Historia Alternativa
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Unión Soviética
Unión de Repúblicas Socialistas Soviétias
Bandera Escudo de Armas de URSS
Bandera Escudo de Armas
Localización de URSS
Localización de URSS
Himno: "Himno nacional de la Unión Soviética"
Capital Moscú
Otras Ciudades Leningrado, Vladivostok, Stalingrado, Tiflis, Kiev, Minsk...
Religión oficial Ateismo de Estado.
Grupos étnicos
•  Principal
 
eslavo
•  Otras caucásicos, armenios, kazajos,...
Gentilicio soviético/a
Forma de gobierno Estado socialista federal
•  Gobierno Soviet Supremo
División Administrativa 15 Repúblicas socialistas soviéticas federadas
Dirigente: Vladimir Lenin (1922-1924)
Iósif Stalin (1924-1953)
Nikita Jruschov (1953-1964)
Leonid Brézhnev (1964-1982)
Boris Ponomariov (1985-1994)
Oleg Shenin (1994-2008)
Gennady Zyuganov (2008-Actualmente)
Vice Presidente: Nils Ušakovs
Superficie 22.402.200 km²
Población 300.000.000 habitantes
Establecimiento 30 de diciembre de 1922
Moneda Rublo
Fuerzas Armadas Fuerzas Armadas Soviéticas soldados
Punto más alto Pico Comunismo (7.495 m)
Dominio de internet .su
Huso Horario UTC+2 a UTC+12

- En verano: no aplica

ONU, Alianza Antiimperialista, Pacto de Varsovia, COMECOM.: ONU
Alianza Antiimperialista
Pacto de Varsovia
COMECOM

La Unión Soviética (en ruso: Советский Союз, romanización: Sovetskiy Soyuz), oficialmente llamada Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (en ruso, Сою́з Сове́тских Социалисти́ческих Респу́блик, CCCP; tr.: Soyuz Sovétskij Sotsialistícheskij Respúblik, SSSR; en español URSS)​ es el país más extenso del mundo. La Unión Soviética cuenta con una superficie de 22.402.200 km²,​ equivalente a la novena parte de la tierra firme del planeta, y con gran variedad de relieve y de ecosistemas. Coloquialmente, también se la suele llamar Rusia, tanto por ser sucesora del Imperio Ruso como por el hecho de que Rusia forma la república más habitada, extensa y rica de la Unión. Su capital es la ciudad de Moscú.

Esta república socialista, formada por 20 sujetos federales, es el noveno país con mayor población en el mundo al tener 300.000.000 habitantes​. Ocupa toda el Asia del Norte y alrededor del 40 % de Europa (principalmente Europa Oriental),​ y es un país transcontinental. En la Unión Soviética hay once zonas horarias, desde UTC+2 hasta UTC+12.​ La URSS tiene las mayores reservas de recursos energéticos y minerales del mundo aún sin explotar, y es considerada la mayor superpotencia energética. Posee las mayores reservas de recursos forestales y la cuarta parte del agua dulce sin congelar del mundo.

La Unión Soviética es el país que limita con mayor número de países, un total de catorce,​ y el que tiene las fronteras más extensas. Limita con los siguientes países (empezando por el noroeste y siguiendo el sentido antihorario): Noruega, Finlandia, Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Rumanía, Turquía, Irán, Afganistán, República Popular China, Mongolia y Corea. Tiene límites de aguas territoriales con varios de los anteriores, con Japón y con los Estados Unidos (en concreto, con el estado de Alaska). Las costas de la URSS están bañadas por el océano Ártico, el norte del Océano Pacífico y mares interiores como el Báltico, el Negro y el Caspio.

La historia de la Unión Soviética arranca con la historia de Rusia, la cual comienza con los eslavos orientales. Los eslavos emergieron como un grupo reconocible en Europa entre los siglos III y VIII. Fundado y dirigido por una clase guerrera noble de vikingos y sus descendientes, el primer estado de los eslavos orientales, la Rus de Kiev, surgió en el siglo IX y en el año 988 adoptó el cristianismo procedente del Imperio bizantino. Comenzó entonces una síntesis de las culturas bizantina y eslava que definiría la rusa durante el siguiente milenio.8​ Más tarde, la Rus de Kiev se desintegró en muchos pequeños estados feudales, de los cuales el más poderoso fue el Principado de Moscú, que se convirtió en la fuerza principal en el proceso de la reunificación rusa y la lucha por la independencia contra la Horda de Oro. Moscú reunificó gradualmente los principados rusos circundantes y comenzó a dominar en el legado cultural y político de la Rus de Kiev. En el siglo XVIII, el Imperio Ruso se expandió mediante la conquista, la anexión y la exploración hasta convertirse en el tercer imperio más grande de la historia, el ruso, al extenderse desde Polonia, en poniente, hasta el Océano Pacífico y Alaska.

La Revolución de Febrero de 1917, que provocó la caída del Imperio zarista, tuvo como sucesor al Gobierno provisional ruso, que fue derrocado por la Revolución de Octubre, estableciéndose el Gobierno de los bolcheviques denominado Sovnarkom. A continuación, se desencadenó la guerra civil rusa que fue ganada por el nuevo régimen soviético. En diciembre de 1922 fue creada la Unión Soviética con la fusión de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia, la República Federal Socialista Soviética de Transcaucasia, la República Socialista Soviética de Ucrania y la República Socialista Soviética de Bielorrusia.

Tras el deceso del primer líder soviético, Vladímir Lenin, en 1924, Iósif Stalin acabó ganando la lucha por el poder​ y dirigió el país a través de una industrialización a gran escala, con una economía centralizada y una extrema represión política.​ En junio de 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, la Alemania nazi junto a sus aliados invadió la Unión Soviética, un país con el que había firmado un pacto de no agresión llamado luego Pacto Ribbentrop-Mólotov. Al cabo de cuatro años de una guerra brutal, la Unión Soviética emergió victoriosa como una de las dos superpotencias del mundo, junto a los Estados Unidos. Desde 1945 hasta hoy, la Unión Soviética y los Estados Unidos han dominado la agenda global de la política económica, asuntos exteriores, operaciones militares, intercambio cultural, progresos científicos incluyendo la iniciación de la exploración espacial, y deportes (incluidos los Juegos Olímpicos), protagonizando ambas potencias y sus respectivos bloques de aliados un enfrentamiento ideológico y político mundial que ha sido denominado como la Guerra Fría.

Su economía tiene uno de los mayores crecimientos del mundo. Es el segundo país por PIB nominal y por PIB (PPA), con el segundo presupuesto militar más grande del mundo. Es uno de los cinco países con armas nucleares reconocidos y posee el mayor arsenal de armas de destrucción masiva del mundo.​ La Unión Soviética es miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, miembro del G20, del APEC y de la OCS, y tiene mucha influencia en los 5 continentes, especialmente en Europa, Asia y África.

Historia[]

Antigua Rusia[]

Antes del siglo I, las vastas tierras de la Rusia meridional fueron pobladas por varios pueblos, muy dispersas por el inmenso territorio, como el protoindoeuropeo y el escita. Desde el siglo III hasta el siglo VI, las estepas fueron asoladas por oleadas sucesivas de invasiones nómadas, dirigidas por tribus belicosas que, como los hunos y los ávaros, a menudo continuarían su avance hasta la Europa central y occidental.

Desde el siglo V hasta el VII, la cultura de Dyákovo (Дьяковская культура), que estaba en plena Edad del Hierro, ocupaba la zona del Volga Superior, el Valdái y la cuenca del río Oká. La cultura de Dyákovo estaba formada por gente de lengua ugrofinesa, los antepasados de los pueblos meria, muromiano, meshchiorá y vepsios (también llamados chud). Toda la toponimia regional ugrofinesa y su carácter hidrónimo apunta a esta cultura; un ejemplo es el río Yauza, afluente del Moscova, y tal vez también el mismo Moscova.

