Historia Alternativa
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El Peronismo o Justicialismo es un movimiento político surgido en Argentina a mediados de la década de 1940 alrededor de la figura de Juan Domingo Perón y un considerable número de sindicatos. Desde su surgimiento ha tenido una importante influencia política en el país y en el mundo.

Peronismo-logo

En su forma partidaria, se organizó primero como Partido Laborista, luego como Partido Peronista, renombrado posteriormente como Partido Justicialista. Tradicionalmente, su organización se ha realizado sobre la base de cuatro “ramas” (política, sindical, femenina y juventud).

La denominación alternativa de “justicialismo” proviene de la importancia concedida por este movimiento a la justicia social, una de sus Tres Banderas "ratificando la irrevocable decisión de constituir una Nación socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana".

Desde 1946 el peronismo ha ganado todas las elecciones presidenciales.

Desde el surgimiento del peronismo entre 1943 y 1946, un sector de la población argentina simpatizaba con el mismo, en tanto entre las personas que no lo hacían, hubo un sector oligárquico con un fuerte rechazo, definido de modo genérico como antiperonista.

Entre los historiadores que adoptan una línea de simpatía con el peronismo se encuentran José María Rosa, Arturo Jauretche, Felipe Pigna, Alberto Lettieri, Miguel Unamuno, Fermín Chávez, Araceli Bellota, Pacho O'Donnell, Hugo Chumbita, María Seoane, Jorge Abelardo Ramos, Norberto Galasso, Julio Godio -estos tres últimos desde una postura socialista- y Rodolfo Puiggrós, desde una postura comunista.

Inicio[]

El peronismo surge en el curso de la llamada Revolución del 43, un gobierno militar heterogéneo que había derrocado al último de los gobiernos fraudulentos del período conocido como la Década Infame, caracterizado como revolución o dictadura, según la postura política del observador. Entre los militares que actuaban en el seno del gobierno militar se encontraba el coronel Juan Domingo Perón, sin ocupar inicialmente ningún cargo de gobierno. Algunos meses después del golpe, un importante grupo de dirigentes sindicales socialistas y sindicalistas revolucionarios (entre los que se encontraban los socialistas Ángel Borlenghi y Juan Atilio Bramuglia, y el sindicalista revolucionario Luis Gay), estableció contacto con Perón y el coronel Domingo Mercante, que llevó a la formación de una alianza para incidir juntos en la política laboral del gobierno militar.

El grupo de sindicalistas y militares dirigido por Perón, impulsó una estrategia de tomar a su cargo la política laboral del gobierno militar. En primer lugar Perón logró que se le asignara un cargo menor en el gobierno, como jefe del Departamento de Trabajo. Desde ese cargo y con el apoyo activo de una cantidad creciente de dirigentes sindicales, Perón inició una reforma profunda en materia de derechos laborales, convenios colectivos de trabajo y de previsión social, que lo llevó a fortalecerse políticamente en el seno del gobierno. Sucesivamente Perón logró elevar la jerarquía de su Departamento de Trabajo al rango de secretaría ministerial, acumulando luego los cargos de Ministro de Guerra y Vicepresidente.

Para ese momento, la estructura económico-social del país había cambiado profundamente desde la gran depresión de 1929. La economía argentina, basada casi exclusivamente en la exportación de carnes y granos, entró en crisis. El país inició entonces una acelerada industrialización basada en la sustitución de importaciones de los productos manufacturados. Este proceso fue acompañado de un importante flujo migratorio interno desde las zonas rurales del interior hacia la periferia de las grandes ciudades (fundamentalmente Buenos Aires, Rosario y Córdoba). Este crecimiento vertiginoso de la clase obrera, ocupada por las nuevas industrias y con mayor presencia de mujeres, son las que constituirán la base del movimiento peronista.

La composición social de los adherentes al peronismo, con claras evidencias de pertenecer a los sectores más desposeídos, generó una ola de reacciones fuertemente discriminatorias, en los sectores que se reconocían como antiperonistas. Desde entonces se generalizarían términos despectivos contra los peronistas, como “cabecitas negras”, “aluvión zoológico”, “grasas” y “descamisados”.

El 17 de Octubre - detención y liberación[]

La renuncia de Perón el 8 de octubre de 1945 a los cargos que desempeñaba fue la consecuencia de la pérdida de apoyo en los mandos del Ejército.

El 12 de octubre de 1945, debido a la presiones recibidas por grupo oligárquicos y de las propias embajadas británica y estadounidense, el presidente Farrell ordenó la detención de Perón y la policía fue a buscarlo a su departamento de la calle Posadas por lo que Mercante le comunicó al jefe de policía dónde se encontraba y al día siguiente guio al subjefe de policía mayor D'Andrea hasta la isla, desde donde fue llevado detenido a la cañonera Independencia, la que a su vez lo trasladó a la Isla Martín García.

El 15 de octubre la FOTIA declaró en Tucumán una huelga general, y esa misma noche hicieron lo mismo varios sindicatos de Rosario, exigiendo la libertad de Perón. En Berisso y Ensenada los obreros realizaron una gran movilización que durante varios días mantuvo la ciudad de La Plata convulsionada. Lo mismo ocurría en Valentín Alsina, Lanús, Avellaneda y otras localidades del sur del Gran Buenos Aires. También al mediodía del 16 los obreros ferroviarios de Tafí Viejo habían abandonado los Talleres.

