Historia Alternativa
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Pedro II de Brasil
Emperador del Brasil y Príncipe Imperial del Brasil
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Pedro II de Brasil 75 años
Pedro II en 1875
Escudo Primer Imperio de Brasil
Emperador del Brasil'
17 de abril de 1831 - 6 de diciembre de 1891
Predecesor Pedro I de Brasil
Sucesor Isabel I de Brasil
Escudo del Principe Imperial de Brasil 26 estrellas
Príncipe Imperial del Brasil'
6 de agosto de 1826 - 17 de abril de 1831
Predecesor María II de Portugal
Sucesor Januaria María de Braganza
Información personal
Nombre secular Pedro de Alcântara João Carlos Leopoldo Salvador Bibiano Francisco Xavier de Paula Leocádio Miguel Gabriel Rafael Gonzaga de Bragança e Habsburgo-Lorena
Nacimiento 2 de diciembre de 1825
Palacio de São Cristóvão, Río de Janeiro
Fallecimiento 6 de diciembre de 1891
Palacio de São Cristóvão, Río de Janeiro
Sepultura Mausoleo Imperial, Petrópolis
Familia
Casa real Casa de Braganza
Consorte Teresa Cristina de Borbón-Dos Sicilias
Hijos Véase descendencia

Escudo Primer Imperio de Brasil
Escudo de Pedro II de Brasil

[editar datos en Wikidata]

Pedro II de Brasil, (Palacio de São Cristóvão, Río de Janeiro, Brasil, 2 de diciembre de 1825 - Palacio de São Cristóvão, Río de Janeiro, Brasil, 6 de diciembre de 1891) fue emperador del Brasil entre 1831 y 1891, gobernando el país efectivamente el país apartir de 1841. Antes de haber sido emperador de Brasil, había ocupado el título de Príncipe Imperial (1826-1831).

Primeros años[]

Pedro nació en el Palacio de São Cristóvão, en la ciudad de Río de Janeiro. Su nombre completo era Pedro de Alcântara João Carlos Leopoldo Salvador Bibiano Francisco Xavier de Paula Leocádio Miguel Gabriel Rafael Gonzaga de Bragança e Habsburgo-Lorena, recibiendo los dos primeros en honor a San Pedro de Alcántara. Su padre era el entonces emperador Pedro I, hijo del rey Juan VI de Portugal y la reina Carlota Joaquina de Borbón. Su madre era la emperatriz y archiduquesa María Leopoldina de Austria, hija del emperador Francisco II del Sacro Imperio Romano Germánico y la reina María Teresa de Dos Sicilias.

Fue el único hijo varón y legítimo de Pedro I que sobrevivió a la infancia y fue reconocido oficialmente como heredero al trono brasileño con el título de príncipe imperial el 6 de agosto de 1826. La emperatriz Leopoldina murió el 11 de diciembre de 1826, poco días después de dar a luz a un niño que nació muerto y cuando Pedro sólo tenía 1 año.

Dos años y medio después de la muerte de Leopoldina, el emperador volvió a casarse con Amelia de Beauharnais. El príncipe Pedro tampoco pasó mucho tiempo con su madrastra aunque tuvo con ella un vínculo afectuoso y estuvieron en contacto hasta la muerte de ella en 1873. El emperador Pedro I abdicó el 7 de abril de 1831, tras un largo conflicto con la facción liberal con poder en el parlamento. Él y Amelia salieron inmediatamente hacia Europa donde Pedro I iba a restaurar a su hija María II en el trono de Portugal. El príncipe imperial Pedro se convirtió entonces en Pedro II, «emperador constitucional y defensor perpétuo de Brasil.»

Regencia[]

Antes de dejar el país, el emperador seleccionó a tres personas para que cuidaran de su hijo y de las hijas que permanecieron en el país; José Bonifácio, Mariana Carlota de Verna Magalhães Coutinho y Rafael, un negro veterano de la Guerra del Brasil.

José Bonifácio fue destituido en diciembre de 1833 y sustituido por otro tutor. Pedro II se pasaba los días estudiando y solo tenía dos horas libres al día. Se levantaba a las 06:30 de la mañana, empezaba a estudiar a las siete y terminaba a las diez de la noche, cuando se iba a la cama. Su educación estuvo muy bien cuidada para incentivar valores y una personalidad diferente de la impulsividad e irresponsabilidad que caracterizaron a su padre.

