Corría el año 1945 cuando Isaías Medina Angarita culminaba su período presidencial luego de cuatro años de ejercicio democrático, habiendo puesto todo el empeño por realizar un tranquilo tránsito hacia la participación civil en las directrices del gobierno, y preparaba el terreno para las próximas elecciones, postulando para ello a un civil de sus filas: Diógenes Escalante. El partido opositor de entonces, Acción Democrática, liderado por Rómulo Betancourt, había acogido la idea del candidato. Reinaba entonces un clima de paz en aquella temporada de elecciones; y la verdad es que Diógenes Escalante tenía sobradas razones para inspirarlo, pues parecía un candidato capaz. Así que se designó este candidato en ausencia, pues estaba en Nueva York ejerciendo cargos diplomáticos. Al llegar a Caracas se hospedó en el Hotel Ávila. Pero resulta que un día, Escalante, a aquel candidato conciliador, se le va completamente la cabeza de forma abrupta, viéndose forzado a abandonar la política y a pasar el resto de su vida en un centro psiquiátrico.
Desesperado por conseguir otro candidato a la altura de Escalante, el presidente Medina propuso entonces a su Ministro de Agricultura y Cría, Ángel Biagini. Pero la baja popularidad del candidato, que pasó a ser prácticamente nula al demostrarse su paupérrima ortografía (en un agradecimiento por su designación oficial como candidato del PDV escribió entusiasmo con c), propiciaron las condiciones para el golpe de Estado contra Angarita ese mismo año, que transformó para siempre la historia venezolana del siglo XX. El trienio adeco, la corta presidencia de Gallegos, la dictadura de Pérez Jiménez, el puntofijismo y el chavismo no habrían tenido nunca lugar de no ser porque a Escalante le dio la gana de volverse loco e’ bola.
Pero… ¿y si no se hubiera vuelto loco?
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Diógenes Escalante[]
El camino a la presidencia[]
En 1945 el entonces Presidente de Venezuela, Isaías Medina, luego de un prolongado proceso en busca de su sucesor, propuso a Escalante como candidato por el partido gobernante PDV (Partido Democrático Venezolano) para las elecciones de 1946, a consecuencia de un artículo de prensa, que sugirió para el aún embajador la candidatura. Días después, Escalante regresó al país con su familia. Esto lo convertiría en el próximo presidente de Venezuela pues el PDV controlaba de manera casi absoluta el Congreso, cuyos integrantes, de acuerdo al sistema electoral imperante en ese momento en el país, serían los responsables de elegir por votación de sus miembros al Presidente que sustituiría a Isaías Medina Angarita.
Su eventual candidatura recibió el respaldo de una nueva agrupación política conocida como Acción Democrática, cuya única condición es que se aprobase el sufragio universal, directo y secreto. Luego de algunas dudas y cavilaciones Diógenes Escalante se dispuso a aceptar la candidatura presidencial y comenzar su campaña electoral, sin embargo, no parecía ser siquiera necesaria: Escalante contaba con la aceptación de la mayoría de la clase política venezolana y del ejército, por lo que se daba por sentada su victoria en las elecciones. Todo esto a pesar del rechazo de ciertas figuras que argumentaban, el candidato estaba desconectado de la actualidad venezolana de aquel entonces y desconocía los problemas del país como para ser presidente.
Entonces, sin apenas oposición y por una mayoría aplastante de 124 votos de 137, el 25 de abril el Congreso elige a Escalante como presidente, quien asume el 5 de mayo.
Más próximamente.