Los turcos y los kazajos dominaron las estepas más bajas de la cuenca del Volga entre los mares Caspio y Negro hacia el siglo VIII. Destacaron por sus notorias leyes de tolerancia cosmopolita. Los jázaros fueron la conexión comercial principal entre la región báltica y el imperio musulmán abasí, radicado en Bagdad. Se convirtieron en importantes aliados del Imperio bizantino y emprendieron una serie de guerras exitosas contra los califatos árabes.

En esta época, el término "Rhos" o "Rus" se aplicó primero a los varegos y luego también a los eslavos que habitaban la región. En los siglos X y XI, la Rus de Kiev o Rusia medieval llegó a ser el principado más grande de Europa y uno de los más prósperos, debido al comercio diversificado tanto con Europa como con Asia. La apertura de nuevas rutas del comercio con Oriente en el tiempo de las cruzadas contribuyó a la decadencia y a la fragmentación del principado a finales del siglo XII.

En los siglos XI y XII, las incursiones constantes de las tribus turcas nómadas, como los cumanos y los pechenegos, llevaron a la migración masiva de las poblaciones eslavas del sur fértil a las regiones más arboladas del norte: Opolie. Los estados medievales de la República de Nóvgorod y el Principado de Vladímir-Súzdal surgieron como sucesores del Rus de Kiev. Mientras, el curso mediano del río Volga vino a ser dominado por el Estado musulmán de Bulgaria del Volga. Como muchas otras partes de Eurasia, estos territorios fueron invadidos por los mongoles, que fundaron el estado de la Horda de Oro, que saquearía los principados rusos durante más de tres siglos. Cerca de la mitad de la población rusa pereció durante la invasión mongola; posteriormente conocidos como los tártaros, los mongoles gobernaron las extensiones meridionales y centrales de Rusia, mientras que los territorios actuales de Ucrania y Bielorrusia fueron incorporados al Gran Ducado de Lituania y Polonia, dividiendo así en dos a los rusos: bielorrusos en el norte y ucranios en poniente.

Al igual que en los Balcanes, el movimiento nómada retardó el desarrollo económico y social del país. Sin embargo, la República de Nóvgorod y la ciudad de Pskov retuvieron algún grado de autonomía durante el tiempo del dominio mongol, y pudieron en gran parte evitar las atrocidades que afectaron al resto del país. En el año 1240, la República de Nóvgorod, dirigida por Alejandro Nevski (1220-1263), repelió los intentos de los cruzados germánicos de colonizar la región.

Principado de Moscú y Zarato de Rusia.[]

A diferencia de su director espiritual, el Imperio bizantino, Rusia, regida desde Moscú, pudo revivir y organizar su propia guerra de la reconquista; venció a sus enemigos y, mediante la anexión, recobró territorios que había perdido. Después de la caída de Constantinopla en 1453, la Rusia moscovita quedó como el único estado cristiano operativo en la frontera de la Europa Oriental, y adquirió así el derecho de reclamar el legado del Imperio Romano de Oriente. Todavía bajo el dominio de los mongolo-tártaros, el ducado de Moscú comenzó a afirmar su influencia en la Rusia Occidental al principio del siglo XIV. El resurgimiento espiritual, apoyado por la Iglesia ortodoxa y san Sergio de Rádonezh, ayudó al ducado de Moscú a derrotar a los mongoles en la batalla de Kulikovo en 1380.

Iván IV "El Terrible" (1530-1584) puso fin al control de los invasores, y consolidó regiones cercanas a Moscú con el nombre de Zarato ruso. Iván IV fue el primero en adoptar el título de zar (el primero en adoptar el título de «Gran príncipe de Toda Rusia» había sido Iván III).

Al principios del siglo XVI, el estado ruso fijó como metas principales recuperar todos los territorios perdidos a consecuencia de la invasión mongola y proteger la zona fronteriza meridional contra los ataques de los tártaros de Crimea (las guerras ruso-crimeas) y de algunos pueblos turcos. Los hidalgos, recibiendo un señorío del soberano, fueron obligados a servir en el ejército. El sistema del señorío llegó a ser la base para la caballería noble. En 1547, Iván IV fue coronado oficialmente como el primer zar de Rusia. Durante su reinado, Iván IV anexionó regiones de Kazán y Astracán, entre otros lugares, y transformó Rusia en un estado poliétnico. Promulgó un nuevo código de leyes (el Sudébnik de 1550), estableció el primer cuerpo representativo feudal (el Zemski Sobor) e introdujo la autogestión local en las regiones rurales. A finales del siglo, cosacos rusos fundaron los primeros establecimientos en Siberia Occidental. El reinado de Iván IV también fue marcado por la larga y fracasada guerra contra la coalición de Polonia, Lituania y Suecia, guerra cuya causa eran las rutas comerciales del mar Báltico.

Iván IV llevó a cabo una serie de purgas en la aristocracia feudal, probablemente provocadas por la traición por parte del príncipe Andréi Kurbski, y por esas purgas fue por lo que Iván IV fue llamado "El Terrible". Después de su muerte, los fracasos militares, las epidemias y las pobres cosechas debilitaron el estado, y los tártaros de Crimea incendiaron Moscú. La muerte de los hijos de Iván más la hambruna que se dio desde 1601 hasta 1603 llevaron a la guerra civil y a la intervención extranjera.

A mediados del siglo XVII había establecimientos rusos en la Siberia Oriental y en la península de Chukchi aprovechando río Amur. En 1648, el navegante ruso Semión Dezhniov descubrió el estrecho que separa Siberia de Alaska, que sería explorado en 1728 por el navegante danés Vitus Bering, por el que se le daría nombre.

Rusia imperial[]

El control moscovita de la nueva nación continuó después de la intervención polaca bajo la dinastía subsiguiente de Románov, empezando con el Zar Miguel I de Rusia en 1613.

Pedro I el Grande, que gobernó el Zarato Ruso, derrotó al Imperio sueco durante la Gran Guerra del Norte, y lo forzó a ceder la Carelia Occidental e Ingria (dos regiones perdidas por Rusia durante la Época de la Inestabilidad), y Livonia (actuales Estonia meridional y Letonia septentrional). Esto aseguró el acceso del Imperio ruso al mar y el comercio marítimo en Ingria. Pedro I fundó en 1703 una nueva capital, San Petersburgo, y fue en gran parte responsable de introducir en Rusia la cultura de la Europa Occidental por medio de sus reformas.

Luego de dichas reformas, Rusia obtuvo poder en Europa. Catalina la Grande, que gobernó entre 1762 y 1796, continuó los esfuerzos de Pedro I e hizo de Rusia una de las grandes potencias europeas. Como ejemplos de la participación europea en el siglo XVIII, se destacan la guerra de Sucesión polaca y la guerra de los Siete Años. Tras la división de Polonia, Rusia adquirió los significativos territorios del oeste, los cuales se encontraban poblados principalmente por personas de religión ortodoxa. A consecuencia de las guerras contra el Imperio otomano, Rusia desplazó sus fronteras hasta el mar Negro, teniendo como objetivo proteger de los turcos la región cristiana de los Balcanes. En 1783, Rusia y el Reino Georgiano (que fue devastado casi totalmente por las invasiones persas y por los turcos) firmaron el Tratado de Gueórguiyevsk (ciudad situada en el Krai de Stávropol) según el cual Georgia (Reino de Kartli-Kajetia) recibía la protección de Rusia.

