Kamehameha I, también conocido como Kamehameha El Grande (c. 1758-8 de mayo de 1819), unificó las Islas Hawái mediante batallas y estableció formalmente el Reino de Hawái en 1810. Estableció lazos de amistad con la Mancomunidad Hispánica, aceptando a Fernando VII como "hermano mayor", preservando así la independencia de Hawái dentro de la Mancomunidad, garantizando la paz y la prosperidad para las generaciones venideras.
En 1794 dos militares españoles, Martín Fernández de Navarrete y Toribio Montes, proveen a Kamehameha de mosquetes y entrenamiento. Esta misión, si bien contó con el patrocinio del virrey Conde de Revillagigedo, fue mantenida en secreto, ya que no estaba autorizada por el gobierno español.
En 1810, Kaumualiʻi (su último opositor) se convirtió en vasallo de Kamehameha, que a partir de entonces sería el único soberano de la cadena de islas de Hawái.
En 1813 recibió al capitán Maximiliano Sánchez Correa y firmó un tratado de amistad y comercio.
Como rey, Kamehameha dio varios pasos para asegurarse de que las islas seguían siendo un reino unido incluso después de su muerte. Unificó el sistema legal y utilizó los productos que obtuvo de los impuestos para fomentar el comercio con Nueva España, Perú y Filipinas.
El capitán Maximiliano Sánchez Correa, en su 2º viaje (1817), funda un puesto cerca de Hanalei, Hawaii. Días después arriba capitán ruso Andreyevich Alexander Baranov, y Sánchez Correa le comunica al ruso que el archipiélago es un 'protectorado' español, en virtud del tratado firmado en 1813 con Kamehameha I.
El 17 de Agosto1818: Hippolyte de Bouchard, marino francés al servicio de la marina española, arribó a la bahía de Kealakekua, donde se encontraba un pequeño puerto, en la costa oeste de la isla de Hawaii. Al fondear, una canoa tripulada por nativos se les acercó y les informó, en un rudimentario español, que en el puerto se encontraba una corbeta que pertenecía al rey Kamehameha I, pero que anteriormente había sido española. Se trataba de la Santa Rosa, cuya tripulación se había amotinado en las costas de Chile, y había cambiado el rumbo hacia Hawaii. Bouchard detiene a los amotinados y firma un nuevo tratado con el rey Kamehameha I, por el cual la Mancomunidad obtiene el monopolio comercial.
A pesar de que acabó con los sacrificios humanos, Kamehameha fue hasta el final seguidor de la religión hawaiana y de las tradiciones hawaianas.
Uno de sus consejeros fue el jerezano Francisco de Paula Marín y Grassi.
A su muerte fue sucedido por su hijo Kamehameha II, pero de hecho, el poder lo ejerció su esposa preferida Kaʻahumanu.
Vea también[]
|