La República Dominicana es un país que ocupa algo más de los dos tercios orientales de La Española, en el archipiélago de las Antillas Mayores. El tercio occidental de la isla está ocupado por Haití.
Historia[]
Presidencia de Ramón Cáceres[]
El 12 de enero de 1906 tras la renuncia de Carlos F. Morales Languasco,Ramón Arturo Cáceres Vásquez queda como Presidente Constitucional de la República. Durante su mandato se firma la Convención Dominico Americana de 1907 . En 1907 promulga una nueva Constitución, en virtud de la cual es reelegido en 1908.
Hay cuatro aspectos principales en su gobierno: La pacificación de una vasta región del país, la puesta en práctica de una nueva política económica, la reorganización del ejército y grandes aportes en el área de las obras públicas.
Ramón Cáceres con el propósito de fortalecer los controles del Poder Ejecutivo, logró que la Asamblea Constituyente hiciera los cambios siguientes a la Constitución:
- Anular el cargo de Vicepresidente.
- Ampliación del período presidencial a seis años.
- Se suprimió el Consejo de Ministros.
- Los gobernadores provinciales dejaron de tener el control militar en sus provincias y sus funciones quedaron reducidas al plano civil.
Una de las tácticas usadas por Cáceres era la de enviar emisarios a los lugares donde los caudillos regionales tenían mayor fuerza, con la instrucción de que se reunieran en un lugar neutral para lograr un acuerdo de paz. Esta reunión era una encerrona, los caudillos opositores, allí presentes, finalmente eran rodeados por el ejército y eliminados del camino.
Debido a que hubo muchos sectores que no apoyaron su gobierno, se formaron diversos complots en su contra, y el 19 de noviembre de 1911, un grupo dirigido por Luis Tejera interceptó el coche en el que solía pasear con una de sus mujeres. Cuando el coche en que paseaba Ramón Cáceres se acercaba al grupo, se produjo un tiroteo. El presidente Cáceres recibió varios disparos que le arrebataron la vida. El general Luís Tejera fue conducido a la Fortaleza Ozama donde fue fusilado.
Invasión estadounidense[]
El Cuerpo de Marines de los Estados Unidos desembarcó el 21 de noviembre de 1911, y tomaron el control total del país dos meses después. El gobierno militar establecido por los Estados Unidos, encabezado por el contralmirante Harry Shepard Knapp, fue repudiado ampliamente por los dominicanos. Algunos puestos en el gabinete tenían que ser cubiertos por funcionarios de la Armada de los Estados Unidos, los dominicanos se negaron a servir en la administración. Se impuso censura y límite al discurso público. El primer objetivo de la estrategia militar yanqui fue obtener el control de los puertos marítimos y del comercio, proteger los ingresos de los aranceles, y tomar el control directo del país.
Presidencia de Victoria[]
Luego del asesinato del presidente Ramón Cáceres el 19 de noviembre de 1911, el Congreso eligió a Eladio Victoria y Victoria como Presidente provisional por dos meses con encargo de convocar a nuevas elecciones, de las cuales el mismo resultó electo como presidente constitucional, juramentándose en el cargo el 27 de febrero de 1912.
Guerra de los Quiquises[]
En este momento, estalla la llamada Guerra de los Quiquises. Esta guerra fue organizada por los horacistas (seguidores de Horacio Vasquez) y Desiderio Arias, quienes pedían el retorno de su líder al gobierno dominicano.
La Guerra de los Quiquises afectaba los intereses de los Estados Unidos quienes inmediatamente respondieron a la petición de Eladio Victoria a que enviaran más tropas.
Nueva Invasión estadounidense[]
Para mantenerse en el poder, Victoria gastó grandes sumas de dinero, aunque dicha acción no frenó su descalabro. Por ello los Estados Unidos, ante el temor de perder sus beneficios en el país, realizaron una intervención política y militar en la República Dominicana. Esto terminó con la renuncia del presidente Victoria el 26 de noviembre de 1912. En su lugar fue elegido presidente el arzobispo Adolfo Alejandro Nouel, asumiendo el 1 de diciembre de 1912.
Presidencia Nouel[]
El gobierno estadounidense siempre lo instó a continuar en el gobierno y le ofreció su ayuda económica y militar para sostenerle e incluso lo autorizó en virtud de la Convención de 1907, a concertar un empréstito de 1,500,000 dólares para proveer de fondos nuevamente al Gobierno y pagar los sueldos atrasados de los empleados públicos que no cobraban desde hacía más de seis meses. Encontrándose el país al borde de una nueva guerra civil, dimitió ante la Asamblea Nacional, en abril de 1913.
