Muerte y funeral de Estado de Adolf Hitler (Heimat)

Der Führer auf seinem Sterbebett

La muerte de Adolf Hitler, líder del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (1921-1971) y Führer y Reichskanzler del Tercer Reich (1933-1971), se produjo el 8 de agosto de 1971 en el Palacio del Führer en Germania, Gran Reich Germanico.

Consecuencias

Abolición de la oficina del Führer

El puesto de Fuhrer ocupado por Adolf Hitler desde 1933 había sido el máximo puesto de poder como líder indiscutible de Alemania, poseyendo todos los poderes del estado sin distinción.

Un mes después del sepelio de Hitler, se decidió por gran mayoría abolir la oficina del Führer como tal. Sus funciones fueron repartidas entre los creados puestos del Reichprasident y el Reichkanziller. Sin embargo, el segundo seria el que más funciones y poder ejecutivo tendría hasta el día de hoy.

Suavización de la migración

La migración de los no germanos fue técnicamente abolida desde la subida al poder del Partido Nacional Socialista en 1933.

Tras un largo debate, como luchas de poder internas, finalmente se decidió suavizar la migración al empezar a traer a trabajadores invitados, principalmente de España, Italia, Francia, Reino Unido, Portugal y Europa del este.

Asimilación

La idea de asimilar a la cultura alemana a las poblaciones eslavas como otras poblaciones menores, o consideradas inferiores directamente, ya había sido propuesta por algunos generales en plena segunda guerra. Sin embargo, fue descartada en su momento, empezando a cobrar re importancia en la década de 1960 con las juventudes germanas, principalmente por la gran fuga eslava hacia Rusia tras su fundación en 1960 que causo una crisis de mano de obra para trabajos pesados de los cuales los alemanes huían o se negaban a realizar. Aun así, Hitler se negó fervientemente a dar tal idea.

Fue en 1972 cuando finalmente los eslavos fueron considerados arios por la legislación germana, empezando su proceso de asimilación como igualdad de derechos como el resto de la población considerada aria como los germanos, nórdicos y mediterráneos. Del mismo modo, la asimilación también se aplico a todo trabajador invitado que contrajera matrimonio con un ciudadano alemán o directamente quisiera nacionalizarse alemán. Con el paso del tiempo esto también se aplicó a los negros y asiáticos que quisieran ser ciudadanos del reich, aunque el matrimonio interracial no se legalizo hasta 1980.

Del mismo modo, se empezó a alentar el trabajo pesado a toda la población sin distinción. Las nuevas autoridades dieron la excusa que desde el fin de la guerra las antiguas como nuevas generaciones germanas se habían vuelto muy flojas, y que esa actitud no era digna de la raza aria.

Mejora de relaciones exteriores

Desde el triunfo en la segunda guerra, y pese al armisticio firmado, en el marco de la Guerra Fría, Hitler tuvo una política muy agresiva hacia Estados Unidos, la aún existente Unión Soviética y su sucesora Rusia, como con Canadá y el resto de naciones aliadas al bloque occidental. Si bien se suavizo con el paso de las décadas, sobretodo desde la visita de estado del entonces Fuhrer a Estados Unidos en 1964, la relación de Alemania con los países nombrados fue tensa.

Tras el fallecimiento del Fuhrer, las relaciones con Estados Unidos, Rusia, Canadá, Japón y China mejoraron considerablemente. Se fortalecieron los lazos diplomáticos como culturales, aunque la tensión, ahora mínima, siguió existiendo hasta 1992. El máximo acontecimiento de esto fue la firma de los llamados Acuerdos de SALT con Estados Unidos para limitar el número de sistemas de misiles antibalísticos en 1975.

Apertura económica

El sistema económico de Alemania se hallaba dominado por una auténtica autarquía desde 1933. El sector privado era técnicamente inexistente. El país no recibía inversión y menos financiación extranjera, salvo de sus aliados europeos antes y después de la guerra. Esto con el paso de las décadas causo un déficit fiscal que era casi imposible de mantenerse, finalmente haciendo mella para la década de 1960 con una disimulada inflación.

Desde 1973 el sector económico privado junto a la inversión extranjera, sobretodo tras mejorar sus relaciones exteriores con occidente, se volvió a alentar por el estado germano en décadas. Del mismo modo, la intervención estatal se redujo considerablemente, aunque el sector estatal aun siguió controlando importantes sectores como telecomunicaciones, infraestructuras e industria militar hasta la década de 1990.

Limitada apertura cultural

La Iglesia Nacionalsocialista igualmente dejó de ser oficial, permitiéndose nuevamente una tenue libertad de religión, principalmente con el cristianismo, siempre y cuando sus creyentes no fastidiaran al gobierno y/o al partido.