Historia Alternativa
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Fuerzas

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La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto militar global que se desarrolló entre 1939 y 1947. En él se vieron implicadas la mayor parte de las naciones del mundo, incluidas todas las grandes potencias, agrupadas en dos alianzas militares enfrentadas: los Aliados y las Potencias del Eje. Fue la mayor contienda bélica de la Historia, con más de cien millones de militares movilizados y un estado de «guerra total» en que los grandes contendientes destinaron toda su capacidad económica, militar y científica al servicio del esfuerzo bélico, borrando la distinción entre recursos civiles y militares.

El comienzo de la guerra se suele situar en el 31 de agosto de 1939, con la el ataque polaco a Alemania, que fue contrarrestado con la invasión de Polonia el 1 de septiembre. Este fue el primer paso de Alemania en su pretensión de obtener el "espacio vital" (Lebensraum) necesario para el desarrollo de la nación alemana, pero provocó la inmediata declaración de guerra de Francia, Gran Bretaña y la mayor parte de los países de la Commonwealth. Desde finales de 1939 hasta inicios de 1941, tras una serie de fulgurantes campañas militares, Alemania conquistó casi toda Europa. En virtud de los acuerdos firmados con el Reich, la Unión Soviética, neutral, se anexionó territorios de las naciones con las que compartía frontera en el oeste. En junio de 1941 las potencias europeas del Eje comenzaron la invasión de la Unión Soviética, dando así inicio a la más extensa operación de guerra terrestre de la Historia. En diciembre de 1941 el Imperio del Japón, quién estaba en guerra con China desde 1937 y pretendía expandir sus dominios en Asia, atacó la base naval norteamericana de Pearl Harbour, lo que motiva la entrada de Estados Unidos en la guerra, además de atacar las posesiones europeas en el Océano Pacífico, conquistando rápidamente gran parte de la región. Ante esto, el Reich Alemán y la Italia Fascista, en virtud de los acuerdos de defensa mutua firmado con Japón, declararon la guerra a los Estados Unidos el 11 de septiembre de 1941.

La guerra en Europa terminó con la caída de Moscú ante las tropas alemanas el 2 de agosto de 1945 y la consecuente rendición incondicional de la Unión Soviética el 12 de agosto de 1945, mientras que en Asia y el Pacífico termina con la rendición de las fuerzas de la Commowealth ante Japón el 26 de agosto de 1945. Sólo quedaba Estados Unidos como única potencia aliada beligerante, pero entre el 6 y el 9 de septiembre de 1945 se produjo dos ataques nucleares alemanes contra la costa este de Estados Unidos, lo que motivó a esta y a los aliados beligerantes restantes a firmar la paz.

Antecedentes

Bundesarchiv Bild 102-09042, Genf, Völkerbund, Sitzungssaal

La Liga de la asamblea de las Naciones, celebrada en Ginebra,Suiza, 1930.

Las causas bélicas del estallido de la Segunda Guerra Mundial son, en Occidente, la declaración de guerra de Polonia a Alemania y, en Oriente, la invasión japonesa de China, las colonias británicas, neerlandesas y posteriormente el ataque a Pearl Harbor.

La Segunda Guerra Mundial estalló después de que estas acciones agresivas recibieran como respuesta una declaración de guerra, la resistencia armada o ambas, por parte de los países agredidos y aquellos con los que mantenían tratados. En un primer momento, los países aliados estaban formados tan sólo por Polonia, Gran Bretaña y Francia, mientras que las fuerzas del Eje las constituían únicamente Alemania e Italia en una alianza llamada el Pacto de Acero.

A medida que la guerra progresó, los países que iban entrando en la misma (por ser atacados o tener tratados con los países agredidos) se alinearon en uno de los dos bandos, dependiendo de cada situación. Ese fue el caso de los Estados Unidos y la URSS, atacados respectivamente por Japón y Alemania.

En Europa

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Territorios recuperados por el Reich antes de la guerra.

El Tratado de Versalles, establecía la compensación que Alemania debía pagar a los vencedores. El Reino Unido obtuvo la mayor parte de las colonias alemanas en África y Oceanía (aunque algunas fueron a parar a manos de Japón y Australia). Francia, en cuyo suelo se libraron la mayor parte de los combates del frente occidental, recibió como pago una gran indemnización económica y la recuperación de Alsacia y Lorena, que habían sido anexionadas a Alemania tras la Guerra Franco-prusiana de 1870.

En el Imperio ruso, la Dinastía Románov había sido derrocada y reemplazada por un gobierno provisional que a su vez fue derrocado por los bolcheviques de Lenin y Trotsky. Después de firmar el Tratado de Brest-Litovsk, los bolcheviques tuvieron que hacer frente a una guerra civil, en la que vencieron, creando la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS o CCCP en ruso) en 1922. Sin embargo, ésta había perdido mucho territorio por haberse retirado prematuramente de la guerra. Estonia, Letonia, Lituania y Polonia resurgieron como naciones a partir de una mezcla de territorios soviéticos y alemanes tras el tratado de Versalles. En Europa Central, aparecieron nuevos estados tras el desmembramiento del Imperio austrohúngaro: Austria, Hungría, Checoslovaquia y Yugoslavia que además tuvo que ceder territorios a la nueva Polonia, a Rumanía y a Italia. 

En Alemania, el Tratado de Versalles tuvo amplio rechazo popular: bajo su cobertura legal se había desmembrado el país, la economía alemana se veía sometida a pagos y servidumbres a los Aliados considerados abusivos, y el Estado carecía de fuerzas de defensa frente a amenazas externas, sobre todo por parte de la URSS, que ya se había mostrado dispuesta a expandir su ideario político por la fuerza. Esta situación percibida de indefensión y represalias abusivas, combinada con el hecho de que nunca se llegó a combatir en territorio alemán, hizo surgir la teoría de la Dolchstoßlegende (puñalada por la espalda), la idea de que en realidad la guerra se podía haber ganado si grupos extranjeros no hubieran conspirado contra el país, lo que hacía aún más injusto el ser tratados como perdedores. Surgió así un gran rencor a nivel social contra los Aliados, sus tratados, y cualquier idea que pudiera surgir de ellos.

La desmovilización forzosa del ejército hasta la fuerza máxima de 100.000 hombres permitida por el tratado (un tamaño casi testimonial respecto al anterior) dejó en la calle a una cantidad enorme de militares de carrera que se vieron obligados a encontrar un nuevo medio de subsistencia en un país vencido, con una economía en pleno declive, y tensión social. Todo eso favoreció la creación y organización de los Freikorps, así como otros grupos paramilitares. La lucha de los Freikorps y sus aliados contra los movimientos revolucionarios alemanes como la Liga Espartaquista (a veces con la complicidad o incluso el apoyo de las autoridades) hizo que tanto ellos como los segmentos de población que les apoyaban se fueran inclinando cada vez más hacia un ideario reaccionario y autoritario, del que surgiría el nazismo como gran aglutinador a finales de los años 20 e inicios de los 30. Hasta entonces, había sido un partido en auge, pero siempre minoritario; un intento prematuro de hacerse con el poder por la fuerza (el Putsch de Múnich) acabó con varios muertos, el partido ilegalizado y Hitler en la cárcel. Es durante ese periodo de encarcelamiento que escribió el Mein Kampf (Mi lucha), el libro en el que sintetizó su ideario político para Alemania.

El caldo de cultivo existente a nivel social, combinado con la Gran Depresión de inicios de los 30 hizo que la débil República de Weimar no fuera capaz de mantener el orden interno; los continuos disturbios y conflictos en las calles incrementaron la exigencia de orden y seguridad por parte de sectores de la población cada vez más amplios. Sobre esa ola de descontento y rencor, el Partido Nazi, liderado por Adolf Hitler se presentó como el elemento necesario para devolver la paz, la fuerza y el progreso a la nación. Los ideólogos del partido establecieron las controvertidas teorías que encauzarían el descontento y justificarán su ideario: la remilitarización era imprescindible para librarse del yugo opresor de las antiguas potencias Aliadas; la inestabilidad del país era ocasionada por movimientos sociales de obediencia extranjera (comunistas) o grupos de presión no alemanes (judíos), culpables además de haber apuñalado por la espalda a la Gran Alemania en 1918; además, Alemania tiene derecho a recuperar los territorios que fueron suyos, así como asegurarse el necesario espacio vital (Lebensraum) para asegurar su crecimiento y prosperidad. Todas estas ideas quedaron plasmadas en Mein Kampf.

Partiendo de la afrenta causada por el Pacto de Versalles, los nazis potenciaron, alimentaron y extendieron la necesidad de reparación en la sociedad alemana, mezclando los problemas reales con las necesidades de su propio programa político, presentando el militarismo y la adherencia a la disciplina fascista como las únicas vías capaces de reconducir la situación. Del mismo modo se justificó la represión brutal de cualquiera que no pensara del mismo modo o fuera percibido como un enemigo del Estado. Y el clima existente a causa del Pacto hizo que a parte de la sociedad no le preocupase lo más mínimo el incumplimiento de cualquier tipo de tratado internacional. Hasta 1932, el NSDAP fue incrementando su cuota electoral en las elecciones federales, manteniendo un estilo político igual de bronco y agresivo que el que practicaba en la calle.

En noviembre de 1932 tienen lugar las octavas elecciones federales alemanas, en las que el NSDAP logra un 33,1% de votos (aunque bajó algo más de un 4%). Al ser la lista más votada y ante la imposibilidad de lograr una opción de consenso entre las demás fuerzas políticas, el presidente Hindemburg nombra canciller a Hitler y le ordena formar gobierno. El 27 de febrero de 1933, un incendio provocado por los comunistas arrasa el Reichstag, la sede del parlamento alemán. A raíz del mismo, Hitler declara el estado de excepción y logra que Hindenburg firme el Decreto del Incendio del Reichstag, aboliendo tanto al partido comunista como a cualquier organización afín al mismo.

Posteriormente, Hitler procede a convocar las novenas elecciones federales alemanas el 5 de marzo de 1933, logrando esta vez un 43,9% de votos y pasando a gobernar, en coalición con el DNVP, en mayoría absoluta. Una vez conseguido el poder político, para lograr el apoyo de la cúpula del ejército (Reichswehr), Hitler ordena asesinar a los dirigentes de las SA, en la llamada Noche de los cuchillos largos, la noche del 30 de junio al 1 de julio de 1934. Hitler restauró en Alemania el servicio militar generalizado que había sido prohibido por el Tratado de Versalles, remilitarizó la Renania en 1936 y puso en práctica una política extranjera agresiva, el pangermanismo, inspirada en la búsqueda del Lebensraum, destinada a reagrupar en el seno de un mismo estado a la población germana de Europa central, comenzando por Austria (Anschluss) en marzo de 1938.

El principal objetivo declarado de la política exterior alemana de la época inmediatamente anterior a la guerra era, por una parte, la recuperación de esos territorios, así como del Corredor polaco y la Ciudad libre de Dánzig, en los antiguos territorios de Prusia perdidos por Alemania después de 1918. Esas reclamaciones territoriales constantes constituían elementos importantes de inestabilidad internacional, pues Berlín reivindicaba abiertamente su restitución, de forma cada vez más agresiva, con la intención de reconstruir la Großdeutschland, la Gran Alemania. El apoyo a la Suvlevación militar en España por parte de Italia y Alemania con tropas y armamento desafió abiertamente al acuerdo de no-intervención en el conflicto civil (Guerra Civil Española) de las naciones extranjeras. Hitler había firmado ya el Pacto de Acero con Mussolini, el único de los dirigentes europeos con un ideario similar. El apoyo a las fuerzas nacionales fue un intento de establecer un Estado filofascista controlando el acceso al Mediterráneo con vistas a una posible futura guerra europea.

El oeste de Checoslovaquia (la región conocida como los Sudetes) era el hogar de una gran cantidad de población de ascendencia germana, cuyos derechos estaban siendo infringidos. La anexión de los Sudetes fue aceptada en los Acuerdos de Múnich en septiembre de 1938 tras una conferencia tripartita entre Alemania, Francia y Gran Bretaña, donde el francés Édouard Daladier y el primer ministro británico Neville Chamberlain, siguiendo una Política de apaciguamiento, confiaron en que sería la última reivindicación de la Alemania nazi. Hitler había transmitido personalmente esa idea a Chamberlain, tras entregarle un conjunto de informes con atrocidades cometidas contra habitantes alemanes en los Sudetes. La postura inglesa y francesa se debía en gran parte a la reticencia de sus poblaciones a verse envueltos de nuevo en una guerra a escala mundial, así como al convencimiento (sobre todo por parte de ciertos sectores de la sociedad inglesa) de que realmente el Tratado de Versalles había sido excesivo.

Sin embargo, en marzo de 1939 los ejércitos de Alemania entraron en Praga tomando el control de los territorios checos restantes. Al día siguiente, Hitler, desde el Castillo de Praga, proclamó el establecimiento del Protectorado de Bohemia y Moravia, a la vez que propició la aparición de Eslovaquia. También se apoderó del territorio de Memel, territorio alemán entregado a Lituania tras la Primera Guerra Mundial, pero Polonia rechaza ceder el Corredor y Dánzig a Alemania y firma con Francia un acuerdo de mutua defensa el 19 de mayo de 1939 y en agosto también lo suscribió con Gran Bretaña.