En 1812, Napoleón invadió Rusia, habiendo reunido casi medio millón de soldados: unos, franceses, y otros, de los países conquistados en Europa. Sin embargo, luego de tomar Moscú, fue forzado a retirarse hacia Francia. Casi el 90% de las fuerzas invasoras pereció en las batallas con el ejército ruso por los guerrilleros y por el crudo invierno. Los ejércitos rusos terminaron la persecución del enemigo ocupando su capital: París. Los oficiales de las guerras napoleónicas llevaron a Rusia las ideas del liberalismo e incluso procuraron reducir los poderes del zar durante la rebelión abortada de los decembristas en 1825, la cual fue seguida por varias décadas de represión política. Otro de los resultados de las guerras napoleónicas fue la constitución de Besarabia y de Finlandia en el Imperio ruso, así como la creación del Zarato de Polonia. La permanencia de la servidumbre en Rusia y las políticas conservadoras de Nicolás I de Rusia frenaron el desarrollo del Imperio ruso a mediados del siglo XIX. Como resultado, el país fue derrotado en la Guerra de Crimea (1853-1856) por una alianza de las potencias europeas mayores Gran Bretaña, Francia, el Imperio Otomano y Piamonte-Cerdeña.

El sucesor de Nicolás I de Rusia, Alejandro II (1855-1881), fue forzado a emprender una serie de reformas completas y promulgó en 1861 un decreto aboliendo la servidumbre. Las grandes reformas del reinado de Alejandro II incrementaron el desarrollo y las tentativas del capitalista Serguéi Witte hacia la industrialización. Se daba un fenómeno de eslavofilia, sobre todo por la victoria de Rusia en la Guerra Ruso-Turca, victoria que forzó al Imperio otomano a reconocer la independencia de Rumanía y de la Unión Estatal de Serbia y Montenegro, y la autonomía de Bulgaria.

El fracaso de las reformas y la supresión de lo agrario a consecuencia del crecimiento de la intelectualidad liberal fomentaron la continuidad de los problemas. Poco antes de la Primera Guerra Mundial, la posición del zar Nicolás II y su dinastía parecía precaria.

La actividad revolucionaria moderna en el Imperio ruso comenzó con la Revuelta decembrista de 1825, y aunque la servidumbre fue abolida en 1861, lo fue en términos desfavorables para los campesinos y sirvió para animar a los revolucionarios. Un parlamento, la Duma Imperial de Rusia, fue establecido en 1906, después de la Revolución de 1905. A pesar de la resistencia del zar a los intentos de pasar de una monarquía absoluta a una constitucional, finalmente fue promulgada la Constitución rusa de 1906, la primera constitución del país. Sin embargo, la agitación social continuó y se agravó durante la Primera Guerra Mundial por el fracaso militar y la escasez de alimento en las principales ciudades.

El gobierno ruso no quería la guerra, pero percibía que, de no tomar parte en ella, habría que aceptar la hegemonía alemana en Europa. Rusos de clase alta y de la burguesía ayudaron en el esfuerzo de guerra del régimen. Campesinos y trabajadores, en cambio, colaboraron con mucho menos entusiasmo ante la situación. Alemania tenía un ejército que llevaba la delantera en Europa y un enorme poder industrial, contando además con Austria-Hungría y el Imperio otomano entre sus aliados. Consecuentemente, Rusia se vio forzada a luchar en otras tres guerras y en la guerra inglesa simultáneamente. Con esas circunstancias, el esfuerzo ruso en la guerra fue muy grande. Habiendo ganado varias batallas importantes en 1916, el ejército guardó distancia cuando estalló la revolución, en parte por razones económicas, pero principalmente porque la desconfianza pública aumentó por la corrupción y la traición. Muchas historias fueron inventadas o enormemente exageradas, tal como la creencia de que un místico, Grigori Rasputin, tuvo gran influencia política dentro del gobierno. Lo que importó, sin embargo, fue que los rumores fueron creídos.

En 1917, la llamada Revolución de Febrero marcó la primera etapa de la revolución rusa: provocó la abdicación del zar Nicolás II, puso fin a la monarquía rusa de los Románov y llevó a la formación de un Gobierno Provisional Ruso.

Tras el fracaso de las Jornadas de Julio de 1917, Vladímir Ilich Lenin (llamado en realidad Vladímir Ilich Uliánov) huyó a Finlandia por razones de seguridad. Allí escribió Государство и революция (El Estado y la revolución), obra con la que llamaba a una nueva forma de gobierno, basado en asambleas de trabajadores (sóviets) e instituyendo al poder soviético elegido como revocable por ellos en todo momento. Lenin volvió a Petrogrado en octubre, y alentó la revolución con el lema "¡Todo el poder para los sóviets!". El 6, el 7 y el 8 de noviembre, Lenin dirigió el derrocamiento del gobierno provisional desde el Instituto Smolny. Al final de la Revolución rusa de 1917, una facción política marxista llamó a los bolcheviques a tomar el poder en Petrogrado y en Moscú con la dirección de Lenin. El asalto y la capitulación del Palacio de Invierno en la noche del 7 al 8 de noviembre marcaron el principio del gobierno soviético.

El zar Nicolás II y la familia real fueron ejecutados, y con ello terminó la última dinastía rusa. Durante un tiempo, se creyó el rumor de que la hija menor de la familia, Anastasia, había sobrevivido, rumor que han desmentido investigaciones recientes.

Revolución de 1917 y fundación del Estado soviético[]

A pesar de que Rusia se industrializaba rápidamente, apenas una pequeña parte de la población, principalmente nobles y algunos industriales, tenía buenas condiciones de vida. Los campesinos eran pobres y, pese a la reforma agraria de Alejandro II, les era muy difícil acceder a la propiedad de la tierra. Las derrotas sucesivas en la Primera Guerra Mundial y el descontento generalizado de la población causaron un deterioro de la economía interna, lo que condujo al caos social, a varias revueltas y a intentos revolucionarios en 1905 y en 1917.

Comenzó el fin de la era zarista con la revolución de 1905. Rusia fue derrotada inesperadamente por Japón, que era un país pequeño y débil técnicamente, y eso aterrorizó al zar Nicolás II, e hizo menguar su aceptación popular. Asimismo, en 1905 un grupo de trabajadores hizo una instancia al propio zar (en vez de hacerla al Palacio Imperial de San Petersburgo) exigiendo reformas económicas y sociales. El movimiento fue violentamente reprimido por las tropas imperiales: hubo 200 manifestantes muertos y 800 heridos. Ese episodio fue conocido como el «Domingo Sangriento», y a partir de entonces se formaron los primeros sóviets (consejos).

El poder de los sóviets y la influencia de la revolución de 1905 se fue diluyendo en los años siguientes. Sin embargo, con la entrada de Rusia en la Primera Guerra Mundial, las condiciones de vida de gran parte de la población empeoraron drásticamente, lo que generó las condiciones para nuevas revueltas, que darían origen a la Revolución de Febrero de 1917 que derrocó a la monarquía.

Tras la Revolución de Febrero los social-revolucionarios, los mencheviques, los cadetes y los bolcheviques intentaron encontrar, por separado, nuevas fórmulas de gobierno para Rusia que dieron lugar a una breve república de inspiración occidental, cuyo máximo dirigente fue Aleksandr Kérenski. Este nuevo orden no prosperó debido, principalmente, a la oposición de los dirigentes rusos de la nueva república a que Rusia abandonase la guerra, lo que favoreció a los bolcheviques, quienes, pese a ser una minoría política entre los partidos de la época, eran los únicos partidarios firmes de ese abandono.