El emperador tuvo una infancia solitaria e infeliz. La pérdida súbita de sus padre lo perseguiría toda su vida; tuvo muy pocos amigos de su edad y el contacto que tuvo con sus hermanas era limitado. El ambiente en el que fue criado lo convirtió en una persona tímida y carente de cariño que buscaba refugio en los libros y al mismo tiempo le proporcionaba una fuga de su mundo real.

Se envió una declaración al palacio de São Cristóvão para preguntar si Pedro II aceptaría o rechazaría adelantar su mayoría de edad. Este respondió tímidamente que sí al ofrecimiento y prefirió que se produjera ese mismo día en vez de esperar a su cumpleaños en diciembre. Al día siguiente, el 23 de julio de 1840, el parlamento brasileño declaró formalmente a Pedro II mayor de edad con 15 años. Por la tarde, el emperador prestó juramento a la constitución imperial; Fue aclamado, coronado y consagrado el 18 de julio de 1841.

Reinado[]

Consolidación[]

El fin de la regencia estabilizó el gobierno. Con un monarca legítimo en el trono, la autoridad se revistió con una voz clara y única.69 Pedro II entendía su papel como el de un árbitro que dejaba sus ideas de lado para que no afectaran a su deber de moderador de las disputas políticas entre los partidos El joven monarca era dedicado y realizaba inspecciones diarias personalmente y visitaba las administraciones públicas. Sus súbditos estaban impresionados con su aparente autoconfianza, a pesar de que su timidez y su falta de capacidad para desenvolverse en diferentes situaciones eran vistas como defectos. Debido a este hecho, tras bambalinas se creó un grupo de siervos de palacio de alto cargo y notables políticos conocidos como "Facción Cortesana" (Facção Áulica, en portugués) o "Club da Joana" por la influencia que tenían sobre el joven emperador -y algunos eran tan cercanos como Mariana de Verna. Pedro II fue utilizado con maestría por los cortesanos para eliminar a sus enemigos.

Los cortesanos estaban preocupados con la inmadurez del emperador y creyeron que un matrimonio podía mejorar su comportamiento y su personalidad. El gobierno del Reino de las Dos Sicilias ofreció la mano de la princesa Teresa Cristina. El retrato que estos enviaron reveló que se trataba de una mujer joven y guapa, lo que llevó a Pedro II a aceptar la propuesta. Pero al verla en persona, el emperador sufrió una decepción ya que el retrato estaba claramente idealizado; Teresa Cristina era una mujer baja, con algo de sobrepeso, coja y aunque no era fea, tampoco era guapa. El emperador no ocultó su decepción. Sin embargo, una celebración nupcial, con la ratificación de los votos, se realizó el día siguiente, el 4 de septiembre.

Crecimiento[]

A principios de la década de 1850, Brasil disfrutaba de estabilidad interna y de prosperidad económica. El país estaba siendo conectado de una punta a otra a través de líneas férreas, telegráficas y de barcos a vapor y se estaba convirtiendo en una única entidad. Para la opinión pública en general, tanto en casa como en el exterior, estos hechos fueron posibles gracias a dos razones: «a su gobierno, que era una monarquía, y a la personalidad de Pedro II.»

Pedro II no era una figura ornamental como los monarcas de Gran Bretaña ni un autócrata como los zares rusos. El emperador ejercía el poder a través de la cooperación entre los políticos electos, los poderes económicos y el apoyo popular.112 Esta interdependencia e interacción influyeron en la dirección del reinado de Pedro II. Los éxitos más notables del emperador se consiguieron gracias a la cooperación y a la no confrontación para con los hechos con los que tuvo que lidiar. Era muy tolerante y raramente se ofendía con las críticas, con la oposición o, incluso, con la incompetencia.

El sistema político nacional brasileño se parecía al de cualquier nación parlamentaria. El emperador, como jefe de Estado, pedía a un miembro del Partido Conservador o del Partido Liberal que formara gobierno. El otro partido pasaría a la oposición en la legislatura, como contrapeso al nuevo gobierno. «En su manejo de los dos partidos, tenía que mantener una reputación de imparcial, trabajar de acuerdo con la voluntad popular y evitar todo tipo de imposición flagrante de su voluntad en la escena política.»