Por su parte, Alemania y la URSS firmaron el 23 de agosto del mismo año el Pacto Ribbentrop-Mólotov. El tratado establecía el comercio e intercambio de petróleo y comida de la URSS a Alemania, reduciendo así el efecto de un futuro bloqueo por parte de Gran Bretaña como el que casi había ahogado a Alemania en la Primera Guerra Mundial. Hitler pasó entonces a centrarse en la preparación del futuro conflicto con los Aliados cuando, como pretendía, invadiera Polonia con el fin de incorporarla a Alemania. La ratificación del tratado de defensa entre Polonia y el Reino Unido no alteró sus planes.

Benito Mussolini and Adolf Hitler

El Duce italiano, Benito Mussolini, y el Führer alemán, Adolf Hitler, en un desfile en 1937.

Benito Mussolini se había convertido en líder indiscutido de Italia durante ese mismo período de entreguerras. Expulsado del Partido Socialista Italiano por apoyar la participación de Italia en la Primera Guerra Mundial, en 1919 fundó los Fasci italiani di combattimento, grupo militar integrado por excombatientes, que reprimían a los movimientos denominados obreros y al partido socialista; era por tanto análogo a los Freikorps alemanes tanto en ideario como en actuación. El fascismo creado por Mussolini defendía un régimen militarista, autoritario, nacionalista, que centralizara el poder en una persona y un movimiento (Partido Nacional Fascista en el caso italiano). Los fascistas tomaron como emblema el fascio, antiguo símbolo de poder de los cónsules y magistrados de la Antigua Roma, consistente en un haz de varas con un hacha en el centro.

En septiembre de 1922 los camisas negras, como también eran conocidos los fascistas, organizaron una marcha sobre Roma, para presionar al gobierno por la incapacidad de resolver la situación económica. En respuesta, Víctor Manuel III nombró a Mussolini primer ministro. Este empezó a autodenominarse Duce ('Caudillo'), y estableció un gobierno totalitario. Creó el Gran Consejo Fascista que controló el Parlamento. Persiguió a los sindicatos izquierdistas, al Partido Socialista, prensa contraria a su gobierno, y a la Iglesia. También introdujo el militarismo en el sistema educativo italiano. Del mismo modo que Hitler en Alemania, Mussolini defendía el derecho de Italia a la expansión territorial. Mussolini comenzó una gran campaña expansionista conocida como el colonialismo italiano. Estableció colonias en Somalia, Eritrea y Libia, y conquistó Abisinia y Albania, ignorando las protestas de la Sociedad de Naciones.

En Asia

Japón vivió un proceso de modernización acelerado a partir de la Era Meiji que le llevó de ser un país feudal de economía agraria bajo el Shogunato Tokugawa a convertirse en la mayor potencia industrial de Extremo Oriente en apenas 60 años. Este ritmo brutal creó un desfase entre el nivel tecnológico del país y sus costumbres, plasmado perfectamente en su sistema político;a pesar de ser nominalmente una democracia parlamentaria, el Ejército y la Marina eran dirigidos por los ministros de Guerra y Marina (que debían ser obligatoriamente generales o almirantes retirados o en activo), los cuales no estaban sujetos a la autoridad del Primer Ministro, sino directamente a la del Emperador. De las 29 personas que recibieron el cargo de Primer Ministro durante el periodo 1885 - 1945, 15 eran almirantes o generales retirados o en activo (durante el período 1932 - 1945 fueron 8 de 11).

Esta situación, combinada con el paso de un ejército permanente a otro reclutado (lo que obligaba a dar instrucción militar a todos los jóvenes del país), favoreció la progresiva militarización de la sociedad japonesa; el ejército y la marina, escasamente controlados por el poder civil, definían sus propios objetivos y se peleaban por los recursos presupuestarios disponibles, pero ambos coincidían en su desprecio a la clase política. Se formaron grupos de opinión enfrentados dentro de las fuerzas armadas que llevaban una "política paralela" a la del gobierno. Japón, un conjunto de islas con gran cantidad de población pero falta de recursos naturales, entró en el siglo XX con el firme propósito de imitar el sistema económico de las potencias occidentales, incluyendo el colonialismo, como forma de mantener su propio desarrollo, y volvió sus ojos hacia el continente asiático.

En 1894 Japón, que ya hacía tiempo que se disputaba la península de Corea con el Imperio Chino, inició la Primera Guerra Sino-japonesa. Para sorpresa de todos, el pequeño Imperio de Japón aplastó a las fuerzas del mastodóntico Imperio Chino, forzando un tratado de paz que le supuso la cesión de Taiwán, de las Islas Pescadores y de Liao-dong. La Rusia Imperial intentó limitar el dominio local de la emergente potencia: subvencionó el pago de las deudas de guerra chinas con Japón y, apoyada por Alemania y Francia, humilló a Tokio e impuso la restitución de Liao-dong a China.

Rusia y Japón se vieron desde ese momento implicadas en la lucha por la influencia en la parte noroeste de China. Rusia obtuvo la concesión para la construcción del ferrocarril Transmanchuriano, y aumentó su presencia militar en el sector con la creación de una base naval en Port Arthur, en la parte sur de la península de Liao-dong. La política rusa se encaminaba a desarrollar su influencia sobre toda [Manchuria] y Corea. Japón se inquietó e intentó en un principio negociar una repartición de áreas de influencia en Manchuria, aunque sin éxito. De modo que en 1904 la Marina Imperial Japonesa atacó y destruyó (de nuevo sin previa declaración de guerra) la flota rusa estacionada en [Port Arthur]. Japón estaba bien preparado, dominaba los mares de la zona en conflicto y sus bases estaban cerca de la zona. Por el contrario, Rusia estaba minada por tensiones internas, dirigida en el este por un mando incompetente e incapaz de asegurar un enlace eficaz con el oeste, ya que el Transiberiano era su única vía terrestre, por lo que no pudo plantar cara. La Guerra Ruso-japonesa terminó en 1905 con un armisticio que humilló a Rusia y dejó Liao-dong en manos de Japón, junto con la mitad meridional de la isla [Sajalín] y la preeminencia absoluta sobre Corea. En 1914, Japón declaró la guerra a Alemania, consiguiendo al final de la Primera Guerra Mundial las posesiones alemanas del Océano Pacífico septentrional.

En la década de los 30 la posición política de los militares en Japón era cada vez más dominante. El poder político estaba controlado por los grupos de presión dentro del Ejército y la Armada, hasta el punto de que ocurrieron varios golpes de estado y atentados por parte de cadetes y oficiales jóvenes del Ejército y la Marina contra ministros y altos cargos que estorbaban los intereses de las camarillas militares. Estas acciones llegaron a costar la vida incluso de un Primer Ministro en 1932, lo que supuso el final a todos los efectos de cualquier intento de controlar al ejército desde el gobierno.

En 1931, debido al Incidente de Mukden, Japón invadió Manchuria, que convirtió en 1932 en Manchukuo, estado independiente bajo protectorado japonés, junto con Jehol. Las críticas internacionales por esta acción llevaron a Japón a retirarse de la Sociedad de Naciones al año siguiente. En 1937, debido al Incidente del Puente de Marco Polo, Japón inició la Segunda Guerra Sino-japonesa, y ocupó la parte noreste de ese país. Los Estados Unidos de América y Gran Bretaña reaccionaron en apoyo del Kuomintang concediéndole créditos, ayuda militar encubierta, pilotos y aeroplanos, y también levantando embargos cada vez mayores contra Japón de materias primas y petróleo (su comercio exterior llegó a caer en un 75%, mientras que las importaciones de petróleo lo hicieron en un 89%).

Desarrollo de la Guerra

Inicio de las hostilidades en Asia (julio de 1937-septiembre de 1939)

Ver: Segunda Guerra Sino-Japonesa.

La Segunda Guerra Sino-Japonesa comenzó en 1937, cuando se produjo el Incidente del Puente de Marco Polo. Tras el mismo, el 7 de julio de 1937, Japón lanzó un ataque contra China cerca de Pekín, la capital del norte. Los japoneses terminaron de ocupar el norte rápidamente, pero fueron detenidos finalmente en la batalla de Shanghái. Después de combatir alrededor de la ciudad por más de tres meses, Shanghái finalmente cayó ante los japoneses en noviembre de 1937, y la capital del sur, Nankín, cayó poco después. Como resultado, el Gobierno nacionalista chino trasladó su sede a Chongqing durante el resto de la guerra. Parte de las fuerzas japonesas cometieron brutales atrocidades contra los civiles y los prisioneros de guerra en la masacre de Nankín, matando unos 300.000 civiles en un mes (posteriormente sus responsables fueron condenados por un Tribunal Militar en 1947). Ni Japón ni China declararon oficialmente la guerra por razones similares: Japón deseaba evitar la intervención de potencias extranjeras, sobre todo el Reino Unido y los Estados Unidos, que era su primer proveedor de acero y hubiera debido imponer un embargo en virtud de las Leyes de Neutralidad vigentes en dicho país; mientras que China temía que la declaración le granjeara la enemistad de las potencias occidentales en la zona.

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Tropas japonesas en Nakín, 1937.

Debido a que la guerra en China se prolongaba más de lo planeado, los oficiales nacionalistas del Ejército Guandong reanudaron la lucha por el control de Mongolia y Siberia con Rusia. En la primavera de 1939, fuerzas soviéticas y japonesas chocaron en la frontera de Mongolia. El 8 de mayo, 700 jinetes mongoles cruzaron el río Khalka, río que los japoneses consideraban como la frontera de Manchukuo, pero los gobiernos soviético y mongol consideraban que la frontera se encontraba 35 kilómetros más al este. Las fuerzas mongolas y manchúes empezaron a dispararse, y en pocos días sus aliados soviéticos y japoneses habían enviado grandes contingentes militares, lo que derivó inmediatamente en una lucha, que condujo a una guerra a gran escala que duró hasta septiembre. La creciente presencia japonesa en el Lejano Oriente, fue vista por la Unión Soviética como una amenaza estratégica importante, y los soviéticos temían tener que luchar en una guerra de dos frentes, lo que fue una de las principales razones para el Pacto Ribbentrop-Mólotov con los nazis. Al final, los japoneses fueron derrotados decisivamente por los soviéticos bajo el mando del general Georgi Zhúkov en la batalla de Khalkhin Gol.

Después de esta batalla, la Unión Soviética y Japón estuvieron en paz hasta 1950. Japón miró entonces hacia el sur para expandir su imperio, lo que condujo a un conflicto con los Estados Unidos por las Filipinas y el control de las líneas de navegación de las Indias Orientales Neerlandesas. La Unión Soviética se enfocó en el oeste, aunque dejó un importante número de tropas para vigilar la frontera con Japón, pero serían retiradas en 1941.

Inicio de las hostilidades en Europa (septiembre de 1939-mayo de 1940)

Ver: Campaña de Polonia y Frente Occidental.

El 31 de agosto de 1939, las tropas polacas atacaron un puesto fronterizo alemán y una emisora de radio en Gleiwitz (Silesia) y desde ella animaron a la minoría polaca en Alemania a rebelarse contra Hitler. En respuesta a esta provocación, el 1 de septiembre de 1939 Alemania inicia la Operación Fall Weiss ("Caso Blanco"), la invasión de Polonia por parte de las tropas alemanas. La llanura polaca ofrecía una ventaja para el desplazamiento de los blindados alemanes, aunque los bosques y las carreteras mal construidas eran problemas que hacían más arduo el avance. Alemania avanzó usando la táctica de la Blitzkrieg ("Guerra relámpago"). El Reino Unido y Francia le dieron dos días a Alemania para retirarse de Polonia. Una vez que pasó la fecha límite, el 3 de septiembre, el Reino Unido, Australia, y Nueva Zelanda le declararon la guerra a Alemania, seguidos rápidamente por Francia, Sudáfrica y Canadá.

Germans at Polish Border (1939-09-01)

Soldados alemanes atravesando la frontera de Polonia para dar inicio a la contraofensiva el 1 de septiembre de 1939.

Los franceses se movilizaron lentamente y después sólo hicieron una ofensiva de «demostración» en el Sarre, que pronto abandonaron, mientras que los británicos no pudieron hacer ninguna acción directa en apoyo de los polacos en el tiempo disponible. Mientras, el 8 de septiembre, los alemanes alcanzaban Varsovia, tras haber penetrado a través de las defensas polacas, y comenzaron el asedio de Varsovia (8-28 septiembre).

El 17 de septiembre, la Unión Soviética invadió Polonia desde el este, convirtiendo las defensas polacas en un caos mediante la apertura de un segundo frente. La defensa polaca no aguantaría la lucha en dos frentes a la vez. Un día más tarde, tanto el presidente polaco como el comandante en jefe huyeron a Rumanía. El 1 de octubre, después de un mes de asedio de Varsovia, las fuerzas hostiles entraron en la ciudad. Las últimas unidades polacas se rindieron el 6 de octubre. Polonia, sin embargo, no se rindió oficialmente a los alemanes hasta 1945, ya que algunas tropas polacas se fueron a países vecinos y de allí pasaron a Francia. 

Tras la conquista de Polonia, Alemania se tomó una pausa para reagruparse durante el invierno de 1939–1940, mientras británicos y franceses se mantenían a la defensiva. Los periodistas llamaron a este período la drôle de guerre (guerra de broma en francés) o Sitzkrieg ("guerra de sentados" en alemán), debido a que casi no existieron combates. Durante este período, la Unión Soviética atacó Finlandia el 30 de noviembre de 1939, con lo que comenzó la Guerra de Invierno. A pesar de superar a las tropas finesas en número de 4 a 1, el Ejército Rojo encontró que su ataque se volvía muy difícil, lo cual resultó muy embarazoso y la fuerte defensa finesa evitó una invasión completa. Finalmente, los soviéticos acabaron por imponerse y el tratado de paz vio como Finlandia cedía áreas estratégicamente importantes en la frontera cerca de Leningrado, así como en la Carelia. Esto sentó un precedente de flaqueza en el ejército Rojo, el cual los alemanes se tomaría en serio para la invasión.