Así se gestó la Revolución de Octubre, de inspiración bolchevique, y la posterior toma del poder por parte de los sóviets encabezados por Lenin y Trotski, que fundaron el Partido Comunista de Rusia, que más tarde se fundiría en el Partido Comunista de la Unión Soviética, con el que se dieron los primeros pasos para la formación de la Unión Soviética.

A raíz de la disolución de la Asamblea Constituyente Rusa por los bolcheviques, en Rusia se desencadenó una guerra civil (1917-1922) entre los partidarios de la revolución bolchevique (Ejército Rojo de Obreros y Campesinos) y sus opositores (Ejército Blanco), apoyados estos últimos en algunos momentos por diversas potencias extranjeras. Para ganar, Lenin adoptó el comunismo de guerra, y confiscó la producción agraria para abastecer a los soldados. Con la victoria del Ejército Rojo, grandes compañías privadas fueron cerradas como, por ejemplo, la empresa Smirnoff.

Unificación de las repúblicas soviéticas[]

El 28 de diciembre de 1922 en una conferencia de delegaciones plenipotenciarias de la RSFS de Rusia, RFSS de Transcaucasia, la RSS de Ucrania y la RSS de Bielorrusia se aprobó el Tratado de Creación de la URSS y la Declaración de la Creación de la URSS,​ formándose la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas. ​Estos dos documentos fueron confirmados por el primer Congreso de los Sóviets de la Unión Soviética y firmados por los cabezas de las delegaciones​ Mijaíl Kalinin, Mijaíl Tsjakaya, Mijaíl Frunze, Grigori Petrovski y Aleksandr Cherviakov​ respectivamente el 30 de diciembre de 1922.

El 1 de febrero de 1924 la Unión Soviética fue reconocida por el Imperio británico,​ siendo primer ministro el laborista Ramsay MacDonald, y en ese mismo año se aprobó una Constitución soviética, legitimando la unión de diciembre de 1922.

La reestructuración intensiva de la economía, la industria y la política del país empezaron desde los primeros días del poder soviético en 1917. Una gran parte se realizó según los Decretos Iniciales Bolcheviques, documentos del Gobierno soviético, firmados por Vladímir Lenin. Uno de los adelantos más prominentes era el plan GOELRÓ, que propugnaba una reestructuración profunda de la economía soviética basada en la electrificación total del país. El plan se inició en 1920, desarrollándose durante un período de 10 a 15 años. Incluyó la construcción de una red de 30 centrales eléctricas regionales, incluyendo diez grandes centrales hidroeléctricas, y la electrificación de numerosas empresas industriales.20​ El Plan llegó a ser el prototipo para el subsiguiente Plan Quinquenal finalizándose prácticamente en 1931.

Periodo de entreguerras[]

Desde el comienzo de la Unión Soviética su Gobierno estuvo basado en un unipartidismo administrado por el partido bolchevique. Después de la política económica del comunismo de guerra llevada a cabo durante la Guerra Civil, el Gobierno soviético permitió que algunas empresas privadas coexistieran con la industria nacionalizada durante los años 1920. Del mismo modo, la requisa total de los excedentes alimentarios en el campo fue reemplazado por impuestos sobre los alimentos. A toda estas prácticas se las conoce como la Nueva Política Económica.

Los líderes soviéticos sostuvieron que un Gobierno de un único partido era necesario para asegurar que la «explotación capitalista» no regresara a la Unión Soviética y que los principios del centralismo democrático representaran la voluntad del pueblo. El debate sobre el futuro de la economía constituyó el telón de fondo en la lucha por el poder que se desencadenó entre los líderes soviéticos tras la muerte de Lenin en 1924. En un principio, Lenin iba a ser reemplazado por un liderazgo colectivo compuesto por Grigori Zinóviev de Ucrania, Lev Kámenev de Rusia, y Stalin de Georgia.

El 3 de abril de 1922 Stalin fue nombrado Secretario General del Partido Comunista de la Unión Soviética y Lenin lo había nombrado como Jefe de Inspección de los Trabajadores y Campesinos. Al consolidar gradualmente su influencia y aislar o limitar a sus rivales dentro del partido, Stalin se convirtió en el principal dirigente soviético. En octubre de 1927, Grigori Zinóviev y León Trotsky fueron expulsados del Comité Central y obligados a exiliarse.

En 1928, Stalin introdujo el Primer Plan Quinquenal destinado a construir una economía socialista. Esto, a diferencia de la teoría de la "Revolución Permanente" expresada por Trotsky, apuntó a la consolidación de la teoría de Stalin del "Socialismo en un solo país". En la industria, el Estado asumió el control de todas las empresas existentes y emprendió un programa intensivo de industrialización y en la agricultura fueron establecidas las granjas colectivas (koljós) por todas partes en el país.

Tras la deskulakización, los kuláks sobrevivientes fueron perseguidos y muchos enviados al Gulag a realizar trabajos forzados. Los trastornos sociales continuaron a mediados de la década de 1930, cuando se descubrieron una serie de conspiraciones por parte de algunas facciones de la «Vieja Guardia» bolchevique desembocó en los llamados Juicios de Moscú. Según los archivos soviéticos desclasificados, entre 1937 y 1938 la NKVD arrestó a 1.500.000 personas, de las cuales fueron ejecutadas 681.692. A pesar de la confusión de mediados a finales de la década de 1930, la URSS desarrolló una poderosa economía industrial en los años precedentes a la Segunda Guerra Mundial, convirtiéndole en una potencia industrial a nivel internacional.

La década de 1930 vio la cooperación más cercana entre los países occidentales y la URSS. En 1933 se establecieron relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y la URSS. Cuatro años más tarde, la URSS apoyó a la República Española en la Guerra Civil Española contra el golpe de Estado de los sublevados, apoyados por la Italia fascista y la Alemania nazi. No obstante, después de que el Reino Unido y Francia concluyesen los Acuerdos de Múnich con la Alemania nazi (rechazando las anteriores ofertas soviéticas de la formación de un Pacto Antifascista contra Alemania e Italia), la URSS realizó tratos con este último país concluyendo el Pacto Ribbentrop-Mólotov (pacto de no agresión nazi-soviético) y el Tratado Alemán-Soviético de Amistad, Cooperación y Demarcación. Esto favoreció en 1939, aprovechando la invasión alemana de Polonia, la recuperación de los territorios ucranianos y bielorrusos ocupados por Polonia en

la Guerra Polaco-Soviética (1919-1921) y la incorporación de Lituania, Letonia y Estonia a la URSS en 1940. A finales de noviembre de 1939, al verse incapaz de forzar a la Finlandia a mover su frontera 25 kilómetros de Leningrado por medios diplomáticos, Stalin ordenó la intervención del Ejército Rojo en dicho país, provocando la llamada Guerra de Invierno.

En el este, el Ejército Rojo ganó varias batallas decisivas durante los enfrentamientos fronterizos con el Imperio del Japón en 1938 y 1939. Sin embargo, en abril de 1941, la URSS firmó el Pacto de Neutralidad con los japoneses, reconociendo la integridad territorial de Manchukuo, un Estado títere japonés.

La «Gran Guerra Patria» e inicio de la Guerra Fría[]

Aunque se ha discutido si la Unión Soviética tenía intención alguna de invadir Alemania, la propia Alemania, una vez que fue lo suficientemente fuerte,​ rompió el pacto de no agresión e invadió la Unión Soviética el 22 de junio de 1941, iniciando lo que se conocía en la URSS como la «Gran Guerra Patria» o «Gran Guerra Patriótica». El Ejército Rojo detuvo a la aparentemente invencible Wehrmacht en la Batalla de Moscú. Al año siguiente la Batalla de Stalingrado, que duró desde finales de 1942 hasta principios de 1943, asestó un duro golpe a los alemanes del cual nunca se recuperaron completamente y los convirtió en un punto de inflexión de la guerra. Después de Stalingrado, las fuerzas soviéticas asentaron el mazazo definitivo contra la iniciativa alemana en la Batalla de Kursk, iniciándose así su gran avance a través de Europa del Este hasta Berlín, tras cuya toma forzaron la rendición de Alemania en mayo de 1945. El ejército alemán sufrió el 80 % de sus bajas militares en el Frente Oriental.

