La República Serbia es una nación soberana situada en Europa Oriental, miembro de la Unión Euroasiática y de la SOVNAMIR. Limita al norte y al oeste con Hungría, al este con Rumanía y Bulgaria, y al sur con Grecia y Albania. Es una potencia menor cuya principal fuente de ingresos es el turismo y la producción de alimentos, que vende a otras regiones de Europa a cambio de manufacturas y tecnología avanzada. Posee un pequeño tejido industrial que subviene a sus necesidades básicas de herramientas y maquinaria.
Durante la Gran Guerra Europea, los guerrilleros serbios apoyados por Rusia y Alemania hostigaron a las fuerzas turcas y austriacas, expandiendo el territorio nacional. Tras la guerra, Serbia fue recompensada con la cesión de territorios austriacos y otomanos, como la región de Rumelia Occidental y el Principado de Montenegro, que se había puesto de parte de los Aliados y fue integrado en Serbia.
Entre 1921 y 1924, el entonces Reino de Serbia libró guerras fronterizas contra Hungría, Rumanía, Bulgaria y Albania, con la intención de expandir mas sus territorios, con un éxito relativo: si bien Bulgaria y Albania debieron ceder territorios, Hungría en cambio proporcionó una severa derrota a los serbios. Esto acabó con la paciencia de las grandes potencias, que veian el posible germen de una nueva guerra (pues a los rumanos se les ocurrió pedir ayuda a Georgia, y los albaneses eran apoyados por Arabia Saudita). De modo que Alemania y Rusia impusieron un alto el fuego a todas las partes, lo que evitó la perdida de mas territorios serbios a manos de Hungría.
Durante la Guerra Global, el Reino de Serbia optó por apoyar a los Aliados, en la creencia de que esto permitiría expandir mas el territorio. Consecuentemente, el bloque albano-serbo-rumano declaró la guerra a Hungría y a Rusia. Sin embargo, el 20 de Mayo de 1940, un golpe de Estado por parte de militares demócratas derrocó al monarca y proclamó la República Serbia, que inició de inmediato conversaciones de paz con la Entente.