Las Marianas es un conjunto de islas pertenecientes a la Gobernación de las Marianas y Carolinas, incluida en el Virreynato de las Filipinas y el Pacífico, dentro de la Mancomunidad Hispánica. Su capital es la Villa de Saipan, capital de la gobernación.
Conforman la parte meridional de una cordillera sumergida que se extiende a lo largo de 2519 kilómetros desde Guam hasta muy cerca de Japón. Las Marianas son las islas más septentrionales de Micronesia. La superficie de las Marianas es de 1026 km². Se sitúan al este de Filipinas y al sur de Japón. El nombre del archipiélago proviene del nombre de la reina consorte de España, Mariana de Austria, que vivió en el siglo XVII, época en la que llegó la colonización española a su mayor extensión («donde no se pone el sol»).
Fernando de Magallanes descubrió estas islas en su famoso viaje alrededor del mundo en 1521, pero no se detuvo en ellas ya que su objetivo era hacer nuevos descubrimientos. Tras su muerte, sus compañeros de viaje describieron con lujo de detalles el país que habían descubierto, Filipinas, al llegar a España. Los españoles asombrados quisieron unir el oriente al occidente conquistando aquellas islas de las que nadie había oído hablar en Europa. Felipe IV tras leer las memorias y cartas de San Vitores dio orden al gobernador de Filipinas de proporcionar buques y recursos para las Islas Marianas. Hizo preparar un buque que saldría de México a las islas Marianas para dejar al padre San Vitores y a sus compañeros.
Se embarcaron en el puerto de Cavite con el padre Tomás Cardeñoso el 7 de agosto de 1667. Tras llegar a México, el padre San Vitores escribió a marqués de Mancera para anunciarle su llegada y solicitarle aquellos recursos necesarios. Esta demanda de productos fue rechazada a pesar de que eran sólo diez mil escudos, sin embargo, el Virrey la aceptó al día siguiente. Dieron vela el 23 de marzo de 1668, con el almirante Bartolomé Muñoz a cargo y llegaron el 15 de julio llegaron a las islas de Zarpana, seguida de la isla de Guahan. A los segundos de llegar se vieron rodeados de pequeñas embarcaciones que les acogían gritando “mauri”, que significa “amigos”.
En 1667, España las reclamó efectivamente, y les puso el nombre de la reina Mariana de Austria, esposa del rey español Felipe IV. El 15 de junio de 1668 llegó a la isla de Guam una expedición de jesuitas enviados por la misma reina, su misión era predicar el evangelio en las nuevas posesiones. Los misioneros se establecieron en Agaña, y en un principio fueron bien acogidos por el cacique indígena Quipuha, quien se convirtió al catolicismo. Pero las revueltas no tardaron en estallar, y durante una de ellas algunos isleños asesinaron a gran parte de la comitiva. Los indígenas paganos se levantaron varias veces contra la ocupación española, hasta que el capitán Damián de Explana logró reducirles. En 1690 nuevas insurrecciones surgieron en las islas, pero esta vez fueron rotundamente sofocadas, quedando establecida definitivamente la soberanía española en toda la región.
En el siglo XIX España estableció en las islas un gobierno regular y un presidio, cuyos penados provenían en su gran mayoría de las islas Filipinas. Estos presos eran obligados a participar en la colonización de todo el territorio.
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