Ese mismo año, la URSS, en el cumplimiento de su acuerdo con los aliados en la Conferencia de Yalta, denunció el Pacto de Neutralidad soviético-japonés en abril de 1945​ e invadió Manchukuo y otros territorios controlados por Japón el 9 de agosto de 1945.​ Este conflicto terminó con una decisiva victoria soviética, que contribuyó a la rendición incondicional de Japón y al fin de la Segunda Guerra Mundial.

La Unión Soviética sufrió enormemente durante la guerra, perdiendo aproximadamente 27 millones de personas. A pesar de ello, surgió del conflicto como una superpotencia mundial. Una vez que negó el reconocimiento diplomático del mundo occidental, la Unión Soviética tuvo relaciones oficiales con prácticamente todas las naciones en la década de 1940. Como miembro de las Naciones Unidas durante su fundación en 1945, se convirtió en uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de seguridad de la ONU, que le dio el derecho de veto a cualquiera de sus resoluciones.

La Unión Soviética ha mantenido su estatus como una de las dos superpotencias del mundo durante siete décadas décadas a través de su hegemonía en gran parte del mundo derivada de su fuerza militar, su fuerza económica, su ayuda a países en vías de desarrollo y de sus investigaciones científicas, especialmente en tecnología espacial y armamento.

Durante la inmediata posguerra, la Unión Soviética reedificó y expandió su economía, al mantener su control estrictamente centralizado. La Unión Soviética ayudó a la reedificación de los países de Europa Oriental en la posguerra, mientras estos adoptaban el sistema socialista y fundaban junto a la URSS el Consejo de Ayuda Mutua Económica o COMECON en 1949 y la alianza militar del Pacto de Varsovia en 1955.​ Más tarde, el COMECON suministró ayuda a la eventual victoria del Partido Comunista de China y vio crecer su influencia en otras partes del mundo. Por temor a la expansión del socialismo, el Reino Unido y los Estados Unidos, aliados de la URSS durante la Segunda Guerra Mundial, se convirtieron en sus enemigos y, en la subsiguiente Guerra Fría, los dos bloques se enfrentaron indirectamente utilizando la mayor parte de sus fuerzas.

Jrushchov (1953-1964)[]

Iósif Stalin murió el 5 de marzo de 1953. En ausencia de un sucesor comúnmente aceptado, los funcionarios más altos de Partido Comunista optaron por gobernar la Unión Soviética en comité. Nikita , que se había impuesto en esa lucha por el poder a principios de la década de los años 1950, denunció en su discurso secreto al XX Congreso del PCUS de 1956 la represión política en la Unión Soviética y ordenó la liberación de los presos políticos del Gulag. Además de esa denuncia, procedió a relajar los controles de tipo represivo que hasta entonces ejercía el Partido sobre la sociedad. Todo esto se conoce como el proceso de desestalinización.

Moscú consideró a Europa oriental como una zona tapón para la defensa preventiva de sus fronteras occidentales y aseguró su control de la región transformando los países de Europa del Este en Estados satélites. Al mismo tiempo, la fuerza militar soviética fue utilizada para reprimir sublevaciones anticomunistas en Hungría y Polonia en 1956.

A finales de 1950, tuvo lugar una confrontación con China relacionada con el acercamiento de la URSS a Occidente queMao Zedong percibió como un acto de revisionismo lo cual condujo a la ruptura Chino-Soviética. Esto dio lugar a un cisma en todo el movimiento comunista mundial, haciendo que los Gobiernos comunistas en Albania, Camboya y Somalia prefirieran aliarse con China en lugar de la URSS.

Durante este período, la Unión Soviética continuó avanzando científica y tecnológicamente, lo que le permitió lanzar el primer satélite artificial Sputnik 1 y conseguir la hazaña de llevar por primera vez un ser vivo al espacio exterior: la perra Laika. El 12 de abril de 1961 Yuri Gagarin se convirtió en el primer ser humano en viajar al espacio exterior a bordo de la nave Vostok 1. Valentina Tereshkova fue la primera mujer en ir al espacio a bordo del Vostok 6 el 16 de junio de 1963, Alekséi Leónov se convirtió en la primera persona en caminar en el espacio el 18 de marzo de 1965, y los primeros vehículos exploradores lunares, Lunojod 1 y Lunojod 2.

Jrushchov inició «el deshielo», un complejo cambio en la vida política, cultural y económica de la Unión Soviética. Este incluyó la apertura y el contacto con otras naciones y nuevas políticas sociales y económicas con mayor énfasis en los productos básicos y en la construcción de la vivienda, permitiendo que los niveles de vida aumentaran de una manera espectacular y manteniendo altos niveles de crecimiento económico. La censura también fue suavizada, aunque seguía la prohibición de publicación de novelas que no se ajustaban a los preceptos del realismo socialista como, por ejemplo, la novela Doctor Zhivago cuyo autor, Borís Pasternak, se vio forzado a rechazar el Premio Nobel de Literatura en 1958. Sin embargo, ese mismo año los físicos soviéticos Pável Cherenkov, Iliá Frank e Ígor Tamm fueron galardonados con el Premio Nobel de Física.

Las reformas de Jrushchov en la agricultura y la administración, sin embargo, fueron generalmente improductivas. En 1962, se desencadenó una crisis con los Estados Unidos por el despliegue soviético de misiles nucleares en Cuba. La Unión Soviética retrocedió después de que los Estados Unidos iniciase un bloqueo naval y ello provocó la caída del prestigio de Jrushchov, forzándosele a dimitir en 1964.

Brézhnev (1964-1972)[]

Tras la salida de Jrushchov, se produjo otro período de liderazgo colectivo, conformado por Leonid Brézhnev como Secretario General, Alekséi Kosyguin como Presidente del Consejo de Ministros y Nikolái Podgorni como Presidente del Presidium, que duró hasta la década de 1970 donde Brézhnev se estableció como el más importante líder soviético. En 1968 la Unión Soviética y sus aliados del Pacto de Varsovia invadieron Checoslovaquia para detener las reformas de la Primavera de Praga.

Brézhnev presidió un período de Détente o distensión con Occidente (véase SALT I, SALT II y Tratado sobre Misiles Antibalísticos) sin dejar al mismo tiempo de incrementar la fuerza militar soviética; la concentración armamentística contribuyó a la desaparición de la Détente a finales de los años 1970. Otro factor que contribuyó al fin de la distensión fue la Guerra de Afganistán en diciembre de 1979, con el objeto de apoyar a un Gobierno comunista local que se hallaba en graves dificultades.

En octubre de 1977, fue aprobada por unanimidad la tercera constitución soviética, pero el estado de ánimo predominante en el liderazgo soviético durante el momento de la muerte de Brézhnev en 1982, era la aversión al cambio. El largo período de Gobierno a cargo de Brézhnev había comenzado a ser denominado como uno de inmovilismo (застой), con un envejecido y estancado liderazgo político.

En el ámbito deportivo, la Unión Soviética organizó los Juegos Olímpicos de Moscú 1980, con sede en Moscú. Hubo un intento de boicot del evento por parte de Estados Unidos: en el marco de la Guerra Fría y en protesta por la presencia soviética en Afganistán, los estadounidenses decidieron no asistir a los Juegos Olímpicos, tratando al mismo tiempo de persuadir a sus aliados para que tampoco asistieran. En total, 65 países se abstuvieron de participar, principalmente debido a la iniciativa estadounidense.

