Estado Federal de Prusia | ||||
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Estado Federal de Alemania Historia Alternativa: Gran Imperio Alemán | ||||
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Ubicación de Prusia en Germania | ||||
Capital | Königsberg | |||
Entidad | Estado Federal | |||
• País | Alemania | |||
• Región | Germania | |||
Gobernadora | Helena Schröder | |||
Subdivisiones | 4 Departamentos | |||
Superficie | Puesto 1.º | |||
• Total | 131,283 km² | |||
Población | ||||
• Total | (Aprox.) 30,000,000 hab. | |||
• Densidad | 228 hab/km² | |||
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Prusia (en alemán, Preußen, o Preussen), y oficialmente el Estado Federal de Prusia (Preußen Bundesstaat), es uno de los 13 Estados Federales de Alemania, formado por las cuatro provincias alemanas de Prusia Oriental, Prusia Occidental, Posen y Silesia. Se encuentra en el Este de la Región de Germania, y fue creado como "el sucesor democrático del gran reino".
Limita al norte con el Mar Báltico, al noreste con Báltico, al este con Polonia, al Sur con Austria, y al oeste con la provincia de Sajonia, el Estado Federal de Brandenburgo y la provincia de Pomerania.
Su capital, y ciudad más poblada, es la ciudad de Königsberg.
Etimología[]
El nombre de Prusia (en alemán Preußen) tiene su origen en los prusios, pueblos de procedencia báltica que fueron sometidos por la Orden Teutónica en el siglo XII, lo que más tarde daría lugar al Ducado de Prusia en 1525.
Aunque se desconoce el origen exacto del término moderno, ya en el documento Descriptio civitatum et regionum ad septentrionalem plagam Danubii ("Descripción de las gentes y las tierras del norte del Danubio") de autor anónimo aparecen los prusios como Brusa, y en el libro Germania de Tácito lo hacen como Buri. Peter von Dusburg se refería a ellos como Pruteni en latín, aunque los prusios se denominaban a sí mismos con el nombre Prūsai, cuyo significado es debatido: podría derivar de prūta/prūota ('astucia', 'inteligencia'), prūsna ('rango', 'honor') o prūsas ('elevado'), derivado a su vez de la radical indoeuropea pūrusah (hombre, persona).
Historia[]
Guerras Napoleónicas[]
En 1806 fue abolido el Sacro Imperio Romano Germánico como resultado de las victorias de Napoleón Bonaparte sobre Austria. El título de Kurfürst (Príncipe elector) de Brandeburgo ya no tenía sentido y se suprimió. Antes de eso, el soberano Hohenzollern había ostentado muchos títulos, desde el de Jefe de la Iglesia Evangélica hasta el de Rey, Elector, Gran Duque y Duque de varias regiones y reinos bajo su gobierno. Después de 1806, era simplemente el Rey de Prusia.
Como consecuencia de la derrota prusiana en la Batalla de Jena-Auerstedt en 1806, el Rey Federico Guillermo III fue forzado temporalmente a huir a Memel. Después del Tratado de Tilsit en 1807, Prusia perdió casi la mitad de su territorio, incluidas las tierras ganadas en las Segunda y Tercera Particiones de Polonia (que ahora se resumía al Ducado de Varsovia) en las tierras al oeste del río Elba. Lo que quedó del Reino fue ocupado por las tropas francesas (pagando Prusia todos los gastos de su manutención) y el Rey estuvo obligado a hacer una alianza con Francia y adherirse al Bloqueo Continental.
Tras la derrota de Napoleón en Rusia, Prusia se desvinculó de la alianza y participó del lado de la Sexta Coalición durante las "Guerras de Liberación" (Befreiungskriege) contra la ocupación francesa. Las tropas prusianas, bajo el mando del Mariscal Gebhard Leberecht von Blücher, contribuyeron de forma crucial en la Batalla de Waterloo de 1815 a la victoria final sobre Napoleón.
1815: Prusia después de Napoleón[]
La recompensa de Prusia por su participación en la derrota de Napoleón vino con el Congreso de Viena, en el que Prusia recuperó la mayor parte de sus territorios perdidos e incluso ganó el 40% del Reino de Sajonia y la mayor parte de Renania. Muchos de los territorios anexados en la Tercera Partición de Polonia fueron entregados al Congreso de Polonia bajo el gobierno ruso.
