Nueva España.

Invasión napoleónica de España[]

Napoleon bonaparte

Napoleón Bonaparte, emperador de los franceses.

Al ascender al poder Napoleón Bonaparte, en 1799, Godoy suscribió nuevamente un tratado, firmado en San Ildefonso, por el que la Armada de España quedaba a disposición de Napoleón. En 1802 ambos países declararon la guerra al Reino Unido y en consecuencia a su principal aliado europeo, Portugal. Hacia mediados de 1805, la escuadra de guerra española se unió a la francesa y ambas pelearon juntas en la Batalla de Trafalgar, en octubre, donde fueron vencidas por el almirante británico Horacio Nelson, quien pereció durante la batalla. La derrota de la armada española provocó más descontento entre el pueblo, tanto de las colonias como de la metrópoli, pues muchos de los fondos para crear y mantener la marina se habían obtenido de cobrar impuestos más altos y de expropiar propiedades de deudores a la Corona, especialmente en la Nueva España. Este fue un gran motivo de descontento.

La derrota de la armada francoespañola provocó que Napoleón, que para entonces dominaba prácticamente toda Europa, impusiera al Reino Unido una sanción económica y comercial, conocida como el Bloqueo Continental, impidiendo así a todas las naciones europeas comerciar con la potencia británica. A fines de 1807, el reino de Portugal, otrora aliado francés, decidió iniciar relaciones comerciales con Inglaterra. Al conocer Napoleón esta noticia decidió invadir territorios lusitanos para evitar que su ejemplo cundiera por otros países. Para este fin, debía atravesar la Península Ibérica. Godoy permitió el paso de las tropas francesas a principios de octubre de 1807.

Carlos IV-0

Carlos IV de Borbón, Rey de España

Cuando las tropas de Napoleón entraron en España, el emperador de los franceses deseaba entrevistar con Carlos IV y su hijo, por lo que los hizo llamar a Bayona. Prisioneros ahí de los franceses, Bonaparte reunió a los reyes con Godoy el 30 de abril. Dos días más tarde, el pueblo de Madrid conoció la noticia y se alzó en armas contra los franceses, hecho nombrado en la historiografía como Dos de Mayo. El 5 de mayo, Fernando VII devolvió la corona a su padre, quien a su vez la transfirió a Napoleón. El emperador galo nombró a José Bonaparte como nuevo Rey de España, ostentando desde entonces y hasta 1814 el título de José I de España, apodado por el pueblo español como «Pepe Botella».

El gobierno de José de Iturrigaray[]

José Iturrigaray

José de Iturrigaray, militar andaluz y virrey de Nueva España (1803-1810).

José de Iturrigaray era un militar nacido en el año de 1742 en Cádiz, Andalucía. Participó en varias acciones por parte de la Armada de España, donde conoció a Godoy. Por influencias de su antiguo amigo, fue removido de su cargo en Granada para ser comisionado como virrey de Nueva España en diciembre de 1802, arribando al puerto de Veracruz los primeros días de 1803. Era sustituto de Félix Berenguer de Marquina, virrey que tuvo fama de duro e inflexible con los rebeldes. Iturrigaray se dedicó al reforzamiento del ejército, y en 1804 debió cumplir la Consolidación de los Vales Reales, por el cual las deudas de los criollos, peninsulares y castas eran cobradas con intereses. Los fondos recaudados sirvieron para el mantenimiento de la armada española que peleó en Trafalgar. Al conocerse en territorios novohispanos la debacle naval en Trafalgar, la población expresó su descontento ante la inutilidad de los fondos recaudados, y en muchos pueblos se realizaron motines.

Poco antes de finalizar 1807 se dio a conocer la noticia de la invasión francesa a Galicia y Cantabria, y el consejo de Estado del virrey ordenó la movilización de la mayor parte de los conjuntos militares se trasladaran a Xalapa, para enfrentar una posible invasión de Napoleón a la Nueva España. Fue en los campos sotaventinos donde se comenzó a gestar las primeras ideas de independencia, al estar ahí reunidos la mayor parte de los militares del país, que por completo eran criollos, a excepción de ciertos altos oficiales de nacimiento peninsular. En enero de 1808 el virrey recibió las noticias de que los franceses habían entrado en Valencia y Sevilla, y estaban a un paso de la capital real.