Ponomarov (1985-1994)[]

La segunda mitad de los ochenta se caracterizó por el desmoronamiento cada vez más evidente de las estructuras económicas y políticas de la Unión Soviética. Kenneth S. Deffeyes argumentó en Beyond Oil que la administración Reagan había alentado a Arabia Saudita a bajar el precio del petróleo hasta el punto en que los soviéticos no lograran obtener beneficios vendiendo su petróleo, por lo que se agotaron las reservas de divisas de la URSS.

Los próximos dos sucesores de Brézhnev, serían figuras de transición con profundas raíces en la tradición brezhnevita, que no duraron mucho. Cuando asumieron el poder, Yuri Andrópov tenía 68 años y Konstantín Chernenko 72; ambos murieron en menos de dos años. En un intento de evitar un tercer líder efímero, en 1985 los soviéticos se volcaron a la próxima generación y seleccionan a Boris Ponomariov, el cual era uno de los viejos bolcheviques que había pasado desapercibido en el Comité Central y se había mantenido en la sombra durante la mayor parte de su servicio al Estado soviético.

Ponomarov era consciente de que la situación de la URSS era insostenible, por ello sabía que la única solución era realizar una modernización brutal de la economía, estancada debido a las desastrosas políticas revisionistas de Jrushchov y Brézhnev, a la vez que recuperaba la unidad del bloque socialista poniendo fin a las rencillas que se habían levantado entre las naciones del mismo, especialmente con China. Las líneas del programa de gobierno de Ponomarov y su facción del PCUS, que algunos autores han tendido en llamar "Reestalinización" en oposición a la Desestalinización de Jrushchov, se resumió en los siguientes planteamientos:

  • Poner fin a la burocratización del PCUS y del Estado Soviético mediante la readopción del centralismo democrático (abandonado con la Desestalinización durante el XX Congreso del PCUS). Con el centralismo democrático se volvía a disponer de un canal fiable en el seno del PCUS que permitiese la crítica constructiva y, con ello, el cese de la excesiva represión política llevada a cabo por los sectores burocráticos revisionistas, haciendo con ello que los ciudadanos soviéticos volviesen a tener la voz en el Partido.
  • Recuperar la planificación centralizada de la economía, con lo cual se pretendía acabar con la descentralización de la gestión que se llevaba dando desde la era de Jrushchov, recuperando para ello los ministerios industriales que este cerró y subordinando los Sovnarkhoz (comites de planificación regionales) a esta planificación centralizada.
  • Recuperar los planes OGAS, proyectando un OGAS unificado a nivel nacional que permitiese a la URSS el paso a una acumulación económica intensiva. Para ello era necesario la adopción masiva de las nuevas tecnologías informáticas, siguiendo al pié de la letra los principios del matemático y pionero de la cibernética soviética Víktor Glushkov.
  • Abolición de las reformas de Evsei Liberman, que implementó sistema que recuperase el beneficio empresarial y el sistema de precios.
  • Promoción de inversiones económicas en los demás países del Bloque del Este para hacer que fuesen menos dependientes de las ayudas soviéticas y detener la tendencia de algunas de ellas (como Polonia y Rumanía) a endeudarse con países del Bloque Occidental. a la vez que se debía detener la emisión de deuda externa al FMI. Para ello se les asesoró en la realización de sus propios modelos de planes OGAS.
  • Unido a la recuperación del OGAS, de la planificación centralizada y del fin de la burocratización, el cese de depender sobre todo de la "renta petrolífera", tendencia que empezó a darse entre los burócratas soviéticos desde la Crisis del Petróleo de 1973.
  • Acabar con las tentativas de democratización al estilo democrático-burgués en la URSS y los demás países del Bloque Oriental (basadas principalmente en el multipartidismo), motivado por las tendencias burocráticas del Politburó y su relajación en la lucha contra el Bloque Occidental y sus maniobras encubiertas.
  • En política exterior, poner fin a las rencillas entre los otros Estados del bloque socialista que no formasen parte del Pacto de Varsovia o del COMECON o que sí lo estuvieran pero hubiese malas relaciones debido a las posturas ideológicas, destacando China, Albanía y Yugoslavia, para con ello formar un sólido y unificado Bloque Socialista que estuviese en plenas condiciones de hacer frente a Estados Unidos y sus aliados.

Las reformas internas de Ponomarov tuvieron éxito, aprovechando los mecanismos de poder de la facción burocrática en su contra y acabando con la misma a lo largo de su mandato, aunque hubo una fuerte oposición de estas facciones que finalmente estallaron en el posterior intento de golpe de Estado de 1991, donde Ponomarov aprovechó la coyuntura para purgar definitivamente al ala burocrática y, con ello, asegurar la estabilidad política soviética. Con la oposición dominada, aplicó con total margen de maniobra el plan OGAS unificado a nivel nacional, teniendo ahora el gobierno datos reales y en tiempo real de la producción económica y actuando en consecuencia, lo que acabó con el estancamiento económico soviético y volviendo a experimentar altas tasas de crecimiento con el paso de los años.

En política exterior, durante este mandato se desarrolló la famosa Doctrina de la Solidaridad Antiimperialista o Doctrina Ponomarov, según la cual todo ataque directo o indirecto contra una nación socialista, fuese miembro del Pacto de Varsovia o no, no es sólo un problema de ese país, sino de todo el Bloque Socialista. Para ello inicio contactos con el presidente de la República Popular China, Deng Xiaoping, con el que concertó una reunión tras la cual ambas potencias socialistas volvieron a ser firmes aliadas. Esto se demostró con el decidido apoyo de la URSS y China a Corea del Norte durante la Segunda Guerra de Corea, siendo decisiva su intervención directa para la victoria del gobierno de Pyongyang y la reunificación del país bajo el mismo, consiguiendo en el proceso el triunfo y establecimiento de un gobierno socialista en Japón.

Otros Estados socialistas con los que la URSS retomó el contacto diplomático fueron Albania y Yugoslavia, acabando así con la ruptura que se inició entre Stalin y Tito en 1948 (facilitada por la muerte de este en 1980), acordando tratados comerciales y de asistencia mutua muy beneficiosos, hasta tal punto que Yugoslavia acabó abandonando el Movimiento de Países No Alineados y se integró en el Pacto de Varsovia. Para dar una mayor cohesión a estas alianzas, por iniciativa de Ponomarov, en 1987 se crea la Alianza Antiimperialista: un acuerdo de cooperación en todos los ámbitos (especialmente militar) firmado por todos los países socialistas, siguiendo los principios de la Doctrina Ponomarov.

Entre el 19 y el 21 de agosto de 1991 se produce un intento de Golpe de Estado por parte de los sectores burocráticos del PCUS, que pretendían detener los procesos de reformas y contrarreformas de Ponomarov, apoyándose para ello en la recientemente en la facción partidaria del establecimiento de una economía de mercado y la conversión de la URSS en uno o varios, pues también contaron con el apoyo de facciones nacionalistas, Estados capitalistas, siendo la cabeza de este golpe Borís Yeltsin. El golpe fue fácilmente frustrado y sus cabecillas arrestados, juzgados y condenados, consolidando así a Ponomarov como líder indiscutible y desarticulando a toda la oposición interna a sus planes de gobierno.

