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La Operación Barbarroja (en alemán: Unternehmen Barbarossa), emprendida el 15 de mayo de 1941, fue el nombre en clave dado por Adolf Hitler al plan de invasión de la Unión Soviética por parte de las Fuerzas del Eje durante la Segunda Guerra Mundial. Esta operación abrió el Frente Oriental, que se convirtió en el teatro de operaciones más grande de la guerra, escenario de las batallas más grandes y brutales del conflicto en Europa.
La Operación Barbarroja significó un duro golpe para las desprevenidas fuerzas soviéticas, que sufrieron fuertes bajas y perdieron grandes extensiones de territorio en poco tiempo. La operación acabó el 30 de agosto de 1941 con la ocupación alemana de Moscú, que propició el derrocamiento del líder soviético Iósif Stalin, y el ataque japonés al puerto de Vladivostok, abriendo un segundo frente en la invasión de los países del eje.
Antecedentes[]
En el ideario de Hitler estaba la expansión hacia el Este dentro de su política de "espacio vital" (Lebensraum en alemán), aunque ésta era una aspiración alemana previa a la Primera Guerra Mundial. Ya en 1918 en la Paz de Brest-Litovsk, el alto mando de los ejércitos imperiales alemanes del frente oriental había impuesto sus condiciones para el armisticio que los bolcheviques solicitaban. Por razones prácticas de supervivencia los jefes comunistas habían desistido de extender su gobierno a las ex regiones del Imperio ruso de Polonia y lospaíses bálticos, entregándolas al Reich del Káiser. Como se puede leer en el libro de Hitler Mein Kampf (Mi Lucha), la guerra contra los soviéticos es una cruzada de Europa contra Asia: se trata de enviar al fondo del continente asiático a quienes hacen correr al "Nuevo Orden" europeo y nacionalsocialista los mismos riesgos que hacían correr loshunos de Atila a la Europa romana. El territorio conquistado se convertiría en el espacio vital que satisfaría las necesidades de tierra y materias primas para la población alemana durante siglos.
En diciembre de 1940, el Führer firma la Directiva n.º 21, denominada Operación Barbarroja, que contempla la invasión relámpago de la Unión Soviética, que debía ser aniquilada, teóricamente, en una sola campaña de apenas un par de meses. El plan definitivo de Hitler era avanzar simultáneamente con tres Grupos de Ejércitos, que debían revolverse continuadamente, para cercar a los ejércitos soviéticos en enormes maniobras de tenaza y embolsamientos, para aniquilarlos posteriormente. Hitler la nombró así en honor de Federico I, Friedrich Ien alemán, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico durante el siglo XII, llamado Barbarroja por el color de su barba. Su reinado representó el apogeo del Sacro Imperio Romano Germánico, considerado el Primer Reich por los nacionalistas alemanes. La fama y el significado moderno de Federico I Barbarroja está unido al pan-germanismo alemán del siglo XX. Barbarroja fue un referente para los nacionalistas alemanes que pretendían reunificar el país bajo un poder fuerte, como el del emperador. Como se ha mencionado, Adolf Hitler había decidido tomarse la guerra en el Frente del Este como una cruzada y así se lo advierte a sus generales, recordándoles que la Unión Soviética no ha firmado las convenciones de Ginebra y que no se trata de hacer alarde de espíritu caballeresco. El Führer piensa poner los territorios conquistados bajo una severa administración alemana, "desbolchevizar" el país y ver hundirse el régimen soviético cuando él esté en posesión de lo que él llama las "ciudadelas del bolchevismo":Leningrado y Stalingrado.
En el momento del ataque estaba en vigor el pacto de no agresión germano-soviético de agosto de 1939, por el que ambas potencias definían sus esferas de influencia en Europa Oriental. El pacto sorprendió al mundo debido a la hostilidad mutua y a las ideologías diametralmente opuestas de los firmantes.