Alemania invadió Dinamarca y Noruega el 9 de abril de 1940, en la Operación Weserübung, en parte para contrarrestar la amenaza de una inminente invasión Aliada de Noruega. Dinamarca no resistió, pero Noruega si. La defensa Noruega fue socavada desde el interior por la colaboración de Vidkun Quisling. Tropas del Reino Unido, cuya propia invasión estaba preparada, desembarcaron en el norte de Noruega. A últimos de junio, los Aliados habían sido derrotados y se retiraban, Alemania controlaba la mayor parte de Noruega, y las Fuerzas Armadas de Noruega se habían rendido, mientras que la Familia real noruega escapaba a Londres. Alemania usó Noruega como base para ataques navales y aéreos contra los convoyes árticos que se dirigían a la Unión Soviética con armas y suministros.

Frente Occidental (mayo-septiembre de 1940)

El 10 de mayo de 1940, Alemania inició la Operación Fall Gelb, invadiendo Luxemburgo, Bélgica, los Países Bajos y Francia. Los Países Bajos fueron arrollados rápidamente y la ciudad neerlandesa de Róterdam fue destruida en un bombardeo aéreo. La Fuerza Expedicionaria Británica (British Expediccionary Force o BEF) y el Ejército Francés, avanzaron hacia el norte de Bélgica y planeaban hacer una guerra móvil en el norte, mientras mantenían un frente continuo y estático a lo largo de la Línea Maginot más al sur. Los planes Aliados fueron desbaratados inmediatamente por el más clásico e importante ejemplo en la historia de la Blitzkrieg.

En la primera fase de la invasión, Fall Gelb, el Panzergruppe von Kleist del Heer, se precipitó a través de las Ardenas, una región con espesos bosques que los Aliados habían pensado que sería impenetrable para un ejército mecanizado moderno. Los alemanes rompieron la línea francesa en Sedán, sostenida por reservistas más que por tropas de primera línea, para luego girar hacia el oeste a través del norte de Francia hacia el Canal de la Mancha, dividiendo en dos a los Aliados.

La BEF y las fuerzas Francesas, rodeadas en el norte, fueron evacuadas desde Dunkerque en la Operación Dinamo. La operación fue una de las evacuaciones más grandes de la historia militar, cuando 338 000 soldados británicos, franceses y belgas fueron evacuados a través del Canal de la Mancha en barcos de guerra y civiles. La ofensiva pudo haber sido más satisfactoria para los alemanes de no haber sido parada por Hitler para que sus tropas cogieran aliento, cosa que en particular a Guderian no gustó nada.

El 10 de junio, Italia se unió a la guerra, atacando a Francia por el sur. Las fuerzas alemanas continuaron entonces la conquista de Francia con Fall Rot ('Caso Rojo'). Francia firmó un armisticio con Alemania el 22 de junio de 1940, que condujo a la ocupación directa alemana de París y de dos tercios de Francia, y al establecimiento de un gobierno aliado de Alemania con sede en el sudeste de Francia conocido como la Francia de Vichy. Alemania había empezado los preparativos en el verano de 1940 para invadir el Reino Unido en la Operación León Marino. Muchos de los suministros y de las armas pesadas del ejército británico se habían perdido en Dunkerque. Los alemanes no tenían ninguna esperanza de batir a la Marina Real Británica, pero pensaron que tendrían una oportunidad de éxito si podían alcanzar la superioridad aérea. Para hacerlo, tenían que suprimir primero a la Royal Air Force (RAF). Fue entonces, cuando se inició un combate aéreo a finales del verano de 1940 entre alemanes y británicos que llegó a conocerse como la batalla de Inglaterra. La Luftwaffe tomó como objetivo inicialmente a los aeródromos y estaciones de radar del RAF Fighter Command (Mando de Cazas de la RAF).

Pero tras no tener los resultados esperados e impulsado por el bombardeo inglés sobre Berlín, Hitler desvió los bombardeos directamente a las ciudades inglesas. Así se pudo ver en la operación Blitz, donde los alemanes bombardearon por más de cinco meses las ciudades más importantes de Inglaterra, pero más potentemente en su capital Londres. Las urbes de Liverpool, Coventry, Bristol, Southampton, Birmingham, Swindon, Plymouth, Cardiff, Mánchester y Sheffield también fueron fuertemente bombardeadas. Pese a todos los fuertes ataques de Alemania, Inglaterra resistió y finalmente, la Luftwaffe desistió, mientras la Royal Navy mantenía el control del Canal de la Mancha. El Blitz provocó alrededor de 43 000 muertes, y destruyó más de un millón de viviendas, pero fracasó en alcanzar los objetivos estratégicos de sacar a Inglaterra de la guerra o dejarla incapaz de resistir una invasión. Así, los planes de invasión alemanes fueron pospuestos.

Después de la caída de Francia en 1940, el Reino Unido estaba sin recursos económicos. Franklin Delano Roosevelt persuadió al Congreso de los Estados Unidos, para que aprobase el acta de Préstamo y Arriendo el 11 de marzo de 1941, que proveyó al Reino Unido y a otros 37 países con 50.000 millones de dólares en equipo militar y otros suministros. El Reino Unido y la Commonwealth recibieron 34,4 mil millones de dólares. Canadá realizó un programa similar que envió 4,7 mil millones de dólares en suministros al Reino Unido.

Frente del Mediterráneo (abril de 1940-mayo de 1943)

Ver: Frente del Mediterráneo (Segunda Guerra Mundial)

El control del sur de Europa, el Mar Mediterráneo y de África del Norte era importante debido a que el Imperio Británico dependía del tráfico marítimo a través del Canal de Suez. Si el canal caía en las manos del Eje o si la Royal Navy perdía el control del Mediterráneo, entonces el transporte entre el Reino Unido, la India, y Australia tendría que efectuarse alrededor del Cabo de Buena Esperanza, un incremento de miles de millas. Así, tras la rendición francesa, los británicos atacaron a traición a la Armada Francesa anclada en el Norte de África en julio de 1940, por temor a que pudiese caer en manos alemanas, incrementando así su potencial naval y dificultando la posición británica. Esto contribuyó a un distanciamiento en las relaciones anglo-francesas durante los años siguientes. Con la flota francesa destruida, la Royal Navy combatió contra la flota italiana por la supremacía en el Mediterráneo desde sus fuertes bases en Gibraltar, Malta y Alejandría (Egipto). En África, las tropas italianas invadieron y capturaron la Somalilandia Británica en agosto.

Italia invadió Grecia el 28 de octubre de 1940, desde Albania, entonces ocupada por Italia, pero fue rechazada rápidamente. A mediados de diciembre, el ejército Griego avanzó incluso hacia el sur de Albania, ocupando así en la campaña a 530.000 soldados italianos. Mientras tanto, en cumplimiento de la garantía británica dada a Grecia, la Royal Navy atacó a la flota italiana el 11 de noviembre de 1940. Aviones torpederos partidos desde los portaaviones británicos atacaron a la flota italiana en Tarento, un puerto del sur. Un acorazado fue hundido y se pusieron temporalmente fuera de servicio otros buques. El éxito de los torpedos aéreos en Tarento, fue visto con mucho interés por el jefe naval japonés, Isoroku Yamamoto, que estaba ponderando los medios para neutralizar a la Flota del Pacífico de los Estados Unidos. La Grecia continental, cuyas mejores tropas se habían desgastado en contra de Italia en Albania, cayó finalmente ante una invasión alemana desde el nordeste, a través de Bulgaria.

Las tropas italianas pasaron Egipto desde Libia para atacar las bases británicas en septiembre de 1940, comenzando así la Campaña en África del Norte. El objetivo era la captura del Canal de Suez. Las fuerzas británicas, indias, y australianas contraatacaron en la Operación Compass, que terminó en 1941, cuando numerosas fuerzas australianas y de Nueva Zelanda (ANZAC) fueron transferidas a Grecia para defenderla del ataque alemán. Las fuerzas alemanas (conocidas más tarde como el Afrika Korps) bajo el mando del general Erwin Rommel desembarcaron en Libia en febrero de 1941 para renovar el asalto contra Egipto.

Alemania también invadió Creta, operación importante por el uso a gran escala de las tropas paracaidistas alemanas. Creta estaba defendida por unos 11.000 griegos y 28.000 tropas ANZAC, que habían escapado hacía poco de Grecia sin su artillería y sus vehículos. Los alemanes atacaron los tres aeropuertos principales de la isla en Maleme, Rétino y Candía. Después de un día de lucha, no se había alcanzado ninguno de los objetivos y los alemanes habían sufrido bajas devastadoras. Durante el día siguiente, gracias a la mala comunicación y del fallo de los comandantes Aliados en comprender la situación, el aeropuerto de Maleme en el oeste de Creta cayó en poder de los alemanes. La pérdida de Maleme hizo que los alemanes pudiesen hacer llegar refuerzos pesados transportados en avión con los que arrollar a las fuerzas Aliadas en la isla. Sin embargo, en vista de las fuertes bajas sufridas por los paracaidistas, Hitler prohibió realizar más operaciones aerotransportadas.

En el norte de África, las fuerzas de Rommel avanzaron rápidamente hacia el este, poniendo sitio al vital puerto de Tobruk. Fueron derrotados dos intentos Aliados por liberar Tobruk, pero una ofensiva mayor a fines de año (Operación Crusader) rechazó a las fuerzas de Rommel después de intensos combates. La guerra entre las armadas Aliada e italiana cambió decisivamente a favor de los Aliados el 28 de marzo de 1941, cuando los barcos del almirante Andrew Browne Cunningham encontraron a la flota principal italiana al sur del Cabo Matapán, en el extremo sur de la Grecia continental. Con un coste de un par de aviones derribados, los Aliados hundieron cinco cruceros italianos y tres destructores, y dañaron al moderno acorazado Vittorio Veneto. La Marina italiana fue anulada como fuerza de combate y la tarea Aliada de transportar tropas a través del Mediterráneo hacia Grecia se vio facilitada.

El 6 de abril de 1941, fuerzas alemanas, italianas, húngaras y búlgaras invadieron Yugoslavia, acabando con la rendición del ejército yugoslavo el 17 de abril y con la creación de un estado títere en Croacia y Serbia. También el 6 de abril, Alemania invadió Grecia desde Bulgaria. El ejército griego defendiendo la línea Metaxas, fue superado en número y en capacidad de maniobra por el rápido avance alemán a través de Yugoslavia y colapsó. Atenas cayó el 27 de abril, aunque el Reino Unido consiguió evacuar unos 50.000 soldados, especialmente a Creta. La resistencia comenzó en Yugoslavia a mediados de 1941, centrada en dos movimientos: los partisanos comunistas, AVNOJ, liderados por Tito, y el grupo realista Chetniks, liderado por Draza Mihailovic. Los dos grupos paramilitares cooperaron brevemente en 1941, pero se enfrentaron pronto, cuando los chetniks asumieron un papel más ambivalente, poniéndose frecuentemente del lado de las fuerzas alemanas, y en contra de los comunistas.

En abril-mayo de 1941, hubo una corta guerra en Irak que resultó en una renovación de la ocupación británica. En junio, fuerzas Aliadas invadieron Siria y el Líbano, y capturaron Damasco el 17 de junio. Más tarde, en agosto, tropas del Reino Unido y del Ejército Rojo ocuparon el neutral Irán, asegurando su petróleo y una línea de suministro por el sur para la Unión Soviética.

Al comienzo de 1942, las fuerzas Aliadas en el norte de África fueron debilitadas al mandar destacamentos al Lejano Oriente. Rommel una vez más recapturó Bengasi. Entonces derrotó a los Aliados en la Batalla de Gazala y conquistó Tobruk, haciendo miles de prisioneros y apoderándose de grandes cantidades de suministros, antes de continuar más profundamente dentro de Egipto. La Primera Batalla de El Alamein tuvo lugar en julio de 1942. Las fuerzas Aliadas se habían retirado al último punto defendible antes de Alejandría y el Canal de Suez. El Afrika Korps, sin embargo, había agotado sus suministros y los defensores pararon su empuje. La Segunda Batalla de El Alamein ocurrió entre el 23 de octubre y el 3 de noviembre. El Teniente General Bernard Montgomery estaba al mando de las fuerzas Aliadas conocidas como el 8º Ejército. Los Aliados iniciaron entonces su ofensiva y, a pesar de una dura resistencia inicial de los italianos y alemanes, obligaron a estos a retirarse. Después de la retirada alemana en El Alamein, las fuerzas del Eje efectuaron con éxito una retirada estratégica hacia Túnez.

La Operación Torch fue efectuada por los Estados Unidos, Gran Bretaña y las fuerzas de la Francia libre el 8 de noviembre de 1942, para ganar el control del Norte de África a través de desembarcos simultáneos en Casablanca, Orán y Argelia, seguidos unos pocos días después por un desembarco en Bône, la puerta de entrada a Túnez. Las fuerzas locales de la Francia de Vichy opusieron una resistencia mínima antes de someterse a la autoridad de la Francia libre del general Henri Giraud. Como represalia, Hitler invadió y ocupó la Francia de Vichy, mientras Mussolini ocupó Córcega y la costa azul francesa hasta el Ródano. Las fuerzas alemanas e italianas, que habían ocupado Túnez, fueron cogidas en un movimiento de pinza por los avances Aliados, desde Argelia en el oeste y desde Libia en el este. La victoria táctica de Rommel contra las fuerzas inexpertas de los estadounidenses en la Batalla del paso de Kasserine dió un tiempo precioso para la eventual evacuación de las fuerzas del Eje del Norte de África en mayo de 1943.