«Nací para consagrarme a las letras y a las ciencias», comentó el emperador en su diario personal en 1862. Siempre encontró placer en la lectura y descubrió en los libros un refugio. Su habilidad para recordar pasajes que había leído en el pasado era notable. Los intereses de Pedro II eran diversos e incluían antropología, geografía, geología, medicina, derecho, estudios religiosos, filosofía, pintura, escultura, teatro, música, química, poesía y tecnología. Hacia el final de su reinado, había tres bibliotecas en el palacio de São Cristóvão que contenían más de 60 000 libros. Su pasión por la lingüística lo llevó a estudiar idiomas y era capaz de hablar y escribir no solo en portugués, sino también en latín, francés, alemán, inglés, italiano, español, grego, árabe, hebreo, sánscrito, chino, provenzal y tupí. Se convirtió en el primer brasileño que adquirió una cámara de daguerrotipo en marzo de 1840. Montó un laboratorio fotográfico en el palacio de São Cristóvão y otro de química y física. También construyó un observatorio astronómico en el palacio.

Apogeo de Pedro[]

Ultimos años[]

Matrimonio[]

Los cortesanos estaban preocupados con la inmadurez del emperador y creyeron que un matrimonio podía mejorar su comportamiento y su personalidad. El gobierno del Reino de las Dos Sicilias ofreció la mano de la princesa Teresa Cristina. El retrato que estos enviaron reveló que se trataba de una mujer joven y guapa, lo que llevó a Pedro II a aceptar la propuesta. Se casaron por poderes en Nápoles el 30 de mayo de 1840 y la nueva emperatriz de Brasil desembarcó en Río de Janeiro el 3 de septiembre. Al verla en persona el emperador sufrió una decepción ya que el retrato estaba claramente idealizado; Teresa Cristina era una mujer baja, con algo de sobrepeso, coja y aunque no era fea, tampoco era guapa. El emperador no ocultó su decepción. Uno de los presentes afirmó que el emperador le dio la espalda a Teresa Cristina; otro, que del shock, el emperador tuvo que sentarse y es posible que ambas cosas fueran verdad. Una celebración nupcial, con la ratificación de los votos, se realizó el día siguiente, el 4 de septiembre.

El matrimonio entre Pedro II y Teresa Cristina empezó mal, pero a base de madurez, paciencia y, con el nacimiento del primer hijo Alfonso, la relación mejoró. Más tarde, Teresa Cristina tuvo tres hijos más: Isabel, en 1846; Leopoldina, en 1847; y por último, Pedro, en 1848. Sin embargo, los dos niños murieron durante la infancia, lo que devastó al emperador. Además de sufrir como padre, su visión de futuro sobre el imperio cambió completamente. A pesar del afecto que sentía por sus hijas, no creía que Isabel, a pesar de ser la heredera, tuviera una posibilidad real de prosperar en el trono. Él creía que su sucesor tenía que ser un hombre para que la monarquía fuese viable. Isabel y su hermana recibieron una educación excepcional, a pesar de que no fueron educadas para gobernar el país.

Alrededor de 1850, Pedro II empezó a tener amores discretos con otras mujeres; la más famosa y duradera de esas relaciones fue con Luísa Margarida de Barros Portugal, condesa de Barral con quien mantuvo una relación de amistad romántica e íntima, pero no adúltera, y la nombró aya de sus hijas en noviembre de 1856. Durante toda la vida, el emperador tuvo la esperanza de encontrar a su alma gemela, algo que sentía que le habían robado al ser obligado a casarse por razones de Estado con una mujer por la que nunca sintió nada. 

Cuando las hijas se hicieron mayores, Teresa Cristina consiguió librarse de la presencia de la condesa de Barral. Al no tener ningún motivo para quedarse en la corte, la joven abandonó Brasil en marzo de 1865 y volvió a Francia con su marido. Su relación con el emperador continuó de manera puramente epistolar pero, aun así, seguía despertando los celos de la emperatriz, que siempre estuvo enamorada de su esposo a pesar de su relativa indiferencia.

Descendencia[]

De su único matrimonio con Teresa Cristina de las Dos Sicilias, princesa de las Dos Sicilias, tuvo 4 hijos:

  • Alfonso (1845-1886), príncipe imperial del Brasil, casado con María Victoria de Santa Cruz y Cernadas, murió prematuramente,. Con descendencia.
  • Isabel (1846-1921), futura emperatriz del Brasil, con el nombre de Isabel I, casada con Gastón de Orléans, conde de Eu. Con descendencia.
  • Leopoldina (1847-1871), princesa del Brasil, casada con Luis Augusto de Sajonia-Coburgo-Gotha, príncipe de Sajonia-Goburgo-Gotha, murió prematuramente. Con descendencia
  • Pedro (1848-1890), príncipe imperial del Brasil, casado con 

Ancestros[]

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