La sublevación de Portugal (en portugués: sublevaçao da Portugal), conocida también como Guerra de Portugal (Guerra do Portugal) o Guerra del Usurpador Braganza (Guerra do Usurpador Bragança) fue una serie de enfrentamientos armados que afectó a gran parte de Portugal entre los años 1640 y 1658, en los que se enfrentaron los rebeldes portugueses dirigidos por la Casa de Braganza y las tropas españolas (portugueses leales incluidos), que pretendían conservar la fidelidad de la Corona portuguesa a la Casa de Austria. Esta confrontación tuvo inicio en la conjura nobiliaria y posterior levantamiento del 1 de diciembre de 1640 y terminó con la toma de Lisboa en 1658, dirigida personalmente por Baltasar I de España, y con la cual Portugal y sus posesiones ultramarinas volvieron a ser parte integrante de la Monarquía Hispánica.
El enfrentamiento se caracterizó por enfrentamientos periódicos entre España y los rebeldes portugueses, tanto pequeñas contiendas como graves conflictos armados, de los cuales muchos de ellos fueron ocasionados por conflictos de España y el Portugal sublevado con potencias no hispánicas. España participó en la Guerra de los Treinta Años hasta 1648 y en la Guerra Franco-Española hasta 1656, mientras que el Portugal rebelde participó en la Guerra Luso-Neerlandesa (hasta 1658 de forma independiente, siendo continuada por España a partir de la rendición rebelde).