La figura de Ponomarov ganó aún más popularidad cuando en 1992, tras 13 años de guerra constante, el gobierno socialista aliado de Afganistán (que contaba con el apoyo de tropas soviéticas), logran vences definitivamente a las milicias muyahidines islámicas (apoyadas por la OTAN), poniendo fin a la Guerra de Afganistán y consolidándolo como un país del Bloque Socialista. Al año siguiente y por iniciativa de Ponomarov, se adoptó una nueva Constitución mediante la cual se abolía el marco de independencia que se había otorgado a cada empresa a pesar de la planificación central, buscando con ello acabar con el poder de los jefes administradores de las empresas (que agudizaba las diferencias salariales entre obreros y burócratas), y se abolía la enmienda referente al Derecho a la Autodeterminación de las repúblicas soviéticas, por lo que estas ya no podían separarse de forma legal de la URSS y se blindaba constitucionalmente la unidad del Estado Soviético.

Considerando sus reformas ya implementadas, con una Unión Soviética más fuerte y con una economía que volvía a estar en plena expansión, Ponomarov anunció su retiro el 9 de mayo de 1994, durante la celebración del 50º Aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi, argumentando que ya se encontraba demasiado viejo para seguir ejerciendo su labor, retirándose de la vida pública. Su lugar es ocupado por Oleg Shenin.

Shenin (1994-2008)[]

Oleg Shenin, quien ocupó los cargos de Secretario General del CC del PCUS y de Presidente del Presidium del Soviet Supremo, continúo con la senda marcada anteriormente por Ponomarov, siendo la segunda mitad de los años 90 y los 2000 una edad dorada para la Unión Soviética en todos los campos, alcanzando una prosperidad general como nunca se habría podido imaginar ni siquiera en tiempos de Stalin.

Durante su mandato la Alianza Antiimperialista, con la URSS, China, la República Árabe Unida y la Unión Ibérica como cabezas visibles, siguió con una frenética actividad apoyando a toda clase de movimientos socialistas o antiimperialistas alrededor del mundo, destacando su apoyo incondicional a Venezuela en la guerra que mantuvo contra Colombia (apoyada por Estados Unidos y la OTAN) entre 1997 y 2000.

Durante esta etapa, sin embargo, cobró fuerza un nuevo enemigo resultante de las acciones encubiertas de la Guerra Fría: el terrorismo islámico. Tras la victoria de los comunistas en Afganistán, las milicias de muyahidines que se habían exiliado a Pakistán culparon de su fracaso al que consideraron tibio apoyo por parte de Estados Unidos, formando la organización terrorista Al Qaeda en 1988 y declararon enemigos tanto a la Unión Soviética a la que habían combatido como a sus antiguos aliados estadounidenses, mostrándose al mundo con el atentado del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington (lo que después dio justificación a la invasión estadounidense de Pakistán).

Estos ataques fueron seguidos en 2004 con un atentado en Moscú, en el cual perdieron la vida 240 personas y provocaron que la AAI participasen en la Guerra contra el Terrorismo y lanzasen su propia invasión de Pakístan. La intervención de la AAI se saldó con la captura en 2006 del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, por tropas afgano-soviéticas, siendo llevado ante el Tribunal Internacional de La Haya y donde fue condenado a pena capital.

En el año 2008 Oleg Shenin, aludiendo a su edad avanzada y a su lucha contra una grave enfermedad (que le costaría la vida al año siguiente), decide dimitir de sus funciones y cargos, produciéndose en el seno del PCUS un acalorado debate entorno al mejor candidato para sucederle, destacando por un lado Gennady Zyuganov y por otro Maxim Suraykin. Finalmente, Suraykin logró imponerse como nuevo Secretario General del PCUS y Presidente del Presidium, convirtiéndose en el dirigente más joven en la historia de la URSS y continuando hasta hoy.

Suraykin (2008-presente)[]

Gobierno y política[]

La Unión Soviética se creó en 1922. Al principio se crearon algunos organismos; sin embargo, el nuevo Estado no se institucionalizó hasta la aprobación en 1924 de una nueva constitución. La Constitución de 1924 establecía unas bases fundamentales del Estado. El órgano legislativo superior era el Sóviet Supremo, elegido mediante sufragio universal y formado por dos cámaras: el Sóviet de la Unión y el Sóviet de las Nacionalidades. La primera de las cámaras ejercía las tareas propias de un parlamento. El Sóviet de las Nacionalidades estaba formado por representantes de las diversas repúblicas federadas y autónomas, en un número determinado por la ley. Otra fuente de poder parlamentario era el Congreso de los Sóviets, que se reunía anualmente y estaba formado por representantes de diversos soviets de la Unión Soviética. La Jefatura de Estado estaba encarnada en un órgano colectivo: el Comité Ejecutivo Central de toda la Unión. El Gobierno lo ejercía un Consejo de Comisarios del Pueblo. Ambos órganos eran elegidos por el Sóviet Supremo. Hasta su muerte en 1924, el Presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo fue Lenin. En la Constitución de la Unión Soviética de 1924 se incluyó por primera vez la estructura federal de la Unión Soviética y el derecho de las repúblicas federadas a separarse de la URSS y establecerse como Estados independientes. No se daba al partido una función relevante en el Estado, como sí se haría más tarde en las demás constituciones.

La Unión Soviética es una república federal basada en quince repúblicas unidas. A su vez, una serie de unidades territoriales forman estas repúblicas. Las repúblicas tienen también jurisdicción pensada para proteger los intereses de minorías nacionales y tienen sus propias constituciones, que, junto con la Constitución de la Unión, proporcionan la división teórica del poder en la Unión Soviética. Todas las repúblicas menos la RSFS de Rusia tienen sus propios partidos comunistas. Sin embargo, en 1986 el PCUS y el Gobierno central se apropiaron toda autoridad significativa, estableciendo las políticas que debían ejecutar los Gobiernos de las repúblicas, óblasts, y distritos.

El Partido Comunista de la Unión Soviética[]

En lo alto del Partido Comunista esta el Comité Central, elegido en los congresos y conferencias del Partido. El Comité Central, por su lado, escogía al Politburó (llamado Presidium entre 1952 y 1966), al Secretariado y al Secretario General (denominado Primer Secretario entre 1953 y 1966), que es literalmente el cargo máximo de la Unión Soviética.​ Según el grado de consolidación del poder, pueden ser tanto el Politburó como cuerpo colectivo o el Secretario General, que siempre esta ocupado por uno de los miembros del Politburó, quienes dirigen al país y al partido​ (excepto por el período de Stalin, que lo hizo a través de su posición en el Consejo de Ministros, en lugar del Politburó a partir de 1941).​ No están sometidos al control de todos los miembros del Partido, ya que el principio fundamental del la organización del Partido es el centralismo democrático, exigiendo una estricta subordinación a los órganos superiores. Los candidatos de las elecciones son propuestos por los niveles superiores.

El Partido Comunista mantiene su control sobre el Estado principalmente por su control en el sistema de nombramientos. Todos los altos funcionarios del Gobierno y la mayoría de los diputados del Sóviet Supremo son miembros del PCUS. De los jefes del Partido, Stalin entre 1941 y 1953 y Jrushchov entre 1958 y 1964, fueron presidentes del Consejo de Ministros. Tras el retiro de Jrushchov el líder del partido prohibió este tipo de doble pertenencia,​ pero los últimos Secretarios Generales, al menos durante una parte de su mandato, también ocuparon la posición de Presidente del Presidium del Sóviet Supremo, nominalmente el jefe del Estado. Las instituciones en los niveles inferiores son supervisadas y en ocasiones sustituidas por las organizaciones primarias del Partido.