Presidencia Valdez[]
A la renuncia del presidente Adolfo Nouel, el Congreso se reunió para elegir su sustituto, pero las divisiones políticas le impidieron seleccionar a uno de los tres candidatos propuestos: Horacio Vásquez, Juan Isidro Jimenes y Federico Velázquez. Ante tal situación, José Bordas Valdez como político independiente de los partidos, resultó elegido y asumió la presidencia provisional en abril de 1913. Luego surgieron conflictos con los horacistas quienes querían sacar provecho a las luchas venideras y hacer frente al contrincante jimenista.
Revolución del Ferrocarril[]
Estalla la llamada "Revolución de los dos meses" o "Revolución del Ferrocarril" el 1 de septiembre de 1913, en protesta porque el Gobierno le quitó el control del Ferrocarril Central Dominicano, que comunicaba a Puerto Plata con Santiago.
Para los horacistas el control del ferrocarril era muy importante, ya que de ahí obtenían recursos para atender su clientela política del Cibao. Horacio Vásquez se proclamó Presidente provisional.
El Gobierno de Estados Unidos apoyó en la crisis al Presidente Bordas Valdez y envió nuevas tropas.
Asimismo, el Gobierno estadounidense encargó a un representante para que mediara entre el Gobierno de Bordas Valdez y Horacio Vásquez, a fin de lograr un entendimiento.
El levantamiento fue sofocado por el presidente Bordas con apoyo de las fuerzas del general Desiderio Arias; sin embargo, se vio precisado a comprometerse con la realización de elecciones y con el nombramiento en cargos públicos de algunos influyentes horacistas.
El gobierno norteamericano, que ya dominaba las aduanas dominicanas, obligó al presidente Bordas Valdéz a designar un contralor norteamericano que supervisaría todas las operaciones presupuestarias del gobierno dominicano.
Elecciones[]
El objetivo se logró y Estados Unidos se comprometió a velar por la limpieza de las elecciones que se celebrarían en diciembre para escoger a las autoridades de los ayuntamientos y los diputados de la Asamblea Constituyente que produciría las reformas legales que posibilitarían celebrar elecciones presidenciales en junio de 1914.
Las elecciones se celebraron, pero fueron calificadas de fraudulentas porque el Gobierno desató una campaña de represión contra la oposición y en algunas urnas cambiaron votos.
La nueva situación agudizó la crisis, ya que los jimenistas, que habían apoyado a Bordas Valdez, protestaron y se opusieron a que la Asamblea Constituyente, funcionara para evitar la reelección del Presidente de la República.
Sin embargo, eso no impidió los planes de Bordas Valdez. El día 15 de junio de 1914 logró ser reelecto Presidente de la República, quien para apaciguar a los militares horacistas les dio algunas funciones.
Nuevo alzamiento y renuncia[]
Ante un nuevo avance de los insurrectos y la pérdida de apoyo del gobierno norteamericano, el presidente Bordas Valdéz tuvo que renunciar para dar paso a Ramón Báez, el 27 de agosto de 1914.
Consecuencias[]
Los estadounidenses permanecerían casi 20 años, gobernando a sangre y fuego, con un sistema muy cercano al esclavismo.
Salvo para los historiadores defensores de los intereses del imperialismo norteamericano y de las clases dominantes dominicanas, queda claro para todos que esta ocupación transformó a Dominicana en una perfecta neocolonia de Estados Unidos a través de un largo proceso de destrucción –mediante una violencia inusitada– de las estructuras económicas y disposiciones legales creadas y adoptadas desde el triunfo de la independencia.
A partir de aquella ocupación –que sigue hasta nuestros días bajo otras formas–, el imperialismo atribuyó a Dominicana, en la división internacional del trabajo, el papel de principal productor de mano de obra barata para sus empresas instaladas tanto en este país como en otros del Caribe. Una razón que explica el proceso de empobrecimiento cada vez mayor del pueblo dominicano, la destrucción de la economía rural, el hambre, el desempleo, y el éxodo masivo de millones de personas hacia otros lugares. La ocupación, en consecuencia, no trajo beneficio alguno para el pueblo dominicano, y fue responsabilidad exclusiva de Estados Unidos y de sus cómplices en Dominicana. Todo planteo contrario es simplemente un discurso perverso para justificar lo injustificable.
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