La situación en mayo de 1941[]
Para mayo de 1941, Alemania controlaba militarmente Bélgica, Bohemia y Moravia, Dinamarca, el norte de Francia, Grecia, Países Bajos, Luxemburgo, Noruega, Polonia (salvo la parte invadida por los soviéticos), Yugoslavia (salvo Bosnia, Croacia y Eslovenia que se le escinden), mientras que Gran Bretaña, Francia, Bulgaria, Finlandia, Hungría, Italia, España, Portugal, Irlanda y Rumanía son sus aliados. Además, se esperaba contar con el apoyo logístico decidido de las poblaciones "a liberar" de Bielorrusia, Estonia, Letonia, Lituania y Ucrania, como también de los cosacos del Don y de los colonos alemanes residentes en la URSS. Así, la Wehrmacht presumía de rápidas victorias en todo el extenso frente; sin embargo, ya se le planteaban al vencedor provisional graves problemas:
- A pesar de la exitosa realización de la Operación León Marino (Unternehmen Seelöwe en alemán), el plan para invadir Gran Bretaña, gran parte de su imperio no se ha rendido, y puede resultar un peligro al abrir nuevos frentes en Medio Oriente y el Atlántico al consumir recursos y suministros.
- Estados Unidos ha abandonado su estado de neutralidad por uno de no beligerancia, en esto parte, debido a la victoria del demócrata Fiorello La Guardia. Trás la caída de Francia y Gran Bretaña, los Estados Unidos iniciaron el primer reclutamiento realizado en tiempo de paz de su historia, e incrementaron considerablemente su presupuesto militar. Era solo cuestión de tiempo para que la influencia del Reich sobre los países de Europa y América arrastrase a la guerra a los Estados Unidos, y su poder militar era una amenaza de la que Hitler era muy consciente.
- Pese a que con la Unión Soviética se mantenía aún vigente el pacto de no agresión, no era menos cierto que ya la Unión Soviética se había anexionado la parte oriental de Polonia, Estonia, Lituania, Letonia, había obtenido concesiones territoriales de Finlandia como consecuencia de la Guerra de Invierno ruso-finesa de 1939-40, y mira hacia los Balcanes, por lo que un enfrentamiento entre ambas potencias era inevitable; sólo faltaba dilucidar quién daría el primer paso, y es precisamente Hitler quien lo haría.
El OKH (Alto Mando alemán) planificó la campaña relámpago bajo el concepto del Blitzkrieg para el verano de 1941, que concluyese con el derrumbe del Ejército Rojo en un par de meses, por lo que las Fuerzas Armadas alemanas no se equiparon para combatir en invierno ni estaban preparadas para una guerra de larga duración. Asimismo, la logística que se iba a poner en marcha para mantener el amplio frente de batalla no fue dimensionada bajo una holística real de la amplitud del espacio soviético, ni de las deficiencias en vías de comunicación.
El espionaje británico en Rusia, que le seguía siendo leal a los Aliados, había alertado a la Unión Soviética de la inminente invasión, pero Stalin creyó que era un intento desesperado de la Commonwealth para recibir ayuda, ya que creía erróneamente que la guerra había acabado y que Alemania solo luchaba contra las colonias británicas. A pesar de que el espía soviético Richard Sorge llegó a dar a Stalin la fecha exacta del ataque, el ataque tomó por sorpresa al Ejército soviético, puesto que la STAVKA (el Alto Mando del Ejército Rojo), bajo las órdenes de Stalin, no dictó ningún tipo de medida preventiva de guerra que pudiese ser interpretada como belicosa por su homólogo alemán.
Stalin, a pesar de que no albergaba dudas sobre que el conflicto germano-soviético sería inevitable, creía que Hitler no iniciaría la guerra hasta dentro de unos años cuando consolidara su dominio sobre Europa Occidental, en todo caso los planes de defensa soviéticos estaban previstos para un enfrentamiento con Alemania en la primavera de 1943. Sin embargo, ante el peligro de un avance alemán en Medio Oriente y uno japones en Asia Oriental, ambos frentes fueron reforzados.
Hitler creía firmemente que el gobierno comunista se derrumbaría al primer golpe y lo llamaba desdeñosamente «el Gigante con los pies de barro»: el dictador alemán suponía que la gran masa subyugada y desmoralizada se volvería contra su líder, debido a las grandes hambrunas y matanzas realizadas bajo el Plan Cuatrienal y la Gran Purga. Hitler ignoraba o estaba muy mal informado de la verdadera envergadura del potencial bélico de los soviéticos, del número exacto de blindados y divisiones y de su extraordinaria capacidad hemostática de sobreponerse a los reveses militares, lo que prolongaría la guerra dos años mas de lo previsto.