Proclamación de la Junta[]

Francisco Primo de Verdad y Ramos

Francisco Primo de Verdad y Ramos, sindico del ayuntamiento de México e ideador de la junta.

Cuando en el verano de 1808 comenzaron a llegar al virreinato de Nueva España las noticias de la invasión francesa a España y de las abdicaciones de Bayona, el estado de vacatio regis fue motivo de inquietud en la comunidad novohispana. Un grupo de criollos, entre los que destacaron el síndico Francisco Primo de Verdad y Ramos, el fraile Melchor de Talamantes, el licenciado Antonio de Cristo y Francisco Azcárate, tomaron la iniciativa para promover la creación de una Junta de Gobierno. Gracias a la amistad de Azcárate con el virrey José de Iturrigaray, el 19 de julio de 1808 los criollos fueron recibidos en el palacio virreinal. Sus primeras propuestas consistían en respetar los derechos de la Casa de Borbón, pero debido a la ausencia de monarca, nombrar al virrey como gobernador y capitán general de la colonia con el fin de defender la integridad del territorio ante una posible invasión, debéndiose convocar a los representantes civiles, militares y eclesiásticos a una consulta para respaldar y jurar esta decisión.

Durante los siguientes días, llegaron noticias de juntas provinciales formadas en Sevilla y Oviedo, las cuales pedían la obediencia de las colonias americanas. Los integrantes de la Real Audiencia de Nueva España, en su mayoría españoles peninsulares, acogieron esta idea. Pero los criollos, liderados por Azcárate y Primo de Verdad, promovieron la creación de una Junta de Gobierno local e independiente a las Juntas de España, bajo el enunciado de que ante la ausencia del rey, la soberanía debería recaer en el pueblo. El virrey decidió crear la Junta de Gobierno el día 5 de agosto y citó reunión para el 9 de agosto. Tras acalorados debates, ambas facciones coincidieron en respetar como soberano a Fernando VII. Al respecto de obedecer a las juntas de España o regirse por una Junta local y autónoma, el virrey optó por proclamar la segunda opción.

Gabriel de Yermo

Gabriel de Yermo, planeo un levantamiento para deponer a Iturrigaray y a la recién creada Junta.

Las reuniones continuaron y los criollos propusieron, como segunda etapa, llamar a las cortes del Virreinato constituidas por representantes del pueblo. Los españoles peninsulares se opusieron a esta idea y temieron que el virrey pretendiese proclamarse rey de la colonia. Un grupo de hacendados autonombrados Patriotas de Fernando VII se organizaron para deponer al virrey. El 11 de septiembre de 1808, el arzobispo Francisco Javier de Lizana y Beaumont, se opone a los planes del lider de los Patriotas, Gabriel de Yermo, informandole al virrey, José de Iturrigaray, que inmediatamente ordena su captura. El 16 de septiembre, el virrey, para evitar mayor oposición y confusión, jura no usurpar las coronas de los reinos de la América Mexicana, esto, bajo presión del Arzobispo y el ayuntamiento de la ciudad de México.

El 21 de septiembre, Iturrigaray convoca a todos los Ayuntamientos de la Nueva España para formar un gobierno provisional que posteriormente culminaría en la proclamación de las Cortes del Anáhuac en noviembre y la creación del Ejercito Real de México, el 12 de diciembre de 1808.

Las Cortes del Anáhuac[]

Articulo Principal: Cortes del Anáhuac

El 22 de noviembre de 1808 las Cortes del Anáhuac fueron inauguradas en el Real Palacio de Mineria de la Ciudad de México, estando conformadas por diputados nombrados por los ayuntamientos de la Nueva España continental. Los representantes de las provincias de la Capitanía General de Guatemala llegaron hasta finales de diciembre debido a la indecisión presentada por el Capitán General de participar en las Cortes.

El 12 de diciembre, el ejército virreinal compuesto por completo de criollos, a excepción de ciertos altos oficiales de nacimiento peninsular, juró lealtad a Fernando VII y se nombró defensor de las Cortes, tomando el nombre de Ejército Real de México. Con este pronunciamiento por parte de la rama armada del virreinato, los disidentes a la decisión del Virrey y a la Conformación de las Cortes perdieron en gran medida sus apoyos y defensores.

