Los levantamientos incas fueron una serie de sublevaciones lideradas por Blas y Diego Felipe Condorcanqui, bisnieto y tataranieto de Tupác Amarú II respectivamente. Los levantamientos estuvieron enmarcados en una época de descontentos sociales y enfrentamientos étnicos en diferentes partes de los Estados Unidos de Hispanoamérica.
Prefecturas Alternativas[]
El gobierno estatal del Perú en cabeza de José de la Riva Agüero, designado gobernador del Estado del Perú por el presidente Bernardo O'Higgins; fue reconocido por la familia Condorcanqui como autoridad. Los Condorcanqui, descendientes directos de Tupác Amarú II, gozaban de gran poder y autoridad entre las comunidades indígenas del Perú que hacían una gran parte de la población de dicho estado. La aristocracia conservadora peruana rapidamente toma posiciones de poder en dicho estado, asumiendo la porción mayor de las prefecturas regionales distribuídas por el gobernador De la Riva. Las fuerzas indígenas peruanas, encabezadas por la familia Condorcanqui, anuncia su descontento con el gobierno estatal e insta a éste a otorgarles a los indígenas las prefecturas en aquellas regiones donde fueran mayoría.
La negativa de De la Riva a la proposición de los indígenas y la posterior negativa a cualquier tipo de negociación con ellos generan el establecimiento de prefecturas paralelas encabezadas por indígenas en la mayoría de las regiones del estado. Las juntas de gobierno indígenas son ilegalizadas, mediante un decreto del gobernador se ordena la disolución inmediata de dichas organizaciones; sin embargo sus integrantes continúan operando desde la clandestinidad. En mayo de 1821 la policía del Perú captura a Blas Condorcanqui, acusándolo de agitador y de pertenecer a una prefectura alternativa, lo cual desencadena una lucha por el poder estatal entre la familia Condorcanqui y el Partido Conservador.
La Revuelta en Arequipa[]
La captura de Blas Condorcanqui generó todo tipo de reacción en la ciudad de Arequipa. Las primeras horas después de la acción policial, las élites conservadoras de la ciudad celebraron. Se dieron discursos en las plazas de la ciudad, reuniones políticas, festejos entre las fuerzas de seguridad y todo tipo de condecoraciones por parte del gobernador.
La mañana siguiente fue el turno de los indígenas para manifestarse. Cientos de ellos acudieron a la prefectura, a la cual le causaron daños con piedras y palos, posteriormente entraron en esta a hurtar bienes costosos que habían al interior de ésta. Los rebeldes contaron con el apoyo de una parte de la policía. Para el medio día, la ciudad había caído en manos de los indígenas.
La Alianza Indigenista[]
Diego Felipe Condorcanqui, hijo de Blas Condorcanqui, se enteró de la detención de su padre dos días después. Diego Felipe se encontraba en la ciudad de Moquegua, desde donde partió con un grupo de 60 hombres armados hacia Arequipa para apoyar a los rebeldes. A dicha ciudad también acudían ya las autoridades militares del Estado, las cuales son derrotadas al intentar ingresar a la ciudad por indígenas y ciudadanos de la región. Francisco Xavier de Luna Pizarro, opositor del gobernador De la Riva y fundador del Partido Federal en el Perú, ofrece apoyo a los indígenas para legitimarse como prefectos regionales, a cambio de que éstos lo nombraran a él Gobernador alternativo del Perú. Es entonces cuando el Partido Federal se consolida en el Perú como el partido de la mayoría indígena de dicho Estado, y la revuelta de Arequipa se convierte en un levantamiento nacional.
Los Primeros Levantamientos (1821)[]
En 1821 se realizan diversos levantamientos en el sur y centro del Perú. Tras la revuelta de Arequipa, continúan los levantamientos liderados por Diego Felipe Condorcanqui en Moquegua, Ayacucho, las regiones de Tacna y Puno, el sur del territorio amazónico peruano y diversas manifestaciones indigenistas en la Costa hasta la ciudad de Lima. En noviembre de 1821 los manifestantes indígenas de Lima son reprimidos por las fuerzas policiales. A diferencia del resto del país, la población limeña favorece casi unánimemente al gobierno conservador.