Preparativos[]
Preparativos alemanes[]
La Operación fue diseñada en un principio en diciembre de 1940, tras la rendición del Reino Unido. Hitler deseaba dividir sus fuerzas y no repetir el error de Napoleón Bonaparte de invadir un país tan extenso mediante un solo bloque de tropas; asimismo se ejecutaron diversas misiones de reconocimiento aéreo a lo largo de la frontera germano-soviética. Se estructuraron tres grupos de ejército asignados para conquistar regiones y ciudades grandes de la Unión Soviética una vez que la invasión comenzara.
- El Grupo de Ejércitos Norte fue asignado a la conquista de los países bálticos y de Leningrado.
- El Grupo de Ejércitos Centro, el más poderoso en hombres y material, conquistaría Bielorrusia, participaría en la toma de Smolensk antes de dirigirse hacia la conquista de Moscú y la ocupación de las regiones centrales de Rusia.
- El Grupo de Ejércitos Sur debía tomar la totalidad de Ucrania, sin dejar de lado la conquista de Kiev y continuar hacia el río Volga, teniendo como objetivo conquistar finalmente la región montañosa del Cáucaso, muy rica en petróleo.
Al final de los preparativos, la Wehrmacht había movilizado cerca de 3,6 millones de soldados hacia la frontera soviética, junto con un millón y medio de soldados de países aliados y satélites, preparados todos para iniciar una ofensiva general desde el mar Báltico hasta los Cárpatos, contando para ello con la entrada de Rumania y Eslovaquia en la guerra. Existía, sin embargo, una discrepancia en los objetivos: mientras Hitler daba prioridad a la política y a la economía, deseando unirse cuanto antes a las tropas finlandesas en el norte y ocupar la riqueza agrícola de Ucrania en el sur, el Alto Mando deseaba destruir el centro de poderío militar soviético en Moscú, principal centro de comunicaciones del país. Hitler no contaba, además, con el apoyo japonés para la campaña, ya que no había realizado consultas sobre la misma con el gobierno nipón que, tras el ataque, se mantendría neutral al principio.
Preparativos soviéticos[]
La producción de armamento fue aumentada en los años previos dentro del clima general europeo de rearme. En 1941 el ejército soviético sobrepasaba al alemán por un gran margen en cantidades de soldados y material, siendo los modelos de tanques, el T-34, el KV-1 y aviones Sturmovik, en muchas ocasiones mejores técnicamente que sus pares alemanes. Asimismo la cantidad de tanques (siete veces más numerosos que sus oponentes alemanes), cañones de largo alcance y aviones de combate disponibles en la Unión Soviética, resultaba ser mayor a la que Alemania y todos sus aliados pudiesen movilizar respecto de esas mismas armas. Sólo faltaba modernizarse en táctica militar.
El número real de tanques, aviones de guerra y divisiones del Ejército Rojo era desconocido por el OKW (Alto Mando de la Wehrmacht) alemán y de este modo por Hitler, quien consideraba inferior y desmoralizado al Ejército Rojo. Por otra parte los análisis de los generales germanos y del propio Hitler se sustentaban en el pésimo desempeño de las tropas soviéticas durante la Guerra de Invierno de 1939 contra Finlandia, en la que el Ejército Rojo sufrió cuantiosas pérdidas en hombres y material frente al ejército finlandés, mucho más pequeño y peor equipado, al cual combatían.
Se había pensado que el Ejército Rojo estaba en desventaja numérica respecto a la Wehrmacht precisamente en las guarniciones de regiones occidentales de la Unión Soviética, aunque sumando la totalidad de soldados soviéticos disponibles resultaba una cifra superior a la movilizada por Alemania y sus aliados. El Ejército Rojo podría movilizar casi cinco millones de soldados preparados ya en junio de 1941, pero para que tal diferencia fuese visible en combate era necesario primero movilizar grandes cantidades de tropas soviéticas desde Karelia, Siberia, Asia Central y de la región del Extremo Oriente ruso, principalmente a las tropas que resguardaban los avances japoneses en Vladivostok.