En estos primeros pasos del parlamentarismo aún no existían los partidos políticos, pero la mayoría de los diputados convocados a las Cortes se encuadraban en dos grupos:

  • Los realistas, querían que la soberanía radicara exclusivamente en el Monarca, cuyo poder no debía tener ninguna restricción, y consideraban que las Cortes habrían de limitarse a recopilar y sistematizar las leyes, estaban constituidos principalmente por peninsulares.
Escarapela de los juntistas de México (UAD)

Escarapela empleada por los diputados juntistas y sus simpatizantes, el azul representaba la lealtad a los borbones, el blanco la religión y el rojo el poder popular.

  • Los juntistas, abogaban por una soberanía compartida entre el Rey y las Cortes, con un sistema similar al del Parlamento Ingles. Aceptaban la división de poderes y asumían buena parte del programa reformista de la Ilustración. Los juntistas, al estar integrados por criollos, que conformaban el grueso de los ayuntamientos y del ejercito mantuvieron una marcada mayoría en las Cortes, sin embargo, su grupo parlamentario se mantuvo dividido durante la existencia de las mismas entre:
    • Privilegiados, que deseaban eliminar la diferencia entre peninsulares y criollos pero mantener las leyes de castas para el resto de la población. Proponian que las Cortes fueran una cámara única con representación proporcional a la importancia de clases y elección directa. Dando predominio a los grupos privilegiados y eliminando el papel elector de los ayuntamientos.
    • Liberales, abogaban por la abolición de la esclavitud y las divisiones sociales, proponían que las Cortes estuvieran proponía una sola cámara sin separación de clases ni representación proporcional y con elección indirecta.
    • Moderados, que deseaban abolir la esclavitud y el sistema de castas, igual que los liberales, pero proponían para las Cortes una Cámara alta formada por el alto clero, nobles, ciudadanos destacados y mariscales, y una baja formada por ciudadanos electos por los ayuntamientos.

En febrero de 1809, las Cortes pusieron a votación el inicio de la redacción de una ley fundamental para la ordenanza de los territorios bajo administración de la Junta, a pesar de la oposición de los realistas, al final se termino con una victoria juntista, por lo que las Cortes comenzaron a escribir el Proyecto para la Constitución de la América Mexicana.

Las Cortes del Anáhuac comenzaron además a designar a los miembros que presidian la junta, manteniendo en todo momento a Iturrigaray, al que consideraban representante de Fernando VII en el país. La primera designación fue la de Juan Francisco Azcárate y Lezama como presidente de la misma. Durante toda la existencia de las mismas, nunca se paro el suministro de recursos y apoyos a la Junta de Sevilla que, sin embargo, en un primer momento consideró a la Junta de México como ilegítima y en estado de rebeldía. Aun así las negociaciones entre ambas Juntas junto a la imposibilidad de la Junta de Sevilla para imponer su control en Nueva España, desembocaron en que finalmente el 19 de julio de 1809 la Junta de Sevilla promulgará el Decreto sobre las Juntas Soberanas de la América Española, por el cual finalmente reconoció tanto a la Junta de México como a las que ya se habían formado en otros virreinatos. En dicho decreto se recalcaba la obligatoriedad de las territorios americanos de aportar hombres y recursos a la empresa de liberar España y hacer retornar a Fernando VII, pero también se ordenaba a los penínsulares y demas opositores de las juntas que cesaran en su oposición a estas y que por el bien general de España y su legítmo monarca Fernando VII, obedecieran y participaran en las juntas autónomas que se habían establecido en la América Española, este hecho supuso un gran logro diplomático por parte de los españoles de América quienes liderados por el diplomático novohispano Melchor de Talamantes consiguieron imponer sus condiciones a una Junta de Sevilla compuesta principalmente por centralistas.

En 1810, con la conformación de las Cortes de Cádiz y el Consejo de Regencia de España, Iturrigaray fue sustituido por Francisco Xavier Venegas por designación de la regencia, este hecho supuso el reconocimiento definitivo de las Cortes del Anáhuac. Paralelamente a esto las Cortes designaron a nuevos embajadores que viajaron a Cádiz para negociar con los representantes peninsulares y el resto de representantes americanos la creación de un nuevo orden político para el imperio español, lo que luego se conocería como la Monarquía de Naciones Españolas o Hispánicas.

La Confederación Mexicana[]

Ramos Arizpe

Miguel Ramos Arizpe, promotor del establecimiento de la Confederación Mexicana.