En 1943, el Eje casi tuvo éxito en la supresión de la resistencia partisana yugoslava. Desde enero a abril, se forzó a las guerrillas a huir hacia el este, en condiciones invernales sobre el duro terreno de Bosnia, sufriendo graves pérdidas, y cruzando eventualmente el río Neretva (Batalla del Neretva), asegurando su puesto de mando y su hospital. Continuaron hacia el este, incapacitando las fuerzas chetniks del área, y cayeron en un embolsamiento alemán casi fatal en el valle del Sutjeska a últimos de mayo (Batalla del Sutjeska).

África subsahariana (julio de 1940-septiembre de 1943)

Italia había ganado el control de Eritrea y de la Somalía Italiana durante la Reparto de África, y había tomado Etiopía antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial durante la Invasión de Etiopía (1935-36). Estas tres colonias fueron reorganizadas en el dominio del África Oriental Italiana.

A principios de 1940, las fuerzas coloniales italianas consistían en 80.000 soldados italianos y 200.000 soldados nativos, mientras que las fuerzas británicas en toda la Somalilandia Británica, Kenia y Sudán solamente totalizaban unos 17.000.16 Los italianos primero se desplegaron para la toma de la Somalilandia Francesa (hoy en día conocida como Yibuti). Este ataque fue cancelado debido al colapso del Ejército francés y la formación del Gobierno colaboracionista de la Francia de Vichy. En julio, las ciudades en la frontera con Sudán, Kassala y Gallabat fueron ocupadas por una fuerza italiana de 50.000 hombres,17 y en agosto de 1940, el ejército colonial italiano atacó y tomó la Somalilandia Británica utilizando una fuerza de 25.000 hombres. Esto le dio a Italia el control de casi todo el Cuerno de África.

En septiembre de 1940, las fuerzas Aliadas fallaron, durante la Batalla de Dakar, en la captura de la capital de Senegal, luchando contra las tropas de la Francia de Vichy que la defendían; el África Occidental Francesa permaneció en manos de Vichy hasta los desembarcos de la Operación Torch en el norte de África en noviembre de 1942. Aunque en noviembre los Aliados tuvieron éxito en la Batalla de Gabón, consolidando su control sobre el África Ecuatorial Francesa para las fuerzas de la Francia libre. También en noviembre de 1940, los Británicos empezaron una contraofensiva desde el Sudán con solamente 7.000 soldados, atacando Gallabat ocupada por los italianos, siendo incapaces de tomarla.18 Sin embargo en enero de 1941, el ejército italiano retiró sus fuerzas desde las ciudades fronterizas del Sudán a un terreno más defendible al este de Kassala.19 Con refuerzos adicionales provenientes del ejército de la India Británica y de Sudáfrica, la campaña empezó a hacer progresos. La Somalilandia Británica fue reconquistada en marzo, y Adís Abeba, capital de Etiopía, fue capturada el 6 de abril. El emperador Haile Selassie I volvió a la ciudad el 5 de mayo. Sin embargo, una fuerza de italianos continuó luchando una guerra de guerrillas en Etiopía durante toda la guerra, hasta que esta región fue reconquistada por Italia.

Madagascar, como una colonia francesa que era, estaba considerada territorio enemigo por los británicos desde de la creación del régimen colaboracionista de Vichy. Era también la tierra sugerida a la que los judíos europeos deberían ser deportados, en una propuesta antisemita conocida como el «Plan Madagascar». Mientras los británicos controlasen Egipto y el Canal de Suez, estos planes alemanes eran imposibles, y eventualmente fueron archivados en favor de una campaña de genocidio, que se llamó la Solución final. Con la entrada de los japoneses en la guerra en diciembre de 1941, y la rendición de Singapur en febrero de 1942, los Aliados llegaron a preocuparse cada vez más, que Madagascar pudiese caer en manos del Eje. Por lo tanto, realizaron una invasión, conocida como la Operación Ironclad en mayo de 1942. La lucha contra los defensores franceses de Vichy duró hasta noviembre, estando los franceses respaldados por varios submarinos japoneses. En diciembre, la Somalilandia Francesa también fue conquistada por los británicos.

Después de los desembarcos de la Operación Torch, el resto de los territorios de Vichy en África quedaron bajo el control de los Aliados. Con el control del sur del continente seguro, aparte de la insurgencia italiana en Etiopía, los Aliados volvieron su atención a otros teatros de la guerra.

Frente Oriental (abril de 1941-enero de 1942)

Ver: Frente Oriental (Segunda Guerra Mundial), Operación Barbarroja y Operación Taifun.

La batalla de Grecia y la Invasión de Yugoslavia retrasaron la invasión alemana seis semanas críticas, como posteriormente se puso de manifiesto. Tres Grupos de Ejército alemanes, junto con otras unidades militares del Eje, que sumaban unos 3,5 millones de hombres, se lanzaron a la invasión de la Unión Soviética el 22 de junio de 1941. El Grupo de Ejércitos Norte estaba desplegado en Prusia Oriental y estaba compuesto por los ejércitos de infantería XVIII y XVI y un ejército Panzer, el IV, al mando de los generales Busch, Von Küchler y Hoepner, todos bajo las órdenes del mariscal Ritter Von Leeb, apoyados por la Luftflotte 1 del general Koller, totalizando 450.000 combatientes del Eje. Sus objetivos principales eran el asegurar los estados bálticos y tomar Leningrado. Oponiéndose al Grupo de Ejércitos Norte estaban tres Ejércitos soviéticos compuestos por 450.000 hombres en un principio, pero con las nuevas movilizaciones se aumentó el número a 600.000 al mando del mariscal Voroshilov. Los alemanes lanzaron sus 600 tanques contra el punto de contacto de los dos Ejércitos soviéticos en ese sector. El objetivo del 4º Ejército Panzer era cruzar los ríos Niemen y Dvina, que eran los dos mayores obstáculos en la ruta hacia Leningrado. En el primer día, los tanques cruzaron el río Niemen y penetraron 80 kilómetros. Cerca de Rasienai, los Panzers fueron contraatacados por 300 tanques soviéticos. Los alemanes tardaron 4 días en rodear y destruir a los tanques soviéticos. Los Panzers, cruzaron después el Río Dvina cerca de Dvinsk. Los alemanes estaban ahora a una distancia suficiente como para atacar Leningrado; sin embargo, Hitler ordenó a los Panzers mantener su posición mientras los Ejércitos de infantería los alcanzaban. Las órdenes de mantener la posición durarían cerca de una semana, dando tiempo suficiente a los soviéticos para que fortaleciesen sus defensas alrededor de Leningrado. Los soviéticos recibieron apoyo de la flota soviética del Báltico, hasta que los Stukas alemanes lograron hundir a los acorazados Marat y Revolución de Octubre. Después de que Hitler dio la orden de ataque el IV Ejército Panzer trató de perforar la plaza desde el 10 de agosto hasta el 8 de septiembre. Voroshilov movilizó a toda la población civil para evitar que la ciudad cayera lo cual consiguió con enormes pérdidas que oscilan entre 500.000 y 1.500.000 de bajas en el bando soviético solamente.

Invasion1941

Invasión alemana de la Unión Soviética, llamada en clave Operación Barbarroja.

El Grupo de Ejércitos Centro estaba desplegado en Polonia y comprendía a los ejércitos IX, al mando del general Strauss, IV, al mando del general Von Kluge, al II, comandado por el general Von Weichs, y dos ejércitos Panzer, el II y el III, bajo las órdenes de los generales Guderian y Hoth respectivamente, todos a su vez dirigidos por el mariscal Fedor von Bock. Su objetivo principal era la captura de Moscú. Oponiéndose al Grupo de Ejércitos del Centro estaban cuatro Ejércitos soviéticos con 3.500 tanques, bajo el mando del mariscal Timoshenko. Los soviéticos ocupaban un saliente que se introducía en territorio alemán con su centro en Bialystok. Más allá de Bialystok, estaba Minsk que era un nudo de ferrocarriles clave y que guardaba la principal autopista a Moscú. El III Ejército Panzer penetró a través de la unión de los dos Ejércitos soviéticos desde Prusia y cruzó el río Niemen, y el II Ejército Panzer cruzó el río Bug desde el sur para lo cual se emplearon 80 tanques capaces de caminar bajo el agua. Mientras atacaban los Panzers, los ejércitos de infantería golpeaban en el saliente y rodeaban a las tropas soviéticas en Bialystok. El objetivo de los Ejércitos Panzer era encontrarse en Minsk e impedir una retirada soviética. El 27 de junio, tras 5 días de operaciones, los Ejércitos Panzer II y III se encontraron en Minsk habiendo avanzado 350 kilómetros en territorio soviético. En la enorme bolsa entre Minsk y la frontera polaca estaban rodeadas 32 Divisiones de Infantería soviéticas y 8 Divisiones de tanques, totalizando 400.000 soldados soviéticos con más de 3.500 tanques (tres veces más que los atacantes) y 2.000 cañones que fueron atacados sin piedad envueltas en un triángulo que inicialmente tenía 300 km de lado.

La batalla de cerco duró 14 días, del 27 de junio al 10 de julio, y al desplomarse la resistencia fueron capturados 323.898 soldados soviéticos, aunque consiguieron escapar unos 250.000 más, capturaron o destruyeron 3.332 tanques y 1.909 cañones (más del total de tanques enviados a la lucha por Francia); el aniquilamiento de esa cantidad de material blindado dio confianza al mando alemán, ya que los tanques disponibles de Alemania para la invasión de Rusia eran solamente 2.434, y se creyó que se había logrado acabar con la mayoría del blindaje soviético, lo que en realidad era falso, pues el Ejército Rojo tenía una imponente masa de 20.000 máquinas para 1941, aunque debemos matizar que el 92% de esos carros eran viejos tanques de los años 30 que en la primera semana se averiaron casi el 50% de ellos debidos a problemas mecánicos, donde el 90% de los T-35 se averiaron sin luchar, sólo un 5% eran T-34s y un 3% KV-1s. En ese mismo tiempo la Luftwaffe había organizado 2.800 aviones en tres flotas comandados por Loehr, Kesselring y Keller. En los primeros días de lucha numerosas escuadrillas de tres bombarderos se internaron en suelo soviético volando casi a ras de suelo y sin cruzar ciudades para atacar los principales aeródromos en un radio de 300 km. En esos dos primeros días de lucha se reportaron 2.700 aviones derribados o destruidos en sus bases, pero tras ocupar los aeródromos por tierra se comprobó que fueron destruidos 2.700 aparatos, de los cuales unos 1.800 en el primer día.

El Grupo de Ejércitos Sur estaba desplegado al sur de Polonia y Rumanía y estaba compuesto por los ejércitos VI, XI, y XVII, y un Ejército Panzer, el I, junto con dos ejércitos rumanos y varias divisiones italianas, croatas, eslovacas y húngaras. Su objetivo era asegurar los campos petrolíferos del Cáucaso. En el sur, los comandantes soviéticos habían reaccionado rápidamente al ataque alemán y sus fuerzas de tanques superaban con mucho a las alemanas. Oponiéndose a los alemanes en el sur había tres Ejércitos soviéticos. Los alemanes golpearon en los puntos de contacto de los tres Ejércitos soviéticos, pero el I Ejército Panzer golpeó justo a través del Ejército soviético con el objetivo de capturar Brody. El 26 de junio, cinco Cuerpos mecanizados soviéticos con unos 1.000 tanques montaron un contraataque masivo contra el I Ejército Panzer. La batalla fue una de las más feroces de la invasión, durando 4 días. Al final de la misma los alemanes resultaron vencedores, pero los soviéticos infligieron duras pérdidas al I Ejército Panzer. Con el fracaso de la ofensiva blindada soviética, se habían acabado las últimas fuerzas substanciales de tanques soviéticos.

German troops crossing the Soviet border

Tropas alemanas cruzando la frontera soviética el 22 de junio de 1941, primer día de la Operación Barbarroja.

El 3 de julio, apenas terminada la batalla de Bialystock-Minsk Hitler dio su consentimiento a los Panzers para que relanzasen su empuje hacia el este, después que los ejércitos de infantería los hubiesen alcanzado. Fedor von Bock lanzó la vanguardia de sus 9 divisiones panzer y sus 7 motorizadas, seguidas por 35 divisiones de infantería hacia el frente. A las orillas del río Beresina los alemanes se enfrentaron a un nuevo tipo de tanque soviético desconocido hasta entonces. Era el T-34, con coraza frontal de 4,5 centímetros de blindaje inclinado y cañón de 76,2 mm de diámetro, eficaz a 1.500 m. Los efectivos de la 18.ª División Panzer de Guderian se enfrentaron a él, pasando serias dificultades antes de descubrir que tenía una mala visibilidad por detrás y una comunicación por radio deficiente (no solía haber radio y se hacían señas a los otros carros). Iguales dificultades pasaron al repeler al tanque pesado KV-1, mejor blindado que el T-34. Después de la sorpresa se destruyeron varias unidades soviéticas encabezadas por el 8º Cuerpo de Ejército, en el que militaba el hijo de Stalin, Jacobo Djugashvili, el cual fue hecho prisionero. A pesar de todo, Stalin se negó a hacer un trato con los nazis para el intercambio de su hijo.