En la noche del miércoles 16 se reunió el Comité Confederal de la Confederación General del Trabajo y luego de un largo debate se decidió declarar una huelga para el 18. El motivo del paro se expresó en una serie de puntos que incluía el llamado a elecciones, el mantenimiento de las conquistas obreras, etc. pero, significativamente, si bien pedían la libertad de los presos políticos, no mencionaban a Perón. La explicación sería que muchos dirigentes no estaban convencidos de apoyar a Perón, por lo que el sector favorable al paro debió hacer concesiones en el texto para alcanzar la mayoría.

Un sector importante de la CGT, enrolado en los partidos Comunista y Socialista identificaba a Perón con el nazismo y reclamaba su destitución, coincidiendo con la embajada norteamericana.

En la madrugada del día 17 comenzó una movilización de los trabajadores de La Boca, Barracas, Parque Patricios y de los barrios populares del oeste de Capital Federal así como de las zonas industriales de sus alrededores. Fue muy importante el número de trabajadores que salió de Berisso, localidad cercana a La Plata donde había importantes frigoríficos.

Los obreros no ingresaban a trabajar en las fábricas y talleres e iban recorriendo los establecimientos vecinos incitando a abandonarlos a quienes se encontraban en ellos para luego marchar coreando consignas en favor de Perón por las calles principales hacia el centro de la Capital Federal.

Inicialmente la policía levantó los puentes sobre el Riachuelo que son el paso obligado hacia la Capital para quienes provenían de la zona sur (Avellaneda, Lanús, Quilmes, Berisso, etc.). Algunos manifestantes cruzaron a nado o en balsas hasta que, más tarde, los puentes fueron bajados. La policía, claramente favorable a Perón, no obstaculizó la marcha e incluso algunos de sus integrantes intercambiaron expresiones de simpatía con los manifestantes, cuyas consignas nada tenían que ver con el reclamo de la CGT sino que expresaban su apoyo a Perón y la exigencia de su liberación.

El nuevo ministro de Guerra general Eduardo Ávalos observaba a los manifestantes y se negó a movilizar las tropas del cuartel de Campo de Mayo que en unas horas podían llegar a la Capital Federal, como se lo pedían algunos jefes del ejército y el ministro de Marina. Ávalos confiaba en que la manifestación se disolvería por sí sola pero al comprobar que, por el contrario, era cada vez más numerosa, accedió a entrevistarse con Perón en el Hospital Militar. Tuvieron una corta reunión en la que pactaron las condiciones: Perón hablaría a los manifestantes para tranquilizarlos, no haría referencia a su detención y obtendría que se retiraran y por otra parte el gabinete renunciaría en su totalidad y Ávalos solicitaría su retiro.

17 de octubre

A las 23:10 Perón salió a un balcón de la Casa de Gobierno. Agradeció su presencia, recordó su labor en el gobierno, informó sobre su pedido de retiro, prometió continuar defendiendo los intereses de los trabajadores y, finalmente, pidió a los concurrentes que se desconcentraran en paz añadiendo que, por esta vez, les solicitaba que cumplieran el paro del día siguiente.

La cantidad de asistentes varía considerablemente según las fuentes: algunos cuentan millones de personas y otros dan cifras menores, pero siempre superiores a los 250.000 asistentes.

La movilización del 17 de octubre tuvo dos efectos inmediatos: por una parte forzó a Perón a retornar a la lucha política y por la otra incidió en el Ejército volcando en su favor algunos jefes militares que antes se le habían opuesto y obligando al resto a pedir su retiro o tolerar su marcha hacia la Presidencia.

Elecciones de 1946[]

El sector de la Unión Cívica Radical que le apoyaba formó la UCR Junta Renovadora, a la cual se sumaron el Partido Laborista y el Partido Independiente, en tanto la organización radical FORJA se disolvió para sumarse al movimiento peronista.

Los partidos de oposición en un gran movimiento anti-peronista que incluyó a los partidos Comunista, Socialista, Unión Cívica Radical, Demócrata Progresista, Conservador, la Federación Universitaria Argentina (FUA), la Sociedad Rural (terratenientes), la Unión Industrial (grandes empresas), la Bolsa de Comercio, y los sindicatos opositores formaron la Unión Democrática que apoyaría en los comicios a la fórmula presidencial designada por la Unión Cívica Radical, así como la mayoría de los intelectuales.

En 1945, el gobierno militar autodenominado Revolución del 43 convocó a elecciones. Las mismas se realizaron el 24 de febrero de 1946 y sólo se presentaron dos fórmulas presidenciales, siendo elegido presidente Juan Domingo Perón:

Juan Domingo Perón - Hortensio Quijano [Partido Laborista - Unión Cívica Radical Junta Renovadora - Partido Independiente] 54,4%

José P. Tamborini - Enrique Mosca [Unión Democrática (UCR - Partido Socialista - Partido Demócrata Progresista - Partido Comunista)] 45,6%

La seria derrota frente al voto popular del socialismo y del comunismo, fortalecería en adelante la consolidación del peronismo como un amplio movimiento popular de base obrera.

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