Durante la redacción de la Constitución, hubo disidencias conforme a la manera en que se organizaría territorialmente el país, había centralistas, que pedían un estado unitario, y federalistas, que pedían un estado basado en los Estados Unidos. Fue de esta manera que nació la idea de la Confederación de la América Mexicana en 1810, que tenía por objetivo unir a los distintos reinos y reales audiencias del Virreinato en una única entidad, pero manteniendo la autogestión interna de carácter provincial con algunas limitaciones, apostando por un estado central fuerte que pudiera mantener contentos tanto a los federalistas como a los centralistas.

La idea de la Confederación fue bien recibida en la Intendencia de Guadalajara, las provincias de Guatemala y la capital, aunque sin embargo fue polémica debido a que haría que la junta proclamase directamente la Independencia del Virreinato en materia administrativa respecto a España, algunos incluso alegaron que significaría cortar completamente con los Borbones, como respuesta a esto, los partidarios de la Confederación mantuvieron clara su idea y argumentaron que Fernando VII mantendría la Corona de todos los reinos mexicanos, y que estos estarían unidos mediante la Confederación, cediéndoles a los ciudadanos de esta, el gobierno en su nombre.

El rechazo a la Confederación llevo a que el ala moderada de los juntistas propusiera la separación de las Cortes en dos Cámaras, una Alta llamada Consejo de la Confederación integrada por el alto clero, nobles, ciudadanos destacados y mariscales (por lo que en su mayoría estaría compuesta por peninsulares) y otra baja, llamada Cámara de los Diputados, que estaría integrada por ciudadanos electos mediante elección indirecta por los Ayuntamientos.

Constitución de Apatzingán

Firma del Acta Constitutiva de la Confederación Mexicana.

Durante un tiempo, hubo rumores de que los realistas planeaban un golpe de estado, sin embargo, en enero de 1811 decidieron sumarse a la iniciativa de los moderados, que al final, termino imponiéndose. La Constitución fue entonces terminada en mayo de 1811, decidiéndose como día de su promulgación el 13 de agosto, aniversario 290 de la Conquista de Tenochtitlán por Hernán Cortes. La Promulgación de esta Constitución fungió de facto como la declaratoria de autodeterminación de México, y además de tener en ella la manera de gobernarse de la nueva nación, fue la segunda (después de la Haitiana) en prohibir la esclavitud en el mundo.

El Acta Constitutiva de la Confederación Mexicana fue firmada y jurada en el Palacio del Ayuntamiento de la Ciudad de México, tras su proclamación, a las afueras del Palacio, Ignacio López Rayón, secretario de las Cortes anunció ante una multitud eufórica lo siguiente:

Se declara a partir de este momento, la conformación de los territorios y reinos del virreinato de la Nueva España, en una unión llamada Confederación Mexicana, bajo la corona de Su Majestad, Don Fernando VII de Borbón, que a partir también de este momento, será llamado Rey de los Mexicanos en los territorios ya mencionados

Miembros de la Junta[]

José de Iturrigaray
Virrey de la Nueva España
Presidente de la Junta
(1808-1810)  



Francisco Xavier Venegas
Virrey de la Nueva España
Presidente de la Junta
(1810-1811)



Juan Francisco Azcárate y Lezama
Secretario del Virreinato
(1808-1811)

Francisco Primo de Verdad
Presidente y Representante de las Cortes
(1809-1810)

Félix María Calleja del Rey
Mariscal y representante del Real Ejército de México
(1808-1809)

Pedro de Garibay,
Mariscal y representante del Real Ejército de México
(1809-1811)

Ignacio Allende
General y representante del Real Ejército de México
(1811)

Antonio González Mollinedo y Saravia
Presidente de la Real Audiencia de Guatemala
(1808-1811)

Roque Abarca
Presidente de la Real Audiencia de la Nueva Galicia
(1808-1811)

José María Fagoaga
Miembro de la Junta

Manuel Díaz
Miembro de la Junta

Francisco Manuel Sánchez De Tagle
Miembro de la Junta

José Mariano de Sardaneta y Llorente
Miembro de la Junta

Jacobo de Villaurrutia
Miembro de la Junta

Melchor de Talamantes
Miembro de la Junta

La Junta fuera de México[]

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