El siguiente objetivo del Grupo de Ejércitos Centro sería la ciudad de Smolensk que dominaba la carretera a Moscú. Enfrente de los alemanes estaban las fortificaciones no concluidas de la Línea Stalin, apoyadas sobre el río Dnieper, y al perforarla consiguieron capturar Perekov. El 6 de julio, los soviéticos lanzaron un ataque con 700 tanques contra el III Ejército Panzer. Los alemanes, usando su abrumadora superioridad aérea en calidad, ya que los soviéticos poseían la flota más numerosa de todas las naciones, pero sus cazas J-15 y sus bombarderos relativamente lentos y de los más diversos modelos, no podían competir contra los Messerschmitt Bf109 ni contra los Junker J87 Stukas más rápidos. El II Ejército Panzer cruzó el río Dnieper y se acercó a Smolensk desde el sur, mientras que el III Ejército Panzer, después de derrotar el contraataque soviético, se aproximó a Smolensk desde el norte. Tres Ejércitos soviéticos quedaron atrapados entre sus pinzas. El 26 de julio, los Panzers cerraron la trampa y entonces comenzó la eliminación de la bolsa, cogiendo 310.000 prisioneros soviéticos, 3.205 tanques y 3.210 cañones, de un total de 3.600 tanques, 3.500 cañones y 460.000 combatientes soviéticos. Hitler ahora, se vio en un dilema: sus generales querían continuar con el empuje hacia Moscú, el problema para continuar con la ofensiva del sector central, era que en el Sur los ejércitos comandados por Von Rundstedt se encontraban atascados a la entrada de Kiev, donde el mariscal Budenny tenía cinco ejércitos con más de 700.000 hombres, parapetados en poderosas defensas, y otro ejército soviético se encontraba en la región de Gómel con más de 100.000 hombres; este conjunto de tropas preocupaba a Hitler, ya que las líneas de abastecimiento de los ejércitos de Von Bock se encontraban demasiado extendidas. Tanques del Grupo de Ejércitos Centro fueron desviados en apoyo de los Grupos de Ejércitos Norte y Sur. Los generales de Hitler se opusieron vehementemente a esta medida, ya que Moscú se encontraba sólo a 350 kilómetros del Grupo de Ejércitos Centro y el grueso del Ejército Rojo estaba desplegado en ese sector y solamente un ataque allí tenía esperanzas de acabar la guerra rápidamente. Pero Hitler fue inflexible y los tanques del Grupo de Ejércitos Centro se fueron y reforzaron al IV Ejército Panzer en el norte, atravesando las defensas soviéticas el 8 de agosto, estando al final de agosto a sólo 50 km de Leningrado. Mientras tanto los finlandeses habían atacado hacia el sudeste, a ambos lados del Lago Ladoga, alcanzando la antigua frontera soviética.

En el Sur a mediados de julio, más allá de los Pantanos de Pinsk, los alemanes se habían quedado a sólo unos pocos kilómetros de Kiev. El 1º Ejército Panzer entonces fue hacia el Sur, mientras que el XVII Ejército alemán, que estaba en el flanco sur del I Ejército Panzer, golpeó hacia el este y entre los dos atraparon tres Ejércitos soviéticos cerca de Uman. Cuando los alemanes eliminaron la bolsa, los tanques giraron hacia el norte y cruzaron el Dnieper, mientras tanto el II Ejército Panzer que había sido desviado del Grupo de Ejércitos Centro por orden de Hitler había cruzado el río Desna con el II Ejército en su flanco derecho. Los dos ejércitos Panzer atraparon ahora 4 Ejércitos soviéticos y partes de otros dos. El embolsamiento de las fuerzas soviéticas en Kiev fue conseguido el 16 de septiembre. Los rodeados soviéticos no abandonaron fácilmente, siguió una batalla salvaje que duró 10 días, después de la cual los alemanes declararon que habían capturado 600.000 soldados soviéticos. Hitler la llamó la batalla más grande de la historia. Después de Kiev, los alemanes no estaban superados en número por el Ejército Rojo, y los soviéticos no tenían más reservas. A Stalin le quedaban 800.000 hombres para defender Moscú.

El 9 de septiembre, el Grupo de Ejércitos Norte llegó a 11 kilómetros de Leningrado, pero Hitler ordenó que Leningrado fuese asediado. Sin embargo, una pequeña ruta improvisada entre un bosque, permitió el paso de suministros a la ciudad. Los soviéticos estaban montando cada vez más ataques contra el Grupo de Ejércitos Centro pero faltándoles sus tanques, no estaban en posición de tomar la ofensiva. Hitler había cambiado de opinión y decidido que los tanques se devolviesen al Grupo de Ejércitos Centro para su empuje total hacia Moscú. La Operación Taifun (Tifón en alemán), el empuje hacia Moscú, comenzó el 2 de octubre. Frente al Grupo de Ejércitos Centro estaban una serie de elaboradas líneas de defensa. Los alemanes penetraron fácilmente la primera línea de defensa cuando el II Ejército Panzer, volviendo desde el sur, tomó Orel que estaba 110 kilómetros detrás de la primera línea soviética de defensa. Los alemanes entonces empujaron hacia dentro y en el vasto embolsamiento cogieron a 663.000 prisioneros soviéticos. Los soviéticos solo tenían ahora 90.000 hombres y 1.500 tanques para la defensa de Moscú.

Casi desde el principio de la Operación Taifun el clima se había ido deteriorando continuamente, haciendo más lento el avance alemán sobre Moscú, hasta llegar a ser de 3 kilómetros diarios. El 31 de octubre, el Alto Mando del Ejército alemán ordenó un alto en la Operación Typhoon para que los ejércitos pudiesen reorganizarse. La pausa dio tiempo a los soviéticos para construir nuevos ejércitos y traer las tropas soviéticas desde el este, cuando el Pacto de Neutralidad firmado por soviéticos y japoneses en abril de 1941, le aseguraba a Stalin que ya no sería amenazado por los japoneses por más tiempo.

El 15 de noviembre, los alemanes comenzaron una vez más el ataque sobre Moscú. Enfrente de los alemanes estaban 6 Ejércitos Soviéticos. Los alemanes intentaron que los Ejércitos Panzer III y IV cruzaran el Canal de Moscú y rodearan Moscú desde el nordeste. El II Ejército Panzer atacaría Tula y después se acercaría a Moscú desde el sur y el IV Ejército golpearía en el centro. Sin embargo, el 22 de noviembre, las tropas siberianas soviéticas fueron lanzadas sobre el II Ejército Panzer en el sur, e infligieron una sorprendente derrota a los alemanes. El IV Ejército Panzer tuvo éxito en cruzar el Canal de Moscú y el 2 de diciembre había penetrado hasta 25 kilómetros del Kremlin. Pero para entonces empezaron las primeras tormentas del invierno, y la Wehrmacht no estaba equipada para la guerra de invierno. La congelación y la enfermedad habían causado más bajas que el combate; los muertos y heridos ya habían alcanzado un número de 155.000 en 3 semanas. Las divisiones estaban a una fuerza del 50% y el amargo frío había causado grandes problemas a los cañones y al equipo; muchos ataques soviéticos eran producidos muy temprano, dado que las armas alemanas no funcionaban a tan bajas temperaturas, mientras que las de los soviéticos sí. Las condiciones climatológicas hacían que la Luftwaffe estuviese en tierra. Las tropas soviéticas recién reclutadas cerca de Moscú, hacían un número de cerca de 500.000 hombres, y Zhukov el 5 de diciembre lanzó un contraataque masivo que empujó a los alemanes hacia su frontera cerca de 325 kilómetros, pero no consiguió una brecha definitiva. 

Frente del Pacífico (abril de 1941-junio de 1943)

Ver: Guerra del Pacífico

Hitler ocultó a los japoneses su plan de invadir la Unión Soviética. La URSS, temiendo una guerra en dos frentes, decidió hacer la paz con Japón. El 13 de abril de 1941, la URSS y Japón firmaron el Pacto de Neutralidad Soviético-Japonés, permitiendo que los japoneses concentrasen su atención en la inminente guerra en Asia y el Pacífico.

En el verano de 1941, los Estados Unidos, el Reino Unido y los Países Bajos comenzaron un embargo de petróleo contra el Japón, amenazando con impedir su capacidad para librar una guerra importante tanto en el mar como en el aire. Sin embargo, las fuerzas japonesas continuaron avanzando hacia el interior de China. Durante los meses de verano, Japón trató de sondear las posibilidades de lograr que los Estados Unidos levantasen el embargo de petróleo contra el Imperio de Japón. La respuesta estadounidense fijaba como condición sine qua non la retirada de las tropas japonesas en China. Rechazando estas condiciones y ante las provocaciones y amenazas de Estados Unidos, Japón planeó un ataque a Pearl Harbor para mermar gravemente a la Flota del Pacífico estadounidense, y después apoderarse de los campos de petróleo de las Indias Orientales Neerlandesas.

El primer ministro, príncipe Fumimaro Konoe, era muy reticente a iniciar una guerra contra los Estados Unidos y los países de la Commonwealth. Sin embargo, el emperador Hirohito se inclinó finalmente por las tesis del sector partidario de la misma, como el propio Konoe admitiría ante su jefe de gabinete, Kenji Tomita. Ante su aislamiento en el Gobierno y la falta de apoyo del emperador, Konoe se vio forzado a dimitir el 16 de octubre de 1941. Para reemplazarlo, Hirohito eligió, de acuerdo con la recomendación del Señor del Sello Privado, Koichi Kido, al hasta entonces ministro de la Guerra, general Hideki Tōjō, una de las figuras más destacadas del sector militarista, encargándole la organización del ataque contra la flota estadounidense en el Pacífico. El 1 de diciembre, en una Conferencia Imperial celebrada en Tokio, Hirohito dio su aprobación oficial al comienzo de la guerra. El 7 de diciembre, Japón lanzó ataques por sorpresa, prácticamente simultáneos, contra Pearl Harbor, Tailandia y los territorios británicos de Malaya y Hong Kong. Una flota de portaaviones japoneses lanzó un ataque aéreo por sorpresa sobre Pearl Harbor. El ataque destruyó la mayor parte de los aviones estadounidenses de la isla y dejó fuera de combate a la principal Flota de Batalla estadounidense (tres acorazados fueron hundidos, y cinco más gravemente dañados, aunque solo se perdieron definitivamente el USS Arizona y el USS Oklahoma, los otros seis acorazados fueron reparados y pudieron regresar al servicio activo). Sin embargo, los cuatro portaaviones estadounidenses (que eran el principal objetivo del ataque japonés) estaban fuera, en alta mar. En Pearl Harbor, el muelle principal, las instalaciones de suministro y de reparación fueron reparadas rápidamente. Al día siguiente, el 8 de diciembre, los Estados Unidos declararon la guerra al Japón.

A la vez que atacaban Hawái, los japoneses atacaron la isla de Wake, un territorio estadounidense en el Pacífico Central. El intento de desembarco inicial, fue rechazado por la guarnición de Marines, y una resistencia muy dura continuó hasta el 23 de diciembre. Los japoneses enviaron un gran número de refuerzos, y la guarnición se rindió cuando estuvo claro que no estaba viniendo ninguna fuerza de auxilio estadounidense.

Japón también invadió las Filipinas, un protectorado de los Estados Unidos, el 8 de diciembre. Las fuerzas estadounidenses y filipinas, bajo el mando del general Douglas MacArthur, fueron forzadas a retirarse a la Península de Bataán. Una fiera resistencia continuó hasta abril, comprando un tiempo precioso para los Aliados. Después de su rendición, los supervivientes fueron conducidos a la Marcha de la Muerte de Bataán. La resistencia Aliada continuó por un mes más en la isla fortaleza de Corregidor, hasta que también se rindieron.

Un desastre golpeó a los británicos el 10 de diciembre, cuando perdieron 2 barcos de guerra importantes, el HMS Prince of Wales y el HMS Repulse. Ambos buques fueron atacados por 85 bombarderos y torpederos japoneses con base en Saigón, en la Indochina francesa, y 840 marineros británicos perecieron.

Alemania declaró la guerra a los Estados Unidos el 11 de diciembre, en virtud de los acuerdos de defensa mutua firmados por las potencias del Eje en el Pacto Tripartito. Los Aliados fueron creados oficialmente a través de la Declaración de las Naciones Unidas el 1 de enero de 1942. Poco después se formó el Comando Americano-Británico-Holandés-Australiano, en inglés (ABDACOM), para unificar las fuerzas Aliadas en el Sudeste de Asia. Fue el primer mando supremo Aliado de la guerra.

Las fuerzas navales ABDACOM casi fueron destruidas en la batalla del Mar de Java, la batalla naval más grande de la guerra hasta ese momento, desde el 28 de febrero hasta el 1 de marzo. El mando conjunto se acabó poco después, para reemplazarse por tres mandos supremos Aliados en el Sudeste de Asia y en el Pacífico.

En abril, la incursión Doolittle, la única incursión aérea Aliada sobre Tokio, levantó la moral en los Estados Unidos e hizo que Japón gastase recursos en la defensa de la tierra madre, pero causó poco daño real.

