|
Desaparecido | |||||
| |||||
| |||||
| Lema nacional: El sur y el Rey | |||||
| Himno nacional: Marcha del Sur | |||||
| Capital | Loja | ||||
| Idioma oficial | español | ||||
| Religión | católica | ||||
| Gobierno | Monarquía vasalla (del Imperio de Quito) | ||||
| Rey | |||||
| • 22 de junio, 1889 | Alberto I de Loja | ||||
| • 13 de enero, 1914 | Alberto II de Loja | ||||
| • 2 de sept, 1929 | Carolina de Loja | ||||
| • 30 de agosto, 1948 | Humberto I de Loja | ||||
| Historia | |||||
| • | 1889 | ||||
| • Creación del Reino de Loja | 22 de junio, 1889 | ||||
| • Creación del Principado de Loja | 11 de mayo, 1951 | ||||
| • Disolución | 1951 | ||||
| Población | |||||
| • 1951 est. | 322,000 | ||||
| Moneda | imperati (I/.) | ||||
El Reino de Loja fue un Estado vasallo del imperio quiteño que existió entre 1889 y 1951. Su territorio era el mismo que hoy pertenece al principado de Loja, su capital era la ciudad de Loja. Estaba gobernado por la Casa de Sánchez de Orellana, misma que le rendía cuentas al emperador quiteño.
El reino fue creado como solución autonómica a las demandas que el Gran Ducado de Loja había planteado al Parlamento en 1887, y que exigía entre otras cosas un mayor control de sus propios impuestos, ya que las ciudades de Loja y Zaruma producían el 37% de las recaudaciones fiscales del reino de Azuay, al que pertenecía hasta entonces la circunscripción y del que alegaban no recibir la atención suficiente.
Historia[]
Durante los primeros años de vida del Imperio de Quito, el gran ducado de Loja había apoyado los focos separatistas del archiducado de Azuay, al que pertenecía, convirtiéndose en un verdadero dolor de cabeza para el poder central establecido en Quitburgo. Finalmente la región fue elevada a la categoría de reino vasallo en 1832, calmando los problemas por cerca de cincuenta años.
En 1887 el gran ducado lojano elevó una petición autonómica al Parlamento Nacional; en la misma se exigía principalmente un mayor control sobre sus propios impuestos, debido a que entre las ciudades de Loja y Zaruma producían el 37% de las recaudaciones fiscales del reino azuayo, al que culpaban de no recibir la atención necesaria. El pedido fue evaluado por el legislativo quiteño y puesto a consideración de la emperatriz María Teresa, quien autorizó la creación de un nuevo reino vasallo junto al de Putumayo, en donde se había desatado un escenario similar.
El Reino de Loja fue establecido formalmente el 22 de junio de 1889 por medio del Decreto Imperial de Loja, promulgado por la emperatriz María Teresa. En el documento se promovía el Gran Ducado de Loja al rango de reino, aunque asegurándose el vasallaje para el imperio quiteño. Su primer monarca fue Alberto I de Sánchez de Orellana y Eguiguren, quien había sido nombrado previamente por la Junta de Gobierno de Loja y Zaruma, que había elevado el pedido en primera instancia; dando además origen a la Casa de Sánchez de Orellana.
Como parte del decreto imperial, se incluía además una franja costera del sur del reino de Guayas, misma que pasaría a formar parte del Ducado de Jambelí en el nuevo reino lojano; de esta manera la ciudad minera de Zaruma obtendría la jurisdicción necesaria para manejar Puerto Bolívar, por el que se exportaba toda la carga aurífera de la zona.
En 1903 el reino aumentaría considerablemente su proporción con la incorporación de los territorios de Túmbez y Paita, que habían sido ganados a Perú tras la llamada Guerra del Sur, en la que perdió, sin embrgo, la loalidad andina de Valladolid.
El reino de Loja fue disuelto en 1951 debido al cambio de denominación de Quito, de imperio a reino, que como tal no podía mantener dentro de su territorio federal a países vasallos con el mismo grado que el del gobierno central. El último rey de Loja fue Humberto I, quien debió abdicar la corona en favor de Leopoldo II de Quito, que asumió la representación del nuevo Principado de Loja bajo el título de Príncipe del mismo.
Véase también[]
- Principado de Loja
- Gran Ducado de Loja
- Reino de Azuay