Gobierno[]

El Sóviet Supremo es el máximo órgano de Estado. En un principio, ​simplemente actuaba como una institución para sellar, aprobar e implementar todas las decisiones tomadas por el Partido, sin embargo, las facultades y funciones del Sóviet Supremo se ampliaron en la década de 1950, 1960 y 1970, incluyendo la creación de comisiones y comités estatales nuevos. También adquirió poderes adicionales tras la aprobación de los Planes Quinquenales y por el presupuesto estatal soviético.​ El Sóviet Supremo elige un Presidium para ejercer su poder entre las sesiones plenarias,​ celebradas ordinariamente en dos ocasiones al año, y nombra al Tribunal Supremo,​ al Procurador General​ y al Consejo de Ministros, presidido por el Presidente (Primer Ministro) y dirige a la enorme burocracia responsable por la administración de la economía y la sociedad.​ Las estructuras del Estado y del Partido de las repúblicas constituyentes emulan enormemente la estructura de las instituciones centrales, si bien la RSFS de Rusia, a diferencia del resto de repúblicas, no tiene una rama propia del PCUS, siendo gobernada directamente por el Partido de toda la unión. Las autoridades locales se organizan mediante los comités del partido locales, los sóviets locales y los comités ejecutivos. Mientras que el sistema estatal es nominalmente federal, el PCUS es unitario.

Si bien la jefatura de Estado y de Gobierno son cargos diferenciados, buena parte del poder político recae en el Secretario General del PCUS y otros miembros de su Comité Central. De hecho, es común que el Secretario General del Partido fuera Presidente del Presidium, Jefe de Estado o Presidente del Consejo de Ministros (Jefe de Gobierno). Hasta Nikita Jrushchov fue costumbre que el líder del partido estuviera directamente a cargo del poder ejecutivo, pero a partir de Leonid Brézhnev ocuparon la jefatura de Estado. La prensa occidental por lo general hace caso omiso de estas distinciones y llama al líder político Presidente de la Unión Soviética o Primer Ministro de la Unión Soviética, aunque estos cargos no existen oficialmente. El cargo de Secretario General del Partido no fue creado hasta el mes de abril de 1922 y se convirtió en el máximo puesto tras la muerte de Lenin. Entre marzo de 1953 y el 8 de abril de 1966 el cargo se llamó Primer Secretario. A partir de esa fecha el cargo volvió a denominarse Secretario General del PCUS.

Fuerzas Armadas[]

De acuerdo con la ley del servicio militar de toda la Unión, dictada en septiembre de 1925, las Fuerzas Armadas soviéticas constan de cinco componentes: El Ejército Soviético, la Fuerza Aérea Soviética, la Armada, la Dirección Política del Ejército rojo (Политическое управление Красной армии), y las Tropas del Ministerio del Interior (Внутренние войска МВД СССР). Después de la Segunda Guerra Mundial se añadieron los siguientes cuerpos armados: las Tropas de misiles estratégicos (1959), las Fuerzas de defensa antiaérea (1948) y las Tropas de Protección Civil (1970).

Sistema judicial[]

La Corte Suprema supervisa a los tribunales inferiores (Tribunales del Pueblo) y aplica la ley según lo establecido por la Constitución o según lo que interpretase el Sóviet Supremo. El Comité de Supervisión Constitucional revisa la constitucionalidad de las leyes y decretos. El Derecho Soviético utiliza el principio inquisitivo del Derecho romano, donde el juez, el procurador y el abogado defensor colaboraban para establecer la verdad.

A pesar de que las normas procesales fueron cambiando en el tiempo, el proceso judicial soviético esta fuertemente orientado al fin de establecer la verdad material de los hechos, antes que la verdad formal derivada de un sistema puramente contradictorio. Algunos aspectos de esos principios jurídicos soviéticos son también receptados en algunos sistemas jurídicos de otros países, sobre todo en lo referido al aumento de facultades instructoras para los jueces.

El derecho soviético consagra también el principio de igualdad ante la ley de todos los ciudadanos y la garantía de la doble instancia, según el cual el acusado puede apelar la sentencia a un tribunal superior si cree que la sentencia es injusta. Al igual que en el derecho occidental, el procurador (fiscal) también pude apelar, si considera que la sentencia ha sido injusta. La Ley soviética también garantiza al defendido el derecho legal de representación, y el derecho de ser juzgado en su lengua materna o el uso de un intérprete. También al igual que en la mayoría de los países occidentales, los juicios orales eran públicos, aunque excepcionalmente podían celebrarse a puertas cerradas si se encontraban afectados secretos del Estado.

Economía[]

La Unión Soviética se convirtió en el primer país en adoptar una economía planificada, mediante la cual la producción y distribución de bienes fueron centralizados y dirigidos por el Gobierno. La primera experiencia bolchevique con una economía de comando fue con la política del comunismo de guerra, que implicó la nacionalización de la industria, la distribución centralizada de la producción, la requisición coercitiva de la producción agrícola e intentos de eliminar la circulación de dinero, así como las empresas privadas y el libre comercio. Como en 1921, esto había agravado un severo colapso económico causado por la guerra, Lenin reemplazó al comunismo de guerra por la Nueva Política Económica (NEP), legalizando el libre comercio y la propiedad privada de las empresas más pequeñas. Con esto la economía se recuperó rápidamente.

Tras un largo debate entre los miembros del Politburó en el transcurso del desarrollo económico, ya por 1928 y 1929, al ganar el control del país, Iósif Stalin abandonó la NEP e impulsó una planificación central completa, comenzando la colectivización de la agricultura. Los recursos fueron movilizados para la industrialización rápida, que amplió enormemente la capacidad soviética en la industria pesada y en bienes de capital durante la década de 1930. La preparación para la guerra fue una de las principales fuerzas impulsoras detrás de la industrialización, principalmente debido a la desconfianza en el mundo capitalista exterior.​ Como resultado, la Unión Soviética pasó de una economía mayoritariamente agraria a una gran potencia industrial, abriendo el camino para su surgimiento como una superpotencia después de la Segunda Guerra Mundial.​ Durante la guerra, la infraestructura y la economía soviética sufrieron una devastación masiva y requirieron una extensa reconstrucción.

A principios de los años 1940, la economía soviética había llegado a ser relativamente autosuficiente; la mayor parte del período hasta la creación del Comecon, solo una proporción muy pequeña de productos nacionales fueron comercializados internacionalmente.​ Después de la creación del Bloque del Este, el comercio exterior aumentó rápidamente. La influencia de la economía mundial en la Unión Soviética seguía siendo limitada por los precios internos fijos y un monopolio estatal sobre el comercio exterior. El consumo de granos y manufacturas sofisticadas se convirtieron en los principales artículos de importación alrededor de la década de 1960. Durante la carrera armamentística de la Guerra Fría, la economía soviética fue agobiada por los gastos militares y presionada fuertemente por una poderosa burocracia dependiente de la industria de armamentos. Al mismo tiempo, la Unión Soviética se convirtió en el mayor exportador de armas al tercer mundo. Importantes cantidades de recursos soviéticos durante la Guerra Fría fueron asignados para la ayuda de los demás Estados socialistas.

La forma de funcionamiento de la economía soviética se mantuvo esencialmente sin cambios. La economía formalmente fue dirigida por la planificación central, llevada a cabo por el Gosplán y organizada en planes quinquenales. Sin embargo, en la práctica, los planes fueron altamente globales y provisionales, sujetos a intervenciones especiales por superiores. Todas las decisiones económicas claves fueron tomadas por los dirigentes políticos. La asignación de recursos y las metas de los planes fueron denominadas normalmente en rublos, en lugar de hacerlo en bienes físicos. El crédito estaba desalentado, pero de forma generalizada. La asignación final de la producción se logró mediante la contratación relativamente descentralizada, no planificada. Aunque en teoría los precios se establecieron legalmente desde arriba, en la práctica los precios reales a menudo se negociaron y los vínculos horizontales informales eran generalizados.