A principios de mayo, los japoneses empezaron a realizar la Operación Mo, un plan para conquistar Port Moresby, en Nueva Guinea. El primer paso fue abortado por las marinas de los Estados Unidos y de Australia en la batalla del Mar del Coral. Esta fue la primera batalla que se luchó entre portaaviones, y la primera batalla donde las flotas enemigas nunca tuvieron contacto visual directo entre ellas. El portaaviones estadounidense Lexington fue hundido y el Yorktown gravemente dañado, mientras que los japoneses perdieron el portaaviones ligero Shōhō y el gran portaaviones Shōkaku sufrió daño moderado. El Zuikaku perdió la mitad de su complemento aéreo, y junto con el Shōkaku, fue incapaz de participar en la consiguiente batalla en Midway. La batalla fue una fue una victoria estratégica estadounidense, ya que el ataque japonés sobre Port Moresby fue rechazado, pero fue victoria táctica para los japoneses, ya que infligieron más pérdidas sobre la flota estadounidense que las sufridas por ellos.

En los seis meses siguientes a Pearl Harbor, los japoneses habían conseguido casi todos sus objetivos navales. Su flota de 11 acorazados, 10 portaaviones, 18 cruceros pesados y 20 ligeros, permanecía relativamente intacta. Habían hundido o dañado de manera importante todos los acorazados de Estados Unidos en el Pacífico. Las flotas británica y neerlandesa del Lejano Oriente habían sido destruidas, y la Real Armada Australiana, había sido rechazada hacia sus puertos de origen. Su anillo de conquistas se cimentaba en un perímetro defensivo de su elección, que se extendía desde el Pacífico Central hasta Nueva Guinea y Birmania.

La única fuerza estratégica aliada de importancia, que permanecía oponiéndose a todo esto, era la base naval de Pearl Harbor, incluyendo los tres portaaviones de la Flota del Pacífico de los Estados Unidos. Ambos bandos veían como algo inevitable una batalla decisiva entre portaaviones, y los japoneses sabían en que si mantenían una ventaja numérica de 10:3 en portaaviones pesados, obtendrían la victoria. También tenían un avión excelente basado en los portaaviones, el Zero. Los japoneses enviaron una flota hacia la Isla de Midway, una isla periférica de las Islas Hawái, con el objetivo de atraer lo que quedaba de la flota estadounidense a una batalla decisiva. El 5 de junio, bombarderos estadounidenses basados en portaaviones avistaron la fuerza japonesa e inutilizaron 4 de sus mejores portaaviones durante la Batalla de Midway, a un coste del hundimiento de uno de sus portaaviones, el Yorktown. Esta fue una victoria muy importante para los Estados Unidos a corto plazo. La capacidad estadounidense en la construcción de barcos y aviones superaba ampliamente a la japonesa, y la flota japonesa no disfrutaría otra vez de tal superioridad numérica hasta 1944.

En julio, los japoneses intentaron un ataque por tierra sobre Port Moresby, a lo largo del sendero Kokoda, un sendero de tierra, en fila india, a través de la jungla y las montañas. Un batallón australiano, que estaba esperando el regreso de las unidades regulares desde el Norte de África y la llegada del ejército estadounidense, superado en número y mal equipado y entrenado, libró una lucha en retirada contra una fuerza japonesa de 5.000 hombres.

El 7 de agosto, los Marines estadounidenses comenzaron la batalla de Guadalcanal. Durante los seis meses siguientes, las fuerzas estadounidenses lucharon contra las fuerzas japonesas por el control de la isla. Mientras tanto, se libraron muchos encuentros navales en las aguas cercanas, incluyendo la batalla de la isla de Savo, la batalla del Cabo Esperance, la batalla naval de Guadalcanal, y la batalla de Tassafaronga.

A finales de agosto y principios de septiembre, mientras se combatía en el sendero Kokoda y en Guadalcanal, fue derrotado un ataque de los marines japoneses por fuerzas australianas en la costa sur de Nueva Guinea, en la batalla de la Bahía de Milne. Esta fue la primera derrota de las fuerzas de tierra japonesas en la Guerra del Pacífico.

El 22 de enero, después de una dura batalla en Gona y Buna, las fuerzas australianas y estadounidenses recuperaron las cabezas de playa Japonesas más importantes en el este de Nueva Guinea.

Las autoridades estadounidenses declararon segura a Guadalcanal el 9 de febrero. Las fuerzas de Estados Unidos, Nueva Zelanda, Australia, y de las Islas del Pacífico, empezaron una larga campaña para recuperar las partes ocupadas de las Islas Salomón, Nueva Guinea, y las Indias Orientales Holandesas, sufriendo algunas de las resistencias más duras de toda la guerra. El resto de las Islas Salomón fueron recuperadas en 1943, aunque serían ocupadas de nuevo en 1944.

China y el Sureste asiático (septiembre 1941-marzo de 1944)

En 1940, la guerra había llegado a un punto muerto con ambos bandos consiguiendo solamente ganancias mínimas. Los Estados Unidos dieron un importante apoyo financiero a China, y crearon a los Flying Tigers ('Tigres Voladores'), una unidad aérea, para impulsar las fuerzas aéreas Chinas.

Las fuerzas Japonesas invadieron partes del norte de la Indo-China Francesa el 22 de septiembre. Las relaciones Japonesas con occidente se habían deteriorado rápidamente en los últimos años, y los Estados Unidos, que habían rechazado el Tratado de comercio entre Japón y los Estados Unidos de 1911, colocaron un embargo a las exportaciones a Japón de material de guerra y otras materias.

Menos de 24 horas después del ataque sobre Pearl Harbor, Japón invadió Hong Kong. Las Filipinas y las colonias Británicas de Malasia, Borneo, y Birmania siguieron poco después, con la intención Japonesa de apoderarse de los campos petrolíferos de las Indias Orientales Holandesas. A pesar de la fiera resistencia de las fuerzas Filipinas, Australianas, Neozelandesas, Británicas, Canadienses, Indias y estadounidenses, todos estos territorios capitularon ante los Japoneses en cuestión de meses. Singapur cayó ante los Japoneses el 15 de febrero. Aproximadamente 80.000 hombres de la Commonwealth Británica (junto con otros 50.000 que cayeron en Malasia), fueron a los campos de prisioneros Japoneses, siendo la rendición más grande de un ejército conducido por los Británicos hasta la fecha. La derrota en Singapur se considera como una de las derrotas británicas más humillantes de toda la historia.

Japón lanzó una ofensiva importante en China después del ataque sobre Pearl Harbor. El objetivo de la ofensiva era el capturar la ciudad de Changsha, estratégicamente importante. Anteriormente los japoneses habían tratado de capturar la ciudad en dos ocasiones, fallando en ambas. Para el ataque, los japoneses reunieron 120.000 soldados en 4 divisiones. Los Chinos respondieron con 300.000 hombres, y pronto el ejército Japonés estaba rodeado, teniendo que retirarse.

El Ejército Nacionalista Chino del Kuomintang, bajo el mando de Chiang Kai-shek, y el Ejército Chino Comunista, bajo el mando de Mao Zedong, ambos se oponían a la ocupación Japonesa de China, pero nunca se aliaron realmente contra los Japoneses. El conflicto entre las fuerzas Nacionalistas y Comunistas, emergió mucho antes de la guerra; y continuó después y, hasta cierto punto, incluso durante la guerra, aunque de forma menos abierta.

Los Japoneses habían capturado gran parte de Birmania, cortando la Carretera de Birmania por la que los Aliados Occidentales habían estado suministrando a los Chinos Nacionalistas. Esta pérdida forzó a los Aliados a crear y sostener un gran puente aéreo desde la India, conocido como volar "The Hump" (la joroba). Bajo el mando del General estadounidense Joseph Stilwell, las fuerzas Chinas en la India fueron reentrenadas y reequipadas, mientras que se hicieron preparativos para construir la Carretera de Ledo, desde la India para reemplazar la Carretera de Birmania. Este esfuerzo se iba a convertir en una tarea de ingeniería enorme.

La batalla del Atlántico (enero de 1942- febrero de 1943)

En el Atlántico Norte, los submarinos alemanes (U-Boot) intentaron cortar las líneas de suministro al Reino Unido hundiendo barcos mercantes. En los primeros cuatro meses de guerra hundieron más de 110 barcos. Además de los barcos de suministro, los sumergibles atacaban ocasionalmente barcos de guerra británicos. Un submarino hundió al portaaviones británico HMS Courageous, mientras que el U-47 del legendario comandante Günther Prien consiguió hundir al acorazado HMS Royal Oaken su puerto base de Scapa Flow. Además de los submarinos, los corsarios de superficie también suponían una amenaza para la navegación aliada.

En el Atlántico Sur, el Acorazado de bolsillo  Admiral Graf Spee hundió nueve buques de la Marina mercante británica. Fue localizado más allá de la costa sur de Sudamérica, y después combatió con los cruceros HMS Ajax, HMS Exeter, y HMNZS Achilles en la Batalla del Río de la Plata, y fue forzado a entrar en el puerto de Montevideo. Antes que volver a afrontar una nueva batalla, el capitán Hans Langsdorff se hizo a la mar y hundió su buque justo fuera del puerto. El 24 de mayo de 1941, el acorazado alemán Bismarck partió de su puerto, amenazando con dirigirse hacia el Atlántico. Hundió al HMS Hood, uno de los mejores cruceros de batalla de la Royal Navy. Siguió entonces una caza masiva, en la que el acorazado alemán fue hundido después de una persecución de 2700 kilómetros, durante la cual los británicos emplearon 8 acorazados y cruceros de batalla, 2 portaaviones, 11 cruceros, 21 destructores, y 6 sumergibles. Los aviones torpederos Fairey Swordfish del portaaviones HMS Ark Royal alcanzaron al Bismarck, provocando el bloqueo de su timón y permitiendo que los escuadrones perseguidores de la Royal Navy lo alcanzasen y hundiesen.

En el verano de 1941, la Unión Soviética entró en la guerra al lado de los Aliados. Aunque su ejército era muy numeroso, había perdido mucho de su equipo y de su base industrial en las primeras semanas que siguieron a la invasión alemana. Los Aliados Occidentales intentaron remediarlo enviando los Convoyes Árticos, que viajaban desde el Reino Unido y los Estados Unidos hasta los puertos del norte de la Unión Soviética (Arjángelsk y Múrmansk). La traicionera ruta alrededor del Cabo Norte de Noruega, fue lugar de muchas batallas, donde los alemanes trataban continuamente de destruir los convoyes usando sumergibles, bombarderos con base en la costa noruega, ocupada por Alemania, y barcos de superficie.

Tras la entrada de los Estados Unidos en guerra, en diciembre de 1941, los submarinos alemanes hundieron barcos mercantes a lo largo de la Costa Este de los Estados Unidos, el Mar de las Antillas y el Golfo de México. Tuvieron un éxito inicial tan grande que llegó a ser conocido entre las tripulaciones de los sumergibles alemanes como los Segundos buenos tiempos. La institución de los apagones costeros y el sistema de convoyes llevaron a una disminución de los ataques y los submarinos volvieron a su anterior práctica de esperar a los convoyes aliados a mitad de su recorrido en el océano Atlántico.

Frente Oriental (enero de 1942-febrero de 1943)

El 6 de enero de 1942, Stalin, confiado después de su victoria en Moscú, ordenó una contraofensiva general. Inicialmente los ataques tuvieron

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Avances alemanes desde el 7 de mayo de 1942 al 18 de noviembre de 1942.

éxito cuando las pinzas soviéticas se cerraron alrededor de Demjansk y Viazma, y se hicieron amenazadores ataques hacia Smolensko y Brjansk. Pero a pesar de estos éxitos, la ofensiva soviética pronto perdió el vapor. Para marzo, los alemanes habían recobrado y estabilizado su línea, y asegurado el cuello de la Bolsa de Viazma. Solamente en la Bolsa de Demjansk existía alguna perspectiva seria de una gran victoria soviética, ya que allí una gran parte del 16º Ejército Alemán había sido rodeado. Hitler ordenó que no hubiese ninguna retirada y los 92 000 hombres atrapados en la bolsa tuvieron que sostener el terreno en el que estaban, mientras recibían los suministros desde el aire. Aguantaron durante 10 semanas hasta abril, cuando se abrió un corredor terrestre hacia el oeste. De esta manera, las fuerzas alemanas retuvieron Demjansk, hasta que se les permitió retirarse en febrero de 1943.

Con la primavera, ambos bandos decidieron reasumir la ofensiva. Mientras que el Alto Mando Alemán decidió estabilizar el frente en Járkov, los soviéticos sin saberlo, decidieron atacar en el mismo sector para mantener la presión en el sur. Los soviéticos habían atacado en el sector de Járkov en enero, y, habían establecido un saliente en la orilla oeste del río Donets. El 12 de mayo, los soviéticos comenzaron su ofensiva con ataques concéntricos a cada lado de Jarkov, y en ambos lados, rompieron a través de las líneas alemanas, y la ciudad se encontró seriamente amenazada. Como respuesta, los generales alemanes aceleraron sus planes para su propia ofensiva, que se lanzaron 5 días más tarde.

El VI Ejército Alemán golpeó en el saliente desde el sur y rodeó completamente a todo el Ejército Soviético que estaba asaltando Jarkov. En los últimos días de mayo, los alemanes destrozaron las fuerzas que se encontraban dentro de la bolsa. De las tropas soviéticas dentro de la bolsa, 70 000 fueron muertas, 200 000 capturadas y sólo 22 000 consiguieron escapar. Los alemanes no se dieron cuenta de la escala de la victoria que habían conseguido, y aunque no lo sabían, a principios de junio las extensas estepas del Cáucaso estaban virtualmente sin defensa.

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Tropas del Panzerwaffe durante su avance hacia Stalingrado, en el verano de 1942.