Pactos entre De la Riva y Luna Pizarro (1822)[]
Tras la derrota en Lima y la perdida de territorios en la costa del país y Ayacucho, se genera una fractura en los indígenas ya que Francisco de Luna Pizarro comienza a competir por el liderazgo del grupo que ostentaba Diego Felipe Condorcanqui.
Para ganar el favor de los indígenas, que apoyaban en grandes cantidades el liderazgo de Diego Felipe; Luna Pizarro anuncia su voluntad para dialogar de nuevo con el gobernador De la Riva y negociar la liberación de Blas Condorcanqui, quien gozaba de mas popularidad que su hijo Diego Felipe entre los indígenas. A Blas Condorcanqui le toca aceptar el liderazgo de Luna Pizarro, pues este había ofrecido su ayuda para la liberación de su padre.
En febrero de 1822 Francisco de Luna llega a Lima para negociar la liberación de Blas Condorcanqui. Acuerda con el gobernador reconocer la autoridad de éste mientras se les permitiera a los indígenas participar de las elecciones de 1824 a nombre del Partido Federal. El pacto se realiza con apoyo del Gobierno Nacional, el cual tenía una coalición con los federalistas en el Congreso. Blas Condorcanqui es liberado y los enfrentamientos cesan durante un año y medio.
De Protestas Indigenistas a Resurrección del Imperio Inca (1823-1824)[]
La situación social de los EUH se complicó con protestas indigenistas en una gran parte de los Estados. Recientemente los aymaras habían comenzado una serie de manifestaciones en Charcas, motivadas también por los Condorcanqui. La fiebre indigenista se contagió en el Perú. A un año de las elecciones, Francisco de Luna Pizarro no había vuelto a reunirse con los líderes indígenas de dicho estado, y la desconfianza entre el Partido Federal y los grupos indígenas aumentaba.
Blas Condorcanqui regresa al Perú y anuncia la formación de juntas indígenas en todas las regiones del estado, para definir una estrategia electoral que les permita derrotar al conservatismo, mientras Diego Felipe continuaba liderando las protestas en Charcas.
Francisco Xavier de Luna inscribe una serie de candidatos al Congreso y se postula a sí mismo a la gobernación, incumpliendo el pacto que había realizado con los indígenas. Esto genera una reacción violenta de los indígenas contra algunos dirigentes del Partido Federal, a quienes acusan de traidores.
Blas Condorcanqui es enviado de nuevo a prisión por los asesinatos de dirigentes del Partido Federal. Es entonces cuando Diego Felipe regresa al Perú y en un cónclave con diversos líderes indígenas del Perú y Charcas firman un acta de independencia frente a los EUH. Proclaman el regreso del Imperio Inca y eligen a Blas Condorcanqui como emperador; imitando la estrategia de Agustín de Itúrbide en México.
El presidente de los EUH, Bernardo O'Higgins, se niega a reconocer la independencia inca y en cambio le declara la guerra a los rebeldes. Enviando tropas de Nueva Granada y Chile al Perú y a Charcas logra arrinconar a los indígenas a la frontera entre los dos Estados sublevados.
La Alianza de Cooperación Indígena[]
Diego Felipe Condorcanqui exige entonces al Partido Federal aceptar la lista indígena al Congreso en Perú y Charcas. Mas adelante, conforma otra lista en Ecuador. El 5 de enero de 1824, Condorcanqui anuncia el fin de la guerra y del Imperio Inca. Anuncia una alianza con los seminolas de la Florida para que estos también participen de las elecciones e intenta conformar un solo bloque con los aztecas sublevados, aunque con estos últimos la alianza nunca se concreta. Se conforma así la Alianza de Cooperación Indígena, un bloque electoral con presencia en la Florida, Ecuador, Perú y Charcas. Mas tarde ingresan a él, aunque sin postularse a las elecciones, las comunidades mapuches de Chile.