El Referéndum para la reforma constitucional de España de 2019 fue el nombre que recibió la consulta celebrada el 16 de junio de 2019 y promovida por el Gobierno de Alejandro García Padilla, entonces Presidente de la República, para que la ciudadanía aprobase la modificación de la Constitución de 1919 que planteaba en Ejecutivo. El texto ya había sido llevado al Senado y había contado con el apoyo de los partidos del Gobierno (UCR y VERDES) y de parte de la oposición (USDE y PCE), no así con el del P-LIB (que se abstuvo) y de ApE, que votó en contra de la reforma. Se votó el 25 de mayo de 2019.
Tramitada por el Senado, la Mesa Senatorial la trasladó al Tribunal Supremo, que dictaminó la constitucionalidad de lo aprobado en la cámara, y dando vía libre a la celebración de un referéndum. Éste se concertó para el 16 de junio de 2019, con el objetivo de que se celebrara antes de la llegada del período vacacional.
El 83.83% de la población censada votó en el referéndum, y arrojó un resultado claro: el 77.3% de los votantes apoyaban la reforma constitucional, que englobaba la constitución de un Consejo de la República compuesto por 55 miembros electos en las elecciones generales y la elección presidencial mediante un sistema de vueltas ajeno a la votación del Senado. Así, la elección del Presidente correría a cargo de la ciudadanía y no del Senado. El 32.7%, por el contrario, no apoyó la reforma constitucional.
La victoria de la reforma reforzaba el Gobierno de García Padilla y frenaba las intenciones desestabilizadoras de las fuerzas radicales y del antiguo bipartidismo.