La empresa hispanoamericana Tesla Transnacional S.A. (Tesla-T S.A.) ha presentado un proyecto para la construcción de una ciudad submarina. La urbe, que tendría una capacidad de 5.000 personas y 75 pisos de altura, como medio de incentivar las investigaciones oceánicas y promover las energías limpias. Así y según el citado plan, la urbe –a la que han llamado Santander – comenzaría a construirse en el año 2025 y se encontraría a tres kilómetros de profundidad. La ciudad se ubicará a 20 km de la provincia de Sotavento, E. Venezuela, al ser una zona anti ciclónica del Caribe.
Respecto a su distribución, se encontraría dividida en tres partes, cuya zona superior sería destinada a fines residenciales, mientras que la base se emplearía para investigación de ciencias aplicadas al mar y en explorar nuevas formas de aprovechamiento de los recursos energéticos del fondo marino. En la parte más cercana a la superficie se hallaría una esfera de 500 metros de diámetro, donde se emplazarían un hotel, un centro comercial y algunas viviendas. Un domo flotante que estaría conectado con el resto de la ciudad gracias a una espiral de 15 kilómetros que permitiría la inmersión en la urbe submarina y que, al mismo tiempo, serviría de punto de anclaje.
Según los cálculos iniciales, hacerla realidad supondría 5 años de planificación y un coste de 20.000 millones de ameros (unos 26.000 millones de dólares y 23.000 millones de euros). La idea cuenta, además, con el asesoramiento de la Universidad de Oriente y de la Agencia Hispanoamericana de Ciencias Marinas y Tecnología (Hastec), aunque Tesla-T S.A. cuenta con la financiación privada y gubernamental para materializarla, siendo de interés nacional de Hispanoamérica el ver cumplido el Proyecto Atlantis para el 2035.