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Tropas estadounidenses escalando los muros de Pekín.
A principios del Siglo XX Estados Unidos creó una serie de planes bélicos contra otros países. Éstos fueron conocidos como "Color-Coded Plans" en los cuales cada color asignaba un país y un correspondiente plan para enfrentarse a ellos. War Plan Yellow (Plan de Guerra Amarillo) era el plan para el ataque, la invasión y la conquista de China. El propósito militar de este plan es el uso de las fuerzas armadas de Estados Unidos para derrocar el gobierno imperial de China y etablecer un nuevo régimen afín a los intereses estadounidenses. El plan tuvo su origen dentro del marco del "Levantamiento de los Bóxers". En nuestra línea de tiempo, los Estados Unidos intervinieron en China junto con la Alianza de las Ocho Naciones, derrotando a las debilitadas fuerzas chinas. Sin embargo, el plan jamás se llevó a cabo debido a que la Dinastía Qing se mantuvo por algunos años más. En esta historia se analiza como dicho plan pudo haberse desarrollado.
Punto de divergencia[]
En 1900 estalló la rebelión en Pekín contra los extranjeros y las legaciones internacionales. La revuelta fue atajada por la acción militar combinada de diversas potencias: británica, francesa, japonesa, rusa, alemana y estadounidense. Los rebeldes, denominados "bóxers", constituían una sociedad secreta con connotaciones políticas, practicantes de artes marciales. Su objetivo era expulsar a los extranjeros de China. En 1899 emprendieron una campaña de terror por el norte del país que, inicialmente, se dirigió contra misioneros cristianos. Los estadounidenses tenían muchos intereses en China, y entraron a la guerra bajo el argumento de proteger a los misionero cristianos que vivían en ese país.
Estados Unidos invade China[]
Durante el levantamiento bóxer, la delegación estadounidense contaba con 2 buques de guerra, 295 marines y 3125 miembros del ejército. El presidente William McKinley, en su ambición de expandir su esfera de influencia en Asia Oriental, ordenó que se triplicara el número de buques, cuadruplicar el número de marines, y quintuplicar el número de soldados; como resultado, la delegación estadounidense de China obtuvo 6 buques de guerra, 1180 marines y 15625 soldados estadounidenses, listos para someter a los rebeldes, y de ser necesario, también a las autoridades imperiales.
La superioridad numérica de los estadounidense ha hecho que los estadounidenses se adentraran aún más dentro del territorio chino. Tras desembarcar en Tianjin, los estadounidenses y sus aliados realizaron una guerra relámpago, donde muchas ciudades cayeron en menos de una semana. Tras 10 días de guerra, la capital imperial, Pekín, cayó ante el avance de la coalición.