Pero Hitler se dió cuenta que no contaba con tantas fuerzas como para llevar a cabo una ofensiva en todos los sectores del Frente Oriental. No obstante, pensó que si sus ejércitos lograban apoderarse del petróleo y de las tierras fértiles del sur de la URSS, obtendrían los medios para poder continuar la guerra, privando a su vez al Ejército Rojo de su vital fuente de combustible y cereales. En abril, Hitler confirmó sus planes para la campaña principal en la Unión Soviética, de nombre código Operación Azul (Fall Blau). Los objetivos totales de la Operación Azul serían la destrucción del frente sur del Ejército Rojo, la consolidación del control en Ucrania al oeste del río Volga, y la captura de los campos petrolíferos del Cáucaso. Los alemanes reforzaron al Grupo de Ejército Sur, transfiriendo divisiones de otros sectores y obteniendo divisiones de los aliados del Eje. A finales de junio, Hitler tenía 74 divisiones listas para la ofensiva, pero sólo 54 de ellas eran alemanas.

El plan alemán era un ataque de tres puntas en el sur de la URSS:

  • El IV Ejército Panzer (transferido desde el Grupo de Ejército Norte) y el II Ejército apoyados por el II Ejército Húngaro atacarían desde Kursk hacia Vorónezh, después de lo cual continuarían atacando y anclando su ala izquierda alrededor del río Volga.
  • El VI Ejército atacaría desde Járkov y se movería en paralelo con el IV Ejército Panzer para alcanzar el Volga.
  • El I Ejército Panzer golpearía hacia el bajo río Don, flanqueado a su derecha por el XVII Ejército.

Se esperaba que estos movimientos diesen como resultado una serie de grandes bolsas de tropas soviéticas como en la operación Barbarroja. Aunque los oficiales de la inteligencia soviética no sabían de donde vendría la principal ofensiva alemana de 1942, Stalin estaba convencido que el principal objetivo alemán sería Moscú de nuevo, y un 50% de todas las tropas del Ejército Rojo fueron desplegadas en esta región. Sólo un 10% de las tropas soviéticas estaban desplegadas en el sur de la URSS.

El 28 de junio de 1942, comenzó la Operación Azul. En todos sitios los soviéticos retrocedieron cuando los alemanes cortaron como un cuchillo a través de sus defensas. El 5 de julio, elementos adelantados del 4º Ejército Panzer alcanzaron el río Don cerca de Vorónezh y quedaron enzarzados en una amarga batalla para capturar la ciudad. Los soviéticos, mantuvieron ocupado al 4º Ejército Panzer, y ganaron un tiempo vital para reforzar sus defensas. De esta manera, por vez primera en la guerra, los soviéticos no estaban luchando para aguantar sin esperanza posiciones expuestas, sino para permitir una retirada organizada. Cuando la pinzas alemanas se cerraron, solamente encontraron rezagados y guardias de cobertura.

Poco después Hitler reorganizó al Grupo de Ejércitos Sur en dos Grupos de Ejército más pequeños: A y B. El Grupo de Ejércitos A incluía al XVII Ejército, al I Ejército Panzer y al IV Ejército Panzer. El Grupo de Ejércitos B incluía al II Ejército, al VI Ejército, al VIII Ejército Italiano, al II Ejército Húngaro, y a los III y IV Ejércitos Rumanos. El grueso de las fuerzas Acorazadas ahora estaba concentrado en el Grupo de Ejército A, al que se le ordenó avanzar hacia los campo petrolíferos del Cáucaso, mientras que al Grupo de Ejército B se le ordenó capturar Stalingrado y defenderla contra cualquier contraataque soviético. La transferencia del IV Ejército Panzer lejos del VI Ejército ayudó al I Ejército Panzer a cruzar la región baja del Río Don, pero redujo el avance del VI Ejército a una marcha, dando más tiempo a los soviéticos a consolidar sus posiciones en Stalingrado.

El 23 de julio, el VI Ejército Alemán había tomado Rostov del Don, pero los soviéticos lucharon con una hábil acción de cobertura que enzarzó a los alemanes en una dura lucha urbana para tomar la ciudad. Esto también permitió que las principales formaciones soviéticas escapasen de un embolsamiento. Con el cruce del río Don asegurado en el sur y con el avance del VI Ejército yendo muy despacio, Hitler envió al IV Ejército Panzer para reunirse otra vez con el VI Ejército. A finales de julio, el VI Ejército reemprendió su ofensiva y para el 10 de agosto, limpió la orilla occidental del Don, pero los soviéticos aguantaron en algunas áreas más, retrasando la marcha del VI Ejército hacia el este. En contraste, el Grupo de Ejércitos A, después de cruzar el Don el 25 de julio, se había extendido en un frente amplio. El XVII Ejército Alemán giró hacia el oeste, hacia el Mar Negro, mientras que el I Ejército Panzer atacó hacia el sur y al este barriendo un terreno abandonado en su mayor parte por los soviéticos en retirada. El 9 de agosto, el I Ejército Panzer alcanzó las estribaciones de las montañas del Cáucaso, habiendo avanzando más de 450 kilómetros.

Después de limpiar de tropas soviéticas la orilla oeste del Don, el VI Ejército Alemán cruzó el río el 21 de agosto y empezó a avanzar hacia Stalingrado. La Luftwaffe bombardeó la ciudad matando 40 000 personas y convirtiendo gran parte de la misma en ruinas. El VI Ejército avanzó entonces sobre Stalingrado desde el norte, mientras que el IV Ejército Panzer avanzó desde el Sur. Entre estos ejércitos y en el área desde el Don al Volga, se había creado un saliente. Dos Ejércitos soviéticos estaban en el saliente, y el 29 de agosto, el IV Ejército Panzer montó un ataque importante a través del saliente hacia Stalingrado. Se le ordenó al VI Ejército que hiciese lo mismo, pero los soviéticos montaron fuertes ataques contra el VI Ejército desde el Norte que lo inmovilizaron durante 3 días vitales, que hicieron posible que las fuerzas soviéticas escapasen al embolsamiento, y se retirasen hacia Stalingrado. Los soviéticos, que en este momento ya se habían dado cuenta que el plan Alemán era apoderarse de los campos petrolíferos, empezaron a enviar un gran número de tropas desde el sector de Moscú para reforzar a sus tropas en el sur. Zhúkov asumió el mando del frente de Stalingrado y a principios de septiembre lanzó una serie de ataques desde el norte que retrasaron aún más el intento del VI Ejército de tomar la ciudad. A mediados de septiembre, el VI Ejército, después de neutralizar los contraataques soviéticos, reasumió otra vez la captura de la ciudad. El 13 de septiembre, los alemanes avanzaron a través de los suburbios del sur y para el 23 de septiembre de 1942, el principal complejo de fábricas estaba rodeado y la artillería alemana alcanzaba los muelles en el río, a través de los cuales, los soviéticos evacuaban a los heridos y traían a los refuerzos. La lucha callejera feroz, el conflicto cuerpo a cuerpo de la clase más salvaje, se adueñaban ahora de Stalingrado.

El VI Ejército, al mando del General Friedrich Paulus, no había sido equipado para luchar una batalla en un ambiente urbano, y le pidió a Hitler poder retirarse para reorganizar sus fuerzas, pero éste, que había llegado a obsesionarse con la batalla de Stalingrado, rehusó contemplar una retirada. El General Paulus, desesperado, usando sus últimas reservas lanzó otro ataque a principios de noviembre, ya que en este momento los alemanes habían conseguido capturar el 90% de la ciudad. Los soviéticos, sin embargo, habían estado acumulando fuerzas frescas a los flancos de Stalingrado, que estaban en este momento severamente bajas de hombres por parte del Eje, ya que el grueso de las fuerzas alemanas estaba concentrado en la captura de la ciudad, y las tropas de los Socios del Eje se habían dejado guardando los flancos. Los soviéticos lanzaron entonces la Operación Urano, el 19 de noviembre de 1942, con ataques simultáneos que golpearon en los débiles flancos enemigos, custodiados por rumanos e italianos, y se encontraron en la ciudad de Kalach cuatro días más tarde, atrapando al VI Ejército en Stalingrado.

Los generales pidieron permiso para intentar romper el cerco, lo cual fue rechazado por Hitler, que ordenó al 6º Ejército permanecer en Stalingrado, y les prometió que serían suministrados desde el aire hasta que fuesen rescatados. La palabra de Göring se vio duramente puesta en entredicho, pues de las 500 tn prometidas, no llegaba ni la décima parte de suministros a Stalingrado para apoyar a los soldados alemanes asediados. Al mismo tiempo, los soviéticos lanzaron la Operación Marte en un saliente cerca de Moscú. Su objetivo era el inmovilizar al Grupo de Ejércitos Centro e impedir que pudiese reforzar a las fuerzas del Grupo de Ejércitos B en Stalingrado, pero aún así se pudo enviar refuerzos para una operación de rescate.

Mientras tanto, el avance del Grupo de Ejército A en el Cáucaso se había detenido cuando los soviéticos destruyeron las instalaciones petrolíferas, y se requeriría un año de trabajo para volverlas a hacer operativas, y los campos petrolíferos que quedaban, estaban al sur de las montañas del Cáucaso. Todo agosto y septiembre, las tropas de montaña alemanas sondearon para intentar encontrar un medio de pasar las montañas, pero para octubre, con el comienzo del invierno, no estaban más cerca de conseguir su objetivo. Con las tropas alemanas rodeadas en Stalingrado, el Grupo de Ejércitos A empezó a replegarse.

En diciembre, el Mariscal de Campo Erich von Manstein, formó rápidamente una fuerza de socorro alemana compuesta con unidades del Grupo de Ejército A para liberar al aislado 6º Ejército. La ofensiva se lanzó el día 12 de diciembre y la fuerza de socorro solo consiguió penetrar 50 kilómetros antes de ser frenado temporalmente por las defensas soviéticas, que habían sido reforzadas con tropas del kessel de Stalingrado. Aprovechando esta situación, el general Paulus lanzó una ofensiva general con todas las fuerzas bajo su mando (IV Ejército y tropas de otros ejércitos) contra el punto sur del cerco, vigilado por el debilitado 64º Ejército soviético. El voraz ataque alemán consiguió romper el cerco y poco después, el 25 de diciembre, las fuerzas de Paulus y Manstein se encuentran cerca del río Myshkova, tras poner en retirada ambas fuerzas al 2º Ejército de Guardia soviético. Esta operación permitió a la Wehrmacht salvar a más de 230.000 hombres y diverso número de carros y equipo pesado, que de haberse perdido, hubiera resultado un duro golpe para Alemania y, posiblemente, le hubiera truncado para siempre sus esperanzas de una victoria decisiva en el este.

Frente Occidental (septiembre de 1940 - junio de 1944)

Aparte de Italia, Europa Occidental vio muy poca lucha desde septiembre de 1940 a junio de 1944. Fuerzas británicas y canadienses lanzaron un pequeño ataque en el pequeño puerto pesquero de la Francia ocupada en Dieppe, el 19 de agosto de 1942, cuyo objetivo era sondear y ganar información para una invasión de Europa que sucedería más tarde en la guerra. La Batalla de Dieppe fue un desastre total, debido a errores que volverían a repetirse en la Operación Overlord.

En diciembre de 1941, siguiendo al ataque japonés en Pearl Harbor, que llevó a los Estados Unidos, a la guerra, Churchill y Roosevelt se encontraron en la Conferencia Arcadia. Acordaron que la derrota de Alemania tenía prioridad sobre la derrota del Japón. Para aliviar la presión alemana sobre la Unión Soviética, los Estados Unidos propusieron una invasión de Francia cruzando el canal en 1942. Los británicos se opusieron a esto, sugiriendo en vez de ello una pequeña invasión de Noruega o desembarcos en el África del Norte Francesa. La Declaración de las Naciones Unidas fue emitida, y los Aliados Occidentales invadieron primero el Norte de África. Por su parte, Alemania empezó a mejorar las relaciones con Francia para que pudieran colaborar de forma más eficaz en la guerra en favor del Eje: liberan a unos 500.000 prisioneros de guerra franceses que serán entrenados y reequipados por Alemania para formar divisiones de combate que serían enviadas al Mediterráneo para apoyar a las fuerzas italo-alemanas y la costa atlántica para complementar a las tropas alemanas que defienden el Muro Atlántico.

Con la entrada de los Estados Unidos en la Guerra, la guerra aérea se volvió a favor de los Aliados a últimos de 1942. La U.S. Air Force comenzó los primeros bombardeos a la luz del día sobre Alemania, lo que permitió apuntar de manera mucho más precisa, pero expuso a los bombarderos a más peligro que en el bombardeo nocturno. Mientras tanto, los británicos y los canadienses tomaron como objetivos las ciudades alemanas y las industrias de guerra para el bombardeo nocturno. Este esfuerzo fue orquestado por el Primer Mariscal del Aire Harris, que llegó a ser conocido como «Bombardero Harris». Adicionalmente, Winston Churchill ordenó los «ataques del terror», con la intención de hacer desaparecer ciudades enteras de una pasada, mediante ingenios incendiarios causando tormentas de fuego, privando así a los trabajadores alemanes de sus hogares. Los ataques en masa, que podían llegar a tener entre 500 a 1.000 bombarderos pesados a la vez, fueron realizados contra aeropuertos, centros industriales, bases de submarinos, centros de ferrocarril, depósitos de combustible y, sobre todo, contra ciudades sin objetivos militares. La Luftwaffe empredió una gran campaña para defender el suelo alemán (la Defensa del Reich), que tuvo sus mejores y peores momentos pero que en líneas generales pudo cumplir con su labor en mayor medida y para 1945, sólo el 40% de las ciudades e infraestructuras alemanas estaban en ruinas.

