La Proclamación de Ems fue una proclama del líder alemán Otto von Bismarck en contra de la ocupación francesa de su país, y la consecuente intervención del Emperador Napoleón III Bonaparte de forma directa en la política imperial.
Luego de haber sido vencido en la Guerra Franco-prusiana, Otto von Bismarck se retiró a Hanóver, su aliado, para reorganizar sus tropas y retomar Berlín. Para su decepción las tropas
francesas entraron sin oposición al Palacio de Gobierno hanoverino y consiguieron la rendición incondicional del rey Jorge V de Hanóver.
Bismarck regresó entonces a Berlín y se reunió con Guillermo I de Prusia, que también se había rendido a regañadientes ante Napoleón.
Bismarck consiguió amotinar en Berlín a los batallones profesionales cerca de los manantiales de Ems. Liderando a sus tropas, Bismarck tomó el palacio de gobierno y el consulado westfaliano, y proclamó el Imperio Prusiano.
Napoleón III de Westfalia, káiser del Imperio Germánico del que Prusia era vasallo, ordenó a Guillermo I levantar a sus propios ejércitos y dirigir un contragolpe. Guillermo I se negó, uniendo sus propias tropas a las de Bismarck.
Teniendo en mente la posible perdida de Prusia, Napoleón III ordenó a sus tropas apostadas en la frontera invadir Prusia.
Saliendo al encuentro de los westfaliano-franceses, Guillermo I y Bismarck dejaron Berlín sin defensas, bajo el mando del liberal príncipe Federico. Fueron derrotados tras unas pocas horas de batalla, siendo capturados y ejecutados.
El príncipe se convirtió en Federico III de Prusia, y aceptó el gobierno francés.