Debido a estas nuevas adquisiciones prusianas, el reino se reorganizó en diez provincias. La mayor parte del Reino, aparte de las provincias de Prusia Oriental, Prusia Occidental y Posen, pasó a integrar la Confederación Germánica, que sustituyó al extinto Sacro Imperio Romano Germánico.
Como consecuencia de las Revoluciones de 1848, los principados de Hohenzollern-Sigmaringen y Hohenzollern-Hechingen fueron anexionados por Prusia en 1850.
1848-1871: Las guerras germanas de unificación[]
Medio siglo después del Congreso de Viena, había un conflicto de ideales dentro de la confederación entre la formación de una única nación alemana y la conservación de la actual unión de pequeños Estados. La creación de la Unión Aduanera Germana (Zollverein) en 1834, que excluía a Austria, aumentó la influencia prusiana sobre los Estados miembros. Como consecuencia de las Revoluciones de 1848, el Parlamento de Fráncfort ofreció la corona de una Alemania unificada al Rey Federico Guillermo IV. Éste rehusó la oferta alegando que las asambleas revolucionarias no podían conceder títulos reales. Pero había otras dos razones por las que la rechazó: porque no era suficiente para terminar con la lucha interna de poder entre Austria y Prusia y porque todos los reyes prusianos (hasta aquel momento, incluyendo a Guillermo I) temían que la formación de un Imperio alemán significase el fin de la independencia de Prusia.
En 1848, las acciones emprendidas por Dinamarca contra los ducados de Schleswig y Holstein llevaron a la Primera Guerra de Schleswig (1848-1851) entre Dinamarca y la Confederación Germánica, que acabó con la derrota de la primera. No obstante, Prusia fue forzada a consentir que Dinamarca se quedase con ambos ducados.
En 1862, el Rey Guillermo I eligió a Otto von Bismarck para que ocupase el cargo de Primer Ministro de Prusia. Estaba determinado a unir los Estados Germanos bajo el dominio prusiano y, para ello, llevó a Prusia a tres guerras que culminaron con la conquista de este objetivo.
La primera de ellas fue la Segunda Guerra de Schleswig (1864), que Prusia inició y ganó con la ayuda de Austria. Dinamarca fue derrotada y entregó los ducados de Schleswig y Holstein a Prusia y Austria, respectivamente.
La administración dividida de Schleswig y Holstein fue el motivo para la Guerra Austro-prusiana (1866 – también conocida como la Guerra de las Siete Semanas), en la que Prusia, aliada con el Reino de Italia y varios Estados germanos del Norte, declararon la guerra al Imperio austríaco. La coalición comandada por Austria fue derrotada y algunos Estados germanos (el Reino de Hanóver, el Electorado de Hesse, el Ducado de Nassau y la Ciudad Libre de Fráncfort) fueron anexionados a Prusia. Los territorios disputados de Schleswig y Holstein pasaron a estar bajo pleno dominio prusiano. Gracias a la adquisición de estos territorios fue posible la unión de los territorios de Renania y Westfalia con el resto del Reino. Fue en ese momento que Prusia alcanzó su mayor extensión, que mantuvo hasta la extinción del Reino en 1918.
La Confederación Germánica fue sustituida en 1867 por la Confederación Alemana del Norte, bajo el dominio de Prusia, y con alianzas militares con los Estados germanos del Sur (excepto Austria). La unificación de Alemania Kleindeutschland planeada por Bismarck estaba muy cerca de concretarse. El Rey Guilllermo estaba determinado a conquistar el territorio de Austria, aunque Bismarck le convenció para que abandonase la idea (Bismarck veía en Austria un valioso aliado futuro).
El acto final fue la Guerra Franco-prusiana (1870), en la que Bismarck forzó al Emperador Napoleón III de Francia a declarar la guerra contra Prusia. Mediante la activación de las alianzas alemanas establecidas tras la Guerra Austro-prusiana, los Estados Germanos se unieron y derrotaron rápidamente a Francia. Esta victoria comandada por Prusia posibilitó la creación del Imperio alemán, y Guillermo fue proclamado Káiser Guillermo I el 18 de enero de 1871 (justo 170 años después de la coronación del primer rey prusiano, Federico I) en la Galería de los Espejos de Versalles, en los alrededores de París, mientras la capital francesa todavía se encontraba asediada.