Los aliados también empezaron misiones de sabotaje contra Alemania y los Aliados continuaron construyendo e incrementando sus fuerzas en el Reino Unido para una eventual invasión de Europa Occidental que fue planeada para finales de primavera, o para principios del verano de 1944.

El Mediterráneo y África del Norte (mayo - diciembre de 1943)

La retirada estratégica de las tropas germano-italianas de Túnez permitió salvar la vida de 300.000 hombres e incontable equipo pesado, fuerzas que servirían para reforzar las posiciones del Eje en Rusia y Sicilia, donde el OKW sabía que sería el desembarco aliado debido a un hecho decisivo acaecido en abril de 1943: para proteger los convoyes que transportaban a las tropas italo-germanas desde Túnez hasta Sicilia, el OKM ordenó a varias unidades de U-Boots trasladarse al Mediterráneo para escoltarlos. Una de estas unidades, el U-96 comandado por el Oberleutnant zur See Wilhelm Peters, tuvo un enfrentamiento con un convoy aliado en el estrecho de Gibraltar y consigue capturar un transporte que porta una carga muy valiosa; se trataba de uno de los libros de códigos del sistema de cifrado ENIGMA y un informe completo sobre desciframientos del Dolphin y Shark. Peters inmediatamente pone rumbo a Alemania y, una vez en Kiel, lleva la información en persona al almirante Doenitz. La información recuperada por Peters no dejaba duda: los aliados había conseguido descifrar ENIGMA; de ahí el motivo por el que las pérdidas de U-Boots y tropas se habían incrementado en los últimos meses. A través de utilizar Enigma para confundir a los aliados, el Abwehr pretende descifrar los códigos aliados, como estos habían hecho con ENIGMA, produciéndose las primeras violaciones y descifrados mes y medio antes del desembarco aliado en Sicilia.

Gracias a la información captada por las violaciones de los códigos cifrados aliados, el Estado Mayor alemán pudo preparar unas defensas decentes en Sicilia, donde las veteranas tropas de África son reequipadas y puesta a punto, teniendo que hacer increíbles labores de ocultación de los puntos defensivos para que los espías y la aviación aliada no detectara ni las nuevas fortificaciones ni los refuerzos italianos, como la detención unos días antes del desembarco de un comando SAS británico que tenía por objetivo destruir los cañones de Capo Murro di Porco, vitales para defender la isla. El desembarco aliado en Sicilia, con el nombre en clave de Operación Husky, se produce finalmente el 9 de julio de 1943, el cual termina en un completo fracaso para las fuerzas aliadas, que pierden 90.000 hombres entre muertos, desaparecidos o prisioneros y gran cantidad de equipo pesado como tanques, vehículos y piezas de artillería. Esta brutal derrota de los aliados motiva a Italia y Alemania a recuperar posiciones en África, empezando el Alto Mando italo-germano la planificación de una invasión de Túnez y Libia que de un sólo golpe asegurara de nuevo una posición fuerte del Eje en el Norte de África.

Previamente para asegurar el éxito de la operación, en agosto de 1943 tropas paracaídistas y anfibias del Eje logran conquistar definitivamente la isla de Malta, de vital importancia para asegurar las comunicaciones entre las fuerzas destinadas a África e Italia, desde donde llegarían sus suministros. En septiembre de 1943, las fuerzas germano-italianas del recién creado Grupo de Ejércitos África (en alemán: Heeresgruppe Afrika; en italiano: Gruppo d'armate Afrika) lanzan un desembarco anfibio (Operación Scipio), precedido del aterrizaje de unidades paracaidístas, en los puertos de Túnez, Trípoli, Sirte y Bengasi, generando una gran sorpresa y confusión en las fuerzas aliadas, que no esperaban una invasión del Eje y menos en tantos puertos. Poco después las tropas del Eje obligaron a las fuerzas aliadas a dividirse, quedando atrapado el 1º Ejército Estadounidense en Túnez y, tras duros combates, destruido o capturado en su mayor parte. En las siguientes semanas, las tropas del Eje se hicieron con el control de Túnez y de la totalidad de Libia, consolidando así la posición del Eje en el norte de África y alejando la guerra de Italia, ya que de haberse producido la invasión aliadas de la península, esta habría resultado fatal para el Eje.

Aún así el 8º Ejército Británico pudo formar una nueva línea defensiva al oeste de Marsa Matruh, donde consiguió frenar a las tropas de Eje durante unas semanas; mientras que en en Argelia, los restos del 1º Ejército Estadounidense, reforzado con reemplazos llegados de Reino Unido, Australia y la India, consigue hacer lo mismo en Bugía, frenando el avance de las fuerzas germano-italianas temporalmente. En Egipto, las tropas germano-italianas consiguen poco después rodear a las fuerzas británicas y de la Commowealth en sus posiciones, aplastándolas y propiciando una retirada total de todas las fuerzas aliadas de Egipto hacia el Canal de Suez y el Sinai para establecer una nueva posición defensiva. Finalmente Egipto cae bajo dominio de las fuerzas del Eje en noviembre de 1943. En Argelia, por su parte, las fuerzas germano-italianas, reforzadas con las primeras divisiones francesas creadas con los prisioneros liberados, consiguen sobrepasar las líneas aliadas en Bugía, obligando a las tropas aliadas a batirse en una desordenada retirada. Esto fomenta que tres divisiones aliadas queden cercadas y destruidas en Tizi Ouzou, abriendo de esa manera el camino hacia Argel, que cae ante las fuerzas del Eje a comienzos de Octubre.

Tras la toma de la capital, las fuerzas del Eje avanzaron sin descanso hacia Orán, desde donde ya podrían lanza el asalto hacia Marruecos y así estrechar el cerco sobre el Mediterráneo. Las fuerzas aliadas, en lugar de ofrecer resistencia, se retiraron hacia Marruecos, dejando Argelia bajo control del Eje. Ante esta desastrosa situación para los aliados, España vuelve a iniciar conversaciones con Alemania sobre su posible participación en la guerra. Ante la debilidad y las tropas aliadas, el gobierno de Franco acuerda entrar en la guerra a cambio de recibir Marruecos, Orán y ayuda económica y militar. A mediados de noviembre se inicia el ataque de las tropas del Eje a Marruecos, complementado poco después con el ataque de las tropas españolas desde el Marruecos Español y el Sahara Occidental, operaciones a la que se suma el asalto anfibio y terrestre al peñón de Gibraltar por fuerzas hispano-alemanas. La operación es un éxito, cerrando de esta manera el Mediterráneo al tráfico aliado y al final solamente el 40% de las tropas aliadas logran escapar por mar hacia Gran Bretaña, siendo eliminado o capturado el resto del 1º Ejército Estadounidense.

Para diciembre de 1943, el Norte de África y el Mediterráneo en general esta totalmente controlado por las fuerzas del Eje y totalmente cerrado a las tropas aliadas, incomunicando así a Reino Unido con sus posesiones en Oriente Próximo y la India, lo que beneficiará a las nuevas ofensivas alemanas en Jordania y a las acciones japonesas en el Pacífico y la India.

Frente Oriental (febrero de 1943 - enero de 1945)

Después del rescate del VI Ejército de Stalingrado y de la retirada alemana del Cáucaso, el Ejército Rojo lanzó ocho ofensivas durante el invierno. Muchas estaban concentradas a lo largo de la cuenca del Don cerca de Stalingrado. Estos ataques resultaron en ganancias iniciales, hasta que las fuerzas alemanas fueron capaces de tomar ventaja de la sobre extensión y debilitada condición del Ejército Rojo, y lanzar un contraataque para recapturar la ciudad de Jarkov y áreas circundantes.

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Tiger I de la división de las Waffen-SS Das Reich en Kursk.

Las lluvias de primavera impidieron las operaciones en la Unión Soviética, pero ambos lados usaron este tiempo para prepararse para la inevitable batalla que llegaría en el verano. El 4 de mayo, la Wehrmacht, después de reunir la concentración de poder de fuego más grande de toda la Segunda Guerra Mundial, lanzó su ofensiva contra la Unión Soviética en el saliente de Kursk. Los soviéticos fueron tomados por sorpresa y no pudieron sino ofrecer una corta pero brutal resistencia al inesperado ataque en doble tenaza alemán, produciéndose la Batalla de Kursk, que llegó a ser la batalla de tanques más grande de la guerra. Los alemanes atacaron a la vez desde el norte y el sur del saliente y, tras varios días de combate, ambas puntas se encontraron en el medio, cortando el saliente y atrapando a 60 divisiones soviéticas, siendo un desastre peor que el de Kiev en 1941. Esta derrota produjo que los alemanes recuperaran de nuevo la iniciativa, que ya, salvo contadas excepciones, no perdería en el resto de la guerra.

Los alemanes capturaron Livny después de su victoria en Kursk, y con la amenaza de las lluvias del otoño, Stalin estuvo de acuerdo en una retirada general a la línea del Donest en agosto. A fines de septiembre, los soviéticos encontraron la línea del Donest imposible de sostener cuando crecieron las cabezas de puente alemanas. Ciudades importantes del Donest empezaron a caer, siendo la primera Izium, seguida por Lysychansk y Voroshilovgrado. A principios de noviembre los alemanes penetraron a través de sus cabezas de puente en Rostov y capturaron la ciudad del Don. El IV Ejercito Panzer atacó en Vorónezh en Nochebuena, y el avance alemán continuó a lo largo de la línea del ferrocarril hasta que se alcanzó el río Don, donde se estableció la nueva línea de frente.

En el norte, los alemanes lanzaron su ofensiva de invierno en enero de 1944 y tomaron la ciudad de Leningrado, poniendo fin al brutal asedio de la misma. Los soviéticos hicieron una retirada ordenada desde el área de Leningrado a una línea más corta, basada en los lagos del sur. Para marzo los alemanes y filandeses golpearon en Carelia desde Filandia. Las fuerzas germano-finesas cercaron al 14.º Ejército soviético en la península de Kola. Los soviéticos escaparon de la bolsa en abril, salvando a la mayoría de sus hombres pero perdiendo su equipo pesado. Durante abril, el Ostheer lanzó una serie de ataques cerca de la ciudad de Kotelnikovo,al sur de Stalingrado, con el objetivo de capturar el sector, estratégicamente importante, que iba usar de trampolín para lanzarse de nuevo hacia el Caucaso para una ofensiva de verano. Tras intensos combates, la ciudad fue tomada por las unidades del VI Ejército, abriendo de esta manera la puerta al Caucaso.

La largamente esperada ofensiva soviética de verano, de nombre en código, Operación Bagration, comenzó el 22 de junio de 1944, con 2,5 millones de hombres y 6 000 tanques. Su objetivo era limpiar el sector central del frente de tropas alemanas, y aplastar al Grupo de Ejército Centro Alemán que estaba defendiendo ese sector, abriendo así una gran brecha en el frente alemán y las puertas de Bielorrusia. La ofensiva se organizó para coincidir con los desembarcos Aliados en Normandía, pero retrasos hicieron que la ofensiva tuviese que ser pospuesta por algunas semanas. Pero los alemanes, gracias a su eficaz red de espías (mejorada gracias a las críticas y reorganizaciones emprendidas por Reinhard Gehlen) y al también logrado desciframiento de los códigos que empleaba la Stavka para comunicarse con sus fuerzas (facilitado gracias al desciframiento el año pasado de los códigos de sus aliados occidentales), conocían a la perfección las intenciones soviéticas, por lo que pudieron preparar las defensas adecuadas e incluso prepararon una contraofensiva para cercar y destruir a las fuerzas soviéticas. Esta contraofensiva recibió el nombre de Operación Manstein (comandante en jefe del Grupo de Ejércitos Centro alemán y principal artífice del plan) y resultó en la destrucción del Primer Frente Bielorruso y de parte del Segundo Frente Bielorruso, y en unas 800.000 bajas soviéticas, la derrota más grande del Ejército Rojo, mayor que la de Kiev en 1941. De esta forma, los alemanes tenían el centro del frente libre para el avance, por lo que los alemanes continuaron imparables adelante, alcanzando Rzhev, Mozhaisk y Tula el 31 de julio, casi en las mismas posiciones a las que llegaron en la Operación Taifun de finales de 1941 y lo que los colocaba a menos de 90 km de Moscú.

Toma de Stalingrado por Alemania. Nunca usado.

Cartel alemán celebrando la reconquista de Stalingrado (1944).

Después de la destrucción del frente central soviético, los alemanes atacaron a las fuerzas soviéticas en el sur a mediados de julio de 1944, y en el plazo de un mes habían limpiado las tierras entre el Don y el Volga de la presencia soviética, infligiéndoles graves pérdidas. Una vez que esta zona fue limpiada, las tropas alemanas golpearon en el Cáucaso, avanzando sin descanso hacia la frontera soviética con Turquía e Irán, alcanzando finalmente Bakú y los campos petrolíferos en agosto del mismo año, los cuales se encontraba en su mayor parte ya reparados de los sabotajes realizados por los soviéticos en 1942 (durante la Operación Azul). Para consolidar el dominio alemán sobre el Caucaso, las tropas alemanas del Grupo de Ejércitos Sur consolidan la nueva línea de frente en el río Volga, lo que coincide con la recaptura de Stalingrado por las tropas del VI Ejército, siendo un hecho muy explotado por la propaganda alemana.

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